sábado, 6 de junio de 2020

Y volvieron las putas..., más limpias que nunca.

Un nuevo rebrote ha aparecido, no tengo ni pajolera idea - ni me importa - si será el del COVID pero si antes las calles estaban llenas de sujetos sociopáticos, sucios y mediolocos..., ahora se han llenado de sofisticación y elitismo..., o por lo menos por un tiempo.

La madam que se había marchado por un tiempo ha vuelto, con la desescalada. La veo de nuevo en esa esquina, como hace años, hablando con los señores solitarios y con nuevas veinteañeras venidas de rincones del frío este. Cruzo los dedos conque hayan pagado durante un año la seguridad social para que puedan aspirar a esa mierda de renta "mínima".

Pero no. Sabemos que un gobierno NO es socialista por la calidad de sus putas. Igual podríamos decir que un gobierno NO es liberal por cómo se visten las fronteras. Cuando un gobierno ni es socialista ni liberal su única salvación es que, por lo menos, sea feudal porque el término que nos queda es DICTADURA. Y sí, ¡qué voy a contar de las formas dictatoriales que no haya contado ya! Porque si hay algo que no me gusta hacer en este blog, y que no pretendo empezar a hacer ahora, es repetirme. Porque se supone que esto lo escribo para desahogarme, y no me gustaría descubrir que mis desahogos no sirven para olvidar, para liberarme la cabeza de la mierda social que me rodea.

Y debo sentirme agradecido, y lo hago, por los que no son poderosos y me rodean. Mis más allegados me protegen y coopero con ellos. Eso no puede cambiar. Es bueno sentirse agradecido, y recordar que esto no es Mad Max..., para mí. Para mí es una completa dictadura - los burgueses lo tienen más fácil en su estado corrupto de ser. El proletariado salimos como sea: manteniéndonos a flote mientras seguimos indagando sobre cuál debe ser la brazada final, por dónde debemos reservar nuestras fuerzas y para cuándo.

Dada la nueva realidad se trata de buscar la manera de encontrar mi país. Pero antes de nada habrá que buscar mi nicho de mercado: el capitalismo es el que te obliga a morir trabajando de alguna manera, y de una única cosa (como decía Marx y que, según parece, se mantiene con las fórmulas neoliberales) así que ése debería de ser mi siguiente paso.

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Ayer volví a ver esas estadísticas que no me cuadran del todo: ¿siguen leyendo mis artículos después de un año? En cierta manera es normal, porque lo que es citado es algo que nadie sabe - es tecnología punta. Pero, por otro lado, ¿por qué les interesa mi artículo que habla de la diferencia entre los robots y las personas? ¿Realmente se han percatado de que mis referencias a los errores cometidos por el grupo más puntero en robótica deben ser apuntalados por el género único?

A este paso veremos a una máquina siendo capaz de interpretar, en su género, emociones que transmite una historia. Tal como calcula mi teoría. Y, claro, lo que tengo expuesto en ese artículo es casi una mierda pinchada en un palo si lo comparamos con lo que he publicado en este blog sobre el género único. Y lo que he publicado en este blog es otra mierda pinchada en un palo con respecto a lo que tengo desarrollado realmente.

Por eso empiezo a pensar que quizás sí podría hacer algo en Fiverr. Me creo un usuario, no sé; pruebo a ir por el camino convencional..., y, para cuando me caliente, empiezo a ofrecer servicios en exclusividad... Si hay ganas, claro. Si inspira hacerlo...

Yo, por mi parte, me seguiré comiendo la cabeza por dentro por esas personas que siguen en la calle, o en lugares donde mi vista no es capaz de ver en su intimidad más triste.

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El caso es que ayer pude ver a una moza bien formada y limpita en mi ida al trabajo. Se había puesto un conjunto de tal manera que, ¡oh! se le ha caído el bolso..., se agacha poniendo el culo en pompa... ¡Qué estilazo! Aunque no funciono con pena, la verdad. Explotada por el sistema se busca la vida, no tiene otro nombre.

Justo antes de la llegada de la desescalada pude ver a una puta habitual llorando desconsolada porque, a pocas calles donde siempre se situaba, nadie le daba nada para pasar la noche..., o eso fingía. Estoy que me fío de las mujeres..., con la de rentas y ayudas que tienen incluso para ir a cagar. Mi negocio, por lo pronto, no lo tengo a mi nombre - a mí no me habrían dado ayudas, está al nombre de mi hermana (como en los tiempos de Franco). Y estoy plenamente seguro de que muchas feminazis estarían aplaudiendo con los labios de su coño de haber leído estas líneas.

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Iba a escribir una barbaridad en la que no creo: "o locas o putas"..., pero es que..., en ocasiones. Lo que menos me gustan de las locas es que se hacen llamar putas, y las putas se hacen llamar locas. Me gustaría creer por un momento que estoy viviendo uno de esos sueños movidos que tengo, con zombies (como el de anoche), donde todo es real y exagerado, muy divertido acabando con los malos y luego volviendo a la normalidad reconociendo nuestras diferencias y viviendo en un entorno donde el hogal no es el hostil.

Pero no. Ayer terminé la primera temporada de una serie bastante genial: Daybreak. De ahí que tuviera un buen sueño de zombies. Y tuve la oportunidad de consolidar mi opinión sobre vivir con mujeres, hombres, o lo que sea... La vida en pareja me he dado cuenta de que realmente no representa nada para mí. No hay canción que no pueda pervertir para convertirla en una historia de amor. No hay historia que al final no se descubra en ella otra llamada de atención a un mensaje de amor encubierto o no. Puede que esté obsesionado con esa palabra, pero al final lo que me importa realmente es la amistad.

Yo soy más el wanabe. Quiero fingir ser un wanabe, cuando sólo quiero una amistad. Me siento más a gusto de esa manera. Más libre.

Lo peor que podría sucederme es vivir encerrado en un hogar donde los peligros provengan desde dentro. Donde para estar mejor debas huir del hogar. Eso no es un hogar. Ya he vivido la toxicidad de gente que viste de amor sus actos de tortura continua, y que se vuelven inestables sin escuchar a quien tiene delante.

En ocasiones es posible encontrar parejas que están llamando la atención a su cónyuge torturándolo sólo para que sea él el que rompa. Viviendo la mentira de querer estar juntos, cuando en realidad no hay sinceridad entre los dos.

Me veo a mí mismo: soy un zombie. No estoy a la altura. Ya no digo cómo están mis juanetes. Es como si ya estuviera podrido.

En cuanto reconocí a través de esa serie que lo que realmente me emocionaba era la pérdida de la amistad comprendí que, en el fondo, siempre he sido coherente con esa teoría - que había estado haciendo desde el minuto uno lo correcto: me había estado purgando de malas decepciones ¿Qué habría pasado si la pandemia me hubiera pillado en casa de otra y, en plena convivencia, nos hubiéramos peleado debido al cambio de personalidad que provoca el confinamiento?

Mejor así.

En otros tiempos decirle a una mujer que no estaba loca era un signo de algo positivo. Ahora ya no me atrevo ni a insinuarles el más leve de los piropos. Hace meses creo que una vez se lo hice a una y..., ¡me descalabró con su mirada asesina!

No aceptan piropos..., no están locas. Pero están abiertas a una moralidad que pervierte su mente y les quiebra la inocencia. Perdonad si no me gusta. Ni para ellas ni para mí, ni para nadie.

Son las putas las más limpias. Y eso me entristece.


Que venga otra oleada de COVID..., ésta no ha servido para aprender nada.



miércoles, 3 de junio de 2020

El pensamiento y los aviones a motor

Es increible cómo los filósofos se han puesto de acuerdo para intentar marcarse un buen tanto sobre lo que es el cerebro, el pensamiento..., pero claro, en cuanto ven que el lenguaje se les hace demasiado grande empiezan a acusar a los científicos de practicar pseudociencia.

¿Cómo se llamaba? ¿El sesgo mereológico o algo así? Eso sí lo he visto, pero no donde decían algunos.

Siempre me ha parecido que científicos ilustres como Broca o Wernicke cometían el error de atribuirle a las partes lo que era propio del todo. En este caso, al descubrir que existía una gran correlación entre encontrar deficiencias en ciertas zonas del cerebro y que se dén en capacidades específicas del lenguaje entonces se considera que tales zonas son el centro neurálgico que crea tales aptitudes.

Pues bien, mi matiz es recordarles que una correlación no es suficiente: hace falta una buena teoría que postule porqué esa correlación se da en ese sentido. Un ejemplo sencillo que cuestiona esas cuestiones podría ser que en una zona de mi cerebro, al tenerlo en malas condiciones, podría provocar tics nerviosos en uno de mis ojos, lo cual podría estar fuertemente correlacionado con mi incapacidad para ligar. Por tanto la zona cerebral donde tengo esa deficiencia parecería el centro neurálgico del amor en el cerebro.

Los postulados son afirmaciones arbitrarias que adoptamos para ningunear algunos resultados empíricos y darle importancia a otros. Si no se tiene la suficiente experiencia en el campo del que se quiere postular entonces la opinión sobre qué debe teorizarse importará bien poco.

Y es el caso de muchos filósofos de la ciencia. La pregunta es: ¿estos filósofos son avalados por científicos o, simplemente, se están adhiriendo por motu propio? La historia de la filosofía no es capaz de ofrecer por sí misma un conocimiento lo suficientemente complejo como para involucrarse en ninguna ciencia natural o ingeniería. Por eso, que un filósofo entre con un discurso sobre lo que para él es pseudociencia, de antemano, debe chirriar un poco: ¿acaso no usará como referencias a sujetos muy antiguos como los griegos para explicar algo tan moderno como la neurología?

Y eso es algo que se puede llegar a ver. Hablan de la naturaleza de la consciencia, pero ningunean las inclinaciones más actuales. Y, para cuando reciben la correspiende réplica, no son capaces de ir más allá de la mera analogía: para ellos es impropio en el cerebro pensar cuando eso es algo propio de las personas en su conjunto, como es impropio decir que un motor vuele sólo porque éste es el que impulse al avión.

Y claro, esos muñecos de paja no dicen mucho a favor del filósofo que los usa. Elige mal la analogía de manera expresa: el motor en el cuerpo no es el cerebro, sino tal vez los ribosomas, o las proteínas..., éstos elementos son los que generan la energía que luego usaremos para pensar, los que se valdrán del combustible para convertirlo en energía. Pero en un avión sí veremos ingenieros decir que las alas pueden volar o no, lenguaje imprescindible para asegurarse de que el diseño es aerodinámico. Es decir, esos filósofos son los pseudocientíficos, se meten en un lenguaje que no tienen ni idea.

Se sabe que cuando se dice que un cerebro piensa, como explica el autor de la habitación china, Searle, se hace mención de un término de más bajo nivel - no es como cuando se dice que una persona piensa. Porque le pensamiento de una persona incorpora un comportamiento que puede afectar socialmente, es otro tipo de evolución. Pero claro, ¿qué pedirá el filósofo de turno? ¿Que se especifique que el término es diferente?

Algo así pasa con el horrible término "inteligencia artificial" ¿Por qué llamarlo artificial? Todos sabemos que lo que hacemos los informáticos es artificial, de ahí el término: que proviene del ser humano ¿Entonces? ¿Acaso los informáticos no somos personas? No, lo que pasa es que el término "artificial" se incorpora para que los filósofos pseudocientíficos no den la vara. Da igual que lo que se desarrolle sea inteligencia sin más, hay que incorporarle disculpas y eufemismos para que se venda mejor - para que los niños no se cabreen. Cuando en realidad todos deberíamos de saber que la ingeniería siempre tendra serias limitaciones.

Y sí, me imagino a esos señores exigiendo que la palabra pensar se use en las personas en unos términos, luego el cerebro puede "protopensar" de manera artificiosa, después se descubrirá una parte del cerebro que también podrá pensar..., pero habrá que usar otro término para no enfadar a la gente y ser de nuevo políticamente correctos ¿intraprotopensar artificiosamente? Y todo eso, ¿para qué? La costumbre nos dice que atribuir el verbo automáticamente simplifica bastante. Hay temas más relevantes.

Por otro lado, también debo darle la razón a algunos de esos disidentes de la ciencia. Porque no les puedo quitar la razón del todo, en parte tienen razón: el lenguaje, como venía diciendo, era propio de todo el cerebro, y no es posible razonar sin un lenguaje. La consciencia necesita alguna clase de maquinaria que le permita constituir razonamientos, por lo que se obliga a incorporar un lenguaje. Sin embargo no faltará el filósofo que se centrará en el origen de la palabra "razón" y la desvinculará de la palabra "lenguaje": tendrá al 99% de los informáticos en contra, a ver quién aguanta tanta presión.

Por eso, decir que el cerebro habla no tendría mucho sentido, cuando sí decir que el cerebro piensa. Y el matiz se encuentra en el carácter voluntario. Podemos ver a un matemático mostrar unas conclusiones en su campo: "Esta fórmula es cierta porque lo he estado pensando" No, señor matemático, no lo has estado pensando: has estado usando un lenguaje expresamente, el algebraico. Tu cerebro no necesita tu permiso para ponerse a pensar. El acto de pensar no es algo que podamos controlar: las personas, por tanto, no piensan - como tampoco laten. Los corazones son los que laten.

Cuando hablamos de actos involuntarios como el latir del corazón o el pensar nos vemos obligados a buscar un órgano al que atribuirle esa capacidad. Pero se suele cometer el error de atribuir el todo lo que es cualidad de la parte. Y eso es porque así como se suele usar términos mucho menos rigurosos en la filosofía del uso de la mente que en la filosofía del estudio del cerebro también ocurre con la mayoría de las ciencias: el filósofo se queja de lo poco riguroso que es un lenguaje que, en realidad, tiene más rigor que el lenguaje que él mismo usa.

Al fin y al cabo: un delfín sí tiene el acto de respirar como algo voluntario, mientras que una persona lo tiene semivoluntario (podemos aguantar la respiración, pero nuestro instinto nos evita que muramos ahogados). Así que: ¿podemos decir que los delfines sí respiran [con sus pulmones] y las personas no tanto?

Aristóteles es el último filósofo que le daba importancia a la lógica material, hasta el punto de pretender buscarle un sentido de ciencia natural al estudio de la lógica. Hasta hoy día aún no se ha podido cerrar esa herida, que hace que ese campo siga siendo objeto de disputa y origen de errores importantes en todos los campos de la ciencia.

Por supuesto, yo tengo mis modelos - no contrastados por ningún par. Pero tampoco pedidos por nadie. Estamos hablando de la capacidad que pueda tener la ingeniería de crear una inteligencia general y cómo debe convivir con los resultados que tenemos de incompletitud en la ciencia, intratabilidad en el cómputo, etc...

Ahora bien, estos campos no me los va a aclarar un historiador de Grecia Antigua.

martes, 2 de junio de 2020

Acoso atroz y legal

Tras ver los primeros capítulos de la miniserie de Netflix sobre el caso Epstein he comprobado cómo todos los acosadores se parecen sospechosamente tanto.

Es decir, lo que dejé en la universidad era prácticamente el mismo perfil. Entonces yo los consideraba el equivalente a unos fans frustrados - y quizá no me equivoque. La pederastria lleva parejo alguna clase de idolatría, en este caso hacia la belleza de la juventud o la inocencia. Es decir, los monstruos y psicópatas cuando ven a una criatura inocente no la desprecian, en el fondo siente una extraña admiración de la que no quieren desprenderse ni aceptar.

He observado ese perfil de cerca, examinando a mis acosadores; para determinar el rasgo común dentro de toda su variabilidad. En su momento consideré que esa envidia ponzoñosa que tenían contra mi integridad física y mi futuro académico debía de ser porque mi manera de pensar era "jovial", un aire nuevo y renovado que, además, era rebosante de atención activa y escepticismo ante lo que no comprendía. Era mi mejor teoría.

Poco a poco intento plantearme que en realidad se puede que los rasgos comunes con Epstein sobrepase a que deban ser empastillados por las mismas sustancias, es decir: se trata de un problema del comportamiento, no de una enfermedad.

Los profesores que me agredieron fueron diagnosticados, para intentar paliar su condena, de depresivos maníacos obsesivos y, como añadimiento, sexuales. Tomaban unas pastillas genéricas que, según parece, lo diagnostican los psiquiatras para refrenar los impulsos de los neurotransmisores a casi la totalidad de las enfermedades psiquiátricas tengan la naturaleza que tengan..., es decir, en lo que se refiere a la "cura" no parece que se pueda aportar gran cosa.

No hace falta decir que el encanto que tienen esos psicópatas incorpora el poder convencer a los jueces y demás instituciones para que miren a otro lado. Se trata de gente bastante mediocre que no debería de tener responsabilidades. Y algo así observé en Epstein: también consiguió un puesto en la universidad sin tener título. Sin embargo, en cuanto empezó a dar problemas perdió su trabajo en EEUU - en España habría sido promocionado, como es el caso de la Universidad de Murcia.

Ser un monstruo criminal que pervierte jovencitas no es un impedimento para ser funcionario en España, que no tengas título es poco relevante, que en las clases te inventes las fuentes o que tengas listas negras de alumnos no te va a quitar el puesto..., de hecho, técnicamente nada te va a quitar el puesto; salvo que a juez le dé por levantarse con el pie izquierdo y un dragón rojo de poya gigante le roce al señor magistrado por detrás de la oreja justo al tomar el café con su miembro viril bien mojadito.

Los grandes países, absolutamente todos, han tenido que pasar por una purga de funcionarios. Por eso España está a años luz de ser un país decente, todo lo más mediocre.

¿Por qué en España no tenemos casos como en EEUU de Epstein? Porque cuando ocurren testimonios en plan "Bar España" la realidad de nuestro pueblo está tan lejana de la realidad oficial que suena demasiado increíble. Eso, mezclado con testimonios que sí serán dudosos, hace que todo el paquete sea cuestionable..., pero no todos los testigos tienen que haberse inventado nada. Y sí..., tenemos cunetas y niños que no aparecen en ningún registro porque no han visitado la escuela. O porque han ido a la escuela de manera esporádica y no oficialmente.

España es maravillosa para hacer desaparecer niños. Y eso los políticos lo saben. Pero, según parece, los abogados y fiscales no. Y claro, ¿por qué no pensar que los fiscales también lo saben? ¿No conocen su país?

País mediocre.

Epstein fue expulsado del ambiente universitario porque no tenía título, algo que era fácil de comprar en EEUU - por lo que eso le convertía en un paleto de barrio. Así que encontró a alguien que era como él: otro estafador. Y no era de extrañar que consiguiera hacerse una fortuna y no fuera perseguido por ello. De ahí que acabara siendo multimillonario: las estafas Ponzi son el alimento sustancial de los fracasados que necesitan justificar sus acortadas comisiones financieras. Sólo hay que jugar con el modelo Rockefeller a la hora de invertir: comprar y vender, nada más. El modelo financiero no está pensado para levantar nada: está pensado para ganar dinero, especular con la calidad del modelo económico.

Mientras unos ricachones destrozan la industria de EEUU, el país lo externaliza todo: deuda a países que se convertirá en los activos que justificarán las apariencias. Sin embargo, lo que son realmente es una pandilla de acosadores atroces.

El acosador atroz intenta meterse en tu mundo más personal, como buen fan que es, también intentará invadir el mundo académico. Se observan acosadores en el entorno profesional, para dominar a quien sea más débil, pequeño o inocente. El feminismo radical intenta fingir que no existen esos acosadores, y dicen que lo que pasa es que son "varones". El perfil del acosador suele ser el de un hombre, pero también hay mujeres; y cuando una mujer acosa a su hijo es probable que luego el hijo se vuelva acosador atroz - así que hay que llamar a cada cosa por su nombre.

En el mundo de la investigación también se observan esos acosos: donde el que manda disfruta de destruir psicológicamente a sus acólitos, ya sean hombres o mujeres el acosador o la víctima. La política es lo más habitual y gráfico, ahí el acoso se hace patente y se comercializa para crear estadísticas que permita medir quién es el más mezquino del partido.

Y, por supuesto, en el mundo del ocio, con esas sectas del aburrimiento extremo (masones y satanistas) no dudarán en mezclar ficción con realidad, poco a poco sustituirán el muñeco de gomaespuma por una persona de verdad..., a saber.

Ya he vivido comportamientos peculiares cuando jugaba a rol. Hay una manera de jugar a rol de manera tóxica: donde se trata a unos jugadores con desprecio en todo lo que proponen o dicen. Ese es el preludio de todo acoso psicológico: admiran tanto a ese jugador que le ponen un baremo que lo endiosa. Después ese jugador es probable que proyecte ese trato con terceros, otros más pequeños o más novatos.

El acosador atroz tiene tal nivel de afán que necesitará invadir todas las esferas: personal, académico, profesional, investigación, política y ocio. Necesita estar en todos los ámbitos porque, bien visto, admiran a su víctima, se sienten altamente atraídos como fanáticos que son, y necesitan poseerla como un fetiche.

La víctima idónea debe ser alguien vulnerable. A ser posible que ya haya sido vapuleada por otros acosadores atroces. Las víctimas de estos acosadores suelen instintivamente agachar la cabeza y someterse, tienen cierta tendencia a perdonar lo imperdonable y a no perdonar lo futil. Estas debilidades son aprovechadas por los acosadores, que ven su mundo de manera trascendente - sin admitir en ningún momento algo que salta a la vista: están manipulándoles.

La manipulación es un concepto diferente que la relación social. La manipulación es una relación social que trabaja con los qualias de la víctima. No reconocer los qualia nos obliga a tener que definir manipulación como una forma de traición y, de ahí, a un conjunto de premisas altamente complejas que, en ocasiones, no reconocerán distintas formas de comportarse que muchos activistas llama "manipulación".

Es por ello que debemos andarnos con ojo: cuando una persona está jugando a usarnos como si fuéramos máquinas tenemos a un manipulador. Y bien podemos observar que se autojustifica autodenominándose nuestro maestro o mentor. Es importante comprender que eso es lo que necesita ser el acosador atroz: de ahí que las empresas familiares y equivalentes deban estar en nuestro punto de mira. Son sospechosas de fomentar comportamientos manipuladores, obsesivos y controladores.

El perfil a perseguir no es el del "varón". Eso es un muñeco de paja, o simplemente una manera de controlar la disidencia. Es cuestión de comprobar qué pasaría si las acusaciones contra Epstein fuera de "machismo". Es posible que si hubiera recibido esa clase de acusaciones el propio pederastra se hubiera librado de más de una investigación. Esto es debido a un principio básico: si la ley es estúpida, oficiosamente, más de un juez no la acatará. Así de simple.

Observamos en España aberraciones judiciales como el caso de la Arandina, caos en los casos que ponen en entredicho la profesionalidad de los jueces..., dicho por alguien que no ha estudiado derecho, pero que desde mi posición puedo observar con una claridad muy diáfana la mediocridad de tales jueces (y periodistas) al defender afirmaciones contradictorias y sinsentidos.

Ya digo que lo mejor que nos podría pasar a este país es que hubiera una purga de funcionarios. Que nos quedáramos con la mitad, para acto seguido poner a interinos con esa señal de aviso: "los echamos por motivos legales, así que ojo".

Allá donde se admitan los abusos jamás veremos democracia.

"Señor magistrado X, hemos comprobado que en la fecha Y acometió de una falta grave en su fallo N por la razón Z, debido a que el acto de presunta prevaricación ha prescrito se ha considerado revocar su concurso salvo que nos sea enviado un informe sobre qué clase de actos llevará a cabo para resarcir a las víctimas de su abuso atroz y pueda demostrar que lo acata una vez aprobado".


lunes, 1 de junio de 2020

Una razón, una excusa y ausencia de autoridad

Tres son los elementos necesarios para que se inicie un fuego: combustible, carburante y calor.

El calor es ausencia de orden, el carburante es el medio oxigenado que le ofrece al caos una buena razón para no ahogarse y el combustible, finalmente, es lo que se quema - lo que sostiene la llama a largo plazo.

Los asaltos en EEUU se debe a la ausencia de la autoridad, una autoridad que realmente pueda dirigirse al Pueblo y dar una orden de calma. Pero la gente no habría salido del sofá si no hubiera habido Coronavirus; la pandemia a mostrado el verdadero rostro del presidente: si el país estuviera en su mejor momento la chispa no habría saltado, el fuego se habría ahogado. Efectivamente hace falta un buen leño, algo sólido de lo que agarrarse, y eso ha sido el presunto asesinato de otro negro a manos de otro policía reincidente.

En una sociedad donde las ayudas no llegan los asaltos están a la vuelta de la esquina: primero asaltarán lo guay, después irán a por la comida. El perfil está claro: ya pasó en Rusia antes, sólo que entonces la oposición política estaba dispuesta a jugársela al partido comunista; y podía tener a su disposición al ejército. En ese sentido la revolución se quedará en EEUU a medias; pero la crisis económica que va a vivir EEUU no va a ser medible de ninguna de las maneras.

Los asaltantes no están respetando las distancias por el coronavirus, lo cual puede sonar gracioso, pero es posible que en unos días veamos hordas de zombies asaltar las calles en EEUU. Gente muy cabreada con el sistema y, al mismo tiempo, con un televisor nuevo.

¿Qué hará el señor Trump? ¿Es consciente que él se ha convertido en un grandioso carburante para estas protestas? Todo ese ambiente de odio ha conseguido calar muy hondo en la sociedad, que ya no cree en su presidente. Si la oposición no creyera en la socialdemocracia tendríamos el caldo de cultivo necesario como para que se inicie una Revolución con golpe de estado y todo.

La manera que tienen algunos de reducir la tensión es aumentando la tensión en otros países, quizá para convertirse en un héroe para sus ciudadanos: si es esa la estrategia sólo conseguirán avivar la llama. Es de sentido común. Quizá crean que el fuego se extinguirá en cuanto se termine de quemar la noticia del negro muerto, pero también es posible que, mientras tanto, se generen otras víctimas anónimas o menores..., otros ramajes que sigan alimentando la tensión para provocar pérdidas económicas mucho mayores.

Eso sin contar con el hecho de que los mismos policías que intenten resolver estos asuntos se exponen a ser víctimas de la pandemia.


En unos días veremos cómo se le cae la careta a Trump, y la culpa la tienen los políticos por no haber sido capaces de cumplir con el empeachment.




Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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