viernes, 22 de octubre de 2021

Hacienda se lo inventa todo

Tengo unas ganas enormes de irme de España. Hacienda se inventa todo, no se basa en nada, se monta historias. Lo hace porque se maneja desde la impunidad absoluta. Envía nuevas notificaciones, recupera multas que ya fueron pagadas, te exige volver a pagarlas, vuelves de nuevo a recibir más notificaciones, se inventan más datos, y si vas a hablar con ellos se inventan más cosas que no encajan con nada... UN CAOS.

Ponerse a correr cuando llueve para mojarse menos

Vuelven las lluvias. Creo que oficialmente me estoy concienciando en que sí, que voy a aprender ruso y, no sólo eso, sino que además voy a probar si puedo optimizar los métodos de aprendizaje partiendo de la hipótesis de que el sujeto tiene capacidad para pronunciar correctamente los fonemas. Veo que tengo materiales más que suficientes, aunque aún no he probado la teoría que tengo entre manos...

Pero el asunto es que vuelven las lluvias. Y algunos vídeos sobre un estudio hecho hace tres décadas, uno de sus autores ya falleció, y le conceden el premio Nóbel. Así se sentencia que ese estudio tenía una buena base: hay un caso donde en un sector empresarial el aumento del salario mínimo no afectó ni negativamente ni positivamente. Ha pasado el suficiente tiempo como para que sus detractores pudieran refutar ese resultado en condiciones; parece que a la ortodoxia económica no les ha convencido. Parece que la mano invisible necesita oficialmente ayuda del estado para que funcione mejor.

Era algo previsible, pero se ha consolidado el hecho de que se han encontrado hechos incontestables sobre la sociedad y su economía. La mano invisible en ocasiones necesita ayuda del estado para que funcione mejor, en ocasiones hay que planificar las reglas del juego. En ocasiones hay que intervenir ¡Vaya sorpresa!

Mientras me mojaba ante el sorprendente nuevo clima de acontecimientos, y viendo cómo los clásicos liberales propagandísticos no argumentaban ni claudicaban, esto me recordó algo que me sucedió justo cuando se escribiría ese documento..., por los años 90, o en el 2000.

Mis primos, mis hermanas y yo volvíamos del polideportivo andando a casa de mis primos. Entonces notamos que empezaba a chispear, hasta el punto de que poco a poco apretaba más y más para darnos cuenta de que ni no nos apresurábamos entonces acabaríamos empapados. Sin embargo, uno de mis primos no tenía intención de correr demasiado: sostenía que para no calarse había que andar más despacio.

Ciertamente, caían unas pocas gotas y si íbamos lentos todas acabarían en la cabeza y, poco a poco, se irían evaporando. De la misma manera, si corríamos las gotas de más adelante nos acabarían mojando más; es decir, el que corre se enfrentaría a más gotas de lluvia por unidad de tiempo que el que anda y, al mismo tiempo, el que anda sumaría más tiempo de lluvia a lo largo del espacio. Es decir, teníamos un modelo matemático que enfrentaba dos resultados en oposición: correr favorecía por un lado y desfavorecía por otro el mojarse más.

Mi primo decía: cuanto más lento vamos menos nos mojamos.

Yo le corregía: cuando llueve muy poco y el trayecto es largo existe una velocidad máxima de viaje a partir de la cual te empiezas a mojar más.

Digamos que con el sueldo mínimo pasa lo mismo: hay quien ve en ese resultado la confirmación de que se puede aumentar indefinidamente el sueldo mínimo sin riesgo a que afecte al paro. Obviamente eso es absurdo, como pretender evitar mojarse sólo por aminorar la marcha aún más. Pero quien pretende observar una discrepancia temporal y farsaria en lo descrito debería de poner explicaciones más sencillas que la que teoriza sobre el poder adquisitivo.

Resulta que cuando aumentas el sueldo mínimo en todas las empresas de un estado por un lado provocas menor margen de beneficios en las empresas, pero tras aumentar el precio de los productos si las ventas no se reducen entonces observamos que los márgenes podrían mantenerse al mismo tiempo que los trabajadores obtienen más poder para consumir; de esta manera ese estado aumenta la liquidez de su economía. Aunque habría que considerar cuánto se aumentó el sueldo mínimo, en principio ligeramente y, por otro lado, habría que considerar la cultura de consumo que tienen los habitantes de ese estado.

Milton Friedman especuló conque esto no era posible, pero no se trata de que un señor muy viejo y muy listo te explique que cuanto más lento andes más te mojas debajo de la lluvia, se trata más bien de que pueda refutar que jamás nos encontraremos situaciones donde la lluvia caiga tan lento que al limitar nuestra velocidad eso nos libre de mojarnos de más. Según parece los de la escuela de Mises no tenían un especial interés en falsar sus propias teorías, lo cual suena poco científico o ingenieril. Un buen modelo debe estar a punto ante cualquier circunstancia y si se defiende que la existencia de una mano invisible no es posible que tengamos fórmulas objetivas que nos demuestren que en ocasiones se pone tonta, porque esas fórmulas serán de las que nos valdremos para habilitar el papel del estado intervencionista frente a las empresas.

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No es de extrañar que estas cosas pasen. Hace años, un cliente que era taxista se me opuso con una vehemencia nada sutil debido a un comentario que le hice. Le dije que la gracia de los sudokus era que no tenían por qué tener una solución única. En cuanto le dije eso se me enfadó muchísimo.

Lo más importante de esa anécdota era, ¿por qué se enfadaba tanto por un puto pasatiempo? Y tenía una explicación: ese tío había pasado horas y horas detrás de esos sudokus, y yo le había quebrado un postulado con el que él infería sus soluciones. Era el postulado de la solución única, que cuando se dispone de él se podía resolver más fácilmente el sudoku. Ahora bien, ¿en algún sitio pone que ese sudoku tiene solución única?

Acto seguido le hice un sudoku sobre un papel, trivialmente le demostré que me resultaba más fácil plantear un sudoku con múltiples soluciones antes que uno con solución única.

- Cualquier sudoku puede que no, pero el de los chinos tienen solución única.

- ¿Y tú cómo sabes que justo el sudoku de los chinos tiene solución única? ¿Acaso lo pone? Cuando resuelves un sudoku, ¿te has planteado ir a las soluciones por si es la misma?

Efectivamente, cuando quieres crearte tu propio sudoku es bastante sencillo: coges uno que ya exista, permutas filas y columnas, así como algunos números, y ya tienes uno nuevo con el mismo nivel de dificultad. Plagiar sudokus es trivial, y no es plagio - porque sólo son unos puñeteros pasatiempos.

De la misma manera se puede observar al estudiante que defiende a su maestro ¿No se ha querido plantear la gente hasta qué punto es posible que no se corrijan los exámenes? ¿No se ha querido plantear la gente que la corrección de exámenes sea pura propaganda y que los profesores no le dedican tanto esfuerzo?

La cosa es que el propio estudiante NECESITA creer que el profesor realmente corregirá el examen, porque si no tiene el espíritu de fidelidad, si posee una idea de escepticismo, entonces es más difícil que encuentre motivos para estudiar y esforzarse. Así, para cuando consiga aprobar preferirá alimentar esa disonancia cognitiva, la propaganda, la creencia de que ha estudiado algo con sentido y de que le han evaluado correctamente. Ahora bien, al no tener una correcta falsación podríamos aseverar que se trata de una farsa: el sistema educativo tal como se aplica en términos generales está tremendamente errado porque no permite vigilar la inacción del docente. Inacción que nos puede constar que en España es descomunal debido a las alarmantes cifras de abstención escolar y, por supuesto, de suicidios.

Si el sistema académico funciona tan mal, no es de extrañar que las universidades estén peor. No volveré a incidir en el lamentable estado en el que se encuentra la comunidad científica en cuanto a tecnología, así que, ¿qué debo pensar de esas ciencias sociales que tienen una agenda muy ajustada por los intereses políticos? Por supuesto, cuanto mayor es la exigencia en los estudios, cuanto más avanzan los ciclos de estudios, mayor es la ignominia. Los más sádicos se centran especialmente contra los más inteligentes, siempre y cuando den aparentes muestras de pasividad..., o quién sabe cuál es el perfil idóneo de esos pervertidos.

Pero en cualquier caso, ¿qué se debe esperar de los académicos de la economía? ¿Realmente estarán dispuestos a aceptar un cambio de sus postulados sólo porque no encajen con la realidad? Puede ser realmente lamentable, pero cuantos más años les dedican a estudiarse esa propaganda más convencidos se quedan de que las palmaditas que recibieron era por haber entendido un contenido que realmente servía para los estudios de economía. Es pura disonancia cognitiva: terminas tu sudoku y no compruebas en la solución del final si realmente es el mismo, a pesar de haber usado como postulado esa creencia.

Esa es la razón por la que algunos salen corriendo cuando empieza a llover sin pararse a pensar de que posiblemente no esté lloviendo tanto y que echar a correr sea contraproducente.

 

 

jueves, 21 de octubre de 2021

Ligar es fácil. Pero no quedarte con la buena.

De vez en cuando nos quedamos absortos por el pasar del tiempo, cuando lo único que ocurre es la nada más absoluta. Entonces miramos atrás y no vemos nada, miramos al frente y nada tampoco. Se abre la puerta y esperamos no dar con nada en concreto. Pero entonces llega alguien, una criatura que te pide más de lo normal, que te saca de los esquemas, que está esperando a que le vendas cualquier cosa..., te descoloca. No estás preparado y no cumples la espectativa.

El no hacer te lleva a un estado depresivo inherente. Las garras que tenías no las tienes afiladas, o preparadas. Se han amuermado junto a un instinto de mantener la quietud y la paz, para que el dolor se mitigue. Es el dolor del aburrimiento, de la falta de movimiento intelectual. Cuando se vive en soledad, con los años, no se puede esperar que el sujeto tenga esa actitud sharp.

Y es que es eso lo que es el lumpenproletariado, son personas que se abandonaron porque dejaron de creer en las promesas de civilización. Si no puedes vivir como un trabajador al menos vivirás como un rey. Así se mitiga el dolor, el sufrimiento del no poder hacer, y se doblegan los instintos. Me refiero a los instintos de lucha por la sociabilidad, el querer civilizarse y servir de referente cultural.

El revolucionario tiene una idea en la cabeza: una idea que pase un tercer grado. Se puede ser un revoltoso caótico sin sentido, un ser irracional que se valga de cualquier cosa. Pero no llegarán sus ideas muy lejos. Se puede hacer un llamamiento a los parias para conformar una suerte de sociedad organizada, pero en cuanto se llene de viciosos, desalmados, fracasados..., el reto habrá nacido porque en algún lugar deberán de colocarse ¿Dónde colocó la secta de Osho al fracaso del capitalismo cuando fueron invadidos por su buena fe? Es decir, Osho promulgó una sociedad eclesiástico-comunista donde todos eran aceptados para trabajar y convivir; así que los mendigos de EEUU, gente que era víctima del hambre y sus patologías, aceptaron la invitación. Todo un reto ¿Qué hacer con lo difícil? Ellos los apartaron, porque no hay otra manera - pero su pecado fue no usar fórmulas objetivas, una razón de porqué unos sí y otros no.

El joven adolescente puede tener una vida al margen de la realidad, al vivir aislado podría perder parte de sus instintos de saber venderse. Pero entonces, a pesar de tener una enorme cultura y capacidad para ser incisivo, es cuando le llega el mayor de los retos: una chica que le gusta se le pone a tiro, y ésta incluso se presta a tener una larga conversación con él. Pero la naturaleza tiene esos dimes y diretes, el rarete no merecerá a la hembra, como tampoco la rarita se merecería al macho, si éste no aprovecha su oportunidad al ser una criatura aislada. Es así como funciona la selección natural, distinto de cómo funciona el romanticismo civilizado. Por eso la cultura del chico le podría hasta salvar, su lenguaje técnico en el uso de la razón puede llevarle a conseguir la chica - si es que no está terminal, si es que lo suyo no es patológico ya.

Es posible encontrar una enorme productividad en los países pobres, sin embargo no hay inversión allí ¿Cómo puede haber inversión en una película de amor cortés cuando no tienen la apreciación cultural de ir a la escuela en lugar de a las barracas? ¿Qué es invertir? Para invertir hay que tirar de la pirámide de Maslow, abordar todas las fases. Usar un modelo 10-20-30-40 invirtiendo desde cultura hasta seguridad.

Pero eso no lo hacen los inversores: prefieren ganar más dinero invirtiendo sobre seguro. Además, si toda la población se comportara bajo los patrones de los países ricos entonces necesitaríamos varios planetas Tierra. El problema del hambre en el mundo no está en los pobres o lo poco productivos que son, está en lo derrochadores que son los ricos - en la ecología.

Ahora explica a la gente que la Thumberg podría ser merecedora del premio Nóbel de la paz por sus contribuciones a acabar con el hambre en el mundo. Para mear y no echar gota, aquel que hubiera venido para escucharte, con toda su buena fe, se acabaría riendo de ti. Jamás se aceptaría ese razonamiento. 

La sociedad que conocemos está siendo gobernada desde la más profunda irracionalidad y ausencia de lógica. Puedes tener una verdad innegable fotografiada y en tu mano, puedes tener una nota de papel donde esté escrita una realidad que jamás nadie podría refutar, e incluso puedes tener la grabación de un hecho incontestable..., el problema es que no se ha desarrollado la cultura de la aceptación de un modelo de pensamiento que te lleve a inferir correctamente. Se nos ha educado para consumir cultura, una cultura principalmente más consumidora..., y una sociedad que consume mucho es una sociedad donde podemos producir más fácilmente - para venderles más caro lo mismo. La magdalena de toda la vida, se triplica su precio dependiendo de quien te lo venda. Eso no es producción, ni inteligencia, es especulación, es aprovecharse de la negación de la realidad que genera el consumismo.

El hiperconsumismo lleva a querer consumir magdalenas caras, pero porque son caras. Pero claro, ¿acaso es fácil comportarse de esa manera?

Me viene un cliente hoy que no para de pedirme y pedirme, pero me descoloca. Por querer ser honesto no le vendo rápido cualquier cosa - y eso es lo que me paga factura. Él no quería ser correctamente asesorado, quería que le vendiera credibilidad. Es decir, él quería que le estafara. Y para eso no estoy acostumbrado.

Pasa lo mismo si de repente aparece una chica impresionante y ésta empieza a hablarme. A día de hoy no estoy acostumbrado, no sabría qué decirle. Ella esperaría que le intentara engañar al más puro estilo de amor cortés, pero esas falsedades es algo a lo que no estoy acostumbrado debido a mi aislamiento: sólo querría follármela cual perro. Razón por la cual acabaría congelado, ensimismado con su presencia sin saber qué hacer o cómo, a pesar de tener en mi más profundo recuerdo diversas películas de amor que sí podrían haberme servido de inspiración si las tuviera más cerca de mi memoria.

Ciertamente ése es el papel de la consciencia: saber montarse una buena película, película en la que uno mismo sea el protagonista. Si ves muchas historias bien podrás desarrollarlas, mejorarlas y, lo más importante, ponerlas en práctica. Pero es irracional creer que el pensamiento funciona así: la razón se mueve por dialécticas para ser engañada, engatusada por los arcontes de la civilización. Sin embargo, si queremos inferir un buen conocimiento no podemos regirnos por esos movimientos, salvo por la lógica misma - que funciona igualmente para el hombre aislado que para el más de los sociales.

Si una chica o un cliente me llegaran para ofrecerse de manera "lógica", entonces yo podría convertirme en un gran ligón y vendedor aun no teniendo esa cultura de la estafa. Por lógica ella tendría que estar conmigo pues en teoremas nadie me gana, y por lógica el cliente tendría que comprarme cuanto yo quisiera. La aplicaría una lógica circunstancial llamada "egoísmo puro" y le acorralaría en los mundos necesarios. Yo mismo desarrollaría el marco en el cual no habría más remedio que aceptar mis designios. Al fin y al cabo soy realmente un excelente informático.

Tras perfeccionar la capacidad que necesita una máquina para albergar las primeras etapas de la lingüística, no es difícil ver los unos y los ceros a cualquier tipo de relación: desde el más bajo nivel de los registros lingüísticos hasta alcanzar los eones, los iconos que trascienden a todas las culturas y que se presentan en todas las historias.

A medida que programo la capacidad lingüística en mi máquina descubro que lo que era un axioma se convierte en teorema, se me ultrasimplifica todo, se refundan las teorías, me llevo nuevas sorpresas... Pero al mismo tiempo que me dedico a estas cosas me aislo más, soy peor vendedor y no aprovecho las oportunidades que me brinda la sociedad. Además, ¿acaso no me da pereza ya cualquier cosa? Poco a poco voy perdiendo mi lugar en el proletariado para volverme más y más inútil. Un inútil ultraproductivo por un lado y que forma parte de una enorme unidad de consumo. Es difícil sentirse orgulloso de ser así.

Ahora recojo todos los n-gramas necesarios para ligarse a una mujer, no son más difíciles de constituir que los necesarios para iniciar una revolución social, y entonces encuentro los arcontes que me valdré como herramientas para constituir una historia y, antes de que se dé cuenta, estará en el "catre". Pero..., me aburre. Si no me aporta ese calor necesario no me vale. No hay motivación.

Así que sí: ligar es fácil. Pero cuando aparezca la que te interese algo en tu cabeza te dirá que no se merece esos n-gramas, las estafas propias del amor romántico, que merece una verdad aséptica, lógica, como es uno mismo, el dejarse llevar..., dejarse llevar por un mundo robótico donde me encuentro completamente aislado. Miro a mi izquierda y miro a mi derecha, no hay nadie, sólo grúas de silicio que ayudan a levantarse las unas a las otras y, siendo su dios, no me siento identificado en esa sociedad.


domingo, 17 de octubre de 2021

La búsqueda. Relato

Al fin conseguí que me abrieran la biblioteca, así que me puse a andar entre mis más antiguos libros. Se había cerrado desde dentro debido a una inquina que no quería volver a encontrar. Las estanterías por el suelo, algunas velas derramaron su cera y, en parte, una biblioteca quemada. Pero sabía que lo importante seguía ahí.

Era mucho más, si te sientas en el sillón aún las luces funcionarán para encontrar el libro de la mesita. Y, ¡cómo me atrevería a volver por allí! Mientras veía en las paredes los cuadros que aún se habían quedado intactos los técnicos se despedían paulatinamente, y les agradecía su trabajo.

Poco a poco se acercaba el máximo responsable de todos, creí que para recordarme el pago por la pérdida de tiempo, pero no ¿Qué responderle a su cómo o porqué? Habría preferido por mil veces que se me hubiera encarado por exigirme un precio desorbitante. Pero tan pronto se hubo marchado me arrepentí al releer la factura para la que expedí un cheque. Debí pensar en mi banquero, que solía ver con ojos extraños algunos de los percances que le pasaban a mi negocio. Pero la biblioteca no podía formar parte de mi negocio, ésta era mi vida, mi recuerdo.

En soledad con la estancia quise recuperar algunas hojas tiradas por el suelo, libros descolocados y estudiar qué había perdido quizá para siempre. El cuadro que portaba maravilloso sobre la chimenea podría ser reemplazado, pero jamás volverá la sensación de lectura frente a la misma en la butaca, mientras relajaba la vista entre los dos candelabros.

Pero sí, ahí estaba encandilado en mis recuerdos mientras observaba lo que motivó tal deshonra. No hay peor vicio que el que usas para tu disfrute, solo tuyo, y en contra de los demás. El héroe había sido cobarde, y ya no podía deshacer lo andado.

El dueño de la casa se había preocupado de que todo cuanto ahí hubiera acabara en tu propio nombre. Cuando había una peculiar condición, habilitar su suicidio. El albacea lo tenía claro, y las anotaciones no daban señal a duda alguna. La biblioteca te imbuía unas enormes ganas de quedarte, y continuar viajando entre los mundos de relatos y esquemas que abrían la mente a ensoñaciones y transformaciones.

Por eso al recibir la invitación no pude evitar intentar leer todos y cada uno de los libros, y eran demasiados. Catalogar lo que había, lo que se entendía, lo que nos valía... No urgía prisa leer la nota que dejó el dueño. Era cosa de él llegar a su habitáculo, a su templo.

Y mientras viajaba entre los rincones de retratos de mozas plañideras y niños rechonchos angelicales, algún porte señorial centraba la autoridad y atención para observar los relojes de cuerda. Te acercabas al reloj de cuerda y le dabas más vidilla para evitar su muerte por desuso. Y algunos de ellos tenían un tono de agradecimiento por cada impulso nuevo que recibían. El tiempo es algo a lo que le dedicas cuando no tienes nada mejor que hacer.

Por eso te sentabas en la butaca con esa pequeña pila de libros que colocas encima de esa nota ¿Importaba mucho eso que hacía, el seguir esperándole hasta que me eche? Y ahí estaba, el cuadro entre los candelabros: el estudiante asiático que se tiraba al río para salvar las escrituras de su maestro. Por las cosas..., poco importa arrojar su propia persona. Por el mensaje cultura que tienen esas cosas.

Y pasaron las horas hasta que llegó a mi mente la existencia de esa nota. La nota fatídica que declaraba lo poco servil que había sido para mis amigos, y cómo había sido poco agraciado con todo cuanto había tenido.

"... Si en algo alguna vez de te fallé fue en mantener en vilo mi biblioteca, como si ésta tuviera algo prohibido para gente como tú. No, amigo; esta biblioteca era lo único que me permitía superarte. Por eso nunca te permití entrar en ella..."

Párrafos extraños de una rara cantinela. El verso libre que se desprendía de su lamento me inundaba entre lágrimas del recuerdo que había dejado en mí ¿Cuál era la razón por la que me había convidado a venir esta vez?

"... Error tuyo el no ser mejor amigo y error mío el reducir a la reificación nuestra amistad..."

Seguir leyendo hasta el momento en el que confiesa que hacía cinco minutos se había dado muerte, cuando la nota y mi presencia contaba de horas. Sin embargo lo que más me atormentaba será lo que siga atormentándome hasta el último de mis días: en el fondo supe de esa nota desde el principio, pero odiaba la idea de que una vez más volviera a meterme en uno de sus juegos macabros de niño rico. Mi instinto, si es el que me sobrevive, es porque es asesino. Y contra el que se deshumaniza solo la muerte le brinda la reificación de su alma.



Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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