viernes, 26 de agosto de 2022

El techo de cristal de la seriedad

¡Cuántas veces me habrán preguntado, por fines más o menos serios, cuál es el objetivo de la vida! Y yo me preguntaba, ¿acaso la pregunta en sí es seria? ¿Debería de serlo?

Vamos a hacer un ejercicio de filosofía periodística, supongo que el que se hace todo periodista en algún momento dado de su vida: ¿cuál debería de ser la pregunta más seria que se puede llegar a hacer? Por ejemplo, el plantearse cuál es ese ejercicio que debe hacer todo buen periodísta y que sea el más importante es básicamente el plantearse qué pregunta reservarse a otro periodista, o a la persona que sea más capaz que tenga delante..., sobre su profesión, ¿sobre la vida? ¿Cuál es la pregunta más importante que se le puede hacer? ¿Qué es lo más serio que se puede preguntar?

Supongamos que inviertes en un viaje de unos cuantos años luz para viajar a un planeta. En ese planeta según cuentan las crónicas vive la persona más "clever" que ha existido, y esta persona no solo dice cosas coherentes sino que además se preocupa de darle relevancia con respecto a la realidad material que te toca y, si no lo entiendes, suele incorporar analogías para que puedas llevarlo a cabo de manera paulatina en forma de proyecto. Por si fuera poco se preocupa de constituir una maquinaria de fórmulas eficientes que te permite organizar un proyecto humano que te permita hacer posible esa resolución a la pregunta que le plantees - con fórmulas funcionales de cara a cuál es tu mentalidad.

Ahora solo queda la gran pregunta, después del saludo, de una buena introducción para darte a conocer y cuál es la realidad que vives, ¿hacia dónde dirigirás el objetivo del encuentro? ¿Cuál es la pregunta más importante? ¿O será un consejo en virtud del mundo que sabes que es en el que vive el sujeto que resuelve problemas a los más importantes?

En mi vida y experiencia sé que hay quien pregunta lo que considera más importante, hay quien solo se preocupa por demostrar que están ahí y demostrar que les importas, hay quienes intentan aprovecharse lo máximo de ti y, por último, están los que preveen todo lo anterior y se centran en darte herramientas para que todo sea mejor para todos.

Por lo que lo más importante bien puede desdoblarse en esas cuatro opciones, son cuatro techos de cristal. Sin embargo, eso no quita para darnos cuenta de que tres de ellas son espúreas de cara al problema central: hay una cuestión molar y hegemónica que aún sigue imperturbable, los hay que aprovecharán para centrar su mirada de atención en "lo más importante" ¿Y qué es eso que es lo ontológicamente más importante? Lo que alberga la idea de importancia en sí, ¿existe o es falaz?

Quizá sí exista. Hasta ayer no me di cuenta. Se suele centrar mucha gente en el "sentido de la vida". Y siempre me pareció vanal, porque la vida no tiene un "sentido" - no hay razón última para vivir, propiamente dicho. Cada forma de vida es insignificante en cuanto a su relevancia con respecto al espacio en el que vive, y aún más insignificante con respecto al periodo de tiempo que le toca vivir. Su repercusión puede persistir a través de su familia, sociedad, cultura..., hasta que un antropólogo lo rescate, de donde el Olvido prevalecerá para hacer más insignificante aún esa relevancia. El sentido tiene caracter persistente, pero al combinarse con la idea de vida se desvanece en su insignificancia.

La razón para vivir tenía más sentido para mí, porque la razón es una motivación y el vivir es lo que adquiere el carácter persistente y eterno. La razón puede ser tan formal como el vivir, esos dos conceptos sí casan en relevancia. Así que si el sentido de la vida lo veía como la razón por la cual existe la vida humana, por ejemplo, la respuesta era de desprecio a nuestra insignificancia; y si por sentido de la vida se refería a la razón para vivir entonces yo le encontraba todas las motivaciones más increiblemente grandes del mundo.

Sin embargo anoche me di cuenta de que había una respuesta que se me escapaba a ese análisis: se le puede dar un carácter diferente a la cuestión, para darle un tono de seriedad.

El programa que he acabado por diseñar tiene muchos recovecos que podría ir resolviendo, podría probar a buscar un servidor que me permita colgar algo en react..., podría probar según qué proyectos, aunque antes tendré que recuperar mi portátil - otra vez me ha fallado el adaptador.

En cualquier caso, anoche se me cruzaron otra vez los cables. Habría sido mejor que se me hubieran cruzado por la mañana, cuando no necesito dormir, pero la calor es la calor. El viento no corría y tuve que rehidratarme unas cuantas veces..., con esa deprimente sensación de que necesitaré hacerle una pausa a mis proyectos por culpa de un adaptador viejo defectuoso que me vendieron..., o a saber. Lo que más te destroza son las incognitas, siempre es un descanso saber qué es lo siguiente que te va a pasar - por muy malo que sea. Es la incertidumbre la que te obliga a deleitarte en la depresión más profunda.

El programa que diseñé hace poco trataba sobre el deleite que permite a un telespectador convertirse de manera intuitiva en un director de fotografía ¡Cuántas veces habremos visto en esta relación el futuro del cine! Pero nunca se terminaba de encontrar la fórmula. No hay que olvidar la gran cantidad de películas interactivas que hay, donde te dejan un tiempo para decidir..., lo cual se ve demasiado artificial. No parecen decisiones ni naturales para el espectador, ¿debe ir por la puerta de la izquierda o por el de la derecha? ¡Qué pregunta tan poco trascendental! O, por el contrario, suelen hacer preguntas que desembocan en juicios ¿Dejarás que muera la niña ciega o no salvarás al niño paralítico? En cuanto decidas "mal" te llegará una reprimenda al descubrir que había un final "mejor". Y encima se supone que tenías que haberlo deducido porque eres "mala persona". Todo eso son errores. Y, por otro lado, si no se pueden hacer bifurcaciones intrascendentes, ni tampoco bifurcaciones que conlleven a un desenlace tremendamente informativo, ¿qué tipo de bifurcaciones se deben llevar a cabo? ¿Bajo qué enfoque se pueden crear esos esquemas de manera intuitiva?

El asunto es que me paré a pensar por unos instantes y me fijé en cómo mi idea de deep learning no encaja con lo que defiende la ortodoxia de mis colegas. Volviendo atrás mis esquemas, posiblemente, tengan un carácter ligeramente más dinámico - allá donde pretenden calcular y matar la necesidad de una red gigantesca que siga "aprendiendo" (falsando, según mi jerga) hay un proceso de adaptación al aprendizaje que no se está adquiriendo.

Todos los ensayos que leo sobre deep learning me saben muertos. No reviven el asunto en cuestión, y no se plantean la adquisición del lenguaje, un proceso de codificación tal como planteé muy someramente en un artículo sobre moralidad y ética que escribí y divulgué en medium. Esa adquisición nos ofrece registros y categorías, un esquema que se independiza de los modelos de Chomsky antes de que puedan ser invocados en el estudio semiológico. Y claro, el programa de javascript que trabaja el "deleite" se mueve bajo registros y sensaciones. Las sensaciones que quiere vivir el espectador se transmite mediante pesos, que son los pesos que mata el deep learning ortodoxo. Los ensayos ortodoxos de deep learning, a mi juicio, matan al espectador.

En alguna ocasión dos directores me lo preguntaron, creo que hasta tres o más..., ¿qué sentido tiene el poder elegir el ángulo cuando la función del director es escoger el mejor de los ángulos, la mejor de las historias posibles? Y me daba cuenta de que aún no habíamos teorizado del todo correctamente, aun quedaban intentos, pruebas, resquicios... Es como cuando salió el juego de los Sims..., el objeto del juego era ofrecer una idea conformación del jugador dentro de un mundo para que pueda vivir como dentro de él - sin embargo se diseñó de manera que el sim tuviera que ir a cagar cada poco tiempo, o se aburriera muy fácilmente. Más que sims parecían cagones bipolares. Readaptar los parámetros para que fuera más fácil jugar con ellos sería muy sencillo - pero también obligaría a tener que incorporar historias con un nudo mucho mejor desarrollado, o que las distintas bifurcaciones nos ofrecieran efectos más curiosos y sorprendentes. Casi diría yo que se optó por lo último, creando una gran cantidad de items para comprar y evolucionar el juego de casitas... A mí me habría gustado más que los desenlaces trajeran confrontaciones físicas, acción..., más como los muñecos de acción y de entrada a mazmorras. Algo así como la saga de los..., ya no recuerdo el nombre. Ese arcade superdifícil de Miyazaki... En cuanto llama mucho la atención luego la gente se olvida, para que la moda perdure tiene que hacer que las historias persistan - ¿por qué no consiguió hacer que distintos jugadores pudieran ver la manera de crear un mundo social en su juego? En principio sería posible pero, ¿es posible crearse un espacio dentro de ese limbo? Siempre a unos se les olvida montar la casa, y a otros montar el arcade.

Así que vuelvo a rayarme..., pero el tema central está en la gran pregunta. Saber qué es lo más importante exige dejar para todo lo demás las decisiones más inerciales. Poco a poco cada cual desarrolla la fotografía que quiere para su propia película, pero para ello antes debes matar al director.

En una buena película podemos encontrar las funciones de su autoría divididas: el productor es el empresario, el director es el artista principal, los actores, focos e iluminación son manejados por los especialistas que dependen del director, las estrellas, niños y mascotas exigen otro tipo de atención con sus correspondientes cuidadores que suelen comerle más el coco al productor. Al final los distintos autores conjugan una obra que, interpreto, es plástica y supone una ventana de alguna clase de realidad.

Es cierto que los espectadores tienen una motivación para ver las películas por un actor en concreto, o por babear mirando a su estrella favorita. Creer en el elenco o directamente en el director, puede que sea lo que motive al espectador. Así que es difícil poner a ninguno por encima de los demás. Sin embargo esto, la motivación, hay que ponerlo en contraposición con la elección del lugar donde se pone la seriedad del asunto.

Supongamos que quiero transmitir un mensaje, la cosa es: ¿qué medio o contexto debo fabricarme para que el mensaje llegue a su destino? Podemos crear una historia fantasiosa, para transmitir las reglas del sistema, o se puede crear un documental para exponer las cosas directamente. Si mostramos las reglas del sistema cada cual se fabricará su idea por dentro, como pasaba con los diálogos de Platón, historias falsas que ayuden a recrear el mundo de las ideas en quienes presencien tales diálogos. Sin embargo, detrás de una historia falsa existe una pretensión, se pierde la seriedad de la objetividad y su relevancia. Cuando se escoge un documental observamos lo contrario, nos lo dan todo mascadito y se pierde la posibilidad de deleitarnos en sacar nuestras propias conclusiones, salvo que pierda en coherencia.

Son dos tipos de techos de cristal, que en realidad vuelven a desdoblarse dependiendo de la naturaleza de la obra. Si nos damos cuenta esto no puede ser un problema si el propio lector/espectador decide en todo momento qué es lo que quiere ver: si un documental o una historia fantasiosa.

Las historias fantasiosas suelen crearse solo por entretenimiento, y los documentales suelen pensarse para hacer pensar; pero es posible que se mezclen los conceptos. De hecho, no es difícil imaginar que una película se piense para el entretenimiento, pero entonces entre los espectadores bien podría alguien verla como un reflejo de algo que le sucedió personalmente - por lo que la película se convierte en algo personal muy emotivo. Para que una historia llegue hasta la "patata" se debe conseguir enganchar a la audiencia en un proceso muy oscuro de manipulación..., el director dirige una película, pero podría hacer creer que quien la dirige es el espectador; el guionista escogió unas deciciones, pero podría parecer que quien escoge es el espectador..., y así, que si aparece un perro que fue contratado, que pareciera que fue el espectador el que escogió a ese perro... En definitiva, el programa debe ofrecer las políticas que permiten escoger y darle peso a unas cosas frente a otras, siendo preferencias personales.

Y si nos damos cuenta, el que el espectador tenga la sensación de estar dirigiendo, produciendo, decidiendo, eligiendo..., todo eso es lo que hace que quede enganchado. Enganchado a esa ventana de la vida: es el sentido de la vida.










miércoles, 24 de agosto de 2022

Bifurcaciones en un desarrollo socioléctico

Acabo de terminar el programa en javascript, y la duda me corroe... Podría sacarle el máximo provecho personal, o podría compartir ese hallazgo. 

Resulta que de poco le interesará a una sociedad llena de idiocia ver un código bien ordenado, no sabrá cómo usarlo. Es como la diferencia entre quien es un productor y quien no produce, alguien le ve una utilidad, encuentra el punto que hace que el desarrollo se convierta en innovación.

Resulta que estudiando la adquisición tal como la planteo yo, aún se tiene que cruzar con los conceptos de SABE, y entonces poco a poco reconstituir los programas que pueden ser útiles para la didáctica. Leyendo a otros autores he podido redescubrir cómo las siglas SABE han sido referenciadas por otros autores, así que podría perfectamente reconstituir mi lenguaje para que sea más fácilmente compartible - aunque tenga menos gancho comercial.

A las vocales de mi SABE los filólogos lo llaman "nudo" e "información". A la hora de hacer un estudio semiótico consideran que deben estudiar todas esas apariciones. Hay quien asegura que el autor de un libro debería de abandonar toda fase que no aporte ningún nudo o ninguna información, porque todo eso no es más que paja. Claro....

Bueno, pues digamos que mi entrada va precisamente sobre esto: las dos primeras fases por las que tiene que pasar cualquiera que quiera desarrollar la moralidad, o una idea de lenguaje para representar el comportamiento, es precisamente el desarrollo socioléctico y el estudio de las bifurcaciones. Es decir, hay que darle importancia a las consonantes, no a las vocales. Las vocales es para cuando todo está ya consolidado.

En las consonantes tenemos la invocación a las sensaciones más internas, y es lo que genera el deleite. Luego, si quieres ponerle emoción, ok..., evoluciona a las dos siguientes fases mejorando las vocales. Sin embargo hay que preocuparse también por el cómo. Los hay que se quejan porque se piensa que los que desarrollan ese cómo se creen buenos escritores, cuando en realidad lo que hacen es recargar innecesariamente - se deleitan solos. Tal como lo veo, aún no concibo del todos los errores en sociopragmática como para determinar hasta qué punto un texto está demasiado sobrecargado. Yo a eso lo llamo función poética, es la oportunidad de incorporar dentro de tanto anidamiento alguna suerte de ironía. Es decir, en eso consiste el deleite. 

Deleitarse significa que no ofreces información, ni tampoco avanzas, pero estás manejándote dentro del lenguaje. Un buen deleite implica buen gusto, lo que quiere decir que es posible prolongar innecesariamente algo para provocar el efecto contrario. Recargar demasiado puede ser una muy mala elección - pero también es posible que estés invocando a un público exclusivo.

En cualquier caso, el deleite es en lo que se basan las películas pornográficas. El proceso más sofocante para el que percibe la obra pornográfica no es cuando se dirige la película, sino cuando se monta. Eso es debido a que la pornografía es pura socioléctica y en cuanto se casa con la bifurcación provoca sensaciones intensas. La capacidad que tiene una persona para elegir es lo que la motiva para mantenerse viciada - incluso cuando el resultado azaroso en ocasiones no le aporta ninguna clase de desenlace, o especialmente porque en ocasiones se producirá esa situación.

Por eso lo he estado pensando: ¿sería posible crear un sistema soft-porno donde todo sea tipo película-S pero con una intensidad que supere las exageraciones del porno más duro? Sería fascinante crear una moda del morbo..., porque la teoría la tengo, y cómo hacerlo también, ya que tengo el programa preparado para el montaje en python y la simulación en javascript...

Por otro lado, también tiene utilidad para crear un juego tipo película interactiva que sí sea emocionante. Debido a que es más fácil que sean los jugadores los que le incorporen la información personalizada a cada partida, y que aprovechen el nudo para crear momentos sociales. Así que se puede desarrollar el mismo javascript para crear una red cooperativa de juego. Habría antes que diseñar un buen lobbie, y un tema central para crear las simulaciones.

También lo he comprobado, para aprender cualquier idioma desde cero el mismo programa de javascript ya ha sido simplificado con todas sus funcionalidades para que también sirva de base. Le incorporaré los conceptos que le faltan, pero en esencia se puede usar incluso para entrenar el oído en idiomas que exigen un desarrollo fonético (como en el inglés).

También puede servir de base para mejorar en las fases de desarrollo semántico del idioma, porque el programa de javascript puede estar pensado para desarrollar la adquisición, pero eso no quiere decir que no pueda ser aprovechado para desarrollar el aprendizaje: se trata de jugar un poco con el metalenguaje.

Y ya solo queda la duda filosófica: ese código que se ha puesto en el centro de todo, ¿debe significar algo? ¿Es tan importante como me huelo? ¿Será considerado una mera moda para cuando se descubra algo mejor?

No, no tengo respuesta para todo. Todo lo que tiene que ver con el sistema SABE está lleno de complejidades que sobrepasan mi entendimiento. Sé que funciona, pero cuantas más funcionalidades le pongo más difícil es de controlar. Así que tengo un conflicto constante con ese esquema: como buscando qué funcionalidades quitar y cuáles mantener.

Existe un desarrollo socioléctico lleno de bifurcaciones en el mismo diseño en javascript de todos estos asuntos. Así que me quedaré por el momento con la duda sobre cómo intentar sacarle el máximo provecho...





martes, 23 de agosto de 2022

Catcalling. Test de idiocia

Durante muchas mañanas me solía encontrar una rata correteando tras una valla. Con la rabia que me suponía ver algo así, cómo despertaba mi instinto de repulsión. Puede que fuera intolerancia por mi parte, o puede que mi educación esté plagada de ideas demasiado simples y puede que acertadas, pero más adelante siempre veía un gato..., un puñetero gato.

Todas las mañanas que veía a la rata corretear para hacer la misma trayectoria, a varios metros, siguiendo mi trayecto matutino siempre veía al mismo gato. Un gato matutino de mirada petulante y tranquilo, somnoliento y vago ¡Pero es que no ves la puñetera rata, imbécil! Los gatos son alimentados en Cartagena para conseguir un objetivo..., o porque se espera algo de ellos. A un perro abandonado se le ignora, a un gato no.

Pero ahí estaba el gato, así que le hice la llamada..., los silbidos. Siempre le hacía el gesto y le señalaba donde estaba la rata. Conseguía hacerle entender en nuestra semiótica común que en esa valla de ahí había algo. Pero el muy imbécil solo se quedaba mirando, por si veía algo interesante, pero nada más. 

Era como cuando me asaltaban la tienda al estar yo ausente y llamo a la policía, no vienen ni para investigar, ni para consultar los vídeos del hospital de las cámaras de vigilancia. Así que he tenido que reforzar el sistema de seguridad, pero tampoco voy a recibir apoyo del sistema se seguridad del hospital.

Hay gente que está ahí porque nadie le cuestiona el puesto, de ahí la impunidad y la tendencia a la idiocia del ambiente generalizado.

Cuando llamas a alguien a base de silbidos es porque te consideras una persona que ve algo que está por encima de quien recibe la llamada. Hace unos días llamé a la policía porque vi cómo dos furgonetas de Amazon abiertas giraban una curva muy rápidamente rumbo a uno de los barrios más bajos mientras los conductores gritaban como si fueran vaqueros. Cuando llamé lo primero que me dijo la que atendía es que no tenían ninguna denuncia de ninguna furgoneta..., "ah, bueno..., pues entonces nada". Luego se prolongó la conversación un poco más y reconsideró la importancia del asunto.

Una llamada por teléfono son los primeros silbidos, luego hay unos gestos que diriges al animal, es la insistencia: "hay una rata AHÍ" ¿Por qué hay que insistirles? La insistencia es lo que hace que no sean tan profesionales..., es como si les faltara algo. Y poco a poco les irá faltando más y más.

Es como confundir el catcalling con los piropos, no son lo mismo: cuando se piropea a una persona a gritos o silbidos en la calle el piropeado debe ignorar la llamada; cuando se halaga a una persona en realidad no se le está llamando para molestarla, porque el halago ya forma parte de la conversación, por lo que tampoco es catcalling. El catcalling es lo que le haces a un gato para llamarle la atención, y esperas una reacción por parte del puñetero gato. Por eso, hacerle eso a una persona solo porque sea guapa supone darle tratamiento de animal - muy diferente que si se le piropea.

Andando por la calle, recuerdo a dos mujeres que me gritaron "¡guapo!", las creí reconocer: las ayudé a empujar el coche unos días atrás. Cuando me pidieron ayuda me hicieron el catcalling, me reclamaron su atención, y a mi pesar les ayudé - fue una llamada de auxilio lógica, creían que ellas solas no podrían empujar el coche. Llamarle la atención a la gente debe tener una motivación, insistirles puede ser un tanto acosador - como cuando les dije que no creía que tendría yo más fuerza que ellas, tampoco me insistieron, todo lo más me dieron unas gracias sarcásticas..., razón por la que me vi obligado a ayudarlas con o sin aliento.

En otras ocasiones me viene la gente a mi tienda y me encuentro al típico paleto de pueblo que me pide fuego en una tienda, dentro de un hospital: más ilegal imposible. Le digo que vendo mecheros y, en ocasiones, eso nos lleva a una conversación absurda; vuelven con su catcalling, ¿para qué? ¿No ha quedado claro lo ilícito de tu reclamación? Era hasta ilegal por varias vías, ¿le puedes exigir a una tienda que vende algo que te dé una muestra gratis, máxime siendo ilegal el que lo haga bajo fuerte multa? 

Son formas de acoso, como cuando la gente sabe que no hay revistas en la tienda y vuelven a preguntar; quizá con la esperanza de que de tanto presionar a mí me dé por acercarme a esa valla donde venden la prensa y cace unas cuantas revistas... Lo que no saben es que no hay rata, todo está en sus cabezas: los distribuidores no me cogían las llamadas, o me decían que no distribuían en la zona... Lo único que hacían esos clientes era acosarme, son pensamientos burgueses llenos de idiocia al no respetar a un honrado trabajador que tiene que valerse por sí mismo para sacar adelante unos productos y servicios.

Y lo último: como me viene sucediendo..., una editorial me dice que está interesada en un preprint ¿Qué me interesa a mí? Que le hagan una revisión de pares. Así que eso empieza el de la editorial, ofreciendo una revisión de pares..., y una vez tenida mi atención, ¿piensa entonces publicar un artículo nuevo en mi revista? ¿Artículo nuevo? Por lo que no hay revisión de pares..., otra publicación con comportamientos delictivos. Ya me ha pasado de que me decían que para iniciar la revisión por pares antes debía reeditar el documento..., antes hasta lo hacía, pero ahora ya sé que todo son excusas para tratarte como a una bestia, para hacer que venza la idiocia por encima de los méritos.

Hay una manera de saber cuánta idiocia tiene una sociedad...

 

TEST DE IDIOCIA EN UNA SOCIEDAD. CERCANÍA A LA IDIOCRACIA

¿Vive Vd. rodeado de idiotas en general? No, no le estoy llamando tonto, eso es otro test que puedes encontrar en esta página, le pregunto si su entorno es idiota o si sabe cuánto de idiota tiene su entorno... ¡Pues he aquí el test que necesita para saber si debe o no llevarse las manos a la cabeza! Responda 5: sí/mucho, 4: bastante, 3: probablemente pase, 2: probablemente no pase, 1: pasa poco, 0: no/como nunca a las siguientes preguntas:

1. En su sociedad hay espacio para los piropos, distinguido del espacio para las llamadas de atención.

Siempre que se piropea a alguien la persona interpelada sabe que no tiene que interactuar.

2. En su sociedad no se reciben llamadas comerciales insistentes de grandes compañías.

Sonaría absurdo pensar que esa pérdida de tiempo, e imagen, les compense. Decir "Siempre" implica que el usuario del teléfono tiene derecho a oponerse a esos servicios y se tiene controlado los derechos de protección de datos del usuario.

3. En su sociedad el que paga servicios a una sociedad de información tiene protegidos sus datos.

Decir "siempre" implica: tener control de la cesión de sus datos a terceros, que si hay unos datos erróneos se puedan rectificar, incluido el cambio de propietario en un negocio, que haya mecanismos de denuncia efectivos ante las posibles incidencias...

4. En su sociedad no es normal encontrar a un imbécil en la calle grabándose a sí mismo molestando a la gente.

Decir "siempre" implica: que no será ni periodista, ni sociólogo, ni influencer... Y que no importa que sea un experimento sociológico, ni que deba esperar que la gente deje impune sus actos.

5. En su sociedad el famoso goza de un estado de tranquilidad que le permite vivir entre la gente.

Decir "siempre" implica: que los fans no se amontonan para mutilar al famoso, ni que se considere esos actos normales, que no hay intención del fan en acaparar el tiempo del famoso, ni que nos debe parecer normal esa clase de comportamientos.

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Tras sumar todos los resultados a la suma total la llamamos X. Para calcular la idiocia de una sociedad en tanto por ciento solo hay que calcular: 100 - 4·X, cuanto más cerca del 100 más cerca estará la sociedad de su autodestrucción.

En el test de idiocia deben incorporarse también indicios de tecnocracia, de impunidad corporativista, de reconocer a los medios un conocimiento absoluto de la verdad, ausencia de falsacionismo, incapacidad para distinguir propaganda de contenido, que los representantes democráticos sean los más idiotas, que ante situaciones de crisis la democracia acaba peor, etc... Sin embargo, las bases de todo lo enumerado se encuentra en esas cinco preguntas básicas.

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He tenido que corregir una falta de ortografía, y la fórmula de la idiocia..., todo se pega en la vida.

Sin embargo, el de la editorial parece que tuvo un malentendido conmigo - puede que no haya que hacer arder los autobuses tan pronto..., tal vez haya que esperar un par de días más.

lunes, 22 de agosto de 2022

Recuerdos académicos de Vietnam...

Me han vuelto recuerdos de Vietnam..., de cuando estuve en la universidad y me veía obligado a tener que cargar académicamente con esos necios que ocupaban el puesto de profesor. De esas conversaciones que eran un sinsentido, que me provocaban mucha violencia interior y no servían para nada - salvo para demostrar la impunidad de los de siempre, para demostrar que podían cruzarse contigo en mitad de un pasillo para tocar un tema que ni aun preparándoselo podían estar a la altura académica de las circunstancias.

Todo esto me llega después de ver cómo el adaptador de mi portátil tiene el conector doblado..., sensaciones de sabotage. Como cuando observo el mando de mi consola, o como cuando se rompió la consola... Es como el recuerdo de los sabotages que viví en la universidad para que diera la impresión de que no entregaba trabajos en condiciones. Todo desde el subtefugio y usando permisos privilegiados.

Otro gallo cantaría si tuviera una vida independiente, si fueran mis reglas, si pudiera tener lo que considero importante bajo control. Y claro..., va a ser que no. A cada cual le toca vivir esta vida bajo ciertas reglas. No importa lo que tengas por detrás, tus méritos y trabajo continuo, la constancia y la buena voluntad..., lo que importa es la oportunidad de haber nacido en el lugar correcto de la manera correcta. Algunos tienen el privilegio de saber porqué no son privilegiados, otros lo tenemos más difícil, porque dependerá de factores más internos.

Hoy desarrollaré esos factores internos.

Ayer leí una frase que, con lo que he leído en ensayos sobre deep learning, es muy importante. Esa frase era una afirmación formada trivialmente por un filólogo hablando sobre la ciencia. Su construcción me pareció muy peculiar:

"La primera condición de un trabajo que pretenda ser científico es adoptar un cierto distanciamiento respecto al objeto de análisis"

Cuando yo hablaba así de pequeño, cuando era una criatura inocente aún, mis amigos me decían que no me comprendían. Me consideraban un pedante. Entonces yo explicaba la frase, porque me gustaba compartir mis ideas..., y entonces me llamaban royero. Lo peor era cuando se lo decía a los profesores, o más bien se lo comentaba, porque las reacciones eran incluso aún más infantiles y violentas que las de los niños pequeños - la de mis amigos. Mi soledad era absoluta, más que nada porque cuando conseguía una respuesta ésta era condescendiente, me daban el equivalente a lo que debí haber dicho:

"Los buenos trabajos científicos se distancian de lo que analizan"

Me decían eso y me quedaba con cara de fraude: "No es lo mismo", decía. Y entonces o se volvían violentos o la condescendencia finalizaba la discusión con una risa.

Toda discusión solo puede acabar de cuatro grandes maneras: o una parte termina la conversación con una afirmación que obliga a quien la false a decir una tontería, o una parte acaba diciendo la tontería y solo queda la mirada de victoria, o hay una reacción condescendiente frívola sobre lo aburrida que podría llegar a ser la conversación para lo poco que ofrece o, simplemente, el que la termina reclama que ya está bien de medirse lo largo que se mea.

La enorme insatisfacción que provocan los necios cuando se habla con ellos son mis recuerdos académicos de Vietnam. Sin embargo, hoy día no me consta de mecanismos que deban llevarse a cabo para dirigirse a un genio que se plantea el idioma con un marco de pensamiento más complejo que el de sus profesores ¿Acaso no debería de analizarse el uso de los términos y porqué no es lo mismo que su simplificación?

Hoy día, cuando se hace una búsqueda en un buscador se espera que la máquina no haga distinciones como esa: debe encontrar la frase simplificada, porque no le interesa al usuario que distinga entre el consejo con matices del consejo simplista. Por eso, si no hay mecenas para desarrollar estas precisiones puede que el deep learning no alcance la innovación en los aspectos que expongo aquí. Aunque sean evidentes descubrimientos, que solo supondrían un avance filosófico de cara a la tecnología.

[La] primera [condición]: establece que es lo más importante, preludio de hablar con rigor

[de un trabajo que] pretenda [ser científico]: reduce el rigor, la intención nos habla de contingencias

 [es adoptar] un cierto: reduce el rigor, para flexibilizar la respuesta según las circunstancias

 distanciamiento [respecto al objeto de análisis]: cuantificable, aumenta el rigor.

Cuando las palabras evocan una lucha de rigurosidades debemos entender que se corre el riesgo de perder la riqueza de una lógica modal y, por tanto, debemos encontrar el marco en el cual trabaja ese modelo. Es decir, postulo: cuando hay contradicción en el reclamo de la rigurosidad entonces debe asumirse que la propuesta es de un modelo atómico (la afirmación se acerca a una máxima) o es una afirmación ya sea falsa, contradictoria o pretenciosamente mal expresada.

El modelo reflejaría una lógica que no podría expresarse de manera más simple: cuando se combinen esos cuatro elementos ante los núcleos informativos de la frase, se tomará como filosofía para evaluar la calidad del "trabajo" para que se filtre en el aspecto sociocultural "científico" una fórmula que calcule de manera probabilística el distanciamiento, la no correlación, de "el objeto de análisis". Al observar esta regla repetida con otros núcleos (trabajo, científico, el objeto de análisis) ésta se almacenará en el occipital para conformar una nueva regla de error sociopragmático.

Todo esto como expliqué en su momento en mi artículo de Medium.

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Acaba de ofrecerse una editorial en el tiempo que vengo escribiendo esto a publicar mi último artículo. No sé en qué se convertirá..., pueden ser serios, no serlo; pueden replicar nuevos recuerdos académicos de Vietnam, como han hecho otros editores. En estos momentos soy un completo descreido - creo que no me pueden dañar más, igual que tampoco me puedo ilusionar.

Las últimas esclusas por donde podrá escapar toda la presión que me vienen provocando estas emociones ya es imposible que consigan sellarlas debido a la enorme presión que acumulan. Para eso sirve la insensibilidad, el cuerpo humano es realmente más sabio que los necios que intentan aprovecharse de él. 

Si lo pienso bien..., la única razón por la que me he fiado del editor es porque tiene apellido y nombre chinos. Son los últimos que me quedan... Puede que mi futuro esté en Shenzhen.

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Por otro lado, tengo dos proyectos a medio terminar (un guion de película y un juego a presentar a un concurso), y algún par de proyectos que no me han interesado terminar porque me aportan lo mismo acabados que sin acabar. Creo que dejé de participar en concursos en el mismo instante que abandoné la poesía. Esto me da de pensar...


domingo, 21 de agosto de 2022

Identificando al tirano. Crítica y teoría.

¿Qué diferencia hay entre la crítica y la teoría? Es como preguntar la diferencia que debe haber entre el crítico y el científico, ambos agentes loables cuando trabajan dentro de su ámbito.

En entradas anteriores ya expuse mis cuatro tipos de obras, para distinguir lo literario, de lo retórico, de lo histórico y lo lógico. No podría esperar que se comprendiera esa clasificación, pero a mí al menos me cuadraba bien. Ahora bien, es factible que ante una obra literaria se junten científicos y críticos debido a que un buen comentario de texto debe comprender los cuatro roles - como ya expliqué en su momento: en toda obra literaria siempre habrá un contexto sociocultural en el que se ubica y que nos describirá un científico.

Ahora bien, ¿cómo saber si estamos tratando más con un científico o con un crítico si ambos son capaces de especializarse, aparentemente, sobre una misma obra? El científico literario cabe esperar que centre su objeto en el contexto en el que trascurre la obra, mientras que el crítico le dará más importancia al análisis de las partes.

Sin embargo el rasgo más interesante que los diferencia no será lo dicho. Sabemos que el científico debe ser ducho en teorías, mientras que al crítico se le concede una posición de como de juez. Así que por ahí es por donde debe estar el rasgo más importante: defino al crítico como al sujeto que debe estar especializado en un paradigma, autor u obra en concreto para que ésta sirva de punto de referencia a sus apreciaciones. El científico, sin embargo, no se debe a un paradigma, sino al mejor de todos ellos - al que esté más en boga. La ciencia, a diferencia del arte, cada vez que surge un paradigma científico se ve obligada a adoptar el más convincente de todos. El arte, tras aparecer el barroco, no se verá obligado a rechazar la escuela clásica.

De la misma manera, ¿cómo puede un crítico asegurar que sus críticas son objetivas cuando están sujetas a un paradigma artístico, cuanto menos? Nada más valorar una obra que se sale de su paradigma los que sean amantes del propio se verán más legitimados para minusvalorar la crítica hecha por ese extranjero artístico. Lo mismo pasaría si un crítico considerara el mejor cocinero a un español en concreto, ¿qué opinión merecería de la cocina francesa por parte de un francés que cree que el mejor cocinero es un francés? De la misma manera, ¿y si no concuerdan en qué cocinero español es el mejor?

Por tanto, el crítico, a diferencia del científico, no puede valerse de un criterio objetivo para que su voz genere jurisprudencia - es un mal juez. La herramienta de la que se vale el crítico es la hermenéutica, que dictará formas a partir de su propio paradigma y autor favoritos. Todo lo contrario pasa con el científico, en haras a criticar un texto, artístico o técnico, se verá obligado a abstenerse de su hermenéutica favorita para intentar acoplarse a la de la mentalidad del texto, cuya naturaleza debe ser independiente del científico.

Así vemos que las formas físicas se mueven bajo algún álgebra, pero el físico comunicará esas fórmulas bajo un lenguaje diferente, y el poeta las criticará desde su visión personal tras incorporarle una función poética por el dictado de la hermenéutica de su cultura. Cuando nos salimos de las formas más naturales y criticamos la obra escrita por los que nos transmiten sus experiencias de primera mano descubrimos un tipo de autor de segundo nivel; es ahí donde abunda más la función habitual del crítico, porque al anterior ya se le llama autor.

Visto así, la crítica al crítico es factible siempre y cuando se considere que ambos centran la mirada a un autor común, pues criticar en un nivel superior al crítico implicaría cuestionar su propia hermenéutica - replantear o hacer crecer las reglas del marco de pensamiento crítico.

Y ojo al asunto en cuestión, porque es aquí donde entra en juego el papel del tirano. Cuando algunos se ven en situación de redactar la hermenéutica de los demás lo que podrían llegar a hacer es alienar la moralidad según sus intereses - porque ése es el papel del estudio de la metalingüística, dictar el último grado de moralidad al que puede aspirar a aprender el ser humano. Es el último sitio donde colocaría a un jurista.

¿Cómo sería un experto en leyes si éste se dedicara a trampear la manera que ha tenido el inculto de redactar sus propias normas? Se convertiría en un completo tirano ¿Acaso debe saber el legislador de derecho para hablar con un jurista? ¿No debería de ser justo al contrario: cómo debe aprender derecho el jurista para comprender a cualquier legislador?

Lo único válido de la crítica que emerge de una ley es la que ofrece el legislador, que es parte. Porque de la crítica no puede emerger nunca un valor objetivo, y por tanto no puede ser imparcial. La parte que nos ofrece una visión imparcial de la ley es la científica, que es el único papel que tiene la ciencia del derecho.

Por eso digo que el juez no tiene derecho a imponer su hermenéutica, ni a hacer que ésta prevalezca de manera vinculante a otras interpretaciones judiciales. El uso de la hermenéutica es incompatible con la democracia cuando se pretende aplicar jurisprudencia.


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