sábado, 5 de febrero de 2022

Donald Davidson se equivocó al preguntar

Emergentistas, fisicalistas..., muchos han querido teorizar sobre cómo sería una inteligencia artificial, qué repercusiones tendría de cara al conocimiento científico - si éste dejaría de ser circular, como defendía Gustavo Bueno y, de ahí, que todo lo pudiera explicar y saber un ordenador. Bien, pues voy a rescatar la reflexión que hizo Davidson en 1973 sobre "the material mind".

Creo que es fundamental comprender cómo hemos llegado hasta aquí y cuánto hay que tener entendido para lanzar las preguntas pertinentes. Por ejemplo, a día de hoy que haya gente que se plantee si la tierra es plana suena a fracaso en la educación general básica; a porqué debería de haber un sistema educativo público y de calidad. Pues bien, en el caso de la cuestión: ¿qué pasaría si realmente se alcanzara la singularidad en la que una máquina fuera sustituible intelectualmente a cualquier humano: significaría que la psicología puede ser descrita a partir de las leyes de la física?

En otra entrada ya mencioné los problemas que subyace una respuesta de esta pregunta a favor del fisicalismo, a favor de creer que la física es el germen causal de todas las ciencias. Pero esta vez reincidiré en algo más que un mero párrafo.

Recuerdo el día que tuve que entrar en la facultad de veterinaria. Andando por los pasillos, creo recordar que para buscar el servicio de reprografía, fui leyendo las etiquetas de las distintas secciones y especialidades. Y una de ellas ponía algo así como psicología perruna, prevención contra el suicidio perruno, y cosas así. Es decir, me pareció muy chocante que tuvieran asignaturas o especialidades de varias asignaturas para ese tema. Tampoco entendía por qué esas etiquetas estaban puestas, si eran departamentos, servicios técnicos...

En cualquier caso está claro que lo primero que se me cruzaba por la mente era: si realmente los perros tienen que ser tratados psicológicamente, ¿quién debe encargarse? ¿los psicólogos, los biólogos o los veterinarios? 

Bien pensado, el psicólogo se ha especializado desde el comienzo en el comportamiento humano, pasarse a extenderlo a lo perruno sería sesgado - como intentar entender cómo es un perro a partir de cómo es una persona.

Si, por otro lado, le achacamos la especialidad a los biólogos sería como decir que todos los asuntos perrunos se explican por la teoría de la evolución, por su relación con el resto de las especies. Como si fueran máquinas, entenderíamos su complejidad dentro de la maquinaria biológica en un biosistema. Sin embargo, ¿por qué un perro se va a suicidar según las reglas de su biosistema si hablamos de un animal de compañía? Es decir, el biólogo no parece la persona más adecuada para tratar estos temas.

La cosa es que me paré a pensar, si bien fuera necesaria una carrera específica para este tema, o meter la especialidad en una existente, entonces el punto de partida debía ser veterinaria. Esto es debido a que el veterinario ya tiene un historial de relaciones con los perros y los humanos, así como está obligado a conocer la realidad biológica del perro y cómo piensa por dentro.

Con estas ideas en mente volvamos a Donald Davidson y su cuestión.

El punto de partida de D.D. empieza siendo erróneo: su pregunta parte de si las máquinas ya fueran capaces de alcanzar la calidad artística humana hasta el punto de que los humanos creyeran que lo que venga de ellas es propio de humanos..., este punto de partida ya es un problema.

Si las máquinas alcanzaran en su tecnología la singularidad de superar al ser humano, entonces esos resultados se alcanzarán en los prototipos alfa - es decir, los informáticos y demás técnicos sabrán de ese resultado antes que el resto de la sociedad. Sin embargo, en cuanto se comparta la tecnología aparecerá una singularidad beta: que es la que se produce cuando la sociedad conoce de estos hechos. Esta singularidad es diferente debido a que si un humano sospecha que una obra podría ser de una máquina entonces también cuestionará la humanidad de las propias obras humanas.

Esto se entiende mejor con los actuales torneos de ajedrez: cuando las máquinas no jugaban mejor que los maestros era difícil hacer trampas, pero con la llegada de esos módulos que superan a los humanos y los torneos telemáticos automáticamente aparece en los propios jugadores un halo de sospecha por si le están haciendo trampas - precisamente por jugar demasiado bien.

Por eso, la idea de la singularidad beta lo que nos dice es que cuando se alcance entonces el comportamiento humano, las relaciones, la manera de ver el mundo, todo cambiará. Lo que quiere decir que cuanto mejor trabaje la máquina más difícil será el comportamiento humano. O, dicho sea de paso, el estudio del comportamiento seguirá siendo esquivo precisamente porque la máquina es demasiado inteligente como para dejar que lo atrape.

Por otro lado, alguien podría preguntarse cómo sería la relación entre psicología y física en la singularidad alfa, como si los técnicos mantuvieran el proyecto en secreto para así poder estudiar la raza humana sin su consentimiento.

Este otro enfoque nos lleva a otra limitación que, igual que un terraplanista desconoce con respecto a cómo rotan las estrellas, según parece no se entiende sobre la idea de "implementación", sobre lo que es constructible.

Decimos que una cosa justifica a otra cuando es capaz de construir tal justificación; en informática a eso se le llama "computable" ¡Tantas veces lo habré explicado en este blog! Se puede leer en las mismas páginas.

La cosa es que si la psicología fuera constructible a partir de la física entonces todo lo que tiene que ver con la psicología humana debería de ser constructible; de la misma manera, alguien diría: si la máquina es capaz de ejecutar unos programas (ya construidos) que genere de manera "fuerte o débil" la inteligencia humana entonces será que la inteligencia sí es constructible... Y no es así. Ése es el problema.

El problema de la consciencia no tiene que ser de la clase de los enumerables y, al mismo tiempo, tampoco tiene que ser considerado inabordable como para no poder innovar en su ámbito de aplicación. Es decir, algo que caracteriza a las criaturas conscientes no es precisamente que actúen de manera perfecta, sino más bien que sus comportamientos tienen siempre alguna clase de mácula. Por tanto la consciencia no es un problema necesariamente lógico, no tiene que ser enumerable para decir que un sistema de información la tiene.

Así, visto de esa manera, parecería que con tener una aplicación que dé el pego ya podríamos decir que esa consciencia rudimentaria cumple los objetivos. En este blog hablé de un test de la consciencia, lo que quiere decir que con sólo superar un test sería suficiente como para darle certeza en un ámbito intelectual - para compararlo con los humanos, o lo que se esté buscando. Dicho de otra manera, lo que tiene que funcionar, lo que ha evolucionado para que sea innovador, no tiene que ser un producto constituido de manera independiente al contexto y, por tanto, no tiene porqué cumplir que sea capaz de conectar las ciencias naturales con las ciencias sociales.

Si por necesidad la consciencia siempre actuara de una única manera bien definida entonces el comportamiento (la ciencia social) sería perfectamente explicable desde la tecnología (ciencia natural). Pero como no se da el caso, porque el comportamiento depende del contexto, y el contexto es tan imperfecto como la solución que supone una mejora desde un punto de vista que suele ser también relativo..., entonces no hay manera de asegurar que una cosa explique a la otra.

Por tanto, ante la cuestión de Davidson la respuesta es NO, las ciencias sociales siempre serán una cosa y las ciencias naturales otra por muchas singularidades que viva la humanidad con su tecnología.

Al fin y al cabo tendríamos una última singularidad: la singularidad omega. En ésta nos valemos de los conocimientos en conexión y conectividad para entender de dónde saca el hombre sus ideas y cómo atribuirlas a las señales eléctricas o químicas que usa. En este nivel de singularidad nos imaginamos un mundo donde al terraplanista parecería que con sólo darle una pastilla comprendería por qué se equivoca. Y ese mundo sería muy parecido, en principio, a GATACCA.

Si se quiere enfocar esa realidad nos daremos cuenta de que los propios humanos no querrían entrar en el juego de tener genes perfectos, los cuales son perfectos para evitar enfermedades; ni tampoco querrían entrar en el juego de ser clasificados de nacimiento, lo cual es más eficiente y mejor para todos. El problema es esa palabra: mejor para todos. O esa otra: evitar enfermedades ¿No es una enfermedad estar tan sano como para replicar tu genética artificiosamente destruyendo a tus primos en un mismo tejido? A ese comportamiento le atribuimos un carácter vírico.

En definitiva, cuando se alcanza la singularida omega observamos que el cambio social y la revolución se intensifica más allá de lo que hoy día podríamos imaginarnos. No podemos ponernos en la piel de quien viva esa realidad y, por otro lado, tampoco podemos decirle a un informático que sea capaz de alcanzar la singularidad cómo interpretar su trabajo. Porque es como si al veterinario el biólogo o el psicólogo le cuestionaran su papel de cara a los suicidios perrunos.

 

viernes, 4 de febrero de 2022

Enanitos con martillos

En todas las sociedades, de vez en cuando, nos encontramos con enanitos. Enanitos armados con un enorme martillo. Y cuando los veo, ¡tan felices y seguros de sí mismos!, no puedo evitar sentir una mezcla de sensaciones que viajan entre el miedo, el asco, la pena, la risa y la ira.

Un enano con un martillo es una criatura mitológica del siglo XX y XXI, y que inunda las administraciones públicas, así como muchas instituciones. Tiene poderes especiales, porque es capaz de hacerse invisible, o de transformarse en otro ser - con otra apariencia. Sin embargo, la apariencia no es nada, un enanito siempre será un enanito.

Lo curioso de los enanitos con martillo es que en cuanto ven a un gigantón de gimnasio sienten la enorme necesidad de avalanzarse con el martillo, desde atrás, a alguna de sus espinillas para verlo retorcerse de dolor. El gigantón de gimnasio acudirá a las autoridades y éstas dirán: "¿cómo es posible que el enanito le haya atacado? ¡Es absurdo!". Sin embargo los testigos, los hechos..., todo apunta a que es así. A que es verdad.

Además, está el hecho consumado de que la policía ya tiene antecedentes por parte del mismo enanito contra los mismos gigantones. El gigantón de gimnasio insiste en que quiere que le quiten el martillo, pero por alguna extraña razón el sistema judicial protege los derechos constitucionales y democráticos a que todas las personas sin importar la estatura tengan su martillo. Y el gigantón insiste en que a ese enanito concretamente habría que quitarle el martillo. Y se lo niegan.

Tan pronto como le niegan el quitarle el martillo también consideran que un enanito no puede hacerle frente a un gigantón. Y es entonces cuando vuelve a suceder el mismo suceso. Y cada vez intentando el enanito apuntar más alto, poco a poco intentando llegar hasta la cabeza. Por eso el gigantón intenta dejarle claro a las autoridades de que hay que quitarle el martillo y mantener bajo rejas al enanito, porque el gigantón tiene derechos humanos..., pero el juez vuelve a desatender al gigantón porque considera que es ilógico que el enanito vuelva a atacarle, que debe de haber alguna clase de relación entre los dos.

Es por ello que las siguientes veces el gigantón no sólo le quitará el martillo, las siguientes veces se lo meterá al puto enanito por el culo. Pero para su sorpresa esa clase de enanitos parece como que disfrutan y, tras salir del calabozo, el enanito vuelve a atacar al gigantón. Siempre sabiendo que el juez atenderá sólo a las personas que no sobrepasen cierta estatura. La policía perseguirá a esa raza de enanos, y les cuestionarán por llevar un martillo. Sin embargo, por cómo queda el enanito para cuando llega la policía, por el estado tan lamentable después de cada agresión contra el gigantón de gimnasio, sólo quedan dos conclusiones necesarias: el juez lo que quiere es que el gigantón mate al enanito y el enanito, simple y llanamente, es un completo gilipollas. 

Y es así: el mundo está siendo llevado por completos imbéciles. Porque éstos son los que establecen los criterios de corte para otorgar a las personas un título y acceso al trabajo.

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He recibido el correo diciéndome que aún sigo ganando unos céntimos debido a los artículos que escribí y dejé olvidados hace casi tres años. Me es evidente que mi tecnología está para quedarse aunque jamás me compense. No entiendo ni entenderé de dónde nace el deseo de muchos de hacer parecer que los de ideas persistentes son los intrusos. Mi obra es de una innovación continua, y aún hay mucho por descubrir; por entender, porque por el momento es algo que sólo yo sé.


jueves, 3 de febrero de 2022

Civilización = Cultura + Tecnología

Ayer escribí la entrada que tocaba el primer eón zodiacal, el de la motivación - el carnero. Los memes eónicos como memes no debería de decirse que existen pero, mientras exista la literatura, siempre permanecerán - por lo que en realidad tienen una existencia relativa a la existencia de la humanidad. O, dicho de otro modo, manteniéndose el principio antópico, los eones sí existen. Pero cuando desaparezca todo atisbo de inteligencia en el universo esta estructura emic se desvanecerá también.

Esto nos lleva a interpretar qué se entiende por civilización. Parece que hay heterodoxos que suelen defender afirmaciones como que hay cuatro razas humanas y una única civilización, cuando en realidad es al revés: hay cuatro grandes etnias o civilizaciones y una única raza. En principio una etnia bien podría ser una agrupación de clanes que conforman una cultura común, pero cuando hablamos de las cuatro grandes civilizaciones oficiales reconocidas a lo que nos referimos es a la africana, la occidental, la oriental y la oceánica. Técnicamente, bien se puede hablar de la primera, la segunda, la tercera y la cuarta porque considerar a los polinesios y americanos como superextremo-orientales es correcto considerando las corrientes migratorias. Y, por otro lado, todo apunta a que las culturas más antiguas se encuentren en África.

En cualquier caso, ¿por qué distinguir civilización de cultura? En alguna ocasión mencioné que la civilización era una frontera cultural que incorporaba una mentalidad incompatible con otro grupo de culturas que conforman otra civilización. Básicamente lo observamos al ver que la África negra está detrás de las mezclas entre lo vivo y lo muerto, que la occidental se identifica por monopolizar las ideas, la polinesia corta todo lo ponzoñoso para mantener lo inmaculado sin mácula y la oriental es, simplemente, lo contrario a todo lo anterior. De todas las civilizaciones la occidental es la que más avanzó tecnológicamente, eso es debido a que las demás no mostraron a una iglesia inquisitorial que se metía en los asuntos del Pueblo, por lo que sólo pudieron evolucionar a través del laicismo de la civilización occidental.

Sin embargo hay que entender que una cosa es el nivel cultural y otra es el nivel tecnológico. La tecnología es la misma en todas las civilizaciones: es como un edificio. Un edificio tiene unos cálculos estructurales y unas mediciones de cargas o de habitabilidad; pero el estilo es otra cosa, que sea de una cultura o de otra es diferente. Por eso el edificio puede ser diáfano y ser un rascacielos, o ser una auténtica obra de arte de cuchitril..., el nivel cultural es una cosa y su nivel tecnonológico otra. El mundo dependiente de la voluntad creadora humana es una cosa y el mundo dependiente de los números enteros y la matemática constructiva es otra.

La cultura no se descubre, se crea, se decide, se consensúa. La tecnología no se consensúa, ni se crea, se descubre. Si una obra tecnológica, una máquina, no innova entonces no sirve. Si una obra cultural, una obra de arte, innova o no eso es irrelevante. Lo que interesa de las obras de arte es que transmitan una literatura, un mensaje artístico, que trasgredan en algún sentido. Y para hacerlo deben formar parte de una marca de civilización, de una firma común o marco de pensamiento.

Como ocurre con el lenguaje, el cómo se interpretarán algunos símbolos de una u otra forma es algo arbitrario, se decide; pero una vez adoptadas algunas decisiones existe un proceso de coherencia o descubrimiento. Es decir, la cultura está adherida a la tecnología. Cuando el pintor pinta su obra lo hará con óleo o acrílico, con cera o rotulador, o con minas o tiza..., pero en el proceso debe darle interpretación tecnológica a lo que hace; y esa interpretación tiene una marca cultural: ¿qué transmite la tiza, el acrílico, el óleo...? El asunto es que si siempre se usa la tiza para cierta clase de obras entonces en la historia de esa civilización ese canal adquirirá un sentimiento. Esa es la mentalidad exclusiva de la civilización.

Cuando un occidental visita las pagodas orientales la mayor parte de la información que percibe no la entiende, porque no conoce la historia de la literatura oriental. Sin embargo sí percibe una peculiar y conspirativa relación común en todas las obras; como si existiera esa historia de la literatura o fuente original del que parten esas ideas. Pues bien, lo conspirativo es que en realidad no siempre existe esa fuente, sino que en realidad en ocasiones las obras evocan a la existencia de fuentes que no existen. Eso forma parte del marco cultural que se crea en una civilización. Por eso el turista no ve lo mismo que el nativo; no ve más, ni ve menos, ni lo mismo. Por eso la multiculturalidad siempre suma.

Es la magia del mundo de la cultura: que en ocasiones podamos decir que dos personas no ven ni una más que la otra, ni menos, ni lo mismo y, al mismo tiempo, no ser contradictorio al defender algo de lo más normal.

Por eso, cuando veo al gracioso de turno que le da por decir que sólo hay una civilización, tras observar que confunde cultura con tecnología, me da por pensar ¿para qué habló Gustavo Bueno en España o Popper en el resto del mundo sobre los tres mundos? ¿Por qué Sartre perdió su tiempo insistiendo en la nada que supone el mundo volitivo y su enorme importancia? Veo muchos filósofos habiendo sido auténticos best sellers con sus obras, muy reconocidos y famosos - pero entonces aparece un conferenciante que seguro que los ha leído y se mea en ellos. En todos y cada uno de ellos. Y hablo de conferenciantes que viven de la historia de la filosofía, que son cultos y esas cosas - no como yo, que sí soy bastante lego. Pero, según veo, tonto no.

Puede surgir preguntas sobre cómo son las matemáticas de la civilización oriental, o cómo evoluciona el cerebro de un niño en una u otra civilización, pero el que hace esas preguntas haría bien en haberse leído antes mi libro: "The two exact philosophies". Porque al fin y al cabo estoy hablando de mi tema del que sí soy experto. Técnicamente nunca me he salido de la filosofía informática.



miércoles, 2 de febrero de 2022

Maldad y chivo expiatorio. Maldad y motivación

El cristianismo, así como el resto de las religiones monoteístas, confunden la maldad con el chivo expiatorio. Confunden el rival, el satán, con la razón por la cual oponerse a alguien. Digamos que hay que distinguir al que es malvado culturalmente del que es tóxico éticamente.

Me ha gustado la entrega esa del escuadrón suicida donde aparece el tiburón, la película que han sacado no sé si este año. No es de extrañar que, con la de ofendiditos que hay, a más de uno no le haya hecho demasiado gracia. Pero la razón de porqué son tan exquisitos es porque no se acostumbran a los nuevos estereotipos de héroes, y antihéroes. Y si no se acostumbran no es porque no sean convincentes; lo que les jode es que aun siendo convincentes en su contexto no les guste. Si no les gusta estoy seguro que, para esa película - así como para otras muy concretas, es porque son ellos el problema.

Pero claro, no tiene sentido echarle la culpa al que paga la entrada de cine. Me parece justo no echarle a ellos en cara su enorme gama de problemas que tienen, sus miradas sucias. Entiendo que el cine es un negocio y, como tal, hay que contentar al público: tanto al público que se queja como al que no se queja. Y es cierto que la mayoría de los influencers que se quejan del cine progre suelen decir auténticas poyeces.

No negaré que, en ocasiones, pueda aparecer una película que no sea del agrado del buen crítico. Es algo que ha estado ocurriendo desde siempre. No hay que olvidar que el supermán malo ha existido desde casi sus comienzos, pero en el cine apareció edulcorado. Y el Supermán edulcorado fue considerado de buen gusto. Lo mismo ocurre con los cuentos infantiles, como la Sirenita. La Sirenita de Disney es una sirena edulcorada, un cuento más fácil de tragar. Y por ello ha sido considerado que la historia era más adecuada. Disney hizo algo muy bueno con Blancanieves, aunque no hay que olvidar que es la historia más machista que existe: donde los roles de género están fuertemente arraigados al comportamiento de sus personajes. Por lo menos Disney puso nombre a los enanitos..., que no es poco.

Esas personas que rigen su ética a partir de la moral lo que hacen es vivir de manera fuertemente conservadora. Entonces confunden las señales literarias, y de ahí que se líen con los gustos. Un buen crítico puede disfrutar de la película "Jesús de Nazaret" independientemente de que tenga mayor o menor rigor histórico, bíblico o de tradición cristiana. Y eso es porque la película está simple y llanamente bien interpretada, bien hilada, bien montada, etc... No tiene nada que ver con la capacidad que tenga nadie para ofenderse. De hecho, cualquier ateo podría ponerse a disfrutar con esa película.

Un ejemplo de los errores que suele cometer la gente está en la confusión que hay entre la maldad y el chivo expiatorio: resulta que el malo lo es debido a una tradición que se rompe, y el sujeto disfruta cuestionándola, como cuando Willy Toledo se caga en la virgen. Cuando ocurre esa escena, mezclando la mácula con lo inmaculado - imagen personificada de la madre de cada uno para el cristiano de a bien, el cristianito se siente ofendido de la misma manera que si le hubieran llamado hijo de puta. Sin embargo, como toda buena democracia hay que resaltar por encima del ofendidito el derecho que tiene la gente de defender unos preceptos éticos que trascienden a las tradiciones: como lo ofendidos que nos sentimos algunos por las víctimas del clero y que son ruinmente ocultadas para mantener una imagen de iglesia inmaculada. Es decir, lo inmaculado para la Iglesia se asocia con la mentira. Y eso debería de ser denunciable.

Por tanto, el malo no tiene porqué ser lo malo. Puede que en ocasiones debamos acudir a gente "mala" para que se encarguen del trabajo sucio, para que acaben con el corporativismo de "los buenos". Para que acaben con tanta "paz" que no pedimos. Es decir, cuando los que ocupan el poder desmotivan a la población entonces el héroe es el malo, el que rompe los esquemas y nos recuerda que cierta clase de cosas son denunciables.

La ira es un sentimiento motivacional que se dispara para que el que te llama de Vd. haga lo mismo que tú. Lo que tú haces es lo que esperas de los demás, y de ahí nace la ira. Sin altruismo es imposible sentir ira. Se supone que los sacrificios por los que pasa uno es lo que espera en los demás para que no sucumban en daños mayores, como que sean atrapados por grandes depredadores. Igual que existe una activación al movimiento a través del placer o excitación, también se excita al individuo a actuar mediante la adrenalina - aunque por motivos de miedo a perder.

Esa lucha por el nosotros está vinculado con constructos que se mantienen, se confunde con la propia moral porque lo que almacenamos en el neocortex suele remodelar la actividad de la zona cingular anterior: lo que nos enfada más comúnmente suele ser lo que atribuimos con lo penoso o lo asqueroso. Y es aquí donde entra el tema de la motivación: el chivo expiatorio es un recurso literario usado para centrar la ira contra esa figura; es la figura que representa la toxicidad, lo asqueroso, lo que nos confunde las ideas y los Principios. Por eso puede llegar a generar rabia, ofensa.

Sin embargo no es una verdadera rabia. Es una falsa ofensa, porque es ofensa aprendida. Fue enseñada por la moral cristiana, según el caso. En cualquier caso, no es una rabia natural. Lo natural es ofenderse por lo que es tóxico, y lo tóxico es lo contradictorio por necesidad - no lo que contradice una posibilidad moral. Nadie tiene derecho a sentirse ofendido por una perspectiva moral que no sea la misma que la tuya.

La tolerancia hay que revisarla en ocasiones, porque es un valor fundamental dentro de la democracia. La motivación es lo que empuja a la gente a continuar: se trata de un meme que trasciende a toda cultura porque la idea de que algo nos motive coincide en todas las culturas. Lo que no coincidirá será los aspectos considerados inmorales: ciertas tradiciones que el que es considerado "malo" puede que no respete porque las considere desmotivadoras de cara a unos principios que van más allá de lo aprendido.

Es entonces cuando el héroe se puede confundir con el antihéroe.

En cualquier caso, para que el antihéroe sea motivador debe ser entrañable, lo contrario de un monstruo. Por eso los moralistas no entenderán esta entrada: la maldad no existe, la motivación sí. El chivo expiatorio es un sesgo cognitivo, la sociopatía no. No tiene sentido que haya quien se cabree porque alguien no usa cuchillo y tenedor, yo me como las gambas con cuchillo y tenedor porque me da asco para mis dedos - pero no me molesta ver a los demás comérselas como lo hace todo el mundo..., con las manos. No tiene sentido cabrearse por cosas penosas o asquerosas, todo lo más que los que compartan esas valoraciones no te tomen en cuenta.

Esas son las fórmulas que propongo para entender qué significa ofenderse legítimamente y qué no.

 

domingo, 30 de enero de 2022

El proceso de diversificación

La apatía me impide trabajar, sí. Pero al mismo tiempo he seguido inercialmente los procesos lógicos que me tocaban. Esos pasos son fundamentales para comprender qué es lo siguiente más sencillo que puede explicar todo lo demás. Y eso es lo que pasa cuando recojo el proceso de auditoría y empiezo a tener una gran cantidad de datos, para intentar regresionar el modelo jerárquico que espera encontrar el sistema de información.

Y cuando recojo mi máquina observo que se comporta como lo que llamaríamos una neurona..., o algo que se le parece. Así que es cuando releo otra vez antiguos documentos que me parecían irrelevantes. Y ahora observo las cosas desde otra perspectiva: la diversificación neuronal, el proceso mediante el cual se justifica el crecimiento de la red neuronal.

Bien pensado tiene sentido que yo sí pueda opinar al respecto, esto es debido a que los modelos conocidos tienen un deep learning que es una explosión combinatoria en su proceso de configuración de la máquina; sin embargo mi máquina no exige ninguna explosión combinatoria, porque ha sido diseñada bajo una filosofía conectivista. Por eso mismo, los procesos de diversificación también son eficientes - o por lo menos mucho más naturales.

Esa era la gran pregunta: ¿qué hace que un tejido tenga que tener más receptores de sensibilidad o porqué se desarrolla una parte del sistema de información en vez de otra? Yo creo que es aquí cuando ya se tiene que empezar con el conexionismo, y esos cálculos de los gradientes, y no antes. 

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He estado haciéndome esquemas y poco a poco he estado observando cómo debe en teoría emerger la célula que entra en simbiosis con el espermatozoide para conformar la matriz. Obviamente los detalles me siguen pareciendo irrelevantes, porque lo único que me interesa es la parte del sistema de información. Pero al menos los esquemas me son coherentes. Concibo el proceso.

Con la imagen en mente, y cómo funcionaría manualmente, voy a los textos sobre neurología, tipos de neuronas..., me encaja el comportamiento. Es como tiene que ser. Puedo valerme de mi enfoque de micromáquinas para simular un proceso de diversificación, y simular la evolución de un ser vivo al que podría introducirle el algoritmo de la consciencia, o protoconsciencia. Todo me encaja perfectamente.

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Una de las cosas que me hacía mucha ilusión hacer era diseñar un ente desde su nacimiento hasta su muerte, pasando por la estimación de la biosfera en la que viviría; para diseñar sus sensores y actuadores. Estudiar cómo justificaría el crecimiento celular, que se movería con completa independencia usando... Es como si llevara toda la vida construyendo prototipos de las piezas que necesito.

Y ahora como en un puzzle podría compilarlo todo para esperar, ¿qué? ¿Una valoración que no llegaría nunca? ¿Un par de palmaditas en el hombro? Vender ese libro, ¿pero para que nadie lo compre? Es un hecho que no sé vender. Me resulta muy fácil inventar, resolver..., pero no vender. Vender exige un duplicado de mí que no es funcional, un proceso de diversificación que no encaja con mi verdadera forma de ser.

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Hoy me he vuelto a bloquear por el comportamiento de las administraciones públicas, y su afán de encontrar defraudadores de cero euros, a los que multar varias veces con decenas de euros. He descubierto que la mejor manera de lidiar con este problema es despreciando su trabajo tanto como lo que esperan que lo esté haciendo: si consiguiera defraudar las multas que me ponen al menos podré reequilibrar la balanza.

Y el caso es, ¿por qué será que mi cabeza no quiere trabajar y piensa en política? Me paro a pensar en todas las cosas que deberían de hacerse, cómo cambiarían las cosas radicalmente conque se apruebe una ley simple. De hecho, hay que ser muy idiota como para no darse cuenta de que siempre estamos a una ley simple de revolucionarlo todo. O, dicho de otra manera, la orgánica intenta mantener la estructura de manera que las leyes siempre sean demasiado complejas y absurdas.

Leyes simples que persigan al poderoso, en vez de leyes simples que persigan al indefenso. Porque obligar a ponerse una mascarilla persigue al de abajo, pero imponer restricciones al que trabaja en el Congreso... Eso es revolucionario.

Las leyes que vigilan a los altos cargos siempre se basan en compatibilidades. Lo cual es complejo y estúpido. Si decimos que un cargo es incompatible con algo lo único que hacemos es crear un sistema MUERTO, que no es diversificable, y no funcionará nunca. Cada parte del sistema, si es el que maneja a los demás, tiene que ser lo más simple - terriblemente e insultantemente simple. Tan simple que el no entenderlo o no saberlo hasta ahora te haga sentir como un completo idiota.

Y entonces me urge una ley: todo aquel que incurriera en un delito importante (con un cierto número de años de cárcel) jamás podrá cobrar de las administraciones públicas más allá de dos sueldos mínimos.

Leyes simples... Principios rectores fáciles de perseguir e interpretar. 

En estos días se hablaba de que el Congreso aprobaba leyes en virtud de una agenda basada en días hábiles, y que a partir de ahí los funcionarios tienen que adivinar si un decreto ha sido derogado o si sigue vigente. Que el silencio administrativo para asuntos urgentes se calcule en virtud de las vacaciones que se marquen los congresistas sólo demostraría lo pesado y absurda que es la carga de las administraciones públicas. Me imagino a un policía apuntando todos los días en su cuaderno si ese día se reunieron o no los congresistas para validar el día como hábil para recalcular la fecha en la que no se aplicaría el decreto... Que haya PALURDOS que piensen así me hace creer cada vez menos en el ser humano.

El principio de proporcionalidad es una ley natural de las administraciones, aparece en cualquier administración que no quiera convertirse en una estructura pesada y es replicada en todas las jurisprudencias de los distintos estados de derecho en la historia de la humanidad. En ocasiones yo me pregunto porqué algunos periodistas juegan a ser abogados..., y se cuelgan medallas con esperpentos viciosos que se valen de los días hábiles del Congreso para jugar a videojuegos mientras lo presiden.

En ocasiones las leyes deberían de ser no sólo pocas, sino que además simples. Bien pueden explicarse con folios y folios de aclaraciones que anulen cualquier intento hermenéutico de reinterpretación torticera, pero la esencia de la frase, el título de la ley, debe ser simple de entender. Una buena ley debe arrodillar a los listillos, a los mercaderes de principios, a los farsantes, a los estafadores, a los corruptos... Si la ley se redactara de manera que no hubiera dobles interpretaciones por culpa de una coma entonces tampoco habría intereses bancarios detrás de los grupos políticos. 

Las leyes que rigen a los que gobiernan el sistema deben ser las más simples para que sean promotores del meme, del ejemplo.

La ejemplaridad, al fin y al cabo es eso, es un proceso de diversificación. La ejemplaridad es todo lo que se necesita para que la gente cumpla la ley, sin necesidad de obligar a nadie a base de multas, miedos o mentiras. Los comportamientos complicados, como la fuerza, sólo provoca que hasta la gente más obediente reniegue de simular la ley, de aplicarla. Ejecutar es copiar la ley en el mundo real. Es encontrar la manera de diversificar un esquema que dibuje los esquemas en el terreno. Por eso, cuanto más simple sea la ley, más fácil será encontrar a quien quiera seguirla; porque si la realidad es demasiado compleja sin ella entonces esos esquemas ofrecerán un halo de esperanza, una motivación.

Pero la esperanza de la aplicación de la ley proviene del hecho de que la ley tiene que ser más sencilla que la realidad; si la realidad es más sencilla que las absurdeces que se redactan entonces el comportamiento natural es el de rechazo.

Son pequeños principios básicos que en su momento no entendió Marx sobre la realidad del proletariado. Y, como Marx, otros tantos que le siguieron en todas las ideologías: ya sea a la izquierda, la derecha, etc... Crean una orgánica compleja para que no pueda ser cuestionada, y basan su estructura en la separación de poderes - una estructura de cartón piedra en la que emergerá la corrupción y los intereses.

Las mafias más peligrosas y poderosas siempre han aparecido desde el interior de los gobiernos más estructurados y orgánicos. Es la manera natural de gobierno: es en los rincones de una estructura compleja donde anidan las cucarachas.

Hay que eliminar los rincones y aplastar las criaturas que vivan de ellos para que la ley permita que las aguas sigan su cauce y las pocilgas dejen de oler a estanco.

Lo veo más claro ahora: es en eso en lo que consiste el proceso de diversificación. Y ahora hasta tengo el esquema en la cabeza...



Y después de haber pagado a Hacienda te dicen que no

Es evidente que lo que hay detrás de Hacienda es un conjunto de funcionarios que tienen la impresión de que todo lo que hacen lo pueden hacer desde la impunidad más absoluta.

 

Tan pronto como te quitan el dinero sin tu consentimiento del banco luego te dicen que no te lo habían terminado de quitar. Que te quieren seguir quitando aún más. Siempre haciendo referencia a las mismas multas que sólo referencian a un único error: no notificar que ganabas CERO.

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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