viernes, 15 de octubre de 2021

Función poética. El poder de las palabras

Ya comenté en este blog, en la entrada de la construcción del artista, los postulados en los que me baso para conformar una función poética. Aunque la construcción de la VOZ no queda reflejada. Lo convincente algunos lo llaman ilusión - pero no, eso no es suficiente.

Meditemos un poco ¿Existen herramientas informáticas que nos ayuden a calcular la función poética en las palabras? ¿Qué haces? ¡No te habrás puesto a pensar! He dicho..., meditemos. La voz las máquinas la calculan mediante n-gramas. Es decir, una máquina es capaz de adivinar con una enorme precisión quién es autor de cada cosa. Sin embargo, un verdadero genio de la escritura también es capaz de imitar ese mismo cálculo y adaptarse para parecer dos personas al escribir.

¿Qué es la voz? ¿Acaso la voz se puede construir sin poesía? ¿Acaso la máquina puede calcular la poesía de las palabras? Y lo vemos en las ironías, lo vemos en los cálculos de las polarizaciones políticas..., la máquina hace cosas parecidas - pero no tiene suficiente precisión por el momento. La máquina, oficialmente, no sabe posicionarse en una conversación.

La máquina puede calcular millones de veces mejor cualquier cálculo humano, puede imitar millones de veces mejor la manera de escribir, puede recordar millones de veces mejor ideas sucedidas, puede percibir en una foto millones de veces mejor el pixelado y sus colores... Pero oficialmente, teniendo tanto poder, no puede posicionarse porque no tiene VOZ.

Y la voz no es la ilusión. Bien alguno podría decir que es la consciencia..., no me molestaría reubicar mis definiciones bajo esos postulados. Pero la voz igual que no es algo tan genérico como la consciencia, ni tan específico como la ilusión, al final ocupa un lugar muy concreto dentro de los órganos que necesita nuestra lingüística. La voz es la que elige el género literario y lo desarrolla, la que le da fuerza a los significantes para que sean meméticos - y traspasarlos al logos. Que sean palabras, tal como solemos llamarlas.

La voz es la capacidad que tiene la criatura animal sintiente de darle función poética a los significantes. Y es un término que no se menciona en los tratados de semiótica ¿POR QUÉ? ¿Acaso es un problema literario? ¿Acaso es un término demasiado abstracto? Quizá sea yo el que no haya investigado y no esté suficientemente bien documentado. Seguiré leyendo, indagando, documentándome... Me siento como un niño pequeño cuando leo esos documentos escritos por filólogos para estudiar los signos, la pragmática..., son herramientas muy útiles, muy bien pensadas para ser aprovechadas para los ingenieros. Aunque siempre enfocadas en el sentido de la corrección, la completitud de los hechos..., nunca centrados en reconocer términos técnicos que ayuden a la eficiencia. En ese sentido los trabajos que he leído me han sabido a poco, esas teorías se quedan cojas para explicar lo que muchos de los informáticos consideramos que es la consciencia - o al menos entre los que hemos criticado la habitación china.

La ilusión por sí misma nos lleva a un abismo de posibilidades. Necesita trabajar con las escaleras de una buena justificación apoyado sobre una realidad pragmática. Sin embargo, toda escalera necesita al menos dos apoyos; la pared en la que sostiene su verticalidad es el escenario que hemos elegido como punto de partida. Ahora describe esos cuatro aspectos y tendrás una buena escalera apoyada con un punto de partida y un destino.

Es algo que se lo habré dicho de facto a actores como consejo tonto que pueda darles a la hora de actuar. Y funciona. Técnicamente les daba una técnica muy buena para que mejoren su voz, esa voz que usan a través de sus conversaciones, sus gestos, los iconos que usan... Les decía que tenían que figurarse la relación de tal o cual personaje con otro como se relacionan dos objetos. Tenían que encontrar la comparación, y hacer el ejercicio de la ironía. Ese es el mecanismo que se tiene para mejorar una buena actuación para darle un poder creativo.

Eso mismo que hacía con las personas no puedo programarlo en las máquinas. Porque las máquinas no tienen por objeto saber lo que es la voz. Y hay personas que no tienen una voz. O que la voz que tienen la tienen muy silenciosa. Por eso para construir una voz no puedes basarte exclusivamente en contabilizar cuántos verbos, adjetivos, sus cercanías..., eso no para de estudiarse y no es suficiente. La voz exige incorporar las polarizaciones, los bandos, las ironías..., y tampoco es suficiente. La voz precisa una gran capacidad de cálculo, de uso de la lógica..., pero tampoco nos quedaremos aquí. La voz exige menos que la idea de consciencia inteligente que le atribuimos al ser humano. Pero, al mismo tiempo, es un ejercicio fundamental el poder desarrollar antes de ir con según qué pretensiones. 

Es posible tener voz y no ser consciente. Si eres una criatura consciente tu voz sonará tan silenciosa como probablemente inocua; porque la voz es un mensaje que va a contracorriente. Cuando todos claman con la misma voz no se oye nada. Dicen que la tienen, pero técnicamente es como si sólo hubiera una única voz para varias criaturas conscientes - como si hubiera una única consciencia, un único pensamiento ¿De qué eres consciente si es otro el que decide por ti?

Entonces llega el artista y clama con su voz con un sonido discrepante, con unos actos que te hieren la vista, te trasgreden. La trasgresión es el acto por el cual vemos una voz que es diferente. Algo que nos invita a imitar ese sonido, ese signo emic. Y ocurre algo mágico: cuando hay dos voces siempre existe una tercera que nadie ha invitado, el tercer hombre ¿Alguien le va a negar a Kurt Cobain un estilo propio al intentar transformar lo que conocía con el heavy?

La función poética no es un mero recurso literario. No se puede mezclar con los trucos de los que se sirve el literato para hacer poesía. La función poética es la base y fundamento para ponerle mensaje a una obra y que ésta sea artística.

Cuando cogemos la obra de Shakespeare observamos que sólo son obras de teatro. No hay una descripción de las escenas, más que una guía. No hay una descripción de las actuaciones, más que una guía. No hay una descripción de los montajes, el escenario, la música..., más que una guía. El guión de una película no incorpora todo lo que el director le debe añadir. Porque si no se lo añade no hay película. Sin embargo, a pesar de ser obras de teatro, montajes, arte a medias..., Shakespeare se ha ganado un reconocimiento - no por motivos condescendientes o por puro nacionalismo, sino porque la obra está llena de una poesía y función poética que facilita las actuaciones. Existe una voz. Y es terriblemente potente. En una obra de teatro sólo hay sitio para constituir una voz para que la obra tenga pies y cabeza.

Es muy fácil representar cualquier clase de obra constituida de un argumento. La clave está en que ese argumento sea típico, reconocible. Pero para que tenga voz hay que romper el esquema arquetípico y colocar unas escaleras para cambiar el tono de lo convencional. Si el estereotipo no permite colocar escalera alguna es porque en realidad no había base ni interés para desarrollar temática alguna. Pero si era interesante es porque cada cual ve distintos puntos de apoyo, y lo justificará a su manera subiendo hacia distintos lugares desde los puntos de partida que ofrezca ese escenario.

¡Hay tantas maneras de crear y no lo he visto reflejado! Y la razón por la cual no es fácil de encontrar todo esto en los tratados de semiótica supongo que es porque no se entiende que hay un juicio analítico dentro de los significantes: los significantes tienen eficiencia. Es decir, existen porque los necesitamos para sobrevivir. Y en ocasiones engañamos a la naturaleza aprovechando ese instinto. Pero si no reconocemos la eficiencia en los significantes, a partir de su función dentro de nuestra memoria, entonces todo tratado de semiótica (a mi juicio) se queda incompleto.

La eficiencia del significante es su belleza, su estética. Es la razón por la cual tiene resonancia en nosotros. Lo eficiente es memético. Lo que es necesario para entender todo lo demás es porque es analogable, porque podemos usarlo para hacer comparaciones y mejorar nuestra voz en otros asuntos. Eso es ser eficientes: aprovechar la voz para mejorar la voz. Una grúa levanta a una grúa. Una escalera sube a otra escalera.

Para que las palabras tengan poder necesitan estar bien colocadas eficientemente. Y entiendo el desconcierto del que estudia semiótica, al fin y al cabo Searle desubica la eficiencia del debate de la consciencia. Craso error. Para él una máquina que esté millones de años pensando antes de llegar a una conclusión puede ser consciente. Como si la consciencia fuera un conocimiento trascendente. Pues bien, lo que trasciende a lo correcto es lo que está bien hecho. Lo que trasciende a la completitud es la eficiencia. La consciencia es un modo de indexar lo vivido de manera eficiente. Es decir, la definición pasa por ahí, condición sine qua non. Y la voz es el puente que conecta lo que se anota con lo que se entiende. Del ojo a la biblioteca de la visión hay una escalera. Es como un rayo que interconecta eficientemente conceptos y les pone un rol, y junto a ese rol un orden. Toda voz se rige según mi teoría entre cuatro géneros, y para que grabe sobre el entendimiento tiene que tener una dialéctica, una historia. Una historia bien contada. O la grabación no será posible.

Cuando observamos órganos que no son eficientes con una buena grabación lo normal es prescindir de esos órganos. Evolucionar significa darle más fuerza a lo que funciona mejor. Mejorar la voz. Ser más conscientes. Pensar de manera más eficiente. Darle más poder a los significantes, a las palabras. 

Eso es la función poética.



miércoles, 13 de octubre de 2021

Las peripecias de Merlón. Con Escamas y Viejete.

Merlón acababa de abandonar su mundo, para siempre. Podría volver a él, pero ya nada sería lo mismo. Tras abrirse el puente de la nave, el capitán ya le permite hacer turismo para conocer a los distintos tripulantes. Cada individuo es de un planeta o tiempo diferente, y sólo suelen relacionarse entre sí a través de los simuladores de mundos - donde se transforman en la nostalgia del anfitrión.

Al abrir la primera puerta no había nadie.

- Esa podría ser tu propia estancia Merlón - dijo el capitán por alguna clase de altavoz.

- ¿Me estás viendo? 

- En esta nave desde mi puente se controla todo, no dudes en disfrutar de mi cola..., ahora no te puedo atender. Prueba a hablar con los demás tripulantes.

Efectivamente Merlón no tuvo ningún problema en probar otras puertas ¿Cómo serán los demás tripulantes? Al intentar abrir una de las puertas observó que estaba cerrada, pero automáticamente sonó una especie de timbre desde el interior seguido del encendido de una luz verde. Y la puerta corrediza se abrió con un sonido que envolvía. 

- Espera - dijo desde dentro un anciano realmente cochambroso y decrépito.

Éste se fue acercando desde el interior de una habitación muy oscura muy lentamente. Ciertamente era un humano, como de 130 años como mínimo. Pero podía andar, con un bastón de hierro y prótesis cibernéticas. Según parece, el bastón lo usaba para andar con estilo y guardar el ritmo de sus prótesis; mantenía el equilibrio con sus andares que, por otro lado, parecían artítricas.

- ¿Entras o sales? - le dijo el viejo.

Acto seguido Merlón entró rápidamente con enorme curiosidad, no esperaba encontrar a alguien más viejo que él mismo. Pero cuando observó lo que hizo el anciano poco a poco fue alejándose de la puerta para adentrarse en la oscuridad de la habitación... El anciano se puso a tocar varias veces el botón para que la puerta abriera y cerrara varias veces... Y la puerta "chus", "chas", "chus", "chas"...

- ¡Si es que no me canso! ¡Cómo me gusta el ruidito que hace! ¡Waaa!

Merlón se percató de que había tropezado con algo muy pringoso. Era como un peluche de 30 centímetros escamoso. Por un lado estaba hecho de escamas y, por el otro, era blandito y con forma de tiranosaurus.

- Hola, me llamo Wack - le dijo esa especie de juguete automático.

Merlón dio un salto, y empezó a darle con la pierna para ver si reaccionaba.

- ¡Eh! ¿Qué haces? ¿Así saludáis en vuestro planeta? ¡Qué loco!

- ¿Qué le haces a mi amiguito? - le preguntó el anciano - ¿Te crees que no es de verdad? Se llama Wack.

Merlón todavía no salía de su asombro.

- ¿Qué clase de nombre es Wack?

- No - respondió Wack - ¿qué clase de saludo es ese? Yo te doy mi nombre y tú te pones a criticarme el mío. Así no se hacen las cosas.

- Venga - dijo el anciano - vamos a darle la oportunidad de que lo intente de nuevo.

Merlón dio unos cuantos pasos atrás, respiró y concluyó que debía empezar de cero:

- Hola, me llamo Merlón. En mi mundo era una especie de astrónomo. Pero ahora veo que mi verdadero poder era que podía entenderme con cualquiera sea cual sea su idioma o si es un juguete.

- ¡Pero qué juguete! - dijo Wack - ¿Quién te dijo que los dinasaurios eran grandes? Somos grandes pero en el otro sentido. 

- ¡Venga no os peleéis! - dijo el anciano

- Eso, hagámosle caso al anciano - dijo Merlón.

- ¡Oye! ¿Qué anciano? Tengo nombre. Me llamo Viejete. Y Wack en su mundo se traduce como Escamas.

- No entiendo - dijo Merlón - puedo comunicarme con vosotros y soy consciente de que me habláis en otros idiomas. Pero algunas palabras no se traducen.

- Eso es cosa de la nave - dijo Wack - la nave recoge las ondas sonoras y las distorsiona justo en el último momento para cuando vayan a entrar en nuestro cerebro.

- Es un comecabezas - dijo Viejete.

- No, es un traductor que en realidad no tiene todas las palabras - corrigió Wack.

- ¿Un traductor automático? - pensó Merlón en voz alta... Y se puso a mirar las paredes, y a las esquinas, por si observaba algo fuera de lo habitual. Pero no veía nada en especial.

- Técnicamente no has salido del puente, y nosotros tampoco - explicó Wack - La cola de la nave es como un simulador de la verdadera nave, que es el puente.

- ¿Y qué hacéis en la cola? 

- Principalmente nos pasamos todo el tiempo simulando otros mundos - respondió Viejete.

- ¿Y por qué no lo hacéis desde el puente?

Dicho esto, los dos se rieron..., mientras se iban acomodando en los asientos que daban a unas computadoras. Se veía unos tentempiés en una mesita, además de que toda la estancia estaba habituada para hacer vida. Incluso, bien mirado, los sillones eran como unos retretes bien condicionados. Con muchas funciones.

- Nuestro cuerpo no podría vivir sin hacer algo de ejercicio - explicó Wack - para eso está la cola..., está para usarla...

- ¿Cómo?

- Sí - dijo el Viejete - que disfrutes de nuestra..., cola.

- ¿La de la nave?

- Claro, ¡hay que moverse y relacionarse con otros tripulantes! - decía Wack - si no, ¿para qué crees que existe esta parte de la nave?

- Sois realmente raros ¿Y tú también tienes tu propio habitáculo? ¿Dónde están las camas?

- El pobre no se entera - dijo Wack.

- Vamos a ver - dijo Viejete - dormimos en el puente, la cola es para que nuestros cuerpos no se marchiten. Y los simuladores es para estar en cuerpos mucho más escultóricos y perfectos ¡No es tan difícil!

- Vale, ya voy entendiendo...

- Bueno, voy a por los mandos y así ve desde la pantalla cómo nos manejamos - dijo Wack saltando sobre un cuadro de control.

Al pegar el salto Merlón se sobresaltó al observar al dinosaurio bajo todos los ángulos. Lo cual le dio de pensar, ¿por qué los dinosaurios son nudistas? ¿es porque de todas formas no están adaptados para fabricar su propia ropa?

- ¿Pasa algo? - le preguntó Viejete.

- No sabía que los tiranosaurios tuvieran dos colas.

- ¡Oye! - gritó Wack - eso da malrollo. No mires donde no tienes que mirar.

- No si... - dijo Merlón para ver si suavizaba la cosa - digo que me ha impresionado...

- ¿Im-presionado? - dijo Viejete

- Gratamente el...

- ¿Gra-tamente? - dijo Viejete

- Digo que la cola...

- ¿La- cola? - dijo Viejete 

- ¡Wuaahh! - gritó Merlón - Estáis como una cabra. Voy a seguir visitando más sitios.

- ¿No te irás porque te has ex-citado? - dijo Wack.

- A mí nadie me ha citado... ¿Pero qué digo? ¡Me lo estáis pegando!

- Pues no te pegues tanto a..., su cola - dijo Viejete.

- ¡Qué! ¿Entonces te gusta o no te gusta mi-cola?

- Ciertamente - dijo Merlon mientras se alejaba - esto es como Alicia en el País de las Maravillas pero para adultos.

- Pues me voy a tomar una-cola - dijo Viejete mientras cogía un refresco.

- ¡Eh, no! Que esa es otra de mis-colas.

Quizá eso fue lo último que escuchó antes de darle veinteveces al botón para que se abriera la puerta y en un chas probó a salir corriendo por los corredores de la cola de la nave. Mientras huía los corredores se tornaban como en una espiral infinita lleno de puertas que se perdían para escuchar la voz de Wack.

- ¿Has probado a mirar a lo lejos? Donde hay un camino siempre hay un origen y un destino. Pero donde se pierde el camino siempre es el Pasado o el Futuro del comportamiento que ha tenido alguien. Cada parada es una puerta y la primera es la que marcará tu punto de comienzo. 

- ¡Qué quieres decir! - gritó Merlón.

A lo que respondió Viejete:

- Seguir la senda de lo normal no te garantizará ni que avances ni que retrocedas, sólo que desaparecerás entre la multitud como si fueras un turista de este mundo.

Dicho esto, Merlón se paró en seco, ¿acaso no estaba realmente en el puente de la nave? ¿De qué manera salió del puente sin haberlo hecho? Poco importaba eso ahora. Si seguía en el pasillo entonces seguirían acosándole a sermones. Así que decidió atravesar la puerta más cercana. Y, nada más pulsar el botón, la puerta se abrió sin más..., una bruma se escapó de la oscuridad sin dejar ver del interior absolutamente nada.

- ¡Oh no! - gritó Viejete - ha abierto LA puerta.

- ¿Te refieres a la-puerta?

- Bueno, sí, la-puerta..., entra entra y te abrirán la-puerta... jijiji.

- Eso, eso...

Decididamente, cualquier cosa que encontrara en esa puerta quedaría estanco de esa conversación absurda si entraba, cerraba la puerta y que sea lo que diosquiera...

Así que entró, cerró la puerta y observó en plena oscuridad dos ojos luminosos tremendamente enfadados junto a una respiración muy fuerte...

martes, 12 de octubre de 2021

Dos o tres años atrás

Lo que habría dado por saber lo que sé ahora de semiótica, o cuáles son mis conclusiones sobre las trayectorias de Navier. Pero no tengo que ir a hace 10 años, sólo a hace dos o tres años, y comprobar que todos esos estudios se consolidarían. Ahora no tengo ni la ilusión ni el compromiso, no creo que sea porque la duda ha desaparecido, es más bien porque no hay un verdadero destinatario.

¿Qué valor tiene un conocimiento que sólo podrás compartir mientras hablas con un amigo? Me parece antinatural.

Existe un problema que me queda por consolidar: ¿será cierto que puedo dar con un ejemplo de gamificación que alcance un cierto halo de perfección a la hora de enseñar a un adulto? ¿Puedo realmente aprovechar el potencial del adulto para que aprenda como un niño? Es algo tangible que se podría probar si lo desarrollara como producto final.

Y lo pienso porque es hoy cuando es el día ideal: fiesta, aislado... Tengo las herramientas, y resulta que también los conocimientos. Lo que no sé si tengo es la motivación ¿Cómo se programa una motivación? También lo sé: a través de una historia, mediante una secuencia épica, donde los acontecimientos desemboquen por su lógica hacia una situación pragmáticamente catastrófica, hasta que en la última fase se obra el milagro ilusionante - lo que es motivador.

Para domar la epicidad sólo hay que hacer lo contrario: viajar. Esto es, si hubiera hecho ayer un viaje a otro mundo, de haber tenido una experiencia diferente que me marque el paso hacia una confrontación con nuevas experiencias, que elimine la ansiedad de tener que vivir el día a día sin futuro - obsesionado con el futuro que uno no tiene. Si me hubiera marcado unas vacaciones, al día siguiente tendría la oportunidad de marcarme las fases tal como las calculo en una obra que tiene que transmitir emoción.

Sin embargo, una persona que no se vé a sí misma llevando a cabo algo épico no encontrará la motivación. Debe uno primero construirse el personaje en su cabeza. Y claro, ¿cómo te construyes el personaje en tu cabeza cuando al volver a la realidad sabes que siempre que lo has hecho luego no se ha podido plasmar los resultados en unos juicios que fueran justos?

Por eso, dos o tres años atrás veía la comunidad científica como mezquina; porque los pares me respondían absurdeces. Pero es que ahora no paso ni la primera fase, no tengo ni derecho a que me cuenten absurdeces. La comunidad científica ha alcanzado unos niveles de cinismo que corroboran la idea de que es la idiocracia, el corporativismo, lo que impera. Y no sabemos no sólo lo que nos estaremos perdiendo debido a la mezquindad, sino también a lo que nos exponemos debido al cinismo.

Hace dos o tres años atrás no me habría planteado llevar a las editoriales a los tribunales; que debieran haber leyes para esa clase de comportamientos. No me había planteado que tenían que guardar cárcel, idealmente - que los países pudieran tener tipificados esos comportamientos si realmente fueran civilizados. Hasta entonces pensaba que conque una editorial se comportara con inteligencia ésta obtendría el monopolio de la credibilidad.

Pero me equivocaba: no me paré a pensar. La propaganda es mucho más poderosa de lo que siempre he creído. Cuando todos comen propaganda lo creíble es más propaganda. Hace dos o tres años atrás creía que un journal que fuera sólo propaganda fracasaría, y veo que me equivocaba. Es la propaganda lo que hace que se mantenga en pie y, por tanto, se convierte en una estructura parásita para los países que viven de los contenidos que genera. Ese journal genera toxicidad científica, si hasta ahora es difícil descubrir buenas referencias que hablen de cosas con sentido entonces, cuando la norma es tan cínica, podría pasar que encontraremos artículos 100% ininteligibles para todos sin excepción, que sean referenciados por todos y, al mismo tiempo, que se conviertan en los pilares de lo siguiente que se deba defender - atacando a los que señalen con el dedo al emperador desnudo.

Hace dos o tres años atrás creía que se podía señalar con el dedo la desnudez del emperador, por eso lo intenté: esperé una respuesta por parte de los journals a un señalamiento. Pero el nivel de cinismo ha evolucionado para que los señalamientos no sean posibles. Se han cerrado un poco más en banda, no se han conformado con la disidencia controlada de redes sociales como medium, además han reforzado las instituciones científicas creando la figura de la prepublicación..., y más cosas nuevas que seguirán poniendo para poder evitar señalamientos. Todo un proceso de oscurantismo lleno de burocracias y corporativismo que es fácil de comprobar que existe: la ciencia OBJETIVAMENTE es cada vez menos trasparente. Y eso tiene nombre.

Ese tipo de corrupción tiene nombre. Las sectas se comportan así, imponer una serie de ritos para defender las ideas que defienden los señores de la institución eso es una cosa bien clara... Hablamos de religión. A partir de cierta fecha podríamos decir que la ciencia murió. Es como decir que lo que se enseña en la universidad, en los institutos, en las conferencias..., todo eso es mentira. Hace dos o tres años habría creído que corríamos el riesgo de convertirnos en eso. Ahora me doy cuenta de que ya habíamos pasado el umbral.

Ya había criticado el hecho de que se crearan esas catedrales para los físicos. Ese microscopio gigante que pretende ver cosas muy pequeñas. Un microscopio que, a escala universal, es una mota de polvo igualmente y lo que fundamenta el enorme costo de su creación es precisamente lo grande que es para estudiar el universo. Me pregunto su habrán hecho el cálculo real: ¿se han planteado que por invertir dinero público en esa monstruosidad no se pudo invertir en sanidad o educación? Visto así, se puede vincular con un aumento de la morbilidad en los países que hicieron la inversión y mantienen el proyecto. Esto es como si le diéramos a unos físicos la opción de matar a una muestra significativa de personas sólo para que alcancen un conocimiento que no podemos tasar hasta qué punto nos va a ser interesante o, peor aún, que sólo pueda alcanzarse exclusivamente mediante ese método.

Los utópicos que se sienten tan afines con "saber" la verdad, ¿son conscientes de que ese afán de conocimiento no es más que un acto egoísta? Es posible que la ignorancia sea lo que merecen por no saber merecer el llegar al conocimiento. Es como el que quiere coleccionar libros, pero no tiene las estanterías donde ponerlos o la habitación que ejerza de biblioteca. La cabeza pervertida del ser humano puede que no esté preparada para entender las respuestas a las preguntas que éste cree que son tan importantes.

Lo primero es lo primero.

¿Y qué es lo primero? Siempre me habrán preguntado muchos llegados a este punto. Y remito entonces al test para saber si eres idiota. Porque esto YA se ha estudiado. No es nuevo, y tiene resultados empíricos y conocidos por la ciencia. Así que sí, existe un "primero". Pero esos resultados, al ser objetivos, son exclusivamente materiales: lo primero es la subsistencia, seguridad, luego el desarrollo, después la cultura..., así. Luego hay otra pregunta mucho más trascendental: ¿qué es lo primero, pero trascendentalmente? Y la respuesta ya es: "tener capacidad para darse cuenta de qué es lo más importante, de quiénes defienden lo más importante, de qué es lo más estructuralmente importante para que no lo perdamos todo...", y así. Eso es lo que pasa cuando creamos poderes, capacidad de autogestión y, con ella, la necesidad de ser trasparentes con lo que hacemos, la necesidad de actuar con calidad, en vez de barrer debajo de la alfombra. Los que barren debajo de la alfombra son el problema.

Hace dos o tres años me habría conformado con saber lo que sé hoy. Pero me da la impresión de que con la ignorancia de hace dos o tres años al menos habría seguido investigando con ganas. Habría seguido trabajando.



domingo, 10 de octubre de 2021

La mejor propaganda liberal: que funcione

A quien le va bien dice que funciona ¿A cuántos les va bien? A menos del 1% El resto se mata a trabajar, y hay un 51% en España que ni de coña llega a lo mínimo. Podemos estudiar las rentas en todo el mundo y no vemos que en la mayoría de los países del mundo el liberalismo les funcione a la mayoría de las personas. Lo que veo es que genera pobreza, y mediante las guerras además se someten a las personas para que se sigan esos esquemas socialdemócratas - que es lo máximo liberal que pueden ser los países.

El país más liberal que hay podría ser EEUU, pero no se puede llevar un imperio sin defender unos preceptos morales comunes - una idea de paz social de la patria, lo que significa ser de ese país - sus costumbres. Y claro, ¿y si la moralidad consistiera en ignorar a quien no tiene, al enfermo, al necesitado, al discapacitado...? Entonces nadie se encargaría de esa gente, porque esa moral no existiría.

No, el liberal dice: ya se encargará alguien, pero que nadie me obligue. No existe el problema, sólo los plastas. 

Así no se monta un imperio. No a día de hoy. Incluso los romanos tuvieron que introducir aspectos de seguridad social, y los cristianos pudieron poner en jaque su economía porque ellos habían mejorado esos aspectos de seguridad social. Es decir, revolucionar es fácil cuando la propuesta económica es mejor: el anarcoliberalismo es una utopía anacrónica infumable e impracticable, porque espera que "otros se encarguen". Cuando la política consiste en tirar la basura y olvidarse de ella tenemos un deshecho de política, no sirve para debatir.

El liberalismo español, en su nacimiento, era conservadurismo de derechas en oposición a la monarquía - nada más. Era la defensa del cristianismo y el trabajo burgués. Se defendían los proyectos personales, pero no a la aristocracia. La idea de que nadie era propiedad de nadie, la nación, por tanto, no lo sería tampoco. Pero la mentalidad de entonces era de una moralidad cristiana, y no había una idea de que los trabajadores puedan ser explotados. Supongo que eran los errores de la época. Al menos en la época también había una estructura fuertemente patriarcal marcada por los roles de género, y la ley no reflejaba tales roles - que son los que se imponen a las personas por haber nacido con un sexo en concreto. De hecho, se puede decir que el liberalismo español condenaba la discriminación. Es decir, era un ataque al conservadurismo rancio e irracional.

Lo que me parece llamativo es cómo no hay intención de reconocer lo que aportó cada época en cada país. Cómo en ocasiones se avanzaba hacia una paz social, y en ocasiones el país tendía a aterrorizar a sus gentes. Con los años podemos decir que si el Pueblo tiene más sensación de control sobre las decisiones que se toman en el país entonces diremos que la participación será más real: es el mejor baremo para determinar si estamos o no ante una democracia. Quien lo niegue..., le da patadas a la lógica.

Porque hay quien querrá baremar la democracia de manera orgánica, según sus métricas personales - o citando a gente muerta. Pero una métrica que no sea más que un juicio analítico del término sólo es rebatible valiéndonos de la lógica. Si nos meten una órgánica en específico, ¿cómo justificar que lo suyo no es un juicio sintético? Ellos tienen la carga de la prueba, y si no la superan entonces estamos ante personajes que sustituyen su propaganda por afirmaciones. Y eso no es bueno.

Lo vemos en las redes sociales, como lo vemos en la calle, cuando aparecen personas que te juzgan por lo que tienes o consigues. Pero la verdad es que es muy difícil saber exactamente qué clase de vida tiene cada cuál y cómo le afecta a su psicología.

Por ejemplo mi caso: 

¿Cómo debe sentirse una persona que ha conseguido (o así lo piensa él) lo más asombroso sin obtener ninguna clase de reconocimiento, ni en lo más personal? Parecería que cualquier proyecto que lleve a cabo sería frustrado por los azares y la mezquindad 

¿Cómo debe sentirse una persona que fue vejada en la universidad tras la prevaricación de un juez que no quiso encarcelar a los profesores aun siendo tremendamente peligrosos? Parecería que en cuanto un fan se te eche encima la culpa será del objeto de envidias, el juez se sentirá afín con el criminal.

¿Cómo debe sentirse una persona que ha sido testigo de cómo fallan absolutamente todos los eslabones del poder ejecutivo hasta llegar al Tribunal de Estrasburgo con la desidia de un juez cuya interpretación también es prevaricadora? Parecería que la orgánica no responde a ninguna clase de feedback, y que quienes ocupan despachos es para cobrar por estar ahí.

De ahí preguntas de cómo puede sentirse una persona así. Ahora vamos a la estructura de la persona, para entender mi perfil sólo hay que darse cuenta de que: todos los días sin excepción abro el kiosko antes de las 9 y lo cierro después de las 20. No tengo casa propia, ni relaciones comunitarias, he pasado los cuarenta y no tengo espectativas de futuro ni empresarial ni laboral. Sin ir más lejos, gano más vendiendo prensa en dos días que tras divulgar mi tecnología punta (que aporta miles de euros en beneficios por sujeto de diferencia) al mes. El periódico se lo venderé a no más de cinco personas en esos dos días, pero mi tecnología a lo largo del mes habrá inspirado de decenas - para que la usen probablemente toda su vida. Cuando las noticias se olvidan de un día para otro.

¿Funciona realmente el liberalismo? ¿No necesitamos que los estados se protejan de los oportunistas? ¿Por qué no lo llaman oportunismo? Quizá porque suena como es: antimeritocrático.

El asunto es que no se puede dar consejos a quien vive más. Si me paso por África y veo a una familia que ha perdido su casa por culpa de una guerra que le convino a la OTAN para justificar el petrodólar entonces, ¿qué consejo voy a darles? ¿He perdido yo mi día a día? ¿He vivido lo que ellos? Quizá se espera que los que están a punto de ser desahuciados del mundo social sean los que tengan la obligación a quejarse - pero eso no funciona así, en eso Marx también se equivocaba, junto con los liberales.

Existe una revolución que queda por llegar: la de los indigentes, los parias. Ese proletariado es posible que se levante, pero centrar la atención en el proletariado fue el error de Marx. Para levantar al señor proletario hay que centrarse en el discurso del líder, justo en la diálectica de estado (en lo que criticaba Gustavo Bueno precisamente). Pero no para formar una orgánica marrullera y sin sentido (justo lo que defendía Gustavo Bueno precisamente), sino para volver a centrar el objetivo de la revolución en las razones que la impulsan. Pero eso mismo lo intenté con un partido político..., y nos salió rana el dirigente (otra vez).

¡Y cuando llego a este punto me entran unas náuseas! No escuchan, se creen superlistos, fingen que lo han hecho bien..., se repiten los mismos errores. Siempre lo he dicho: la fórmula es la condena, si no se condena no hay manera de salir del bucle.

El proletariado debe condenar a quien condena el líder, y el líder debe condenar a los anteriores para pasar página - ellos no lo consiguieron porque eran unos insolventes, unos corruptos, o por lo que sea - pero si no tiene razón entonces ese líder nuevo es el condenable. La culpa no puede ser de las masas que no apoyan cuando el movimiento se debe basar en la lógica pura, el completo egoísmo. Si no se entiende algo así es imposible comprender que la revolución es el resultado de demostrar que nuestros preceptos morales exigen incorporar una serie de nuevos juicios analíticos - y absolutamente nadie puede decirnos cómo debemos pensar, porque eso es contrario a lo que es un juicio analítico. Por eso son condenables los anteriores.

Pero constantemente vemos lo de siempre..., la reacción que nos devuelve al estado anterior. Es una suerte que alguien como yo esté aislado: he acumulado mucha experiencia por el camino, muchas fórmulas. Y ahora mismo puede que no tenga ganas de programar nada, o de estudiar..., pero en un margen de 24 horas hay tiempo suficiente como para darle la vuelta a absolutamente todo.

Muchos me lo echarán en cara, pero le estoy dando mucho margen de varios días antes de decidir hacer otro giro de 24 horas. Puede que pasen semanas sin parecer que hago nada... Pero, y me lo dice la experiencia, lo mismo hoy me pongo y en una mañana... En una mañana hago algo intasable, de nuevo.

Por eso sé que conmigo el liberalismo no funciona: mientras exista gente como yo quedará latente la necesidad de crear verdaderos compromisos con los colectivos, y que sean muy vinculantes y trasparentes.


Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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