¿Por qué lo hacen?

Me acaban de robar. Y la situación me parece absurda.




Una chica a la que acaban de abandonar su familia y que ahora es indigente se ha presentado en mi tienda. Por cómo hablaba, las manías que tenía..., se notaba que no estaba bien. Poco a poco parece preocuparse por las distintas cosas que había en la tienda, hablándome principalmente del manga, el mundo friki..., está claro que mi mesa está llena de libros manga, el tema era evidente.

Pero sus primeras intenciones no era el robarme, ni el estafarme. Eso se dejó ver porque quiso aprovechar para dejar todas sus referencias en mi cristal, para ofrecerse para cuidar enfermos o de traductora... A su misma vez, también se ofertó para venderme mi libro, gratis me decía ella, así que le regalé uno. Todo eso conllevó a que me diera sus referencias, que si influencer, whatsapp..., de todo. La tía estaba un poco lanzada, la verdad.

Según fue pasando el tiempo, mientras ordenaba mis libros (y hacía recuento de ellos), se fijó en el anuncio de un señor de 70 años que solicitaba una compañera para evitar la soledad. En su momento a mí no me pareció tan mala idea que pusiera ese anuncio, ya que negarse es algo que requiere una razón de peso, pero visto lo visto está claro que no lo volvería a consentir.

La chica me preguntó cuánto costaba el minuto en mi locutorio, para usar los teléfonos. De esa manera aceptó el compromiso y se puso a llamarle a ese señor de 70 años. El anuncio ofrecía su casa, su vida, a cambio de compañía y, si hubiera química, no habría que descartar que le cediera su pensión en viudedad. Ella debía tener una veintena de años, pero le llamó por teléfono.

Los minutos fueron pasando y le advertí el coste de la llamada (algo más de un euro). Para cuando cortó su conversación, miró las monedas que tenía, y decidió no pagarme porque, según ella, si me pagaba no comía.

Hasta ahí..., todavía. Automáticamente me devolvió el libro a cambio de la llamada, lo cual me lo tomé como algo personal; y se marchó lanzando una frase diciendo: "tú al menos tienes un libro". Al salir de la tienda escuché un "esto me gusta" y yo, como no estaba acostumbrado a esos comportamientos y aún estaba en estado de shock por haberme devuelto el libro, no me percaté de que me había robado un cetro de flores - ni idea de cuál, pero debía ser bien grande, podía costar unos 15 euros, del que si mi proveedora me responsabilizara al completo me tocaría pagar el 80%.

Todo para mí fue un flashazo, ni me dio tiempo ni a gesticular, ni a poner una mala cara, ni a nada... Tenía en su mente perturbada la necesidad de hacerlo todo como rápido, con su lógica compulsa, como de golpe y, para cuando me di cuenta de que faltaba el cetro no me dio tiempo a denunciarlo. Debo admitir mi incompetencia al respecto - la chica se había ido por patas del recinto hospitalario.

Bueno.

Es una pena que las cosas sean así.

Lógicamente he arrancado los dos carteles, el que puso la chica y el que puso su futuro acompañante, con el que quedó en principio. No le deseo ningún mal a ella, y no se me ha pasado ninguna idea cruel, pero al final pude hablar con los guardias y me han dicho que, efectivamente, ya se habían percatado y de que, la próxima vez, ya hablarían con ella. Obviamente los guardias hicieron bien en no llamarle la atención, no podían saber que lo que tenía entre manos fuera robado.

Luego pienso: ¿qué piensa hacer con ese cetro si no tiene casa? Su única opción sería encontrar a un transeunte más o menos lejos del hospital y venderlas. Bueno, si es para comer, OK. Pero eso me recuerda el maravilloso futuro que me espera a mí.

Para cuando haya publicado toda mi tecnología como influencer quedaré amortizado. Sobretodo si el uso de la misma no se comprende. Además de que las razones por las cuales algunos habrían apostado por mí dudo que fuera para decirme que para este año conseguiría la estabilidad económica, creo que los compromisos de este año los cumplí hace dos días - y que mañana se cumplirá mi sueño infantil de cobrar por lo que publico. Por lo que oficialmente será el día más feliz de mi vida.

Si alguien del futuro viniera al pasado para decirme para cuándo sería feliz, tendría en mente el día de mañana - cuando cobre un dolar por la última semana de mayo.


¡Qué día más féliz! ¡Hoy va a ser bastante sucedáneo!