viernes, 27 de octubre de 2023

Derecho positivo

Supongamos que un señor se te presenta delante y te dice: "me autopercibo como ingeniero, por lo que soy ingeniero". Suena como suena... Suena que cuando mezclamos las ideas futuribles (para-sí) con lo que forma parte de tu pasado (en-sí) lo que obtenemos es un lío infumable. La ciencia no es lo que te gustaría que fuera, sino un compendio racional de todo lo que sabes que es cierto. Mezclar la verdad con los deseos hace que los hechos y nuestros proyectos pierdan valor.

Esto mismo ocurre con los que defienden la inexistencia de derechos negativos. Pretender negar la existencia de una ley natural es lo mismo que defender que no hay nada que defina al ser humano como especie, lo que llamaba Jung el inconsciente colectivo. Es negar que haya una información común en todos los humanos, como negar que pueda haber una información común en cada una de las especies. Se me antoja que es como negar el carácter científico de la psicología o la etología. Como si el comportamiento de toda criatura viviente fuera acto de su mera voluntad arbitraria.

La verdad es que solo existe un lugar donde el derecho positivo tiene algo de sentido y es en el mundo de los sueños: concretamente en los sueños lúcidos. En un sueño lúcido un sujeto podría violar a una mujer y no ser juzgado por ser mala persona; y esto es debido a que esa monstruosidad puede ir en detrimento con el hecho de que para controlar el sueño lúcido el propio sujeto puede intentar convertir el personaje de víctima en un personaje que disfruta, y para ello debe doblegar su voluntad por encima de los miedos que podrían alienar el sueño. En un sueño cuando tememos por algo, como tener miedo de hacer daño a nuestra pareja, automáticamente el miedo se pone de manifiesto en la historia - si el sueño es lúcido tenemos la oportunidad de intentar modificar a los personajes centrándose en cambiar la historia. Por esa razón lo ocurrido en un sueño no puede ser objeto de juicio, y no existe un derecho negativo. Cada cual tiene derecho a soñar lo que quiera, como cada cual tiene libertad de pensamiento.

Sin embargo en el mundo material hace falta una ética material.

Imaginemos que tenemos una aldea pitufa, donde hay más de 100 pitufos. Si la aldea pitufa fuera de EEUU, y hubiera que distribuir 1000 pitufimoras a lo largo de un mes:

- 325 sería para Papá Pitufo

- 675 pitufimoras para 90 pitufos más; a 7'5 pitufimora por pitufo. 7'5 al mes.

- El resto de los hogares a su bola.

 

Los pitufos españoles tras 48 días, sin embargo, se distribuyen así:

- 206 pitufimoras para el Rey pitufo

- 548 pitufimoras para 90 pitufos más; a 6 pitufimoras por pitufo. A 3'75 al mes.

- El resto de las 246 pitufimoras se socializa entre todos.

 

Si examinamos a los pitufos chinos, vemos que tras tres meses de trabajo:

- 310 pitufimoras para el Pitufo Rojo.

- 690 pitufimoras para 90 pitufos más; a 7'7 pitufimoras por pitufo. A 2'6 al mes.

- El resto de los hogares a su bola.

 

También podemos examinar otro país con revolución comunista; miremos Japón tras 45 días:

- 250 pitufimoras para el Emperador Pitufo.

- 750 pitufimoras para 90 pitufos más; a 8'3 pitufimoras por pitufo. A 5'5 al mes.

- El resto de los hogares a su bola.


Y, por último veremos cómo son los pitufos noruegos tras 26 días de trabajo:

- 160 pitufimoras para el Pitufo Ilustrado.

- 840 pitufimoras para 90 pitufos más; a 9'3 pitufimoras por pitufo. A 10'7 al mes.

- El resto de los hogares a su bola.


También podemos examinar Cuba tras 6 meses de trabajo:

- 400 pitufimoras para el Presidente Pitufo.

- 600 pitufimoras para 90 pitufos más; a 6'6 pitufimoras por pitufo. A 1'1 al mes.

- El resto de los hogares a su bola.


En el caso de los rusos, tras 2'4 meses de trabajo:

- 480 pitufimoras para Pitufo Putin.

- 520 pitufimoras para 90 pitufos más; a 5'8 pitufimoras por pitufo. A 2'4 al mes.

- El resto de los hogares a su bola.


----

Podríamos seguir considerando cuál es el nivel de bienestar de cada país, considerando las pérdidas y las ignorancias. En estas medidas no se ve reflejado qué derechos sociales disponen los más pobres, ni tampoco cuántos se salen del censo. Y es que quien clama que este modelo es frívolo es porque cuestiona el derecho positivo: el estado no puede ser manejado por los intereses individuales. 

Existe una complejidad social que hace que nos demos cuenta que hay que planificar parte de la economía, y que hace que dos países no sean fácilmente comparables. El conformar colectivos nos obliga a reconocer nuestro deber cívico en él como seres humanos, más allá de los proyectos que se quieran impulsar entre todos.


jueves, 26 de octubre de 2023

Para practicar cirujía hay que lavarse las manos

Esta entrada puede que parezca una entrada de política, y lo es; sin embargo no hay que olvidar en qué consisten los qualia: la capacidad que tengamos para organizar mejor nuestra idea de democracia se vinculará con nuestra capacidad para enseñar a aprenderla y, por ende, a encontrar las correspondencias dentro de la máquina. Al final, el buen entendimiento del mundo exterior hace entender cómo se organiza eficientemente lo interior.

Ese principio en física puede que no se cumpla, o puede que sí y no se sepa, pero al menos en el mundo orgánico y social me consta de que así es - es un problema de distribución de responsabilidades.

Todo país lo suficientemente complejo como para ser considerado como tal debería de tener una ley que dirima y explique la diferencia que hay entre cometer un error en cada uno de sus cargos y hacer un acto doloso. Es decir, la prevaricación a mi juicio es el principal problema con el que se enfrenta la socialdemocracia, y si se quiere evitar problemas mayores la trasparencia es un buen salvavidas, pero no hay que olvidar que el sistema óptimo que ofrece la mayor de las trasparencias es una red social. Y ya sabemos cómo son las redes sociales: un hervidero de odio, a pesar de que no hay un verdadero poder detrás de cada mensaje.

Es algo que vemos muy a menudo: una persona sufre un calentón y recoge una información, de manera sugestionadora la incentiva para que parezca la cosa más horrible del mundo. En una sociedad democrática, tan pronto como haya una enorme trasparencia, la Inquisición adquirirá forma. Es terriblemente fácil que los agentes quieran pronunciarse ante cualquier circunstancia para incitar al bulo y la manipulación con la excusa de querer luchar contra el bulo y la manipulación.

En mis estudios personales sobre el modelo de juego de redes sociales, que a saber si querré divulgar o no, observaba que las emociones se aprenden dentro de la red y se redefinen. Esto quiere decir que el homo-red es diferente que el homo-sapiens. No pueden empatizar. Resulta que el mundo de las redes sociales exigen generar alter-egos que no se materializan en el mundo real; la ética que ahí se defiende, por tanto, no sería una ética material. Se trata de los sueños húmedos de Hegel y su progenie.

Así que, ¿de qué manera se puede practicar la máxima trasparencia sin sucumbir al bulo y la manipulación? La Unión Europea, que está llena de políticos manchados, es incapaz de redactar leyes en condiciones sobre la deóntica tecnológica. Lo sé y me consta por las aberraciones que empezaron a emerger desde alguna sentencia de Estrasburgo... Ni los que legislan ni los que juzgan tienen las manos limpias. Son muy marranos y no son capaces de redactar leyes o plantar doctrina en condiciones.

Creen que para frenar una manipulación en un foro hay que castigar a sus administradores, en vez de ir contra los usuarios que difundieran la mentira. Me recuerda la insidiosa sentencia de una jueza que determinó que en una brigada un ciudadano español fue torturado, pero que al no saber quién fue el perpetrador del delito entonces..., ¿entonces qué? ¿Dónde consiguen su cargo de juez? ¿Es que hay que recalcar las leyes de manera que se entiendan mejor? Una brigada tiene deber de vigilancia de lo que ocurre en la brigada: uno tortura, todos torturan. Si solo fuera uno entonces se le acusaría, y fin de la historia. Donde hay connivencia hay solidaridad en la acusación. Se llama deber de vigilancia. Si en un foro un usuario dice una estupidez el fiscal le preguntará al administrador, pero el administrador no tuvo el deber de borrar la estupidez - sí de comunicar quién la dijo a las autoridades. Sorprende que haya que explicar esto.

Hay quien dice que lo que se pone en Internet debe ser inmediatamente borrado por las administraciones cuando sea delito. Si eso fuera así los administradores serían jueces de lo penal. Y lo correcto es decir que debe haber un conjunto explícito y claro, bien tipificado y estandarizado, de cosas que se sepa que no se pueden divulgar - así como los tiempos para su borrado. Pero nada de esto se ha debatido, y adelanto que hasta que no se quiten a los que tienen esa mente tan sucia y emponzoñada será imposible iniciar un debate en condiciones.

El hecho de que un administrador de un foro de opinión tenga que hacerse cargo de los miles de mensajes que se vierten en la red es de tal nivel de aberración que sorprende que cuando la policía recibe una denuncia de amenaza de muerte éstos no tengan capacidad para discernir hasta qué punto la amenaza es digna de ser recogida. Y entonces vemos las calles de las ciudades llenas de personas gritando, amenazando y, en ocasiones, matando..., sin que la policía quiera administrar ese tipo de llamadas, ni hacerse responsable. Una tienda puede llamar a la policía porque le han asaltado y el agente, lo sé porque me ha pasado, determinará si quiere o no gestionar ese asalto. 

Hablaba con otro empresario chino y me lo dijo: esto es muy típico de China, España se está volviendo como China. Pues bien, eso es justo lo que no me gusta de China. Exactamente es eso lo que impide que una sociedad se vuelva democrática: las manos sucias. Y con manos sucias China no puede ser democrática, y España tampoco.

Lo primero: lo más sencillo. Si no se sabe gestionar una ley de trasparencia y de la asunción del deber de vigilancia de los administradores en los sistemas digitales entonces me parece una aberración pensar que los jueces de lo contencioso tendrán instrumentos para determinar cuándo hubo prevaricación en los actos de la policía, administrativos, etc...

De ahí la necesidad de que haya una fórmula social que nos diga qué tipo de actividades son dolosas cuando sus agentes cometen errores. Esto es, un usuario inicia una conversación con un LLM y el bot en un momento dado llega a una conclusión: el usuario ha sobrepasado un límite legal ¿Pretenden esos políticos de mierda que seamos los informáticos los que les demos solución a este dilema cuando ellos al mismo tiempo no nos escuchan cuando les decimos que la tasa Google es un contrasentido?

No sé si el que lee se da cuenta de que en la Comunidad Europea el principal problema que tenemos es que nuestra jurisprudencia es contradictoria, y los que desarrollamos productos digitales lo sabemos. Pero como son los juristas y los políticos los que se mueven en el mundo de Alicia, éstos se creen que en realidad se rigen por alguna clase de criterio o política. Cuando lo que defienden no tiene ni pies ni cabeza: es inasumible.

Por ello, cuando plantean fórmulas imposibles siempre es posible hacer un paripé - y es así como viene trabajándose ese tipo de leyes en Europa. Los informáticos somos conscientes de que no hay margen y acabamos proponiendo paripés. Que sabemos que es una farsa, pero al menos menos tendenciosa que la ley misma.

Dicho esto, si se quiere tener una buena escala de valores hace falta antes unas fórmulas que ayuden a apreciar la diferencia entre el cínico, el mezquino, el pedante y el necio. Estos cuatro elementos fueron descritos en mi última entrada, y es una muestra de sentimiento de superioridad por parte del individuo, de sociopatía. Y para cada uno de esos rasgos debe haber un límite para la torpeza dentro del cargo que exija un deber de vigilancia. Así, cuanto más vigilante deba ser el cargo mejor definido debe ser su estándar para entender cuándo se reconoce su acto doloso.

Y, de la misma manera que decimos que un administrador debe frenar los bulos, también la policía debería de disponer de un test de psicópatas para poder actuar cautelarmente de manera automática sin necesidad de la tutela judicial; así como que los propios jueces ya podrían ponerse al día en LLMs y empezar a impartir una justicia más eficiente...

lunes, 23 de octubre de 2023

Se ven superiores

La sensación de superioridad es un vector; no es posible que ninguna persona se sienta íntegramente superior. Es como si dependiendo del concepto cada cual podría sentirse superior de unos sí y otros no. Ahora bien, la idea de esa superioridad se debe reflejar en el habla, en las formas elegidas. Se debe considerar una serie de obviedades: las que empujen al individuo a no verse obligado a pararse a pensar en torno a según qué temas.

Cuando una persona dice que es consciente de algo lo que en realidad nos está diciendo es que da por obvias muchas otras consideraciones. Aquello que no es tan trivial para el entendimiento es lo que es objeto de atención. Y en ocasiones se obvian la escala de valores escogidas para centrar la atención en lo que aparentemente es más importante.

Una persona puede verse a sí misma superior a otra por uno de los siguientes cuatro motivos:

1. Razones étnicas o culturales, o por motivos fisiológicos o raciales.

2. Posesión de la mejor tecnología, o fórmulas sociales para la civilización.

3. Pertenencia a grupos que han marcado hitos históricos. Ser el centro de todo.

4. Considerar cualquier formalismo o tecnología un tecnicismo absurdo. "La ciudad no es para mí."

Cada una de esas cuatro razones son combinables, incluido la última de todas: pues tan pronto como hay quien se considere superior por ser de una raza luego podrá ser también ruralista y despreciar la evolución social colectiva. Y es que si un sujeto desprecia la educación para sus hijos porque les hace perder tiempo de granja cabe esperar que también tenga adherido alienaciones de superioridad racial.

Tener anulado cualquier factor de ese enorme vector en cada una de las cuatro categorías convierte al sujeto en lo que en otros tiempos habría sido un feminista. Hoy día la palabra feminista se ha devaluado tanto..., que habría que buscar un término más afín: quizá socialista.

Pero cuando hay preponderancia sobre las componentes de la primera categoría, por ejemplo, a esos directamente se les llama racistas. Aunque en el grupo observemos a misóginos y feministas radicales. En realidad todos los miembros se comportan como robots de la misma manera: la feminista radical tiene un comportamiento previsible como lo tiene el racista. Observamos que suelen moverse bajo una sensación de inferioridad, y proyectan todo lo malo que observan en su propio grupo sobre la "raza" inferior. Sin embargo ocurre algo paradógico: científicamente no existe tal raza, solo existe en su cabeza. Puede ser una etnia, una distinción fenotípica, una discapacidad..., y se ven obligados a tener que darle un carácter innato y, al mismo tiempo, marcado con una moralidad perversa. Los que se sienten superiores desde esta posición parten de un nacionalismo, que no es sino la perversión de su patria para enzalzarla de una manera narcisista hacia la oficialidad reconocida por todo el planeta. Estas personas necesitan sentirse reconocidas como los elegidos por la divinidad, entes de luz supremos.

La preponderancia de la segunda categoría suelen ser llamados chovinistas. En España el chovinismo se asemejó a la palabra afrancesado. Ahora bien, el término chovinismo que siempre empleo y aconsejo es el que acuñó Marx para caricaturizar el tipo de nacionalismo que describía Chauvin. La idea consiste en decir que el que tiene cultura tiene el poder y, en cierta manera, es cierto: tiene poder. Pero el problema es que se ven a sí mismos como la emanación misma de los dioses benefactores sobre la Tierra. Son los dioses colonizadores que enseñarán a los salvajes a comportarse, son los misioneros cuyo objeto será canonizar cualquier cultura que se les presente..., pero, paradógicamente, también funciona con los que ensalzan las culturas nativas como si éstas tuvieran un superpoder que no somos capaces de comprender. Resulta que quien adolece de esta categoría puede que lo sepa y se pase de frenada. De hecho, empero, sospecho que ocurre así en la mayoría de las ocasiones: los peores machistas son los que se las dan de feministas, y acaban suscribiendo las afirmaciones cínicas de las feministas radicales sucumbiendo éstos a la mezquindad.

A los de la tercera categoría se les suele llamar centristas. Creen que su grupo es el centro de la historia y que todos los grupos giran en torno a él. Puede darse en capitales de países, en la idiocia dentro de lo cosmopolita o en formas de historicismo determinista. Todas estas personas poseen un perfil común, citan libros y mucha historia; parecería que el argumento es la referencia, cuando la referencia muy probablemente les contradiga porque ha sido escogida desde la sugestión y la intencionalidad. Las citas que escogen suelen ser vagas y muy sujetas a interpretaciones de lo más variadas - para negar toda controversia. Porque lo que más se les caracteriza es que son negacionistas ¿De qué? Pues de toda una lista de afirmaciones que la comunidad de historiadores más o menos sostiene. La propia comunidad puede que sea centralista, y es que en el fondo tal comunidad no existe; pero para saber si hablamos o no de un centrista en lo que hay que centrarse es en su incapacidad para argumentar o de usar métodos objetivos que ayuden a comprender porqué sostiene lo que sostiene.

Finalmente a los de la cuarta categoría en España se les suele llamar provincianos, hay quien prefiere llamarlos paletos. Quizá el término más correcto tire hacia el outsider, pues hablamos de personas que deciden actuar contra el progreso social. Pueden ser sociópatas que enarbolan la anarquía caótica, la ley del más fuerte. El liberalismo está lleno de sujetos así, donde el rico preferirá apartarse del cosmopolita y aislarse en su propia isla, donde se montará sus propias leyes y su propia sociedad. En principio puede hacernos gracia, como el humor de Paco Martínez Soria. Pero cuando le quitamos la boina y le damos un buen fajo de billetes observamos que el mismo perfil es de lo más siniestro. Lo vemos en una de sus películas: "Don erre que erre". Que es humor mientras hablemos de pequeñas cantidades de dinero y, al mismo tiempo, todos sabemos que ese lenguaje es el que se da normalmente con grandes cantidades. La gente provinciana no reconoce vida más allá de su mundo familiar más próximo, al que gustarán de dar lecciones constantemente. Mediante ataques de humildad y falsa bondad atosigan como lo hacía la inquisición en su tiempo con aquellos que no se comportan según la moralidad que desean imponer. Si hay algo que realmente les atormenta, por encima que al resto (quizá comparable con los racistas), es a que les contradigan. Son testarudos y rabiosos.

En todos los países y en todos los conflictos siempre suele haber problemas de que alguien se siente superior por algún motivo, y esa es la razón por la cual no se puede resolver el conflicto. A pesar de lo que pueda pensar muchas personas es más fácil pillar a un mentiroso que a un cojo. Lo que pasa es que hay que saber reconocer dónde está la mentira en sí; cada grupo tiene su marcador de falsedades. Tienen sus propias debilidades y, por tanto, no superan un "tercer grado". Ante un tercero, con mirada atenta, pueden sentir vergüenza de mostrarse tal como son sin pensar, al descubrir que lo que obvian no corresponde con cómo se ven a sí mismos.

Cuando hay un proceso de mostrar a la gente tal como es suele haber grupos que, sorprendentemente, se sienten identificados con los que se sienten superiores. Estas traiciones se dan porque también se sienten superiores por otros motivos que no se han podido plasmar. Es decir, como si fuera un trasplante de corazón, no hay que verlo como un todo hasta que no se haya aislado cada una de las partes. Cuando se tenga localizado suficientemente bien todo el sistema y sus conexiones, entonces se hace el traslado.

Nunca he trasplantado a nadie un corazón. De hecho, la sangre me infunde mucha pena. Pero era el ejemplo que me parecía más adecuado para comprender que cuando se tienen a las partes aisladas y sin la influencia de las malas compañías que les devuelvan a su estado de influencia perversa entonces el proceso mediador se hace muy sencillo.


domingo, 22 de octubre de 2023

Doce tramas

En la entrada del 9 de septiembre del '19 hice una clasificación de monstruos (o adversidades) dentro de una historia de miedo. Si se seguían las instrucciones se podía tener uno entre 262144 monstruos sustancialmente diferentes. O, al menos, en la mayoría de las clasificaciones. Es decir, si contamos la historia de miedo de un mismo monstruo de dos maneras muy diferentes lo que insinúo es que esa criatura es diferente - porque se sabe diferente.

Un ejemplo de lo que digo está en "Depredator" en la primera película, cuya historia es contada de manera muy diferente a los depredators que se enfrentan contra el alien. Aunque mitológicamente sean la misma criatura en cuanto a las sensaciones que producen son diferentes.

Alguien podría pensar que lo que cambia es el espectador, que es él el que ha madurado..., o algo por el estilo. Pero no siempre se puede usar el comodín de haber visto algo "con ojos de niño". De hecho, puede ser una mala escusa para no tener que hacer los deberes como autor.

El asunto es que, tan pronto como identifico que todos los géneros poseen las mismas funciones de lenguaje (para dar a entender que es como si dijéramos que el género es único), de poco nos sirve señalar lo que es homogéneo - pues no se usará para crear, ahora puedo centrar la construcción de la trama a partir de cómo se monta el nudo. Es más, antes de determinar si la historia será de miedo, épica, folklórica o una fábula, aún la trama se puede replantear en cualquiera de esos cuatro ritmos para alzar distintos sentimientos, como cuando en la música se decide componer a n escalas desplazadas.

Así, la trama es independiente del ritmo. La construcción de la trama es lo que nos asegura la fórmula de éxito - lo que vemos que hace que un guion funcione, un libro se venda, etc... Y ya no me refiero al mercadeo, como hice la última vez. Ahora me refiero a la llamada fórmula de éxito: lo que hace que todas las películas de un tipo se parezcan demasiado como para no pensar en una confabulación.

Según mis pesquisas el ritmo no te da la fórmula del éxito y, si bien Vladimir Propp o Campbell intentaron dar a entender cuál era la trama que conformaba la fórmula del éxito, a mi juicio lo único que hicieron fue desarrollar el estudio del ritmo que tiene que adquirir el género literario escogido. Por lo tanto, si hacemos distinción entre el mercadeo, el ritmo y el modo, ¿qué nos queda? Pues bien, nos queda lo que hace tiempo llamé el canon, solo que canon es una fórmula de éxito para una mitología en concreto, cuando la trama es el conjunto de todas las fórmulas de éxito para una temática cuya fórmula no funciona bien en otra diferente.

Es decir, a la hora de desarrollar los esquemas de un canon toca reconocer la fórmula de éxito y el corpus. El corpus, paradógicamente, puede ser más sencillo - y máxime hoy día considerando que mediante un estudio de n-gramas un transformer es capaz de simular la manera que tiene un autor de escribir. Sin embargo, la fórmula de éxito, aunque también se puede llegar a adivinar por parte del transformer puede que sea un reto más complejo.

Una trama es una manera que se tiene de desarrollar los semi-actos, dentro del corpus adecuado, para potenciar la idea de adversidad entre los pronombres citados. En cada semiacto hay un máximo de cuatro pronombres que se citan: protagonista, antagonista, aliado, etc... Y cada agente se autoconsidera en primera persona para su propia trama personal. Al estudiar la gran estructura se observa cuál es la relación entre el antagonista y el protagonista para cada uno de los modos (drama, parodia, gótico y sátira). Y, por otro lado, el desarrollo del antagonista no puede basarse exclusivamente en su idea como contenido, como sugerí hace años.

A la hora de desarrollar los personajes integrándolos dentro de la trama distinguiremos en qué fase aparece como aliado tóxico o no, así como su evolución. Más en concreto, si se trata de un antagonista su aparición puede ser: ausencia, intruso o rival; mientras que su evolución será: intercambio, superación, deflagración e incorporación.

Por ejemplo, Mary Poppins hace aparición ante una ausencia para pasar a su incorporación. Así, ese tipo de tramas tiene como fórmula:

1. En un grupo comunitario o social hay algo que no termina de funcionar muy bien.

2. La situación se va volviendo urgente, o muy límite.

3. Se lanza una llamada mediante un medio imposible.

4. El mensaje se pierde o se pervierte hasta llegar a un interesado (el personaje) que no se espera.

5. El interesado llega y acaba con la competencia de una manera mágica.

6. Se le ofrecen herramientas al interesado, pero éste tiene las suyas propias.

7. Las fórmulas antiguas se quedan obsoletas.

8. Se presentan varias situaciones que acaban medio mal.

9. Se presenta una situación que obliga al personaje a confrontarse con su origen como interesado inesperado.

10. Se desarrolla una situación que degrada la mascarada del interesado para consuelo de todos.

11. El personaje deja paso a la figura del llamante para convertirlo en el genuino protagonista.

12. El personaje manifiesta que debe despedirse.

13. Se explica cómo acabará todo

14. Se es optimista sobre el futuro

15. En principio no volverá a aparecer por allí el personaje.


Esta fórmula ha aparecido en muchas comedias de los años 80, para generar situaciones de enredo que funcionaron para llevar a la fama a sus estrellas. Por otro lado, se debe entender que la misma fórmula no funcionará con otra clase de estrellas. En su momento Julie Andrews consiguió un maravilloso éxito con sus dos películas que se valieron de esta fórmula, para ser retroalimentada con su propia imagen. Por supuesto, no sabré hasta qué punto una estrella puede cambiar de fórmula de éxito; o hasta qué punto se puede ir alternando entre distintas fórmulas, más que nada porque todo apunta a que la imagen es más algo cultural, que de un simple mercadeo o tan complejo como lo universal.

En cualquier caso esta ha sido mi primera apreciación, que sugiere que las distintas fórmulas de éxito deberán encajar entre esas doce combinaciones. Para así considerar que la trama por la que pasa un héroe debe estudiarse a partir de su antagonista.

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

Entradas populares