Ayer me vino un correo de Google ofreciéndome una especie de..., ¿beca? El objeto era la investigación de la agenda 2030 usando herramientas de Google, lo que pasa es que - lógicamente - estaba dirigido a estudiantes. En ese sentido algo me dice que no daba el perfil.
Aún así quise echarle un ojo...
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Escribo esto partiendo de que llevo unas semanas bajando el perfil y, como este mensaje va sobre eso justamente, he pensado que sería oportuno encontrar un momento en mi agenda 2023 para desahogarme aquí.
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Al leer sobre la agenda hay que decir que, por un lado, me gustó la idea: allá donde fracasaron en el 2000 que lo intenten de nuevo para dentro de 15 años. Mejor marcarse una agenda realista que no hacer nada.
Por otro lado, como pasa siempre, también estaba lo malo. Pero claro, lo malo - por muy malo que sea - siempre puede aprovecharse para hacer cosas buenas, igual que lo bueno siempre aprovecharán los de siempre para hacer las cosas malas. Es un juego interminable, como vengo diciendo en mi otro blog - el literario. Aunque, para malos malos, los que se crean que los que mandan son gente competente. Maldad es una palabra adecuada: el que es malo de mala fe también es malo en todo lo demás. La mácula se propaga, y el objeto de la agenda 2030 consiste en intentar limpiar la mácula. Y o te suscribes o..., ¿qué?
Visto así empecé a navegar por una de las motivaciones, la que me llamó fue la primera - la de acabar con la pobreza. Me puse a trastear en un papel y..., ¡eureka! He acabado con la pobreza.
Vale, más de uno pensará, ¿otra vez irónico? ¿No habíamos bajado el perfil? ¿Qué significa bajar el perfil entonces?
Efectivamente ni estoy siendo irónico ni he claudicado a la hora de decidir bajar mi perfil para buscar trabajo. No hay incongruencias, ni frivolidades.
Vamos a ver si lo voy exponiendo punto por punto: acabar con la pobreza en el mundo no es un problema técnico, en realidad es un problema social. Es decir, se trata de querer hacerlo, no de no saber cómo hacerlo. Luego muchos mirarán los pines de la agenda 2030 y dirán, "imposible, todos queremos acabar con la pobreza; especialmente los más ricos para mantener su posición". Y sí, no hay letra pequeña: los ricos seguirán siendo cochinamente ricos y la pobreza se eliminará - pero antes se debe resolver el trilema mediante un replanteamiento básico de conceptos.
La democracia autoriza al reparto, el reparto autoriza al estado y el estado autoriza a la democracia.
Si se saben encontrar las fuerzas que se retroalimentan todo es más fácil; si partimos de meterle la mácula a alguna parte entonces todo se va al traste:
La socialdemocracia y las corporaciones contradicen a la banca, la socialdemocracia y la banca contradicen a las corporaciones, las corporaciones y la banca contradicen a la socialdemocracia (la trinidad imposible que aparece en la Wikipedia).
Lo anterior, en su engaño, se mezcla con la idea de que no es posible la democracia sin los partidos políticos que gobiernen los estados - por lo que la socialdemocracia se liga con la democracia como si fueran conceptos inseparables. Filosofía cochina, impura, falsa...
Pero claro, ¿solo anulando la trinidad imposible acabamos con la pobreza? Sería gracioso. Hace falta jugar también con un poco de matemáticas. Es decir, ¿qué detalles técnicos incorporamos para fomentar el reparto? ¿De qué manera vivir en un entorno donde hay un buen reparto llevará a legitimar las acciones del estado?
En la parte que se refiere al entendimiento de la relación entre el estado y el pueblo tenemos a dos pensadores: Ibn Jaldún y Engels. En la confrontación que hay entre la idea assabiya del primero con el de familia del segundo tenemos la comprensión de cómo se legitima la acción del estado. No hay que olvidar que Stalin no pudo evolucionar su idea teórica de imperio más allá de cómo lo constituyó Isabel la católica; pero antes de Isabel, el sevillano Ibn Jaldún ya desarrolló una teoría al respecto. La internacional comunista no podría consolidarse con una apreciación suficientemente válida si no cuestionaba según qué pilares.
De la misma manera, ¿qué pasa con la ética del trabajo? ¿Acaso no conforma un trilema con la ética del soldado y la ética del fiscal? Cada ciudadano, en su libertad, tendrá dos opciones: ir a lo que más le llene o pasar a la acción. El soldado pasa a la acción, mientras que el trabajador preferirá actuar a más largo plazo; el que fiscaliza se vale de ambas disciplinas y, como todo buen asno, no comerá de un solo plato en exclusividad - aunque se muera de hambre por ello.
Nada de eso se plantea cuando hay debate sobre política, a pesar de que son temas antiguos..., muy antiguos. Harto conocidos. Y es que la filosofía es pesada, molesta..., no sirve de mucho.
La cosa es que las matemáticas que se usen para acabar con la pobreza deben ser capaces de abordar una buena simulación del estado en el que se encuentre el propio estado, de sus valoraciones éticas y lo que necesitan en cada momento: no se puede acabar con la pobreza material arrebatándoles la educación necesaria para que reclamen lo que les corresponda como individuos.
Así que reconozco en mi simulador una idea inicial: hay bienes inmateriales producidos por el intelecto mismo (como la enseñanza), así como hay bienes inmateriales que exigen un manejo material (como la medicina) y hay bienes materiales (como una fruta). De la transformación de un tipo de bien a otro obtenemos un trabajo, como no se puede hacer más material lo que es inmaterial deduciremos que solo hay 6 sectores laborales (00, 10, 11, 20, 21, 22). Para cada sector cada individuo tendrá desarrollada una maestría: Partimos de 3 por defecto, +2 si tiene la aptitud, -1 si no tiene la actitud, +1 si es excepcional y -1 si posee máculas. El resultado es un número entre 0 y 5. Esta nomenclatura reconoce 6 elevado a la sexta (46656) tipos de perfiles profesionales: se puede ver como un vector de 6 dimensiones, donde cada dimensión es el sector profesional acordado.
En definitiva, solo resta conformar por distritos cuántos individuos hay de cada sector: media, mediana y moda. La teoría es la siguiente: los distritos que estén faltos de algún sector no serán capaces de salir de una situación de crisis. Es decir, ¿quiénes son los que nos libran de los incidentes masivos? ¿Quiénes son los responsables de los terremotos, las epidemias, inundaciones...? Salir de esas situaciones está ligado con acabar con la pobreza. Si se responsabiliza al individuo a través de la resiliencia se sociopatiza a la sociedad, y el estado pierde su uso autoritario: la asabiya desaparece, y volvemos al trilema.
Cuando hay una situación de crisis toda la sociedad debe hacerse responsable, y nunca hay que cargar sobre cada individuo. Es el rol que se le atribuye a cada uno lo que le corresponde, la ética que le toque: el soldado pasará a la acción para apagar el incendio, el periodista anotará cuanto sucede para fiscalizar lo ocurrido y el civil intentará pensar a largo plazo. Reclamar un mismo patrón para los tres es el error.
Dibujamos en el mapa cada vector por sectores, los que se calculen. Sacamos diferencias y dividimos por la distancia entre tales distritos. Ya está: esas son todas las matemáticas. No exige superordenadores, no exige grandes compromisos, no exige mucha recopilación de cálculos..., nada de nada. Una simple puñetera resta seguida de una división. Nada más. Las cuatro reglas, y la pobreza desaparece.
Desde el distrito 1 vemos que se escapan por el sector 02 tres estrellas y cuarto hacia el distrito 2, mientras que viene media estrella del mismo sector desde el distrito 3 ¿Cuáles deben ser las conclusiones? También considero que es sencillo entenderlo: ¿recomendar a los del sector 02 vivir en el distrito 3 o en el distrito 2? ¿Con qué fuerza de convicción? La cosa es que invertir en esos desplazamientos para luego comprobar los efectos que se produce en la macroeconomía no es pseudociencia, forma parte de los movimientos que necesita cualquier computador para ir adaptando la planificación económica a los resultados del país.
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Así que aquí estoy yo: ¿tiene algún mérito descubrir estos cálculos? Consiste primero en crear un modelo económico simplificado para luego testearlo. Es como lo que se suele hacer en deep learning: se crea un modelo y luego se entrena. No hay misterio. No hace falta una supertecnología... Y los datos puede que sean todos públicos, no sé.
En principio muchos podrían pesar que se trata como el Quadratic Assignment Problem, que ya publiqué en medium.com en mi usuario un modelo que funciona bien y rápido - basado en el ideal de Noether que implemento para satisfacer fórmulas bien formadas de la lógica. Pero no, los problemas que tienen las empresas para desarrollarse son millones de veces más complejos que el problema de la pobreza. Se gastan muchos recursos para que una empresa que es rica sea más rica todavía, pero no se gasta, ni aun con la agenda 2030, ni un euro en acabar con la pobreza. Todo lo más llenarlo todo de propaganda, portales gratuitos que ayudan a encontrar empleo..., y cosas así. Pero que nadie toque el modelo. Porque, claro..., el modelo no es lo que falla..., ¿verdad?
Mi idea de bajar el perfil consiste en no preocuparme por resolver cosas que no me van a servir para nada: como la pobreza en el mundo ¿Voy a ser alguna vez político o ministro? No. Pues a otra cosa. Eso no me va a dar de comer, ni nadie me lo va a agradecer, ni nadie va a aprovechar mis fórmulas..., nada de nada. Bajar el perfil significa que buscaré un framework, me adaptaré a él y presentaré a las empresas proyectos que yo haya hecho para demostrarles que puedo adaptarme a esos esquemas. Todos esos modelos teóricos que presento a muy largo plazo son cosas impresionantes, pero mi experiencia me dice que no sirven para entrar en contacto ni para la primera entrevista - por muy increibles que sean los modelos y lo bien que funcionen. Precisamente porque son muy increibles y lo bien que funcionan puede ser considerado un casual irrepetible, o propio de gente con la que no se puede trabajar.
Así que vuelvo a buscar bajar el nivel..., y no os preocupéis: no intentaré resolver el problema de la pobreza de nuevo.