viernes, 9 de diciembre de 2022

Una topología para aprender a aprender

Hace ya mucho lo comenté: tenía una topología para las redes neuronales que permitía apurar los resultados. El problema fue que no lo demostré, no lo probé con datos. Ahora, poco a poco, se van acortando los usos, y todo apunta a que las fórmulas van encajando con estas últimas entradas que escribía: la topología fractaloide que tenía pensada la había diseñado para crear un estado intermedio entre el aprendizaje y la predicción. O como si se permitieran procesos de semiaprendizaje.

Para ello se hace sencillo separar los algoritmos de regresión o clasificación entre los que sean lineales de los que no lo sean; o quizá aquellos que permiten hacer una predicción rápida de aquellos que no lo permiten - de esa manera se puede hablar de una fusión de ecuaciones (como sumándolas) para hablar de una consolidación.

En definitiva, lo que en la entrada anterior sugería una forma de carácter en el chatbot, imprescindible para ir conformando una teoría que se vaya consolidando con el usuario con quien se hable, se puede convertir al mismo tiempo en una manera de implementar el responsible-AI, en el sentido de que será capaz de trazar sus decisiones dentro de unos patrones semiológicos que se irán fijando.

Esos patrones intentan alcanzar la eficiencia semiótica de una red que no tiene que dar explicaciones de nada, pero es que si se pretende generar una traza también tiene que justificarse la necesidad de dicha traza para que el propio sistema salga ganando. 

Al final se trata de reconstituir el perceptrón de toda la vida, solo que en ocasiones la "neurona" en vez de ir en el mismo sentido que el resto de su capa irá en sentido contrario. De hecho, algunas irán en un sentido, otras en otro sentido y especulo que podrán ubicarse de forma azarosa de cualquier manera - que siempre serán aprovechables. Ya solo queda recoger los comportamientos necesarios para generar un cálculo serio de deep learning.

Todos estos procesos no tienen porqué estar definidos dentro de la filosofía conexionista, aún con el más puro de los conectivismos se puede hablar de módulos que cumplen funcionalidades específicas. Sin ir más lejos, el famoso problema del milenio que pretende generalizar los postulados de Newton es un ejemplo palmario de lo que digo: todos los cerebros grandes han evolucionado para resolver un problema que es un misterio hoy día para la comunidad de los físicos. Esos modelos, que jamás me aceptarían si los intentara divulgar - porque si los informáticos son corruptos y orgullosos los físicos se creen dioses en la Tierra entre ellos y tratan como viles insectos a los que ni hemos estudiado su campo, aún tienen la opción de ser difundidos. Y es que, ¿acaso no es posible que si soy paciente pueda encontrar de casualidad una brecha en la seguridad orgullosa e impoluta del físico teórico?

Con todo esto, sé perfectamente que si tienen la oportunidad de fingir que me dan una oportunidad lo harán - como pasó con mis demostraciones de NP y P, que ya se culminaron hace años, que luego perfeccioné con el TQBF y que luego continué desmintiendo las creencias falsas relativas a los resultados de Fajin y Cook. Pero nada, da igual lo que diga o lo que demuestre. Son como niños pequeños. Preferirán crear una imagen de respuesta.

Pero por mucho que se insista las cosas son como son. Y no me fío de lo que no tengo delante, porque me podría arrollar desde atrás.

El proceso de aprende a aprender recuerda mucho al desarrollo de Taylor. Este modelo intentará extrapolar los últimos datos recogidos sin darles la máxima credibilidad para que se ajuste con la derivada de la curva. Por tanto, lo que tenemos es una expresión que trabaja al mismo tiempo con los valores a interpolar y sus gradientes para cada una de las dimensiones. 

Al principio puede parecer lioso, pero una vez comprendido todo el proceso es de una enorme trivialidad. Debido a que es imposible hacer confluir ambos resultados, solo hay que valorar de qué manera enfocar el algoritmo para que invierta en una resolución pragmática. Por eso se puede decir que en algunos aspectos ese "liderazgo" es más como militar, porque busca resolver racionalmente las posiciones, o puede ser más trabajador, porque se centra más en las velocidades e inversiones; o quizá se centre más en la fiscalización de que los márgenes sean lo menos dolientes posibles. Se aprovecha la topología para mejorar en un cálculo espacial, conceptual o social. Y no hay manera de pensar de que una única divisa tenga el mejor enfoque porque implicaría, por ejemplo, a tener un algoritmo capaz de resolver cualquier ecuación diofántica. Y el conexionismo no debe tener soluciones milagrosas con respecto al conectismo, porque de lo contrario no podría haber conexión "responsible", no habría traza.

Se me antoja sencillo. Pero cuando leo los ensayos de mis colegas, cuando veo cómo continúan los matemáticos preguntándose cosas para las que ya deberían de tener respuesta..., siento una enorme pena y sensación de frustración. Mi melancolía arrasa con todo porque no veo la manera de comunicarme con esa gente, veo que escriben fórmulas muy grandes y se llenan de explicaciones - pero luego fallan estrepitosamente igualmente en las fórmulas más pequeñitas, en lo más simple. Es como si llevaran todo un trabajo de aumentar la bola a proporciones gigantescas tras haber errado en una muesca pequeñísima y obvia. Y luego pienso: ¿cómo les hago ver lo que yo veo? ¿Es posible? 

No me lo admiten porque actúan como los chatbots, esperan encontrar una respuesta y reaccionan a partir de las consecuencias de aceptar un ensayo importante. De ahí su reacción, que tiene que ir pareja con la persona a quien le conceden el derecho de haber descubierto la afirmación en cuestión.

Es triste, porque las máquinas hoy día son más humanas que ellos.


 

 

jueves, 8 de diciembre de 2022

La Concepción del Odio

¡Vaya incordio de vecinos! Voy a ver si hoy pongo una entrada que concilie la programación de máquinas, política democrática y noticias de actualidad visto desde lo más personal.

Anoche fueron las vísperas de las fiestas de mi barrio, las que celebra a la Virgen de la Concepción. Me hace mucha gracia el nombrecito, porque tiene mucho que ver con las últimas entradas, lo que hace que una máquina sea creativa. Y, efectivamente, hay que fijarse en un detalle especial: el día anterior España fue eliminada por Marruecos del mundial. Así que debía haber un cierto resentimiento contra Marruecos. Ahora bien, ¿cómo iban a hacérselo pagar?

De vez en cuando he visto cómo en Cartagena se pasa una especie de carromato que genera un ruido insoportable de música folklórica española cuando aún el sol acaba de salir. Y ese carromato atraviesa barrios típicamente llenas de musulmanes..., aunque también hay mucho cristiano por ahí, ancianos y niños. Me ha llamado mucho la atención ese tipo de comportamiento que dudo que sea legal, porque parece una manifestación de odio. Bueno, pienso, para empezar si yo fuera fiscal lo investigaría. Pero, por lo menos, no desemboca en más violencia.

El asunto es que al volver a casa, en estas vísperas de las fiestas de la Concepción, vi un escenario en mitad de la calle Mayor del Barrio de la Concepción - cortando la carretera. Era la primera vez que veía algo así. Y había unos altavoces muy potentes que resonaban en todo el barrio con música que, en principio era nostálgica o que fue moderna para los españoles, luego pasó a ser folklórica..., y después el zumba-zumba de las discotecas. Así hasta las dos de la madrugada, resonando por primera vez en todos los edificios del barrio. Inaudito para mí. Más allá de los tapones en los oídos, me vi obligado a tener que poner pañuelos en las puertas porque los altavoces hacían resonancia con los resortes, para provocar tambores resonantes por todo el vecindario. Eso no me pareció muy legal tampoco.

Sin embargo aún podemos describir la absurda escena. El Barrio de la Concepción de Cartagena probablemente tenga unos cuantos miles de habitantes. Es más grande que el propio Vaticano. Y además es un barrio lleno de gente anciana, y con muchos niños. Al día siguiente se podría no ir a trabajar, ok..., pero aún así poner una música que no es que estuviera fuerte, el problema era que resonaba en el interior de los edificios y hacía vibrar las estructuras... ¿Para qué?

El Barrio de la Concepción es uno de esos barrios llenos de inmigrantes, la mayoría de Marruecos. Y bien se sabe que la gran diferencia entre los musulmanes y los cristianos está en cómo se ve a la figura del Cristo y su inmaculada Concepción.

Por eso ahí algo me dice que en esas reacciones ha habido un carácter de represalia infantil. De hecho, cuando eran las tantas de la madrugada se me ocurrió salir por la terraza y contar cuántas personas habían bailando sevillanas... A penas eran una veintena. Podían poner la música más baja, y aún así sonaría bastante fuerte. Pero necesitaban generar escándalo. Hay que pensar que se valen de la música para no dormirse, y querer convencerse de que se divierten... Y, ¿lo hacen? ¿Tiene sentido que un par de decenas de personas torturen a miles en una democracia solo por diversión?

Me habría propuesto desarrollar el siguiente post hablando de los Qualia. Los defensores de esos conceptos suelen declararse en contra de que los ordenadores puedan alcanzar la singularidad de la consciencia. Digamos que yo me ubico en una posición como intermedia: en síntesis, se puede implementar las qualias. De hecho, mi recomendación es ir a mi teoría sobre las cualidades meméticas para constituir los recursos literarios que necesitaremos para desarrollar una socioléctica civilizada. Porque, en definitiva, es posible que en ocasiones nos comportemos como salvajes.

Ahora bien, ¿en qué consiste desarrollar una socioléctica no civilizada? Podemos fijarnos en los comportamientos que se centran en torno al odio, las represalias... Cuando escuchaba a lo lejos las fiestas de Cartagineses y Romanos, es cierto que los feriantes hacían un ruido absurdo, pero en las casetas la música podía sonar razonablemente a un nivel de ruido aceptable. Y ahí había una llamada, la llamada de la selva: a formar parte de todo eso. Eso era porque había algo de civilización, era inclusiva.

Cuando resuenan con un nivel de volumen inabordable y absurdo parece que hay intenciones perversas. John Dewey enfocaba sus teorías en torno a la capacidad que se tiene de enseñarle a los probandos a entender los valores de la democracia. Efectivamente, a la hora de diseñar las cualidades meméticas tiene que hacerse para que la socioléctica generada tenga carácter democrático. Nótese que mis estudios son coherentes con las intenciones de Dewey, a pesar de que lo desarrollo desde el punto de vista de las álgebras, y no de la educación infantil.

Por eso, como dije en mi última entrada, puede ser interesante que el probando descubra una manera diferente de codificar un suceso sin que afecte a su ética personal. Se trata de entender que no es posible creer que nuestra moralidad ya está bien diseñada con las cualidades meméticas oportunas. Esto es porque mi idea de democracia no tiene por qué ser una teoría completa: mi panfleto no puede usarse como si fuera un documento sagrado. Sería como volver a enfrentarnos moros contra cristianos, olvidándonos de que no se trata de un enfrentamiento religioso - pues el dogma es la excusa, se trata de un acto de racismo (negros contra blancos). Si Italia hubiera eliminado a España del mundial, como ya ha llegado a ocurrir, las represalias no habrían venido desde la oficilidad de unas fiestas. Si hubiera ganado Argentina a España, entonces los barrios más latinos no habrían sufrido represalias oficiales. Yo ahí veo racismo, una moda que sigue vigente en torno al tono de piel.

Durante décadas el imperio español inventó el blanqueamiento, y lo mantuvo como mecanismo de supervivencia en Europa a través de la mentira de la Inquisición. El racismo establecería que las personas no tan blancas no eran de fiar. Ahora bien, si hay que intentar entenderse con esa comunidad racista, ¿cómo hacerlo? Primero hay que entender sus códigos, sin alterar los propios, y después hay que buscar un método que les haga ser más funcionales en un mundo democrático ¿Cómo haces ver a un intolerante que lo que hace no es razonable? La autoridad se gana mediante el ejemplo, al exponer cómo sería un mundo incompatible con su manera de actuar y que resulte más fácil de entender con la idea de felicidad, armonía, concordia... Pero claro, siguen siendo teorías abiertas que deben ceder en las discusiones.

Y ceder es algo para la que la tecnología actual es incapaz por la idea central que acabo de darme cuenta de que no he mencionado aún: la percepción del tiempo. Una máquina no puede tener una percepción correcta del tiempo porque no sabe lo que es sufrirlo, no sabe lo que es el trabajo, la salud y el amor. Cuando pierdes tu tiempo trabajando le das un valor de inversión (mutable), si lo pierdes por las dolencias consideras el peor de los costes (fijo) y si intentas maximizar tus oportunidades de vivirlo intensamente piensas en el coste oportunidad (cardinal). Los griegos reconocieron estos tres tipos de líderes, y pretender fusionarlos en uno solo que posea la respuesta más perfecta nos lleva a un trilema - esto es debido a que los tres están equilibrados en la realidad de la matemática aplicada en la que funcionan.

Más en concreto, estos tres tipos de divisas corresponden con la trinidad imposible, porque representa los intereses financieros (fijo), de expansión empresarial (cardinal) y de control del paro en el país (mutable). No se pueden combinar más de dos modelos sobre una única divisa, hace falta al menos dos divisas que gobiernen las tres filosofías económicas. Y, a estas alturas, este pensamiento debe considerarse ya sea matizable, o inapelable pero, en definitiva, incuestionable. Esto corresponde con mi teoría de los doce tipos de ciudadanos, que recuerda el trilema que se genera entre el militar, el fiscal y el trabajador.

En cualquier caso, cuando hablas con un chatbot parecería razonable que éste tuviera una manera de ver las cosas: como lo vería un militar, un fiscal o un trabajador. Y también es razonable que tenga su manera de ver sus propios consejos. Por ejemplo, si una persona le dice al chatbot que alguien le ha robado el coche habría que considerar: la utilidad o dependencia que tiene esa persona con el coche, y el valor que tiene la compra de ese coche por cómo ve el tiempo perdido para conseguirlo. Da igual si el sistema está más o menos planificado, nuestra divisa personal sobre el valor de las cosas no depende ni de la bolsa ni del Gobierno: depende de si necesitaste trabajarlo o si te lo dieron en herencia básicamente.

El chatbot está obligado a tener una concepción más o menos trabajadora o burguesa a la hora de empatizar con la gente. Lo que quiere decir que posiblemente la persona con quien esté hablando le corrija aspectos que sí tiene sentido que deba recodificar. Y, una vez recodificados, el chatbot analiza si esos nuevos patrones reducen más rápidamente los cálculos que necesita hacer o si, por el contrario, es una payasada tipo amigue, nosotres, chicos, chicas, chiques y amiguis... Si los nuevos patrones consiguen más fácilmente una estructura eficiente entonces se le habrá inculcado los qualias adecuados.




miércoles, 7 de diciembre de 2022

Lo siento me he equivocado no volverá a ocurrir

Creo que esas fueron las palabras del exrey de España, un ejemplo perfecto de cómo puede uno adaptar su discurso aunque su naturaleza se mantenga inalterable.

Cuando uno se pone a hablar con el chatGPT3 descubre un enorme nivel de lenguaje, que le permite mantener el racord de una manera casi impecable. Al menos sobrepasando el nivel humano. Sin embargo, muchos han descubierto su enorme gran defecto, más allá de que por querer ser políticamente correcto todos sus comentarios parezcan envasados, y es que por un lado no termina de construirse un mundo con sus álgebras. Y esto hay que entenderlo de la siguiente manera: nadie puede dar todos los teoremas de la aritmética, ni siquiera el proceso de entrenamiento de una red de supercomputadores es capaz, por ello la fase de entrenamiento no es suficiente como para preparar a una máquina para una conversación; parecería que en el mismo acto de conversar hay un proceso de aprendizaje, o al menos en apariencia.

Para entender lo que digo habría que recoger la figura del noble. Un noble es una persona que está al servicio de los de abajo, sin perder por ello su condición de estar por encima. Los actos nobles son los que hacen a una persona digna de respeto, pues una persona que no tiene problemas de ningún tipo es capaz de doblegarse por ayudar a los demás. Y, claro, ¿qué significa doblegarse? Significa adaptarse, adaptarse a la realidad del villano sin caer en su manera de ser.

Cuando se habla podemos encontrar reflexiones nobles, y es algo que muchos esperan de una conversación normal políticamente correcta. Sin embargo, cuando la reflexión noble parece enlatada todo apunta a que se le podría pillar muy fácilmente. Esto se da cuando el villano habla con el tontito que habla de manera enlatada, y le lleva por un camino de manera que el nudo de la historia no pueda encajar con el desenlace. Porque si el desenlace de la historia es "todos fueron felices", entonces el nudo que dice "una vez el gigante genocida pasó a ser un comeniños" parece que no encaja con compartir la felicidad con el gigante. O eso o tendrá que decir en qué sentido pagó por el daño que hizo.

Cuando dividimos los estereotipos culturales de manera que podamos clasificar a las personas éstos pueden ubicarse a distintos niveles: el individuo cumple ese arquetipo debido a su naturaleza, a su conducta o por la imagen que tiene de sí mismo.

La naturaleza es algo que no puede controlar la gente, porque describe su propia fisiología. La imagen, por el contrario, es cómo se ve la gente a sí misma, o la idea que se tiene sobre lo que se pretende ser. Mientras que la conducta son todos los actos llevados a cabo para concordar imagen y naturaleza. Bien podrían los tres elementos corresponder con el mismo arquetipo, pero en cualquier caso los grupos comunitarios son los que conocen verdadera naturaleza de uno y los grupos sociales son los destinatarios de la imagen que se haya construido.

Por eso mismo, cuando la máquina descubre que sus álgebras son incompletas debe ser capaz de reaccionar con una adaptación, con o sin un afán de aprender realmente. Esto es, en ocasiones vivimos experiencias traumáticas que podrían emponzoñarnos, en ese caso hay que adaptarse y actuar de manera diferente, pero eso no quiere decir que dejemos de ser lo que venimos siendo siempre. De alguna manera o de otra, es como intentar hacer persistente la realidad en la que se sitúa el sistema de información y hacer menos persistente los hechos acontecidos más atrás, incluido mucha información importante. Se trata de ser tolerante a cuestionar leyes sagradas.

El proceso de adaptación sin aprendizaje es como el reconocimiento de la existencia de una imagen que enmascara la conducta real del individuo. Teniendo un objetivo a mostrar de uno mismo por dentro preferirá comportarse de manera que la imagen quede inalterada. En cuyo caso las acciones tienen por objeto implementar los actos necesarios para que se mantenga el invariante en la imagen.

Se trata, en definitiva, de una mascarada que no he visto en el chatbot, ni en ninguno. Y que, sin embargo, es bastante habitual en los niños pequeños. Por ejemplo, cuando aprenden a jugar a cualquier juego. Jugar es crearse una imagen, un rol, y los propios niños buscarán la manera de fingirlo con sus actos: convertir palos en espadas, fingir que un niño doctor cura a un niño paciente... Todo eso forma parte del juego, y cuando uno de ellos intenta convertirse en un dictador lo natural es que no quieran jugar con él - porque no sabe rolear.

Este proceso de construcción de una mascarada es justo la idea que supuso "Vampiro" entre los juegos de rol comerciales: se pasó de la alineación tipo legal-bueno, caótico-malo..., a plantear la idea de una conducta que sea distinto de la naturaleza del personaje. Un vividor que se comporta como si fuera trabajador, lo contrario que Batman, que era aparentemente un vividor como Bruce Waine.

La responsible-AI en realidad debe tener un espacio para la adaptación: para evaluar qué elementos del contexto son susceptibles de cambiar y cuáles no. Esto es, cuando se juega al parchís todos los niños deben tirar el dado por turnos y contar correctamente las casillas; el comportamiento que tienen algunos de hacer trampas descaradamente es signo de sociopatía, de un empozoñamiento de su educación. Si la máquina no es susceptible de ser empozoñada, o de evitar ese emponzoñamiento, entonces su conversación no será nada humana.

Uno de los aprendizajes más importantes de los niños está en ver que el tablero es de madera, o duro. Eso ayuda a hacerles comprender que hay cosas que no se pueden romper. En cuanto empiezan a desmembrar piezas, o romper estructuras, debemos empezar a poner el grito en el cielo porque todo apunta a que no tienen la estructura mental fundamental para construirse como individuos.

Partiendo de la parte dura, luego nos queda el comportamiento. Ahí es donde hay que adaptar su naturaleza a las circunstancias, cuyas álgebras podrían darnos sorpresas. Porque la creencia de que se dispone de un sistema axiomático perfecto es otra percepción a deconstruir para hacer que el individuo avance, así como la máquina.

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Bueno, suficiente desahogo por hoy. Hoy he tenido que abrir media hora más tarde porque son los bancos los que fijan el horario de los autónomos. El Banco de España debería de tener sucursales, y ya veríamos cómo empiezan a preocuparse con ofrecer un servicio trasparente, profesional Y PUNTUAL.

domingo, 4 de diciembre de 2022

La frase catalizadora de sentimientos

Nada..., vuelvo a mis teorías y enfoques. Creo que por aquí podré reinventar algún álgebra si empiezo a darle caña. Más en concreto algo que recuerde a la química orgánica, con su cálculo del Ph, pero aplicado sobre frases y análisis de sentimientos. Pero bueno, tampoco sé si sería innovador con respecto a limitarse a contar el número de palabras de cada tipo..., como lo que se hace convencionalmente.

Pero es inevitable que con las cosas nuevas que he creado hace poco y la nueva visión que tengo del "ensamblador mental", aprovechando una antigua librería que me ayudaba a describir con coherencia escenas visuales - y que ahora serviría incluso para aprender por sí mismo a jugar al ajedrez o a contar historias, tendré que redescubrir a Greimas. Por muchas veces que leas a un filólogo siempre hay nuevas sorpresas entre sus frases, como si fueran rockeros que meten mucha caña entre líneas. Aunque también hay que seleccionar al experto en semiótica, semiología o pragmática.

En todo compuesto orgánico el agua es una mezcla molecular cuyo pH es cero. Poco importa si realmente la química deba organizarse según ese centro de atención, porque al menos en los juegos orgánicos el vapor de agua es lo que se escapa con el aire... De la misma manera podríamos encontrar frases genéricas en cualquier idioma que pudieran escapar sus intenciones más allá de las palabras escogidas.

Diré que esta idea se me ha cruzado por un momento, y creo que tiene bastante base. Para empezar se fundamenta en la idea de que el ser consciente debe tener percepción de libertad para sí mismo, y en su autoconcepción de libertad debe tener una manera de evaluar cuándo sus decisiones han llegado a buen puerto - como si se les coloreara con algo de ética. Básicamente una frase catalizadora, o neutra, de sentimientos debería de no aportar ninguno y, al mismo tiempo, servir para que fluya el intercambio de un sentimiento interno con una situación externa y así entremezclarse con nuevo sentimiento y una exortación exterior. Al menos la teoría es fácil de entender si se utiliza el símil de las transformaciones químicas. Donde las obras que afloran sentimientos podrían actuar como los aminoácidos en nuestro cuerpo, los nutrientes que entran en la célula sería la realidad exterior del que lee la obra y su estado anímico las emociones que mueven al lector.

Así, visto de lejos al menos, parece tener buena pinta.

Por lo que en este preámbulo de teoría, ¿cuál sería la frase neutra? ¿Y bajo qué ámbito se va a trabajar, ya sea sentimientos o emociones?

Pues bien, la frase es: "Tenemos lo que nos merecemos", y vamos a hacer que reaccione a las emociones internas más básicas según la teoría del sistema linfático: miedo, alegría, ira, asco y pena.

Pena + frase: Visión pesimista de la realidad. Considera que los proyectos implican frustración.

Alegría + frase: Visión triunfal. Vincula el trabajo con los logros de una manera optimista.

Ira + frase: Arenga. Está siendo conservador y no permitirá que le quiten lo que es suyo.

Asco + frase: Culpa. Se siente responsable por lo que vive, que es como un castigo.

Miedo + frase: Desconcierto. Está reclamando a una autoridad si es esa su visión del mundo.

 

Dicho esto, la misma frase sin mostrar en el exterior sentimiento alguno no permitirá adivinar cuál es la intención del autor - salvo que se conozca bien el contexto inequívoco en el que se mueve él y los suyos. Por ello, cuando se utilizan palabras específicas y se vincula con emociones puede ayudar a entender cómo polarizar tales emociones, quiénes forman parte del nosotros (nuestros aliados) y quiénes representan alguna clase de villano o secuaz.

"Impediremos que lo consigáis" + tlqm =>  contrarios que mediante su ira desean nuestra pena

"Nos esforzamos y valió la pena" + tlqm => aliados que mediante su alegría desean nuestra alegría

"Como nos lo quites te arranco la piel" + tlqm => contrarios que mediante su ira desean nuestro asco

"Nos amaremos hasta la demencia" + tlqm => aliados que mediante su asco desean muestra alegría

"¿Por qué tiene que pasar?" + tlqm => aliados que mediante su miedo desean nuestro miedo

 

Las mismas frases en entornos culturales diferentes podrían adquirir otra clase de polarizaciones; es cosa de niños pequeños el ir etiquetándolas para poder generar un modelo predictivo basado en patrones (como haría un ajedrecista). Ahora bien, tú quítale a un ajedrecista un tablero de ajedrez y matas al jugador. De una manera o de otra, estos cálculos son como ecuaciones que intentan mediante las palabras adivinar las emociones internas, y precedir las reacciones que giren en torno a su socioléctica.

La socioléctica, en definitiva, será el conjunto de patrones del lenguaje que habrán sido enmarcadas con emociones internas, intenciones... El uso de unas palabras u otras sería como el uso de unas piezas u otras en juego del ajedrez. De la misma manera, la socioléctica serían las reglas del juego. 

Sin embargo estos procesos aún deben considerarse relativos a cada cultura, porque las expresiones que se combinen con cada frase dependerá de cómo se materialice realmente. De ahí que cada cultura tenga su manera de emocionarse ante una misma frase. En el sentido de que no es creíble pensar que una misma frase pueda arengar con la misma fuerza en cualquier cultura o época.

La aparición de líderes que quieran hacer pedagogía de la manera más ordenada de organizarse frente a los suyos provoca que su idioléctica se confronte contra la socioléctica. De esa manera, entendemos que los aliados del líder se convierten idealmente en sus donantes y, ante el líder, solo saben actuar con miedo para reclamar su acción.

Bueno, al menos en teoría, esto parece tener forma. Una vez combinado con mi teoría de los 56 tonos, siempre se puede encontrar una manera de operar vectorialmente.

 

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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