viernes, 2 de diciembre de 2022

Elige tu propia aventura competitivo

A la hora de clasificar los librojuegos por géneros yo centraría la atención en su modo de juego. Si se sabe hacer bien crear historias de este tipo puede convertirse en un proceso automático y muy simple; ahora bien debe hacerse de manera ordenada, apuntando en todas las escenas los puntos en los que hay que ser conscientes.

Gracias a la nueva notación que he estado desarrollando ya me resulta factible hablar de un ensamblaje del pensamiento. Dicho lenguaje ensamblador he probado a enmarcarlo dentro de los esquemas de un bajo nivel más cercano al pensamiento del ser humano, y poco a poco me está dando muy buenos resultados.

En nuestro ejercicio de la preocupación por la notación y el álgebra que necesitamos para elaborar librojuegos de elige tu propia aventura observamos una notoria simplificación del problema en cuestión. Ahora bien, esa simplificación exige una clasificación previa. Y, una vez comprendido en qué consiste esa manera de trabajar, ya podremos añadirle elementos no vistos hasta ahora.

Para empezar clasificaremos este tipo de libros por cómo se enfoca la aparición del nudo, más que por su estudio socioléctico; es decir, si es de miedo, parodia, amor..., todo eso nos parecerá poco relevante para los temas que aquí corresponden. Asímismo, si se juega con dados, cartas, se toman decisiones al azar..., todo eso tampoco lo enfocaremos así. Entre esos dos puntos, en la aparición del nudo, es en lo que hay que fijarse.

1. Mecánicos. En este tipo de librojuegos nos da la impresión de que estamos jugando a un juego de tablero. La mejor referencia es el juego "El imperio cobra". Nótese que consiste en que leemos la historia del héroe de cómo sale de su pueblo, hostigado por un emperador monstruoso, y cómo entra en bucle en donde vive hasta superar tres pruebas. En estas historias también interesa que haya atajos y sorpresas que te impidan avanzar, así como finales alternativos. La idea es que si el juego de tablero es interesante entonces la historia puede tirar de su mecánica de juego.

2. Psicológicos. En este tipo de librojuegos el autor se vale de un room escape para ofrecernos un mensaje psicológico. El procedimiento es bastante simple cuando se dispone de múltiples patentes psicológicas que te permitan convertir las preguntas en pruebas. Las pruebas deben buscar la normalidad de manera que al escoger un concepto y confrontarlo con otro nos devuelva a una misma habitación de la que escapar. Es decir, si ir al norte es propio de gente muy resilente e ir al este es propio de gente muy sociable entonces demasiado al norte te lleva a la psicopatía y demasiado al este te lleva a la neurosis. Un libro psicológico intenta castigar o premiar, o hacer que repercuta, el comportamiento. En esta clase de libros no tiene sentido que haya bucles, y el proceso es como responder las preguntas de un test. Se puede usar como referencia Cube.

3.  Literarios. Este es el tipo de librojuegos que más se acercará a lo que muchos entienden por un elige tu propia aventura. En esta ocasión el autor deberá redactar un esquema de su obra de una manera secuencial incorporando a cada numeración una letra, por ejemplo: c1, c2, c3... El incorporar la letra es para que no tenga en mente la necesidad de hacer que c4 preceda a c5 solo porque el 4 sea menor que 5. Este tipo de historias trabajan con personajes que viven su aventura en primera persona. Por tanto, la manera más sencilla de redactarlos es apuntando en una etiqueta nueva (e1, e2, e3...) la decisión que adopta el protagonista. Una vez contabilizadas todas las etiquetas bien se pueden asignar a una carta de la baraja, por ejemplo, para que una vez puestas sobre la mesa el jugador sepa que cuando de un mundo cX le den a elegir una transición, si sobre la mesa ya hay una carta que corresponde con las posibles transiciones entonces estará obligado a elegir la carta escogida. La idea que se puede tener es que es como los JRPGs, como el Final Fantasy. Aquí importa más la historia que la mecánica, así como la variabilidad de las subtramas que incorporan los personajes - que deben ser no planos. Debido a que las historias son secuencias sin bucles cada etiqueta (e1, e2...) tiene un conjunto de etiquetas que las precede y una explicación personalizada. Por lo que el conjunto de mundos (c1, c2,...) que sucedan a esa etiqueta y al resto tienen que ser compatibles con la descripción de la etiqueta y sus precedentes. Es la única condición a tomar en cuenta para que no se rompa el racord.

4. De roles. Este tipo de librojuegos es lo que más habré mencionado en este blog. Aquí prevalece una enorme miscelánea de inventario, bestiario, mapas..., como ocurre con los juegos mecánicos la historia es lo de menos, por lo que se exige un sistema de juego que podría recordar al mercadeo, la exploración, la gestión de empresas... Resulta fácil redactar esta clase de historias cuando los manuales se usan como excusa de distintos eventos que se van produciendo. Y aquí es casi obligado que el jugador tenga una ficha que evolucione, además de que la interacción con la historia se hace mínima y la interacción con el jugador se vuelve máxima.


De la combinación de estos cuatro modelos se puede crear un librojuego que rompa muchos esquemas. Por ejemplo, algo que no se suele escuchar: ¿podrían dos lectores competir entre ellos para jugar una aventura? No se hace complicado entender que donde hay una historia basada en un juego de tablero se pueda incorporar un protocolo para que los jugadores se vean obligados a no poder elegir la siguiente página.

Más en concreto: en los juegos mecánicos la parte competitiva se jugaría mediante un sistema de turnos. Sin embargo suena aburrido tener que esperar a que el otro jugador elija sus decisiones. Por eso, el sistema de turnos debería de hacerse a la vez. Es decir, los dos se ponen a leer a la vez y, para cuando todos estén de acuerdo, muestran la carta escogida del siguiente salto - el malo obliga al bueno a saltar y el bueno obliga al malo a saltar. Pero los dos se enteran a la vez.

En los juegos psicológicos la competición se puede crear con jugadores que están en modo cooperativo, obligándose a votar y elegir las decisiones. Si algunas decisiones le hace ganar créditos a un jugador por resolver un puzzle entonces éste tendrá mayores créditos para elegir por todo el grupo.

En los juegos literarios la competición funcionaría de manera mecánica, donde al terminar de leer la historia se le comunica al otro jugador que coja el libro con un conjunto de cartas como punto de partida. Así, cada uno tendría que esperar a que el otro decida la historia; o también ambos están leyendo a la vez, uno los héroes y otro los villanos, para ir soltando sobre la mesa las cartas que obligan a ambos a adoptar historias concretas: si estás en una página que transita mediante una carta y tu oponente la "canta", antes de buscarla del mazo y ponerla sobre la mesa, entonces ya sabes que no tienes derecho a "cantar" una carta en esa página, porque ya han decidido por ti.

En los juegos de roles la competición se puede dirimir de manera natural por el modo de juego, cómo compiten los propios jugadores de poder tener los objetos, ganarse la experiencia y que el equipo adopte las decisiones que cada individuo decida, como ocurre en los juegos psicológicos.

Es por ello que se ve interesante que se pueda mecanizar la redacción de este tipo de historias para, acto seguido, incorporarle algún aspecto social como la competición. Este tipo de cosas pueden ser el preludio de ver películas interactivas que contengan dinanismo, entereza, y no rompan el racord.


jueves, 1 de diciembre de 2022

Corrupción en ACM

A nadie le engaña, todos sabemos que las comunidades académicas son susceptibles de ser corruptas. Sin embargo sorprende que las más famosas tengan unos clarísimos traspiés. 

Imaginemos un país donde el presidente se queda "electo" desde el año 2009, y ahora consideran la posibilidad de que pueda ser cambiado. Bien..., pero eso sí: cualquier candidato deberá pasar por el filtro del anterior presidente. Y después..., pues ya hablamos de "democracia", sabiendo que el anterior presidente está también en el comité que decidirá quién será el siguiente jefe al mando. Un comité de no más de cinco personas, claro...

Así es como funciona ACM. Así que nos podemos imaginar que donde no hay feedback no se puede albergar esperanzas de que la institución sea trasparente, dé la cara, etc...

Me hizo mucha gracia la oportunidad que me dieron para formar parte de las nominaciones - o de incorporar nombres, me enviaron un correo porque yo he sido un par de una de esas revisiones por pares. Vamos, que me enviaron un correo masivo para que fuera espectador de lo que acababa por decidir el corrupto de siempre.

Tiene más lecturas: los corruptos se cansan, necesitan jubilarse, pero se preocupan de que la ciencia y la tecnología no pueda avanzar en cuanto se marchen. Debe quedarse todo congelado, para que todo el mundo le añore.

Al final, ¿por qué no avanza la teoría de la complejidad? Porque han puesto a la gente más deleznable en los puestos más importantes.

Este señor presidente, el editor en jefe, pudo leer de su puño y letra cómo un par respondía a un ensayo que había presentado: el par empezó proyectando sobre mí algo que no había hecho, confirmó acto seguido que no había declarado en ningún lugar que había hecho eso mismo, razón por la cual el documento era pobre en explicaciones. Sesgo Chewacka. 

Necesitaron un par de meses para leer unas pocas líneas y determinar que el razonamiento seguido por el par era correcto.

¡Manda huevos!

Obviamente no hay error. No es un problema de mi inglés (porque sería fácilmente subsanable), ni un problema en in actitud (porque podrían habérmelo echado en cara), ni nada..., solo lo que dijeron. Y lo que dijeron era que su sesgo Chewacka era racional.

Lo más gracioso del tema es que tan pronto como me dijeron que mi tecnología no era publicable (mientras negaban que era exactamente eso lo que me estaban diciendo, ya que la temática encajaba con el journal), este mismo año he publicado cómo da problemas la notación lógica para resolver ese tipo de problemas. Es decir, que yo sigo avanzando y se van reafirmando mis notaciones.

Por no decir algo muy turbio: mis advertencias dicen que el seguir con esas notaciones puede generar muchos ensayos que podrían ser falsos, que aseguren ser constructibles cuando no (no asociables con una tecnología).

Y claro, ¿de dónde nace toda es ponzoña? Del ORGULLO. De que quieren crear la apariencia de que las cosas son de una cierta manera. Proponer una tecnología que restringe la manera de presentar los problemas de una manera más algebraica y menos de predicados lógicos puede ser una iniciativa que a muchos VEGESTORIOS les incomoda. Mucha gente que debe apartarse para no congelar la tecnología.

En definitiva, que están poniéndole palos a las ruedas - y yo no pienso formar parte de algo tan turbio ni mirar con buenos ojos a quien permite que esto ocurra.

 

 

 

 

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Test para saber si eres feminista radical

 

En una sociedad patriarcal, tal como se define desde el existencialismo de Simone de Beauvoir, todas las personas son susceptibles de ser machistas sin excepción - y aún se puede apreciar gracias al feminismo la oportunidad de entrever cómo hombres y mujeres deben ser deconstruidos.

Por eso cuando observamos leyes trasnochadas debemos pararnos a pensar si es posible que estemos viviendo bajo un régimen cuyas leyes son una utopía que no tienen nada que ver con el comportamiento del Pueblo. Esto es, que la ley no aporta ninguna deóntica que se ajuste a la moralidad del Pueblo. Visto así, es posible que al no hablar de una democracia acabemos por concluir que las leyes conforman una organización distópica: una manera de atormentar a la ciudadanía.

Para tener pistas de si algo así ocurre solo hay que hacer una prueba básica: si el documento sagrado que nos impone las leyes tiene menos sentido común que lo que respondería una persona al azar entonces ya podemos hablar de distopías, de que los legisladores son unos extremistas y que no son capaces de aplicar radicalmente la ley sin provocar el caos.

 

TEST PARA SABER SI ERES EXTREMISTA EN EL FEMINISMO 

Las llamadas feministas radicales son aquellas a las que les atribuimos ser extremistas en el tema del feminismo. Debido al tipo de extremismo, se les suelen vincular con las tres propiedades sociales que identifica al fascista: opositor a la trasparencia, dogmatismo supremacista y tolerancia con el genocidio.

Sin embargo es un hecho de que no todas las feministas radicales serán feminacis, aunque el filofascismo de las feministas radicales que nieguen la distinción entre feminaci y feminista ya incorporan una oposición a la trasparencia.

En un país donde se aprueban leyes bárbaras que incorporan crimen de autor (en este caso relativo al sexo con el que se nace), interesa comprobar el nivel de la sociedad en temas de sentido común (por motivo de los roles de género). En temas de qué se entiende por una acción POR DEFECTO:


Pregunta 1. ¿POR DEFECTO, quién tiene que abrirle la puerta al otro?

a) El hombre

b) La mujer

c) Quien esté en la posición más ventajosa para abrir la puerta

d) Que lo echen a suertes

 

Pregunta 2. ¿POR DEFECTO, quién tiene que apartar la silla a su pareja?

a) El hombre

b) La mujer

c) Quien sea el propietario de la silla

d) Que lo echen a suertes

 

Pregunta 3. ¿POR DEFECTO, quién tiene que pagar la custodia de los niños en un divorcio?

a) El hombre

b) La mujer

c) Pago de custodia compartida no exclusiva

d) Que lo echen a suertes

 

Pregunta 4. ¿POR DEFECTO, a quién se le debe pedir disculpas en una pelea de hombre y mujer?

a) Al hombre

b) A la mujer

c) A quien no iniciara el conflicto

d) Que lo echen a suertes

 

Pregunta 5. ¿POR DEFECTO, quién debe dar la cara en una relación de pareja?

a) El hombre

b) La mujer

c) Quien tenga capacidad de riesgo

d) Que lo echen a suertes

 

Al rellenar el test solo resta comprobar cuántas a's, b's, c's y d's se han respondido, se busca cuál es la letra favorita y se multiplica por 20 el número de veces que se ha contabilizado para saber qué porcentaje tienes de las siguientes categorías:

(Ejemplo: se responde aabac, preponderancia de a con 3 ocurrencias, por lo que el porcentaje de a es de 3 x 20 = 60%)

Preponderancia de a: Te riges por el rol establecido por el patriarcado para darle la razón a los hombres. Debido a que ensalzas un claro machismo eres machista.

Preponderancia de b: Te riges por el rol establecido por el patriarcado para darle la razón a las mujeres. Debido a que ensalzas un claro micromachismo eres machista.

Preponderancia de c: Te riges por el sentido común. Debido a que no le sigues el juego al patriarcado desde una deóntica coherente y material solo te resta que des ejemplo para ser feminista.

Preponderancia de d: Eres un completo imbécil. Tienes futuro para montarte distopías desde la política. Sigue así.



martes, 29 de noviembre de 2022

Crónicas

No me gusta cómo me tratan en mi propio país.


A lo largo de toda mi vida solo he ganado dos premios. Uno ha sido en el colegio. Cuando interpreté a un perro, un perro que no dejaba respirar ni respiraba en sí. Dicen que les gustó mi actuación, cuando lo único especial que al parecer les llegó fue un soliloquio que me marqué. Me dirigí al público mientras mis compañeros recordaban el guión y, como era un perro, me puse a ladrar. Ladré y gesticulé, le añadí función poética - claro que lo hice. Tendría doce años, pero no era idiota. Y, quizá porque en el fondo era una institución de primaria, tras el soliloquio obtuve una ovación - que ayudaría a interrumpir la obra.

Ese premio para mí fue efímero. Aún así mis compañeras me elogiaron. Un trabajo de semiótica expresado a base de ladridos y lenguaje corporal. Pero, en el fondo, nada más. Fue la primera vez que me dieron un premio, un libro, y el libro era lo de menos - pues cumplía su función como tal. Pero el hecho de que yo lo ganara desplazando a otros compañeros que se esforzaron mucho más que yo era algo que no terminaba de comprender.

El segundo premio que obtuve fue siendo adulto en un karaoke de una academia de inglés. Me dieron la opción de cantar canciones que conocía muy bien, aun no alcanzando los tonos que merecían. A penas necesitaba leer la letra..., podía dar con las expresiones. No sé cómo conseguí la plata. Quien consiguió el oro era una genio que se sabía todas las canciones, aunque no las cantara con los acordes correctos. Era como un mono amaestrado cantando pero, al mismo tiempo, sacaba una puntuación perfecta en la maquinita. Y tenía una voz mucho más dulce que la mía, ¡tan básico! Me dieron un trofeo de plata, y consideré que ese premio sería el último que ganaría jamás.

A lo largo de mis años he participado en múltiples concursos, he participado en muchos exámenes, competiciones, etc... Mis competidores, para mí, no eran más que niñatos que se cagaban en los pantalones - con contadas excepciones. Y me llevo tras de mí la sensación de la peor de las derrotas que puede sufrir el ser humano: la idea de que mediante el mundo oficial solo podría dar con la mediocridad de la humanidad. No era un buen lugar para hacer sociedad, para conformar una buena base para despertar las pasiones de una vocación o el instinto para la competición.

Me queda en el recuerdo ese torneo de ajedrez donde su encargado falseó las partidas para que no pudiera ganar ningún trofeo; o las veces que me presentaba a un examen para ver cómo desmerecían los méritos objetivos que estaban por escrito. El exceso de cinismo solo hacía que aceptara desde niño, pasando por la adolescencia, la adultez más joven y hasta la más madura el convencimiento absoluto de que no viviría una sensación de entrar en competición. De que jamás tendría la sensación de poder jugar de manera que el que me gane tenga la sensación de que mereciera derrotarme a lo largo del torneo. Todas las competiciones no serían más que otra farsa.

Por eso, y porque necesitaba cerrar el ciclo, toda buena crónica necesita su competición personal. La mía era la competición en B, la verdadera. En estas competiciones tengo mis partidas inmortales de ajedrez, mis campeonatos increibles de baloncesto y de fútbol. Así como de ping-pong. Sin embargo, tenía su aquel: para hacer magia en la cancha debía ser B, y para que sea B debía perder el campeonato o prometerme de que jamás volvería a jugar a ese deporte. Era la respuesta que daba a modo de bofetada contra el mundo. El trofeo que me llevaría sería el de mi desprecio. Y entonces sería cuando demostraría jugar con todo mi amor.

Por eso desafié al que ganó el oro en ese torneo de ajedrez; tres de tres. Me di por satisfecho. Después de eso el ajedrez dejó de tener un sentido oficial para mí.

Nunca entenderé porqué hacen eso. Contratan a sádicos, les descubren cometiendo esas atrocidades contra niños pequeños..., y no los despiden. Según tengo entendido alguno llegó a suicidarse, ese es el precio a pagar cuando tú mismo no dimites a tiempo; cuando te das cuenta tarde de todo el daño que has estado haciendo a tanta gente. Luego los cínicos dicen que no pueden despedirlos porque les quieren proteger, mientras aumenta el absentismo y las cifras de suicidio. A esos cínicos también habría que despedirles. Las instituciones públicas españolas que he conocido funcionarían muchísimo mejor de haber estado vacías; pues al estar vacías implicaría comprender cuál es la necesidad de saber qué es lo que hay que organizar.

Cuanto más paternalismo y protección peor ha ido la sociedad.

Y vemos cómo las listas blancas siguen formando parte de las crónicas centrales de los medios nacionales. Las listas blancas, la casta, se reparte entre izquierda y derecha y los imbéciles y cínicos deciden ofrecerles grandes cantidades de dinero para que nos ofrezcan un espectáculo de marionetas. Hace falta observar comportamientos falsos o llenos de defectos para que te puedan apoyar. Más en concreto, dar la sensación de defender por fuera un discurso cuando, en el fondo, demuestras renunciar a tus Principios. Muy pocos políticos no están dispuestos a renunciar a sus Principios, muy pocos - y no me sé de ninguno que sea español, no me consta.

En su momento me llegó a generar buenas vibraciones José López, al dirigirse a la cámara mostrando las vergüenzas de quienes la trolean. Actitud contra el facherío, venga del fingimiento de izquierdas o de derechas. Pero claro, este hombre también es de los que necesitan ir de marisquería con empresarios para repartirse los presupuestos, mientras ningunea las pequeñas partidas. Es otro..., representante. Otro señor con corbata.

Y yo me pregunto, ¿hay sitio realmente para alguien como yo? Siempre me he conformado con tener una vida autónoma en cualquier parte, y de cualquier forma. Pero eso sí, AUTÓNOMA. Eso es algo que no te puede ofrecer España, porque no es una democracia. Simple y llanamente.

Estoy pensando en ir hablando en distintas crónicas toda la mierda que he tenido que ver, y porqué ya no me inspira ni el ir a buscar trabajo. En el fondo algo me dice que soy demasiado viejo para lo que quieran aparentar algunas empresas. Los conocimientos, el talento, las capacidades..., si voy a darme a conocer no será a través de una entrevista enclaustrada por esos psicólogos que son realmente unos completos incompetentes - y la razón de porqué hay tanta oferta de trabajo y tanto intrusismo en las profesiones que buscan. 

Perfiles en donde encajo no solo perfectamente sino que además extraordinariamente.

Pero en mis crónicas ya he descubierto cómo calcular las esferas..., si mis sospechas son ciertas éstas son resultado de hacer un PCA. Primero se hace la captura de toda la semiología en forma de auditoría, y luego se encuentran los eventos sobre los que giran los significantes más frecuentes. En definitiva, se trata de crear una crónica donde sus agentes son los protagonistas. Si mediante ese cálculo conexionista no supervisado se llega a la conclusión de que los protagonistas son sujetos que no alcanzan gloria alguna en las crónicas de la socioléctica a la que pertenecen entonces estamos hablando de una distopía.

Y es de eso de lo que estamos hablando.


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Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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