No todo el mundo vale para ser soldado: hace falta una actitud especial, que te haga una persona más fuerte. Pasa como con los materiales: algunos son más flexibles que otros, algunos tienen más capacidad para ser amoldados según las espectativas del imperio. Y los que no aguantan se rompen.
El imperio tiene unas espectativas morales, y éstas son usadas para mantener cohesionado a la patria. Las únicas espectativas morales aceptables deberían de ser las que sean aprobadas por todos los estados de manera libre, como lo fue la carta a las Naciones Unidas de los Derechos Humanos. Otras perspectivas morales suelen incorporar perspectivas demasiado restrictivas, y podría infundir el miedo sobre los habitantes.
Hay muchos liberales y muchos socialistas que suelen abogar contra la carta de los Derechos Humanos, sin embargo desde un punto de vista formal, y con todos los años que vengo defendiendo el mismo discurso y retando a todo el que se preste, no he visto ni un alma documentada con capacidad de hacer frente a esa carta. Esa lista de derechos se convierten en el resultado de la reminiscencia por parte de las personas a la hora de definir lo que es un ser humano, lo que significa ser persona humana. Es una conclusión existencialista y que, por tanto, exige una refutación bien documentada.
Así que podemos tener una perspectiva reconocible y ampliable, así como falsacionable como siempre, que nos permita constituir una moralidad que ayude a conformar el marco a través del cual generar el modelo ético, el código deóntico humano. Y en eso consiste educar: en ayudar a que el niño cree su propio modelo ético y desarrolle su propia vocación.
Hay dos tipos de niños, o incluso se podría volver a clasificar de más maneras - pero empezaremos por aquí. Los niños que desarrollan el lado derecho y los que desarrollan el lado izquierdo. Se nos ha insistido en que la dominancia lateral es una farsa, sin embargo la teoría aborda también las excepciones. Lo importante es la capacidad que se tiene para adelantarse al fracaso escolar.
Hay dos formas de transmitir un mismo concepto, cogiendo la inspiración de la dominancia cerebral de Herrmann, se puede empezar desde lo general para luego poner ejemplos o se puede empezar desde los ejemplos para dar a entender cómo funciona lo general. Como ocurre en informática, de arriba a abajo significa lectura de izquierda a derecha, mientras que de abajo a arriba significa lectura de derecha a izquierda. Esto es: los izquierdos analizan más y los derecho sintetizan más; los izquierdos clasifican más y los derechos relacionan más.
En oriente predomina la educación derecha y en occidente la izquierda. Para aprender un lenguaje de ideogramas lo habitual es enseñarlo de manera relacional, diciendo qué palabras usan ese caracter y lo que significa en cada caso. Para enseñar qué es cierto animal se estudia por su clasificación dentro de la rama de especies. En Europa lo más importante de una vaca es que es un rumiante, o un mamífero, mientras que en China lo que importa de la vaca es que muge o da leche. A los niños se les enseña en ocasiones aspectos derechos y en ocasiones aspectos izquierdos, pero hay una cierta predominancia a la hora de dar clases.
Es por ello que las clases deberían de distinguirse entre dos grupos: A y S. El profesor al que le toca dar clase en el grupo A tendrá que enseñar desde lo más general a lo más particular, centrando la clase en definir las cosas según su clasificación. El profesor en la clase S empieza con el carácter práctico de la nueva enseñanza, mostrando cómo resuelve las cosas para que le repliquen los alumnos; así hasta explicar el principio general. No es natural que un profesor obligue a un alumno a entender las cosas de una u otra manera, sólo puede explicarla de la manera que le corresponda en su grupo.
Si un alumno no consigue avanzar en un grupo puede que la culpa sea de la manera de pensar y se le invitará a cambiar de grupo. Si un alumno avanza demasiado rápido en un grupo puede que le suponga un reto más interesante cambiar de grupo antes de considerar el que avance antes de tiempo en el curso.
Yo interpreto que cada alumno que sea capaz de abordar sus debilidades para consolidarlas como puntos fuertes lo que está desarrollando realmente es una disciplina militar, y eso es algo que sólo el alumno debe decidir hacer si quiere; así como cuando parece corresponderle el avanzar de curso antes de lo normal, debería ser el alumno el que decida y el que obligue a que se genere ese cambio. Ni los profesores ni los padres están legitimados para ponerle límites al alumno, por muy pequeño que sea: el sistema educativo debe reconocer el liderazgo del alumno frente al del mundo académico y a la patria potestad, de la misma manera que hay competencias que sólo el mundo académico puede adoptar, así como los de la genuina patria potestad.
Atentar contra estos principios podría suponer un trauma para el alumno: si éste ha nacido con una capacidad militar para ir contra lo normal entonces se debería satisfacer sus exigencias, de lo contrario lo hará igualmente oficiosamente - lo cual es terriblemente ineficiente.