La fórmula del éxito musical de las últimas décadas se fundamenta en los mismos principios por los que se crean movimientos políticos de lucha. Y existe una dialéctica en el mundo de la creación artística.
Hay dos tipos de obras artísticas: las que tienen mensaje y las que no. Ambas tienen la misma validez o interés pero, por ejemplo, si habláramos de música distinguiríamos la música convencional de la música de cámara; en el sentido de que la música convencional posee un estrés interno que transmite un mensaje, mientras que la de cámara está ausente de ese estrés.
El cerebro animal posee un sentido que le permite percibir el dolor, en ocasiones el dolor no es lo que parece: no tiene porqué convertirse en el equivalente al daño, porque puede ser también vergüenza o alguna forma de fatiga. El dolor puede ser una mera sensación que puede revertirse en una forma de placer. En cualquier caso, es una reacción para la cual un animal es sensible.
Cuando la música tiene ausencia de estrés también lo tiene de mensaje y entonces es cuando se escuchan unas notas que marcan un ritmo, resuenan como en una cámara, y relajan el ambiente. Es la música de cámara, de paseo, el jazz, etc...
Ya habré comentado varias veces que la música posee un mensaje objetivo, pero este mensaje proviene de la propia psique humana, de cómo entiende el humano ese mundo. Esto es debido a que el dolor está asociado a lugares, en este caso a lugares de la mente y momentos vividos. El conjunto de sensaciones que se pueden sentir conforman un libro de historia sobre un atlas universal. Más en concreto, correspondería con cómo podría verse el mundo de la psique humana: el puente existente entre la tabla periódica y la tabla de complejidades algorítmicas; la relación entre lo físico y lo entero, entre lo material y lo constructible.
Pero volviendo al asunto, la música pop fue un éxito y la gente entró en las discotecas a relajarse, mientras escuchaba unos ritmos que les empujaban a aflorar sentimientos comunes. Las canciones que entonaban una mitología común eran mejor entendidas, y las referencias musicales sirvieron para comprender las activaciones elegidas por composiciones parecidas, con letras comunes, alaridos, etc... Nuestros instintos fueron atribuyendo a cada composición un significado, aprovechando el sentido de los ritmos y nuestra manera de percibirlos.
Entonces la gente se movía por un ritmo en común, le seguía el juego al líder, cuando éste decía una cosa todas las personas lo bailaban, lo coreaban, lo seguían..., párrafo y estribillo, párrafo y estribillo, un solo de jazz y remate. El estribillo es el tema central de la canción, el primer párrafo la introducción, el segundo párrafo el giro específico, cuando el remate es el desenlace. Obviamente, el solo de jazz está pensado para que la gente descanse de tanto discurso y hablen entre ellos, se sientan partícipes de la música - cuando la mayor parte del tiempo están en escucha activa.
Así es como funcionan los discursos y los llamamientos cuando se busca participación a la gente, una complicidad en la lucha. Alguien pega un discurso personalizado a su punto de vista, entonces le da un giro sin salirse del tema, eso provoca que la gente murmure, y entonces es cuando sale la arenga. Y ya he comentado los tres tipos de arengas que hay, dependiendo de si se quiere apostar por la oportunidad, las amenazas o la autonomía.
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Últimamente veo cómo la gente se queja de que cada vez hay menos participación, y le echan la culpa al feminismo... Siempre se meten con el más tonto de la clase, o el más famoso. Nunca se meten con el que da problemas, porque el que da problemas sabe darlos desde dentro, es tóxico incluso como para que lo identifiquen como tal.
Si las fórmulas que se han llevado a cabo hasta ahora han sido malas, lo que no puede hacerse es repetirlas: esas fórmulas han conseguido que las extremistas tomen el mando y hagan prevalecer un discurso de odio contra los varones - por lo pronto. A este paso veremos a trabajadores extremistas enfrentándose contra trabajadores.
Uno de los errores garrafales de los movimientos es la creencia mesiánica de que su ideología no debe ser falsacionada; Marx era científico, en cuanto convirtieron su movimiento en una ideología se bajó del carro - es así como lo interpreto. Y ese Marx que he creído entender es a quien yo respeto, no al envidioso que no quiso reconocer el éxito y la necesidad de la carta de los derechos humanos. El marxismo no puede reaparecer sin reinventarse: para reconocer un plusvalor más universal, entender qué es lo que levanta al proletariado, qué significa lo que algunos llaman clase media (pequeño burgués), y qué daños estructurales se están generando por dejar así las cosas.
Y lo mismo pasa con Gustavo Bueno: otro al que no podremos usar sin reinventarlo. No se trata de darles muchas vueltas del revés ni nada por el estilo, Hegel era el equivocado: el estado no le da lecciones al pueblo. Pero la cultura es la que da lecciones a la moral; y la moral de la familia debe someter al estado (como dice la carta de los derechos humanos y entra en matices en el escrito de Engels partiendo de la vuelta del revés de Hegel). Por eso los planteamientos de Bueno contra el feminismo siempre me parecieron basura; no tanto el discurso que hace sobre cómo afrontar la diálectica de la historia - ahí no hay mucha vuelta más que darle.
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En ocasiones la gente se suele sentir ofendida en virtud de lo que espera encontrar y de los mensajes que quiere que se transmitan. Se piensan que el héroe es idolatrado e intentan censurar a los héroes que tengan debilidades, cuando en realidad las flaquezas del héroe son las que generan el gancho necesario que definen su carácter. Si alguien se siente identificado es porque la flaqueza del héroe lo baja al populacho, para luego llevar a cuestas a su seguidor.
El verdadero camino del héroe es el camino de la independencia. Si bien se enfrenta contra amenazas y aprovecha oportunidades el objeto del héroe consiste en irse de casa y probar suerte con un hogar propio. Entonces el dependiente muere y nace el autóctono; que regresará al hogar tras "perdonar" las afrentas de sus padres.
En ese camino de independencia, que es uno de los cuatro géneros que reconozco, conoceremos el mundo personal del héroe y no: no puede ser malo mostrar el lado necesitado del héroe.
Cuando a Conan, el bárbaro, su novia se empeñó en pedirle que actúe como un ladrón, pero no como un vengador, Conan se obsesionó con su flaqueza personal para abrirse camino de la manera equivocada. Su verdadero objetivo como antiguo esclavo no sería vengar la muerte de sus padres una vez conseguida la autonomía, debía regresar con la liberación de otra esclava.
La mayoría de las obras que hablan del camino del héroe suelen ignorar un par de elementos que también forman parte de esas historias. Y esto es porque Campbell debe ser también reinventado. Campbell acaba el camino del héroe con su regreso, cuando hay, como mínimo, un par de etapas más (y no me refiero a etapas cíclicas).
Para empezar está la etapa de la aceptación: por el cual el héroe ha contado su vida u obra y alguien la reinterpreta intentando comprender algunos aspectos que no cuadran. Es entonces cuando reaparece una interpretación muchísimo más mundana: lo vemos, por ejemplo, en la Historia de Pi, donde se observa una reinterpretación de lo vivido desde un punto de vista oscuro. Sin embargo, al final de la etapa debe prevalecer la ilusión: porque el héroe es un antihéroe que se salió con la suya o porque hay una manera de ver las cosas según la definición griega de lo que es la esperanza.
En estas etapas se observa el juego que se hace a las cuatro filosofías de la protociencia que yo suelo defender: antes de que un conocimiento sea científico puede ser objeto de cuatro posibles interpretaciones no directamente falsables y que, de ser despreciadas cualquiera de las cuatro, podrían sucumbir a un trilema. No es un tema baladí, pero es normal que en el camino del héroe, que es el camino de la llamada al levantamiento, aparezcan lo que algunos llamarían ideologías, paraciencias, conocimientos espúreos, supercherías, supersticiones, dogmas, etc... Cuando en realidad la justificación de la defensa de esas posturas suele basarse en el éxito del uso de esas fórmulas a la hora de hacerlas materiales.
En cualquier caso, no quiero desarrollar el entendimiento del symploqué. Si cuando me dirijo a mis colegas informáticos, y les explico conceptos diáfanos, si haciendo tales cosas ellos no me aceptan mis conclusiones distinguiendo de manera exacta la diferencia del mundo cultural del mundo de los enteros..., pues ¡cómo será cuando toque temas que requieran un verdadero compromiso! Gödel inició este camino poniendo sobre la mesa palabras como "coherence" y "sound", y observo hoy día que se sigue sin usar estos términos, así que ¿cómo pretendo establecer la definición de eficiencia como vengo intentando en las páginas de este blog?
Cuando observamos la historia del Lazarillo o del Buscón de Quevedo observamos figuras dependientes que intentan buscarse un camino lo más autónomo posible. Estas historias narran el camino del héroe de manera cíclica especialmente a partir de esa última etapa. Y yo me pregunto, Sr. Campbell, ¿nunca oyó Vd. hablar de la picaresca española? ¿No se dio cuenta de que debía incorporar esa etapa en el camino del héroe?
Veo que ese filólogo quiso observar figuras perfectas como las de Jesús, pero no se percató que para que la película "Jesús de Nazaret" fuera convincente teníamos que ver a un Jesús que se sorprendía ante un romano que era fiel, ¿cómo se va a sorprender Vd. si es omnisciente? Es como cuando Jesús se acojonaba ante el inminente castigo doloroso que le esperaba, ¿cómo va a sentirse impotente si es omnipotente? La clave es que toda narración que quiera ser convincente debe mostrar puntos débiles.
Sin ir más lejos incluso en el génesis del antiguo testamento observamos un dios que le pregunta a Caín dónde está Abel. Y es que sin esas escenificaciones es imposible crear una historia. Pero esto es algo que a Campbell no le interesaba contar: el monomito parece el monoinmaculadismo. Luego habrá quien se sorprenda de que la entrega de La guerra de las galaxias donde Rei es una alumna predilecta y perfecta no haya sido convincente. Si tras el regreso no hay nada que reinterpretar de la vida del héroe es posible que la historia sepa a poco.
Otro recurso que le falta al camino del héroe es la escalera de Jacob, aspecto que a Campbell también se le olvida. Resulta que a los más pillos y a los más malos siempre se les da segundas oportunidades. Y esto es debido a que se quiere dar una lección sobre cómo los Principios trascienden a las ideas de las personas. Como este tema ya lo desarrollé en otro blog, y fue un recurso que usé en mi novela, no lo explicaré aquí.
Otra inexactitud de Campbell fue olvidarse de la reconciliación. Es cuando nuestro héroe es alguien tan horrible como el Drácula de Bram Stoker. En la película se observa este recurso: es cuando se preguntan, ¿quién es el verdadero monstruo? Resulta que la historia pervertida de este noble es una mezcla del héroe nacional, con el conde Lucanor y los vampiros. Y este es el recurso del conde Lucanor, una vez más: propio de la literatura española. De cuando aparece una turba contra un conde por haber violado a una zagala. Y el recurso acaba planteándose si el matar a este sujeto fue desmedido, o no.
Efectivamente, la historia de Drácula tiene un punto romántico cuando vemos el deseo de ese noble por recuperar el amor arrebatado por el destino tras años de devoción a su dios. No es de extrañar que a Campbell no le encajara este esquema tras el regreso del héroe. Pero es una etapa más: tras un replanteamiento de la vida del héroe éste puede ser tomado por un villano y una turba enfurecida proclamar una revolución.
No pido que la gente lo entienda, porque cuando escribo nunca espero que la gente comprenda lo que escribo - máxime cuando he escrito tantas y tantas palabras. Pero esto lo hago principalmente para saciar mi sed de expresar lo que pienso, mis desahogos personales provienen de un infierno de angustias al ver cómo la gente repite los mismos errores al no escuchar los pasos necesarios para salir del bucle.
Los existencialistas han estado marcando el ritmo de la historia de la humanidad, es la rama del marxismo que mejor ha funcionado: será por algo.
La fórmula del éxito en ocasiones tiene forma de conversación, y hay que saber comprender los ritmos de las emociones de la gente y sus ganas de participar - así como el rol que deben desempeñar en la obra.