sábado, 3 de julio de 2021

Empieza la cuenta atrás

Me dicen desde las gradas, "inténtalo, sigue intentándolo". Pero eso mismo le podría decir al niño africano a punto de morir de hambre. En un momento dado se convierte en una frivolidad, o en una mala decisión. Levantarse no es una opción, seguir levantándose de la misma manera es un signo de que algo no va bien.

Ya me he cansado de levantarme exactamente igual. Es algo que ya he vivido y sé que acabó mal.

En el instituto había una chica negra a la que un grupo muy cercano de amigos la habían estado acosando. Recuerdo mis primeros días de instituto, nadie con quien hablar. Entonces encuentro un grupo y, justo cuando parece que me establezco con ellos, entonces empiezan a hacer chistes reiterativos, pesados, impropios...

Se me ocurrió preguntar en ese grupo qué pensaba cada uno sobre lo que ocurría, parecía tenerlo todo bajo control, pero entonces recibí una puñalada..., y acabé convirtiéndome yo en el objetivo. En cierta manera era un alivio, al menos eso podía aguantarlo.

La chica uno de estos días me dijo que vigilara sus cosas, por lo que le pudieran hacer. No me importó. Pero entonces ahí estaban ellos, y uno se limitó a tirarlas al suelo. Así que empecé a agacharme para cogerlas y volverlas a poner en su sitio. Él se reía, decía que su gesto era mucho más simple y volvía a hacerlo. Así que repetí el acto de agacharme. El grupo estaba con él, yo rodeado, y poco a poco me ponía a pensar... Sabía que podía darles a todos y cada uno una buena paliza, pero no quería hacerlo, sabía que no habría consecuencias (y acerté), pero seguía agachándome... Sabía que yo quedaría intacto aunque se me echaran todos encima, y seguía agachándome... Sabía cuál era la debilidad de cada uno, lo que podía hacer para acojonar a la mitad, para anular a cada uno... Y seguía agachándome. Puse un par de advertencias, diciéndole que quien avisa no es traidor. Y seguía agachándome. No había miedo en mis ojos, había determinación. Y de ahí nació el empujón..., para luego pasar al primer puñetazo tras agacharme por última vez.

Uno a uno fue recibiendo moratones, mientras yo me quedaba intacto. Yo seguía con mis advertencias, con disciplina. No tenía miedo del dolor, ni de la confrontación, pero eran mis amigos. Me apenaban. Quería tenderles la mano, pero no me dejaban, porque les gustaba hacer daño. Y no podía aguantarlo. No puedo tender la mano a quien aprovecha su fuerza para hacer daño. Por eso les daba otro golpe. Y otro se acercaba saltando con el pie a volandas, lo esquivaba fácilmente y salía disparado. Otro venía, y recibía él otro golpe. No me equivocaba, mi mirada no evocaba placer, ni satisfacción, ni miedo. Eso es algo que podían percibir; no tenían nivel, ni de uno en uno ni todos de golpe.

Para cuando se cansaron de recibir golpes les dije que mi gesto era el más simple de todos: no cuesta nada dejar en paz a una compañera.

Algo tuvo que dejar mella, porque lo que no era capaz de conseguir las palabras lo consiguió la filosofía marcial. No me gustaba aislarme con 14 años, pero era un precio aceptable. Sin embargo no acabé aislado. Previo a este enfrentamiento había intentado pedir ayuda al profesorado para que proteja a sus alumnos, pero la tutora todo se lo tomaba a guasa ¿Para qué tenemos tutores? ¿A santo de qué se las dan de tener una dirección en el centro? Me desmoroné al buscar ayuda en la tutora y ver cómo me quedaba aún más aislado. Sin embargo, la disciplina marcial nunca falla.

Hay muchas formas de ser duro. Ya he entregado el documento para que sea revisado de la manera más trasparente posible. Si la academia me vuelve a cerrar las puertas entonces yo cerraré las mías a la academia. Es la disciplina marcial que realmente funciona: si no quiero perder la noción de la realidad debo enclaustrar mi talento exclusivamente para el círculo que lo aproveche. Debo cerrar mi círculo y defender la estructura que lo sostiene, endurecer el caparazón para que no entre nada impropio.

No puedo obligar a que se publique un documento porque a mí me parezca que es exacto, relevante y útil. Pero puedo centrar mi atención en quienes sí valoren la realidad tal como es. Sean quienes sean, y aplicar baremos duros contra aquellos que intenten sacar provecho ilegítimamente de mi tecnología.

Ser duro con los farsantes para que no sigan obligando a los válidos a agacharse. Para que el gesto más complicado sea justamente el corporativismo.

No sé si tendré fuerza para endurecerme, ni tampoco sé si mi documento llegará a su destino más global. Pero lo que sí sé es que he hecho todo lo que humana e intelectualmente debía hacer, incluso creo que he sobrepasado los límites de las capacidades de muchos. Así que toca preparar el viaje por si hubiera que activar un plan B.


viernes, 2 de julio de 2021

El castigo a los Obedientes

Hay muy pocos conceptos que son universales, y que cuando hay escasez en esa clase de consistencia el resultado es una sociedad menos social, más caótica. Se trata cuando se castiga al obediente. Esta es la principal causa de abstención de cualquier institución formativa o laboral.

Sólo hay una razón fundamental por la que debe ser un profesor de primaria despedido. Una puede ser la violencia que ejerza contra el alumnado, pero la violencia es catalogable como la heroicidad: una cuestión de grados de persistencia. Es decir, el profesor es un héroe más persistente que un policía, y el policía lo es más que el bombero; en el sentido de que los malos actos de uno provocará el sobreesfuerzo del otro.

De la misma manera, hay actos violentos automáticos que pueden reducirse en un daño corporal, otros actos pueden ser más sutiles pero podrían provocar un efecto a más largo plazo - de manera que no se olvide. Y se quedan con más persistencia. El daño más persistente que se deja contra un alumno es cuando se le castiga por ser obediente. Parece una estupidez, pero es algo por desgracia muy habitual y común en nuestra sociedad. Y, por tanto, especulo que es la principal causa de abstención estudiantil en Europa.

Hay muchas maneras de castigar al obediente, yo puedo citar formas que aplicaron en mi contra mis profesores como ejemplo... Como cuando me puse a adelantar trabajo cuando mis amigos dedicaban su tiempo libre para divertirse, y entonces el profesor decidió anular todos esos ejercicios que sólo yo había hecho - porque el resto de mis compañeros no tenían ganas de trabajar tan a destajo. Es un principio que se repite mucho: el profesor quiere ver cómo sufre el alumno, quiere sentirse partícipe de su esfuerzo y atribuirse el mérito de su avance. Cuando en realidad lo que debería de hacer es dejarle avanzar más allá de su tutela cuando éste sea demasiado autodidacta.

Son formas de castigo asociado con una filosofía conductista/positivista y con una fobia a la inteligencia no reconocida. Ellos mismos dirán que son admiradores de los más grandes genios, ojo: fans. Los fans odian a sus ídolos, no los aguantan; y quieren acabar con su existencia mientras los adoran en formato de reliquia. Son un objeto de deseo (puede que sexual) para ellos, un arraigo muy profundo para su líbido. Una cosa que les ayudará a satisfacer sus instintos más salvajes y ocultos. Es decir, tienen un odio no reconocido.

Es como el caso de ese profesor de física que decía adorar a los genios. Entonces más de uno pensaría que yo, siendo el único genio en esa clase, tendría la asignatura aprobada..., pues no, resultó que hice un examen sin tacha cuando absolutamente todos mis compañeros de clase habían suspendido - o dado un resultado muy deficiente. Ese profesor lo que hizo fue castigarme poniéndome un notable porque decía que no era razonable que todos hubieran suspendido salvo yo. Es decir, el primer día de clase pidió a todos los alumnos que se agruparan y yo fui el único que no pudo hacerlo porque nadie me quería en su grupo. Entonces fui llevado hasta la otra punta de la clase donde estaban los más desamparados... Y se supone que yo tenía que influenciar no sólo a los de mi grupo, que eran los más repetidores, sino que además a toda la clase. No hace falta decir que ese castigo desproporcional que exige un mérito subjetivo nunca puede desencadenar un comportamiento meritocrático en el grupo. De hecho, en ese año el comportamiento de mis compañeros se fue haciendo más y más laxo, para provocar que el profesor tuviera que reducir las espectativas del examen... Sin ir más lejos lo veía incluso diciéndoles a algunos elegidos las respuestas del examen.

Ése es el perfil del profesor en España ¿Sorprende? No debería.

Hay muchas formas de ser obedientes: puede que en vez de escribir gravedad = 10 pongas gravedad = 9'8. Puede que el exceso de rigor sea algo que más de un profesor no acepte, pero que no lo acepte porque no le da la gana - sin avisar. Puede que el lenguaje lógico se interprete como un acto de pedantería y, por tanto, se vea en una posición suficientemente válida como para castigar al alumno. La subjetividad es clave, sobretodo si se reconoce oficialmente.

España ahora mismo está cayendo a los niveles más mediocres de la historia de este país en educación. Con el actual ministro, que debería ser denunciado ante la Comisión Europea por su trabajo contra la Educación en España, se va a terminar de rematar a este país para ver cómo la generación de cristal española se hace incapaz de trabajar, o rendir cuentas por lo que haga.

Vamos a perder un tejido intelectual que no recuperaremos en décadas y décadas. Y todo por maquillar porcentajes, en vez de abordar la razón por la cual hay abstención.

En mi colegio nadie se abstenía, pero hubo un profesor que provocó una enorme abstención a grandes sectores de mi clase. Distintas familias, y en especial los padres, fomentaron la abstención de los alumnos para ir a clase - y con razón. Resulta que al llegar la tarde del viernes se tenía presupuestado ir a una piscina, pero los alumnos en general tenían comportamientos infantiles de más: a la hora de ir a los vestuarios no se iban a los vestuarios. Incluso el propio profesor se quedaba con los alumnos y hacía competiciones con los alumnos; para prolongar el momento en el que ir al vestuario. Es decir, los más obedientes se vestían primero para aburrirse mientras veían que los menos obedientes se divertían y se reían de los que ya estaban vestidos. Eso provocaba largas esperas, hasta el punto de que el autobús no aguantaba para provocar esperas muchísimo mayores - ahora todos vestidos, a la espera de un autobús que no llegaba. Era como si ese profesor hubiera raptado a los niños. Inaceptable. Y más inaceptable al descubrir que ese profesor de educación física sí era capaz de hacer que los mismos niños hagan ejercicio bajo el sol a muy altas temperaturas.

Otros casos de abstención se pueden dar cuando se observa cómo un profesor se lanza contra un alumno, lo acosa. Por desgracia es muy común y, al mismo tiempo, las autoridades - en especial el sistema judicial - no adoptan medidas. Lo normal sería que cada institución por su propia cuenta adopte medidas ante casos de abusos de poder, sin tener que esperar que otra institución se encargue. Sin embargo, ni Europa, ni el sistema judicial, ni el ejecutivo..., nadie hace nunca nada. Luego se quejarán de que las cifras de abstención son altas. Y se inventarán leyes para maquillarlas.

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¿Y por qué me ha dado por escribir esto? Porque tengo que rematar un ensayo que me gusta bien poco por lo poco... Para ser un giro copernicano es una vergüenza de ensayo. No sé cuál es la palabra. No me..., conformo. No sé. ME sabe a poco. Hay algo que no... Me lo van a echar a la cara diciendo que no es para tanto, que no se entiende, que me las doy de listo, que menos lobos.... Que debería de ser más diáfano, que soy un puto pedante, que me escudo en terminología técnica, que,......

Demasiadas tesis, demasiadas posibilidades, demasiado presuntuoso...

Otras veces he escrito cosas más diáfanas y ya me reprendían. Cuando hacía las cosas bien me reprendían. Ahora que estoy haciéndolo de la única manera que es posible... Me da muy mala impresión. Pero no arranco. Me quedo aquí escribiendo para así prolongar el momento en el que deba empezar a escribir.

Pero ya está bien, debo terminarlo y ya. 

Me lo echarán a la cara, me cabrearé..., pero será la última vez que uno de esos lo haga. A partir de ahora lucharé en otras ligas, y el que no se ligue a mí se escaldará solo.




miércoles, 30 de junio de 2021

Bueno, no ha sido para tanto

Ya sólo me queda la carta de presentación. Aunque el artículo tal vez lo cambie una y mil veces más. Además de que sólo he aprovechado la tercera parte de la bibliografía que tenía preparada, aunque la esencial creo que sí la he usado. Y me sigue reconcomiendo un poco la cabeza..., es un documento demasiado complejo como para no documentarlo un poco mejor.

Al mismo tiempo estas técnicas son de tal nivel de simpleza..., que hasta parece insultante entrar en detalles.

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Ayer mismo andando observé una escena trivial para un animal y de difícil resolución para una máquina, atendiéndose a mi definición de consciencia. Hice mis propios cálculos mentales y creo que el deep learning no habría podido superar la prueba.

Consistía en que andando por la calle observé una pelota escapar de un recinto cerrado donde había una piscina y niños jugando. La pelota dando botes en mitad de la calle es algo impropio, pero difícil de ver en una máquina salvo que ésta haya sido programada así previamente ¿Cómo se entrena a una máquina que conduce de manera autónoma un coche para adivinar que la pelota de plástico no es más que eso?

La respuesta es que, con las técnicas que conocemos hasta ahora (supervisado, no supervisado y enfrentamiento) no es posible. Lo sé. Y esto me ha dado más alas. Porque mi teoría sobre el género único se va confirmando poco a poco. Es otro caso en el que funciona, aunque la aclaración sea difícil de ver.

En uno de mis artículos de Medium lo dije: hasta que no podamos poner a una máquina en nuestras rodillas y contarle un cuento ésta no comprenderá cómo creamos historias las personas. Y esas historias son las que marcaran nuestro rumbo moral.

Tras ver la pelota de plástico escaparse de la piscina observé un tiempo después a un adolescente salir del recinto mientras corría en dirección contraria de hacia donde estaba la pelota. Entonces igual que primero tuve que usar mi inteligencia moral para comprender lo que era una pelota fuera de sitio, luego tuve que usar mi percepción mental relativa para entender que ese chico era el héroe y que necesitaba saber que la pelota era calle abajo, y no calle arriba.

Es decir, el mucho era gilipollas: ¿por qué una pelota iba a salir botando calle arriba? Claro, era adolescente. Salía corriendo de su lugar de juego, todos hemos pasado esa extraña época. Y eso es algo que las máquinas tampoco pueden hacer muy bien: sentirse afines con un tonto ¿Por qué se iba a almacenar la información de un agente que no piensa correctamente? Es malgastar bytes. No hay ningún modelo matemático que justifique esas decisiones.

De hecho, lo primero que se me pasó por la mente era que el chico tenía que hacer un recado calle arriba; y lo ignoré. Sin embargo, después observé que se quedó quieto como mirando al vacío... Vamos, que muy listo no era el pobre. Y fue cuando se me cruzó por la mente, si se hubiera asomado hacia su derecha sólo por un momento habría visto esa pedazo pelota gigantesca aún botando. Pero se me ocurrió lanzar una hipótesis: ¿es posible que ese chico realmente estuviera buscando la pelota? Insinuarlo sería el equivalente a tratarlo como un estúpido.

Pero lo hice. Algo muy en mi interior me decía que no podía estar seguro, aun teniendo plena certeza de que debía ser así. Mientras, me daba cuenta de qué cálculos debía hacer para entender porqué tenía que ser así, y que una máquina hoy día no podría llegar a tales cálculos. Así que titubeé, mi voz no era capaz de escapar de mi boca. Estaba mediopetrificado, no sabía del todo porqué, seguía autoanalizándome mientras hacía señas para que el chaval encontrara la pelota. 

La señora que me vio debió pensarse que el gilipollas era yo. Así que, gritando, se dignó a completar mis casi ininteligibles frases; mientras yo, a lo lejos, asentía. Cuando me dio las gracias respiré aliviado y le saludé. Pero, eso sí, no paraba de pensar: ¿cómo había calculado la probable tontez del chaval? ¿cómo es posible que asumiera con este nivel de certeza lo que es de sentido común? ¿Acaso una máquina se daría cuenta de que la pelota de playa en mitad de la carretera estaba fuera de contexto?

Me hizo gracia ver cómo un coche paraba ante la pelota que cruzaba como si fuera un peatón, y tan pronto paraba mientras veía a un adolescente tirarse hacia la pelota, el conducto lanzo un leve pitido: era el pitido del conductor preocupándose por el chaval por si no se había dado cuenta de que había un coche. Otro tanto a favor de los humanos.

No. Los coches automáticos no tienen ese nivel. Pero no es incompatible con la tecnología el alcanzarlo. Hace falta una filosofía más integral sobre lo que es la inteligencia, las relaciones humanas..., no es una utopía. Es un objetivo. Como ya dije, hay que saber cómo colocar a las máquinas en nuestras rodillas para contarles historias.

Una historia es, como hizo Propp, una serie de funciones de lenguaje, unos aquetipos que hagan de agentes y unos objetos que representan conceptos universales en la historia. La pelota de playa es el objeto intruso dentro de una historia normal, el adolescente es el agente que protagoniza una subtrama y la función del lenguaje se mueve en una historia de una búsqueda. Si no puedes ponerle título a esa subtrama no verás la pelota, el adolescente, ni su búsqueda. Todo serán pixeles, unos y ceros... Como un borrón en la entropía. Puro ruido en la información.

Obviamente la consciencia es mucho más. Y es implementable.

 


lunes, 28 de junio de 2021

Esto va a ser superior a mí

Las referencias se han convertido en un auténtico peñazo.

Citar bajo parámetros muy específicos, tener que documentarme sobre todas esas cosas - ya no sólo reconocer la editorial, ahora le meten que si el identificador de objeto. Todo un trabajo de perder el tiempo en Internet, y determinando qué formato le corresponde para cada cosa.

Mi primera impresión es que esas restricciones existen para que se mantenga la hegemonía de los despachos de investigación, con sus catedráticos y sus grandes corporaciones financiando. Porque que tenga que hacer esto un particular es un auténtico peñazo.

Y es algo que acabaremos por ver, la idea de que un investigador necesite un becario o secretario que se encargue de darle forma a una investigación de mierda. Investigación que tendrá un formato de ensayo y, por tanto, será tomado en cuenta. Es un auténtico absurdo. Como todas las publicaciones sean así entonces esta civilización no merecerá seguir existiendo.

La estupidez es autodestructiva, y tener que perder demasiado el tiempo en un documento que ni van a leer es algo que me supera. 

Algo así me está pasando en youtube, cuando me encuentro con la típica persona que no tiene porqué estar de acuerdo con lo que opino. Lo curioso del tema es que no soy capaz de ver la curva de Gauss: la normalidad en la gente. Es decir, no veo que los haya que estén de acuerdo, otros en contra, algún perturbado y algún fan... No, lo que veo es más bien como si todos se volvieran perturbados. Y eso siempre puede significar varias cosas: y todas ellas pasan conque no soy buen comunicador. Lo cual no es un misterio, pero hay que tenerlo presente, no pienso que esté siendo sujeto a una teoría de la conspiración en mis comentarios de youtube.

Por un lado no soy un buen comunicador, pero por el otro la sociedad está terriblemente enferma. Si fuera un buen comunicador sería capaz de exponer lo que quiera que deba ser expuesto, y sólo con mi palabra sería suficiente como para doblegar la mala fe de la gente. Pero eso justamente es lo que no veo: veo mucha mala fe en la gente, comportamientos egocéntricos muy severos. Me quedo mirando la clase de gente que es con la que me enfrento y observo atisbos de demencia y bipolaridad, mucha falsa condescendencia y odio reprimido. Esa no es la clase de sociedad con la que quiero entablar una relación.

Es decir, si tengo suficientes argumentos y los he puesto todos sobre la mesa seré capaz de asumir que alguno esté mal colocado, pero lo que no me vale es que tras ese proceso tan largo y tedioso de exposición y formato correcto en el uso de los términos directamente se deseche sin mayores contemplaciones, sin exponer ni un santo motivo mínimamente diáfano y sincero.

Esa clase de sociedad sólo puedo decir que merece su extinción.

Así que supongo que mi experimento con Youtube ha sido un fracaso. Veré si dejo de subir vídeos, o dejo de comentar..., pero para dejar de comentar debo dejar de ver vídeos serios..., pasar a ver vídeos de gatitos, videojuegos, música... 

Quizá esta sociedad es incapaz de entender lo que es la filosofía, y hoy día sólo se entiende de salseo. Por eso se confunden tanto los términos. Se cree que la ciencia es la verdad absoluta, como cuando se ponen pruebas de que Sara se ha acostado con Pepe. Y se piensa que la filosofía es la doxa, como cuando Juan dice que no se fía de Sara. Sospecho que la gente es imbécil, a más no poder. Pero porque cuando hablo con ellos da la impresión de que formo parte de un salseo, no hay citas ni respeto a lo inferible.

No, no me gusta. Y eso es lo que me voy a encontrar para cuando termine de formatear el ensayo y observe cómo la más prestigiosa publicación me lo tira a la cara. Peor será cuando lea los "argumentos" de los pares ¿Por qué ideo un plan tan masoca? He empezado a aprender un nuevo idioma, incluso lo más difícil parece más fácil. 

Estoy destrozado porque mi mundo nació roto.


Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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