sábado, 16 de julio de 2022

El creador del meme

Andaba por la calle, yéndome de casa, cuando observé a un grupo de gente más joven que yo; de la generación Z quizás. Una chica tenía una bolsita de ketchup, se ve que era divertido tomarse el ketchup en la calle. Se me ocurrió una cosa: le pedí el ketchup siendo un desconocido para todos ellos, ella me lo dio, lo abrí y lo tiré sobre el agugero de un bloque de hormigón donde estaba erguido un pequeño poste de una valla. Entonces ella gritó: "¡qué haces con mi ketchup!" Y yo le dije: "míralo desde aquí". Y me marché.

Mientras me marchaba, sin girarme, empecé a escuchar risas, típicos "¡ahh, claro!", "¡pero tú míralo desde aquí!". Y es que un error de la sociedad actual es que la gente no suele ver las cosas desde el punto de vista del hormigón armado. Ese bloque de hormigón tenía forma de dos ojos y una boca, y le habían clavado el poste en uno de los ojos - ¿vandalismo u obra de arte?

Un tiempo después empecé a ver esa misma imagen por Internet, se había viralizado - junto con mi historia, en parte. Como todo buen meme, como todo buen mito, no tenía autor - o se había olvidado. No se sabía dónde fue, cómo fue..., a penas había sobrevivido el origen. No es el primer meme que creé - quizá haya sido el último.

Recuerdo otro meme que creé, éste fue en Youtube. Antes de que me diera cuenta todo el mundo se había puesto a decir mi misma expresión... "¿Y para qué quieres saberlo? Saludos". No recuerdo muy bien - pero en aquella época todo el mundo creía que el youtuber realmente quería saber lo que preguntaba.

Puede ser realmente complicado saber qué se entiende realmente por un meme cuando todos sabemos que esas expresiones y comportamientos muy probablemente hayan sido imaginados por otros, aunque no tuviéramos conocimiento de ellos. Por eso voy a ignorar el tema de la "genuína" autoría en sí, y me voy a centrar en la creatividad: el hecho de que una persona cree el meme, independientemente de que esa construcción se haya hecho simultáneamente en otro lugar o tiempo alejado de su conocimiento.

En una sociedad llena de discriminaciones los mecenas se fijan solo en unos pocos: repiten los mismos perfiles que hasta ahora les habían funcionado, que no son más que los perfiles de siempre. Hablo de blaquitos bien peinados y con corbata, flaquitos y bien afeitados. Bien podríamos llamarlos "los hombres de negro", aunque no olvidemos que el mito de los hombres de negro se divide en tres grandes secciones: un grupo de espionaje estatal quizá paramilitar (financiado por el estado para hacer otra cosa, o no), un disfraz llevado a cabo por el bloque que lleva a cabo abducciones y que no es ni de la OTAN ni del COMECON (esta versión es la que da más miedo porque podrían ser entre leyendas o extraterrestres, o vete tú a saber de dónde nace todo esto) o, por último, los mismos hombres de negro creados por Lovecraft dentro del imaginario colectivo de los mitos de Cthulu y ese tipo de satanismo literario. 

El que llamaré "hombre de negro" será ese señor acorbatado que está en el imaginario del mecenas actual como un representante perfecto de a quién hay que financiar, a quién hay que darle el dinero, para llevar a cabo grandes proyectos. Es decir, existe la creencia de que si el sujeto no tiene una forma adecuada como para financiarle entonces no se le puede ofrecer grandes cantidades de dinero. Nótese que lo normal es triunfar teniendo una forma específica, vendiendo una imagen de sí mismo que los bancos considerarán válida. Hablamos de fascismo encubierto: la primera vez que me dijeron esa construcción (fascismo encubierto) no la tenía así etiquetada - y me gustó, me abrió muchas puertas al entendimiento. Necesitaba deconstruir mi idea del fascismo: no podía ser un hecho histórico, con esvásticas y cosas así, había que usar ese término para los asuntos más importantes. Aunque quien me lo comentó lo hizo para la versión de los hombres de negro de la institución de EEUU que, en definitiva, no sabría distinguirla de los típicos trajeados que les encantan moverse por los países de la OTAN como si fueran los amos, cuando solo son unos putos extranjeros - todo lo más, unos invitados.

La cosa es que a lo largo de la historia sabemos que la creatividad podría venir del hombre o de la mujer, del joven o del viejo, del blanco o del negro..., pero la credibilidad de dicha creatividad tenía una imagen que solía vender siempre en un esquema que solía ser el mismo ¿Acaso es cierto que para ser creativo y ser el autor de un mito hace falta ser blaquito, bien afeitado y con corbata? Mientras nuestra sociedad siga teniendo esos valores contaminando la historia será difícil descubrir cuál es el perfil del creador de memes.

En cualquier caso, hay mucha imaginación por el mundo, y muchos memes. De vez en cuando las redes sociales gustan de penalizar los memes: en Twitter observé cómo se había provocado un Trending Topic que, supuestamente, pretendía acosarme - acto seguido cogí una tabla de surf y empecé a moverme entre todos esos insultos, griteríos..., creo que lo comenté aquí. Lo curioso del tema es que algún administrador de Twitter consideró que yo era responsable de acoso, cuando yo era el que había estado recibiendo cientos de mensajes de odio y, por el contrario, solo había respondido con sutilidades - de forma asertiva o, incluso, aplaudiendo la creatividad de algunos comentarios que sí me habían hecho reir... Es decir, desde las redes sociales tienen listas negras, o criterios arbitrarios, que impiden nuestro estudio del meme.

En estos precisos instantes poseo como cuatro líneas de investigación por desarrollar, más unos pequeños ataques que entremezclan la ansiedad por no saber por dónde empezar y de depresión porque haga lo que haga no va a cambiar nada. Lo que realmente supondría la diferencia: poder tener un trabajo, estabilidad económica..., algo. Cuando estoy ante el ordenador ansiedad, cuando llego a casa depresión. Además de la sensación de que nada tiene solución: estamos abocados a la imbecibilidad generalizada - lo sé porque he tenido la oportunidad de discutir con los responsables de RRHH de las empresas: postmodernismo.

Y para postmodernismo lo que está pasando con China: como ya sabíamos absolutamente todos los que no éramos necios China acabaría por cortar el pastel oficialmente, ya no solo oficiosamente. El postmodernismo ha convertido a todos los países en una copia de China, justo lo que no nos gustaba de China: el control estatal a las empresas y su desentendimiento de los delincuentes. Prefieren perseguir al disidente, controlar las redes sociales, dónde va la gente sistemáticamente más que intentar usar esa información en juicios de manera pasiva.

Hace un par de días tuve la oportunidad de asistir a una conferencia sobre un experto en derecho sobre protección de datos - en cuanto le puse una pregunta en el chat sobre cómo puede uno a negarse a que los datos de usuario sean recogidos en maquinarias tan discriminatorias y aleatorias como las de filosofía conexionista (las de inteligencia artificial), este hombre dijo que era imposible negarse y que un ciudadano debía acoplarse a la nueva realidad de las ciudades inteligentes. Obviamente estaba tratando con un completo tarugo (y que además demostraba no saber la diferencia entre la filosofía conexionista de la conectivista - así que de experto tenía muy poco, mucho de leyes pero para bien poco).

Los filósofos postmodernistas han descubierto la existencia del pensamiento colmena, producido principalmente por las redes sociales. Ahora con la llegada de la pandemia y de la influencia china en la economía poco a poco la transición se va a ver florecer de una manera más determinante: todos debemos pensar como uno, o seremos detenidos o reprendidos de alguna manera - como me hicieron a mí en Twitter. Es decir, ¿quién no ha tenido un problema con la administración poco ética de una red social? Pues bien, la idea que tiene Europa es crear una red social de ciudadanos, lo cual no es para que podamos participar en política - por supuesto, sino para poder controlar mejor la disidencia. Es para proteger mejor el monopolio del negocio de las ideas y los principios.

Pero esta reflexión no la dio el experto en la ley orgánica de protección de datos, o de ética en la tecnología. Ya digo: un completo tarugo.

Así que vuelvo al punto de comienzo: ¿cómo vamos a saber cómo se potencia al creador de memes si estamos abocados a una sociedad de idiotas? Con un poco de suerte aparecen pequeños espacios para que se expandan pequeños memes que haga a la gente pensar. Pero esos esquemas como realmente funcionan bien es cuando no tienen un autor adherido: permitiendo que cada cual modifique el original a su gusto, para descubrir que tiene que imitarlo tal cual por su sencillez y eficacia. De hecho, ya lo comenté en mi panfleto - cómo se creaba la palabra, el meme.

Si hay un mensaje que emitir éste puede convertirse en palabra: el hormigón también está vivo, el influencer te hace pensar en cosas que a él no le importa... Cada vez que planteo que las empresas de hormigón han superado la singularidad de la inteligencia humana aún sigo sin poder comunicárselo a la gente - no lo entienden, necesitan ver un robot con forma humana que hable con los humanos. De la misma manera, la única manera de poder transmitir una idea a una persona no será mediante un filósofo, porque éste no será influencer, ni tampoco un periodista - será mediante una persona acostumbrada a manipular a la gente. No hay forma de llegar a la generación Z. Como decía la canción, ¿qué coño está pasando por tu cabeza, pedazo zombie? Una canción muy pegadiza, y lo es, porque simula los orgasmos y los mezcla con una sensación de lloros - por lo que el resultado es la agonía de los existencialistas: la sensación de saber algo que es evidente, de ver cómo el mundo arde y nadie hace nada. Melodía y letra unidas en un mensaje claro.








martes, 12 de julio de 2022

El sadismo y las cuatro patologías

En mi visión simplificada de lo patológico distingo las cuatro secciones de una historia: precuela, ascendente, descendente y secuela. Estas secciones corresponden con cuatro formas de persistencia en las propias emociones: perversión, ansiedad, depresión y fobia. Perversión y ansiedad son formas de activación, donde la perversión supone una activación focalizada. De la misma manera la depresión y la fobia supuestamente reprime, siendo la fobia una depresión localizada en un aspecto concreto, porque no se puede tener miedo de todo.

Aún así esas formas son confundibles, por fuera no es fácil distinguir a una persona que tiene ansiedad de alguien que tiene una fobia. Y puede que la propia persona deba practicar un poco el compartir sus escarabajos de Wittgenstein antes de asegurar nada. En todo arquetipo se viven estas cuatro fases, y es que para crear una historia antes hay que pervertir la realidad, luego hay que vivir la ansiedad del héroe que recorre un mundo desprotegido de alguna ley trasgredida, tras volver victorioso a casa hay como un enorme bajón y, finalmente, tenemos la huella que nos dejó el pasado - con un cierto carácter oscuro convertido en experiencia sobre lo que no hay que hacer.

De todas las perversiones que hay la más común y menos perseguida es la del sadismo. A mi juicio es el verdadero problema, por encima de creerse superior a los demás, ser un insensible, tener miradas sucias o cosas así. El sadismo es un tema que para mí es central: hablamos de gente que adquiere satisfacción real tras percibir el sufrimiento sobre terceros. El sadismo, sin ir más lejos, es imprescindible en los mamíferos para que aprendan el primer prototipo de justicia, el que busca la reparación a través de la venganza o el castigo ¿Qué legitimidad tiene ningún ser humano de castigar a otro? Es una idea que mezcla supremacismo y sadismo.

La cosa es que si se pudiera llamar a la gente sádica, como un insulto, si esta idea calara para que sintieran vergüenza de sí mismos por ser como son, entonces la mayoría de los problemas se resolverían. Incluso desaparecerían muchas guerras, la propaganda manipulativa de masas y los fanatismos serían menos efectivos. Si el sadismo fuera acusado como algo malvado, y no como una forma de vivir, entonces podría observarse grandes cambios.

Para empezar muchos tendrían que justificar en qué consiste el carácter punitivo de la condena: ¿se debe incorporar alguna clase de humillación sobre el preso? ¿Por qué? De la misma manera, ¿a santo de qué un juez le dice a la víctima que tiene el deber de perdonar a quien mató a su familiar? ¿No ese otro acto sádico? ¿Dónde poner el límite? 

Si es cierto que todas las personas tenemos en nuestra sangre la competición, la simulación de las guerras en juegos inocentes, el deporte..., ¿no sería aceptable moverse bajo el sadismo bajo contrato? Algo así como que el sadismo podría ser aceptable dentro de los límites de no afectar a terceros, por ejemplo.

En cualquier caso es un pastel en el que no interesa meterse: la pasión de la gente se enciende cuanto más sádico es el líder, que se enfurece sin motivo - con un carácter sádico, contra su rival. Los discursos bien difíciles pueden volverse si los líderes tuvieran que pedir perdón por dirigirse a sus rivales de una manera sádica, distinto de catalogarles con dureza con acusaciones justificables de idiotez, torpeza intelectual, actuar como imbéciles, etc..., lo sádico sería reirse de su aspecto, de lapsus lingüe, de que estén siendo amenazados de muerte... Esto último fue la razón por la que me echaron de Twitter: consideraron que el que yo llamara a Monasterio ZORRA por tener ese comportamiento tan sádico contra un compañero de Parlamento (Pablo M. Iglesias) al recibir una amenaza de muerte a su casa suponía una amenaza por mi parte, y no por parte de ella. Un placer no volver a pasarme por Twitter, ellos me borraron el Twitt, pero yo no - razón por la cual estoy vetado de por vida.

Sadismo era cuando la profesora me reprendía, o incluso castigaba, cuando me obligaba a seguir la lectura de mis compañeros, y a fingir que lo hacía, sabiendo que estos leían de-es-ta-ma-ne-ra-to-do-el-ti-tiem-po. Es cuestión de imaginarse estar durante un texto completo, con todas las frases y sus párrafos, obligado a tener que escuchar e-se-rit-mo-in-ce-san-te-y-su-per-a-bu-rri-do-y-cons-tan-te... El objetivo era que odiáramos la lectura..., no esa sería la consecuencia: el objetivo era satisfacer los deseos sexuales de esa señora. Con todas las letras.

Por eso la inspección haría bien no en expedientar a los profesores de primaria que sean sádicos, sino en expulsarlos: hay cientos de solicitantes de empleo, es una barbaridad. Y lo increible es que, como todas las personas tenemos el instinto pervertido en nuestra conducta, entonces se tengan que sentir identificados. Al fin y al cabo, ¿no se basa el cristianismo y toda nuestra cultura greco-romana en el sadismo más puro? Los dioses eran sádicos, los romanos eran sádicos, los propios cristianos basan su culto a su dios sádico en lo sádicos que fueron los judíos y lo recuerdan todos los domingos con sadismo, además la Edad Media fue inquisitorialmente muy sádica... Nuestra historia es la historia del sadismo, que es la historia de nuestra mayor vergüenza, porque todo lo vivido - junto con las guerras - eran experiencias innecesarias. Era la derrota del individuo, de su búsqueda por la paz social.

Todo comienzo de una buena historia empieza con un punto sádico y, poco a poco, se está como esperando que el villano sufra todas las consecuencias de una manera igualmente sádica. Es como la ley del karma, pero aplicado no sobre los hechos, sino sobre la satisfacción que genera el intercambio de sentimientos. Y ese karma vengativo es una de las formas de sadismo, es un protomecanismo del que se valen las especies para entender cómo funciona la civilización. Algo que hay que desintoxicar.


lunes, 11 de julio de 2022

Confianza

El tema de la confianza puede hacerse bastante crucial: ¿meterías a una persona muy oscura en tu empresa? 

Hace más de una década una niña venezolana vino a casa de mis padres y, como era pequeña, me quedé con ella para cuidarla - o solo estar con ella. No recuerdo si le hice la cena, pero lo que sí recuerdo es que me preguntó por fruta, así que le agarré algo que se parecía a un mango - no sé si era un mango, y se lo pasé. "¿Pero cómo voy a comerme esto?", y entonces le pasé un cuchillo.

Según parece se medioasustó, y me insistió en que no sabía cómo usarlo - así que le enseñé a pelar el mango, suponiendo que jamás habría usado un cuchillo. Huelga mencionar que estuve haciéndole chistes de humor negro del tipo: "En España no tenemos dedos de niñas venezolanas, así que procura ir despacio". O cosas por el estilo.

Al llegar una de mis hermanas a la cocina, donde estábamos, se puso a conferir gritos de espanto. Efectivamente la niña no se había cortado ni una vez, y un tiempo después hablando con sus padres me constataron que la niña pelaba mejor las naranjas que ellos mismos; el espanto era que no se podía asociar una niña con un cuchillo - simplemente.

Tuve la oportunidad de hablar con una antigua amiga mía, que es una de las profesoras más respetadas en el colegio de mi barrio, sobre cómo incorporar los cuchillos a primaria: rúbricas, herramientas... Entonces ya le comentaba lo hipócrita que sonaba el ver cómo en los scouts los niños podían tener cuchillos sin afilar muy peligrosos, solo porque eran pequeñitos - cuando un cuchillo de sierra bien grande era mucho más pedagógico. Sin ir más lejos, la sierra no genera esa sensación de placer en la carne porque la desgarra - así que el método de usar la sierra del cuchillo también servía para aumentar la seguridad del corte.

En cualquier caso, había sido la moralidad del momento la que había establecido que los niños no podían manejarse con cuchillos - los mismos niños que podían hasta hackear un cajero automático (no porque esos niños tuvieran talento, sino porque su curiosidad superaba el mínimo talento necesario que no cumplían los obreros que instalaron el cajero). Y es que no nos podemos fíar de lo que estamos acostumbrados a aceptar - no sabemos hasta qué punto lo convencional es incluso hasta más inseguro.

El miedo que le puede dar a una persona el ver a un niño con un cuchillo proviene de la cultura del terror que no ha sido correctamente interpretada y que se acaba proyectando en el día a día por parte de personas que deberían de normalizar sus costumbres - quizá hablando con un psicólogo. La confianza es un tema importante, porque es el primer paso para una correcta interpretación: ¿estamos dispuestos a abrirle las puertas a un sujeto que podría explotar? ¿Explotaría contra él mismo o contra nosotros?

Yo me respondo: si no quieren trabajar conmigo por esas razones entonces tampoco quiero hacerlo yo con ellos, porque no quiero trabajar en entornos desnormalizados y llenos de proyecciones discriminatorias.

Es un hecho que puedo trabajar en cualquier clase de entorno hostil: he visto oficinas de muchos tipos, e intentos de puñaladas por la espalda, he tenido que aguantar riñas familiares debido a neurosis y proyecciones con miradas terriblemente sucias..., es tan facil como ser asertivos, poner las cartas en la mesa, decir abiertamente quién conspira o quién parece que está haciendo cosas raras - y entonces toda la trama peliculera desaparece. 

Lo que no puede hacer una máquina, porque la tenemos encerrada en un armario, que es dirigirse al responsable oportuno y decirle que hay un problema - ser capaz de exponer el asunto con claridad y dejar con el culo al aire quien se ande con juegos raros. Solo hay una manera de acabar con trepas y paracaidistas, con asertividad y un código deóntico bien claro. Y, claro, para clara la trasparencia de este blog: no hay código deóntico más claro que el mío - que lo publico casi a diario. O que incluso tengo un canal de Youtube donde me meto contra todos los colectivos aprovechando que tengo una máscara y me pongo a dar lecciones a todo el mundo. Nada más trasparente y claro. Según mis cánones debería de ser considerado la persona de máxima confianza posible: no me fiaría demasiado de quien oculta intereses individuales, quien defiende intereses de un colectivo ocultando sus fallos, quien no sabe lo que es el secreto profesional, quien enmarrana las denuncias sobre los derechos fundamentales, etc... Gente que no sabemos si será capaz de evolucionar, admitir errores, saber cómo hacer evolucionar, saber cómo hacer que admitan errores...

La confianza, por tanto, es la cualidad del sujeto que sea capaz de ofrecer herramientas que ayuden a evitar que ante situaciones imprevistas el daño sea catastrófico. Y eso es difícil: ¿cuándo nos conviene poner a un tipo duro en el equipo? Uno de esos tipos que te tratan como si tú también fueras duro, que incluso tiene técnicas que le hacen más duro y que puede compartir, y que sabe que la dureza no tiene nada que ver con la resiliencia - porque lo que no debemos hacer es jugar con los sentimientos, o juzgar a la gente por tener una visión diferente de la tuya.

Confianza también es que no se emitan juicios cuando no se tiene información suficiente, evitar los prejuicios. Y ese tema es algo que nunca desaparecerá, aunque nuestra obligación es mantener una lucha continua contra el caos que generan los más adinerados al beneficiarse de que las clases inferiores se atengan a sus prejuicios.


domingo, 10 de julio de 2022

Cuando me gustaba hacer la declaración

Recuerdo cuando hacer la declaración de la renta era un medio que usaba para saber cómo iba mi empresa al llegar el trimestre. Así funcionaba hasta que Hacienda me pidió que le diera unos datos voluntariamente para hacer estadísticas - tras hacerlo, y después de que me llamaran por teléfono ya que las ganancias eran irrisorias y así confirmarlo, entonces aparecieron los terremotos.

Un inspector de mi ciudad solicitó que entregara un documento que, de hacerlo, estaría vacío. Así que le justifiqué porqué no se lo había entregado - y multa al canto. Y ese fue solo el comienzo, solo la multa ya me destrozaba meses y meses de beneficios. Fue una multa detrás de otra por cualquier percance que se le ocurrieran. Y empezó el acoso, a pesar de que les dije que quería que me mandaran las notificaciones por escrito esos mafiosos, por supuesto, son incapaces de dejar nada por escrito - creen que a través de lo telemático podrían tener más ventaja. Y, considerando la broma de país que es España puede que hasta sea cierto.

Así que fue un acto de acoso continuo durante no sé cuántos años..., hasta que parece que esos sádicos se cansaron. Pero ahora mismo, cada vez que toca declarar a Hacienda me vuelve a mi mente la idea de marcharme de este país, de abandonar estos negocios que, por ser trasparentes, Hacienda SE INVENTA sus ganancias. 

Me reconcome cada cierto tiempo. Si dejara de ser empresario y pasara a trabajar por cuenta ajena me quitaba muchos problemas. Que declaren otros... Aunque, personalmente, prefiero irme de un país donde no hay seguridad jurídica alguna, donde impera el fascismo entre los funcionarios. Ya denuncié a España ante Estrasburgo por ser una dictadura institucionalista, una farsa a la hora de defender sus propios protocolos. Pero nada de eso sirve de nada, solo provoca más pérdidas de dinero y tiempo. Y, en este caso, te cabrea un montón: todo el dinero que te roba Hacienda es lo que te obliga a no declarar para compensar.

No entiendo por qué lo hacen, y por qué no son despedidos considerando la gran cantidad de personas que hay en el paro y el nivel reducidísimo de conocimientos que se exige para trabajar en Hacienda. Son unos matones que algún día provocarán una desgracia mayor: el día en el que me falte el dinero lo buscaré en la Delegación de Hacienda de Cartagena, y entonces tendré pensión y comida gratuitas de por vida.

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

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