sábado, 26 de marzo de 2022

La película más terrorífica

Nunca había visto una película que me pusiera los pelos más de punta. Recuerdo haber visto Saw con asco..., pero esta me hacía daño hasta las automutilaciones (cuando no era una Snap movie). 

Se trata de "Perdida", protagonizada por Ben Afleck en 2014. No sé qué clase de perturbado escribiría la novela, pero la historia me puso los pelos como escarpias. Esa película me recordó porqué decidí alejarme de cualquier forma de vida con doble gen X.

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Ahora que estoy publicando parte de mi tecnología podría ser interesante el crear un evaluador de remates. El mecanismo será muy rudimentario, pero tengo una teoría bastante bien consolidada. Para empezar ya tengo previsto unificar exclusivamente la teoría del gen único con la de los 8 pronombres y casarlas con Campbell y Propp de manera expresa, para reescribir las conclusiones de uno u otro con la nueva notación.

De la misma manera, considerando que una secuencia completa según mi teoría se produce cuando se cumplan los 8 pronombres, dos secuencias completas podrían formar parte de una misma historia - algo que no es capaz de decirnos ni la teoría de los 8 pronombres, ni el del género único (ni tampoco la tercera teoría que tengo en el tintero y que uso para evocar los sentimientos dentro de su orden natural). Propp encontró 8 casos en los que las secuencias completas no conforman dos historias diferentes. Según mi sospecha considero que no son 8 casos, son 12; porque cada caso representa un invariante a partir de cómo se interpretan los números. Si interpretamos los elementos de la cultura griega: fuego 4 secuencias, tierra 3 secuencias, agua 2 secuencias y aire 1 secuencia que pueda evocar a los otros tres elementos. Por eso, cuando hay 4 secuencias (o más) la estructura recordará a una serie (como de televisión); lo que hace, técnicamente, una única historia, aunque cada capítulo sea independiente al anterior, porque la historia de que se mantiene es la historia de sus héroes (estas valoraciones no las comparte Propp). De la misma manera, cuando hay 3 secuencias puede recordar a una trilogía. En ocasiones la trilogía no se da, sino que funciona como si fuera una secuencia de 4, pero con uno de menos. Las secuencias de 2 son más fáciles de comprender, pues se basan en la analogía, la complementariedad o la similitud. Mientras que las secuencias de 1 se basan en el elemento faltante: una historia que parece como rota compuesta de incompletitudes de múltiples secuencias. Es en este punto donde se encuentran los popurríes, las excepciones, etc...

Una vez reconocida la teoría completa no es tan difícil enumerar todas las funciones del lenguaje. Considerando que son compartidas en todos los géneros, aunque para cada género la función se expresa de manera diferente - con distintas emociones. Es en este punto donde puede entrar un buen estudio sobre la semiótica: sospecho que las mismas palabras se comparten, pero que los n-gramas son muy diferentes. Y es que es ahí donde se encuentran los remates: en la discrepancia existente entre n-gramas.

Es decir, cuando tenemos varios n-gramas que nos reconoce unas funciones de lenguaje que nos induzca un género literario y éstos discrepen con otros m-gramas lo que tenemos es que si n<m y el orden de m es más estable lo que tenemos es un remate (chiste, ironía, sensación muy fuerte, algo que activa la amígdala para infundir una reacción que de no poder interpretarse inducirá miedo); pero si el orden n es el más estable entonces tenemos unas funciones mal interpretadas, y hay que usar el orden de los m-gramas. En el segundo caso se podría decir que la máquina "no lo ha pillado".

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Después de haber dormido tan bien esta noche, he conseguido reconciliarme psicológicamente de alguna manera con algunas mujeres con las que estuve a punto de relacionarme en el pasado - por alguna razón mis ex's no se me cruzaron por la mente. Mujeres que desconfiaban por si yo fuera un violador, o que no se acercaban debido a una enorme consistencia moral que les impedía relacionarse conmigo.

Era cuestión de fijarse cómo las personas que más se codearon conmigo son las mismas que jamás volverían a entablar conmigo ninguna clase de relación. Por alguna razón he generado una enorme atracción a las personas más tóxicas. Y sé que la principal culpa la han tenido los jueces de lo penal de este país: si hubiera tenido una cobertura legal compatible con la defensa de los derechos más fundamentales entonces habría tenido derecho a una vida más normal, sociable y, por ende, mis publicaciones habrían podido estar acompañadas de un título académico.

Por más que lo pienso, más allá del facherío que es común en todos los jueces españoles, el verdadero problema (incluso, digo, que más allá de que para ser juez haya que pagar muchísimo dinero en un curso demasiado costoso en todos los sentidos - como para acabar defendiendo sectariamente la hermenéutica que emane de él) es que no podemos denunciar al colegio de abogados (o arquitectos, o ingenieros, etc) de manera que todos los profesionales se hagan responsables de manera solidaria (o que el presidente asuma subsidiariamente la total responsabilidad si éste recibe la denuncia de sus socios) por frivolizar de manera tan grave con el propio puesto.

Y es que es posible hablar de un código deóntico del que jamás podría desprenderse un profesional, y éste es justo el que atenta contra los preceptos que le son inherentes al consumidor de sus propuctos. 

Ayer mismo estuve viendo con estupor un vídeo de una abogada que intentaba argumentar cómo la prostitución era un trabajo más. Bien puedo comprender que no tengamos lenguaje (o quizá sí) para abolicionar la prostitución, pero de ahí a ningunear el contingente que presenta una abolicionista me parece que es completamente inapropiado. Los abolicionistas sostienen que quien se prostituye está poniendo en un contrato algo de lo que no puede desprenderse; y es que se trata de comprender justo eso: cuándo el capital tiene derecho a poner en valor qué cosas. Es un debate viejo, el debate más viejo de la historia..., porque está vinculado con el trabajo más antiguo. No tiene sentido hacerse los sorprendidos.

El enfoque más profundo de la "prostitución" bien podría ser no una película erótica, sino una película de miedo - o dramática. Bien podría ser que algunas personas no han querido comprender que estos temas no pueden tomárselo a chiste; será que no comprenden la profundidad de la historia, y por eso no empatizan con quienes se sienten obligadas a abrirse de piernas.

Recuerdo cómo esa abogada decía que todas las prostitutas siempre tendrían la oportunidad de hacer cualquier otra cosa. Ese discurso ya lo he escuchado antes... ¡Cómo les gusta vivir con un lenguaje donde se ven tantas oportunidades! Es el lenguaje oculto que arrastra a negar el hecho de que España es uno de los países con más miseria. Pero les encanta pensar que quien se prostituye es porque quiere.

Desde mi posición, por supuesto, no voy a defender que debería de denunciarse a esa abogada por pensar así: por faltar a una capacidad de diálogo tolerante con una lógica modal que permita plantearse los contingentes y evadirse de las afirmaciones que son necesariamente de una única manera. Creo que esa acusación está muy por delante de lo que esperamos de un abogado. Tendrán que pasar muchas décadas, siglos quizá, antes de que podamos ver este tipo de reclamaciones tipificado en una democracia.

Reclamaciones que también sería reclamable sobre arquitectos, ingenieros, etc...

Sin embargo, hoy día nos ha tocado vivir dentro de los esquemas paratecnológicos de la lógica con la que estamos habituados. Dentro de la ideología de cada uno hay que esperar alguna clase de extraña propaganda que defienda intereses que, aunque están completamente fuera del diálogo, van a ser sostenidos debido a una mala interpretación de la libertad de cátedra.

Para cuando los profesionales comprendan la manera de afrontar la lógica modal tal vez puedan observar con más tolerancia muchos de los errores que les ofenden tanto. Los hay que son abolicionistas de más, los hay que son coercitivos de más... Se trata de un problema de profundidad, no se han querido ni plantear un mundo que replantea sus percepciones de lo contingente y lo necesario.

A medida que he estado investigando estos temas he podido comprobar que las distintas neuronas podrían estar siendo disparadas por un modelo exponencial, que su disparador se rige por una Gumbel por tanto, y que mediante un proceso de neuronas espejo la relación entre ellas correspondería con una Fréchet. De esa manera tenemos un estudio max min, pero exigiría el proceso de tolerancia de cada una de las políticas que no piensan como las de uno mismo para que funcione bien. Es decir, la intolerancia seca el cerebro si no me equivoco.

Y eso sí que es una película terrorífica: descubrir que la mayoría de los abogados en España han asumido la tesis de la película "Perdida", donde la mujer es un ser de luz; donde se hace impensable que pueda urdir un montaje que se cuele en los entresijos de la lectura que le hacen los abogados a las leyes. Entre esas leyes la figura de esas mujeres se desvanecerá, junto con una capacidad para pensar: acabarán lobotomizados si no me equivoco. Se trata de un proceso de autolobotomización, si mis cálculos no están equivocados. Y ahí metemos a jueces, por supuesto, que habrán perdido la capacidad para mantener un diálogo coherente en un momento dado.

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Yo dormiré bien por las noches, recordaré a esas con las que no me relacioné porque consideraban que era moralmente inaceptable. Entonces algo me dirá que el mundo no está tan perdido, porque en ocasiones el chovinismo juega a favor de las personas. Y conforma una fuerza de choque que obligará a los esperpénticos a tener que explicarse en condiciones, a no poder imponer las cosas sin más. La intolerancia tiene un rostro fácil de identificar, y los instintos más básicos son suficientes como para que se exponga la mala imagen de quien pretende mentir y manipular.


miércoles, 23 de marzo de 2022

Aplicación de inferencia estadística basado en Boole.

martes, 22 de marzo de 2022

Sin problemas de identidad

El problema de la identidad es un tema que es especialmente recurrente en la filosofía de EEUU, sabiendo que sus bases provienen de la filosofía griega. Se trata de un concepto que debe refundarse desde la aparición de los automatismos, la incompletitud aritmética, etc...

La cosa es aparentemente sencilla: ¿qué significa que dos cosas sean idénticas?

El problema de la identidad es la base y el fundamento de cualquier teoría filosófica: si los pilares de la definición de identidad son débiles entonces la construcción filosófica no aguantará demasiado. Por eso, como si estuviéramos en un cálculo de cargas podemos considerar distintos niveles de igualdad. 


Nivel 0. La igualdad que no sostiene ni lo más básico.

De vez en cuando aparecen señores supremacistas. Gente que antepone un grupo social, o etnia, o lo que sea, por encima de los demás o de lo demás. Puede ser algo tan obvio como el racista o el misógino, algo un tanto más sutil como el nacionalista o el alienado chovinista, o puede ser mucho más peculiar como quien se escuda en evidencias que considera conservadoras cuando en realidad precisan de una carga de prueba, como podría ser la creencia en Dios y el problema de los maximales.

Contra este nivel tenemos dos herramientas: el papel del pacto social de cara a los derechos humanos y una jerga que anula la necesidad de dogmas gracias a la sistematización del conocimiento científico. Es decir, si se puede desarrollar la fusión de las ideas reconociendo sus categorías los maximales se verán reducidos a cenizas.

 

Nivel 1. El barco de Argos.

Nos enseñan una pieza de museo y nos dicen que ese barcos es el legendario Argos. Sin embargo la verdad es que, de ser cierto, todos sus tablones se habrían podrido hace tiempo. Así que el original ha tenido que ser reemplazado al completo por este nuevo Argos..., paulatinamente. Lo mismo pasaría con una persona: todas las células que la constituyen ya murieron desde que fue bautizada por su nombre. Por eso, materialmente podríamos decir que esa persona ya murió, cuando formalmente la designación prevalece. Si llega la policía y preguntan por mí, no vale como respuesta que el sujeto que buscan murió hace años. Pero si vamos al teatro romano de Zaragoza a muchos arqueólogos no les gusta cómo ha sido renovado piedra a piedra ¿Se trata de un tecnicismo estético? Parecería que dos teatros romanos son iguales si son aplicables a ambos las mismas propiedades. Si X es un teatro romano, entonces cualquier cosa que digamos de X, por ejemplo P(X) lo podríamos decir de Y si ambos son idénticos: 

Para todo X, Y: si X = Y entonces P(X) = P(Y)

Kripke criticó la idea de que dos cosas pudieran ser iguales por la sencilla razón de que compartan las mismas propiedades. Esa definición no le valía cuando incorporamos el matiz de las posibilidades. Cuando algo es posible en una cosa se adultera en algunas de sus identidades. Eso se verá mejor con mis formulaciones personales que con lógica modal.

La cosa en sí es que ante la pregunta de si dos cosas son iguales en realidad tenemos dos posibles respuestas: decir que el barco del museo es el Argos y decir que no es el Argos son dos respuestas válidas dependiendo del marco del lenguaje que estemos usando. Es decir, dependiendo de la idea de identidad con la que estemos trabajando podremos decir con certeza absoluta ya sea una cosa como la otra.

Identifico una identidad a la que llamaré vertical cuando afecta a la propia estructura y la identificación misma del objeto a identificar. Cuando dos objetos son idénticos verticalmente debe existir una traza que vincule un objeto singular al que llamaremos inicial, y que desplaza al resto de los objetos estructuralmente. En el caso del Argos existe una identidad vertical, esta es la propiedad del barco. Cuando se creó el Argos y se bautizó (en los términos de Kripke) se le atribuyó un propietario. Esa propiedad pudo haber pasado de mano en mano hasta incluso haberse abandonado en el fondo marino, pero la propiedad dentro del fondo marino no rompe la traza, lo único que puede romper la traza es el olvido (el no poder asociar un objeto con un propietario en la antigüedad). Así, desde ese punto de vista, el que va al museo le interesa saber si la propiedad mantiene unos preceptos de calidad definidos por la traza. O, dicho sea de paso, la definición vertical es un marco axiomático que define qué se entiende por conservar la traza. Es decir, si los arqueólogos consideran que hacerle cierta clase de cosas a las piedras destroza la restauración entonces, por su definición, habrá ruinas que no fueron correctamente restauradas y se habrán olvidado su identidad.

Otra definición de identidad es la que establece un vínculo horizontal. En la identidad horizontal observamos que existe una cópula entre el objeto y una propiedad; la idea es que en otro mundo esa propiedad puede que deje de cumplirse, por lo que el objeto perdería su identidad. En el ejemplo del Argos ese barco se construyó exclusivamente como arma de guerra y de exploración; en el sentido en el que ha dejado de tener esa propiedad que lo justifica, lo que es el sentido de la vida del Argos, abandona su identidad. Si deja de ser un arma y ahora es pieza de museo entonces el Argos ya no es el Argos, es otra cosa.

Por eso, bajo este esquema, en el vínculo horizontal la identidad depende de unas pocas propiedades de identificación para poder decir que otro objeto es el mismo o es diferente. O, por el contrario, tendríamos una identidad vertical que exige establecer unas normas protocolarias sobre qué debe cumplir la traza para que no se sucumba al olvido formal.

 

Nivel 2. El abogado que no quería pagar su formación.

Seguimos en Grecia. Si yo fuera bueno con los nombres citaría al famoso griego al que se le ocurrió la siguiente patraña: decía que si uno de sus pupilos no ganaba un juicio no estaría obligado a pagarle sus clases. Una persona culta lo que entendería es que en realidad solo habría que pagarle para cuando empezara a ejercer de abogado y tuviera dinero; sonaría estúpido encararse contra su maestro diciendo que no piensa pagarle y, al mismo tiempo, vivir de representar a desgraciados que acabarán en el patíbulo o echados de la ciudad.

El matiz hacia donde me dirijo es hacia el problema de identidad: ¿qué significa ser abogado? ¿A qué es igual? Aquí necesitamos considerar que la palabra abogado se convierte en una descripción de lo que pretende ser el oficio: la denominación se acerca a los planteamientos de Russell, no a los de Kripke. En la medida en la que el abogado cumpliera una propiedad de identidad podríamos aseverar que estamos ante alguien que ya es abogado.

El engaño está en creer que cualquier propiedad de identidad (identidad horizontal en mis términos) es válida. El sentido de la vida del abogado no consiste en hacer que su cliente gane juicios, el sentido de la vida del abogado reside en ofrecerle al juez una información de parte bien documentada. En la medida  que el abogado consiga mejorar sus capacidades el juez lo tendrá más cómodo para emitir un juicio justo, este juicio será más eficiente y, por tanto, menos injusto para los afectados y los que pagan el proceso. Enfocar el trabajo del abogado a ser capaz de hipnotizar al juez, engañarlo con triquiñuelas o cosas así..., no permite comprender lo que significa un juicio. Por tanto, a este nivel nos damos cuenta de que la identidad no se puede definir de cualquier manera y en base a cualquier protocolo establecido.

Cuando nos planteamos si cierta persona es buena como abogado tenemos dos maneras de enfocar la identidad de esa persona con la de los buenos abogados: la identidad vertical es la que establece que académicamente consiguió una serie de méritos, y nadie se desprende ni de su pasado ni de su carrera. El médico que fue estudiante de medicina y que ahora quiere ser cirujano siempre fue experto en medicina y se puede identificar lo bueno que es por cómo ha llevado su carrera; no es una cuestión de que el que está siempre pretendiendo ser otra cosa pierda su identidad, porque el que estudia para ser cirujano muy probablemente ya sea médico y la intención no genera ningún olvido formal.

Sin embargo la identidad horizontal es la que se fija en el contexto. Un buen abogado en España no tiene porqué serlo también en China, porque las leyes son diferentes y hay que documentarse como es debido. Ante la pregunta de si alguien es buen abogado nos vemos obligados a tener que preguntar en qué sentido se hace la pregunta. Pues el que hace la pregunta y explica el sentido también nos comunica con precisión qué es lo que entiende por un buen abogado y, al mismo tiempo, su definición puede que se constituya en una falsedad: si cree que un buen abogado es el que le va a librar de ir a la cárcel entonces la respuesta siempre será paradógica en cualquier mundo, porque el abogado no es el que expía las culpas.


Nivel 3. Identidad con los vivos.

Nos salimos de Grecia, y ahora hemos vuelto a este blog. El problema de la referencia fue el punto de partida de los matemáticos a la hora de empezar con los automatismos. Alan Turing en sus ensayos toca el tema de la inteligencia. Como hemos visto en el nivel anterior, no todo es identificable con cualquier cosa de cualquier forma. La identidad se multidefine de muchas maneras y, al mismo tiempo, es un campo minado que no admite cualquier definición. Por eso, si a mí me da por definir la vida y su sentido como me dé la gana no conseguiré que me hagan caso.

Cuando Turing buscó un mecanismo para establecer una identidad entre los vivos y los automatismos le dio un carácter conductista, mientras explicaba que no tenía otra manera de trabajar esos conceptos. El conductismo es otro de los grandes errores de la ciencia: ¿se puede decir que un buen estudiante es resultado de una buena institución académica? Alguien podría vincular lo buenos estudiantes que son un grupo de personas con el mérito de, por ejemplo, sus profesores de primaria. Así, si alguien es buen estudiante es porque fue a una buena escuela.

Pues bien, eso que acabo de decir nos lleva a los errores del nivel anterior: igual que un buen abogado no es el que gana juicios, un buen profesor no es el que genera buenos estudiantes. De hecho, es más bien al contrario, un mal profesor es el que imposibilita que haya buenos estudiantes. Si el estudiante estuviera condicionado por las instituciones en las que esté entonces no existiría un comportamiento vivo en el estudiante, no sería más que una maquinaria. Maquinaria que sería fácil de controlar, algo que sabemos que es al contrario: cuanto peor trabaja el sistema académico más caóticos son los estudiantes, pero cuanto mejor trabaja el sistema académico más estudiantes excepcionales aparecen. En ambos casos son estudiantes que se salen de la norma. Por lo que el enfoque conductista no encaja por ningún lado.

Turing planteó una prueba para establecer la identidad horizontal en base a una conducta: la capacidad para mentir de un humano, si fuera equiparable a la capacidad de mentir de una máquina, entonces el humano sería identificable como la máquina tal como esté programada. Esta idea de engaño es equiparable a otros engaños a los que el ser humano es sometido: de una forma o de otra los calentamientos relativos al dolor, el placer, el picor, etc..., todo lo que juega con la sensación de tener que soportar esos temas se abstrae en una interfaz a la que llamamos consciencia. Si no somos conscientes de un dolor poco importa que los neurorreceptores estén a mil por hora, hay una conexión que se ha roto y esa energía que no genera trabajo ya no molesta.

Leyendo múltiples ensayos he comprobado que es terriblemente sencillo escribir sobre la inteligencia, y el populacho se siente muy agradecido. Pero cuando se toca el tema de la consciencia el nivel de exigencia establece que no se pretenda aportar prácticamente nada para que así se pueda dar por válido el ensayo. La asquerosa humildad de tener que ir diciendo "no sé", "no sabemos"..., y cosas por el estilo. Independientemente de que se tenga luego una formulación increíblemente compleja en lo que se refiere a la inteligencia. La cosa es simple: ¿no se puede identificar al ser inteligente con el ser consciente? ¿Qué propiedad exclusiva tiene uno que excluye al otro?

Cuando hay que explicar el problema de la identidad no es de extrañar que haya que incorporar la idea del yo. Cuando decimos que el yo es construido en la zona prefrontal en base a un conjunto de políticas que vincula la relación que hay entre la zona parietal y la parte inferior con lo que percibe el sujeto lo que estamos haciendo es crear una identidad vertical a partir de una correspondencia funcional de experiencias a lo largo del tiempo.

La identidad vertical desarrolla un invariante que no puede degradarse. Por tanto, y aquí está la esencia de este nivel de identidad, corresponde con un sistema permutativo e invariante con respecto al tiempo. La otra identidad que necesitaremos montar lo haremos en base a una definición horizontal: cuando te dicen "has cambiado, ya no eres lo que eras". En ese tipo de frase tenemos una propiedad conductual al más puro estilo test de Turing que debe funcionar de manera dinámica, dependiente del tiempo. Por tanto, tenemos otra identidad - que es cultural. La identidad memética se define a partir de asignaciones por cómo se ubica el yo en su mundo, es el yo-para sí.

Si solo existiera un yo en sí no habría lugar para percibir el dolor, el placer, etc..., la consciencia exige reconocer el conjunto de significantes cuyo significado no depende de su uso. Esto es, hace falta unos recursos literarios atemporales (invariantes en el tiempo) para establecer los rasgos culturales que fijan los preceptos dinámicos.

Por ejemplo, para elegir unas leyes y redactarlas necesitamos un bagage cultural. Pero para determinar si van a ser equilibrantes y justas no existe proceso de asignación en un momento dado, ni determinación de ninguna clase de marco de trabajo, lo que se usa es un recurso invariante en el tiempo: la idea de equilibrio. Y en cualquier marco o cultura el equilibrio siempre es el mismo.

Cuando vemos a un perro ladrando a otro es hasta posible que los ladridos aprendan a conectarse. De esa manera podrían desarrollar, según mi teoría sobre lingüística, un lenguaje común a partir de sus dolencias, apetencias, placeres, etc... El ser humano tuvo la suerte de sufrir más que el resto de los mamíferos: menstruación monstruosa, embarazos estresantes, partos con dolor..., todo eso propició a que necesitara desarrollar mejor sus abstracciones para compartir cuanto antes la objetividad de su dependencia en aquellos que no sufrían esos problemas, pero que empatizaban con ellas hasta el punto de buscar la manera de protegerlas.

La aparición del mito fue la consolidación del uso del lenguaje: la capacidad innata para identificar dos significantes como suficientemente iguales para designarles un mismo significado dependiente del contexto es lo que creó la capacidad para entender el bautizo de las palabras. Y así el ser humano trascendió al ladrido.


Nivel 4. ¿?

 


lunes, 21 de marzo de 2022

Seguimiento de lingüística

Al llegar la noche aprovecho algunos documentos escritos por filólogos en lo que se refiere a la lingüística. La filología muchos considerarían que se trata "simplemente" en la interpretación de lo escrito dentro de su contexto cultural y la intención del autor, cuando yo muy personalmente veo en esa definición muchísimo más que la mayoría... Lo escrito esconde demasiadas cosas.

Hay quien le da importancia a la historia, y la tiene. Hay quien le da importancia a la economía, y lo es. Son temáticas importantes, pero por alguna extraña razón la filología siempre ha pasado a un segundo plano. 

Para empezar cuando hablamos en la España de hoy día de filólogos la primera idea que se nos viene a la cabeza es que son traductores, o los traductores. No les faltará razón, es una conveniente simplificación. Pero si nos damos cuenta la traducción es un concepto vivo, mientras que la filología suele centrarse en lo muerto. Es decir, cuando criticamos a un mal traductor - de lo que sea, y haya estudiado lo que tenga estudiado - suele ser porque su traducción parece que está muerta. Es decir, la persona que emitió el juicio que emitió, o que transmitió la información, o que respondió a un mero saludo, puede que haya perdido algo en la traducción.

Cuando estudiamos a Quine, nos dice que la culpa es de la calidad del idioma. Se centra en las ambigüedades y malas expresiones. Y es cierto que ese puede ser un buen punto de partida: no es que traduzca mal el traductor, lo que pasa es que los idiomas origen y destino son imperfectos, y las jergas usadas no suelen ser técnicas. Por ello es normal que se pierda algo en el proceso.

Sin embargo no parece que se haya querido cuestionar a un tema recurrente: la gramática de Chomsky es una estructura fija que exige un eslabón perdido; ¿cómo es posible adquirir una estructura tan compleja y perfecta? Da la impresión de que el homínido está a la espera de atribuir a un símbolo la función de sujeto, predicado, etc... Si es así, ¿por qué los laístas hacen como que en una frase hay dos complementos directos? Eso rompe los esquemas más básicos, y laístas hay demasiados - incluso los ha habido en la Real Academia Española (Lázaro Carreter).

Si tan buenas son las estructuras gramáticales de Chomsky entonces los niños que aprendan a analizar las frases aprenderán a hablar mejor..., como que va a ser que no. Incluso parecería que esas estructuras no generan escritores. De toda la vida, lo que hace al escritor es la lectura, no el análisis gramatical.

El asunto es que he tirado de muchos ensayos, y no he visto que se avanzara en estos puntos. Los que teorizan sobre lingüística no parece mencionar estos detalles, incluso parece que poco a poco se van introduciendo es aspectos más..., abstractos. Como lo que hace Lacan: ¿que el inconsciente se mueve según una gramática lingüística? Eso nos lleva a muchas preguntas: si el inconsciente es todo lo que infiere nuestro cerebro sin que éste sea consciente, ¿dónde está el sujeto y el predicado en el tacto de un futbolista para meter goles? Digamos que estoy leyendo algunos ensayos solo porque son muy referenciados.

Y en mitad de todas estas pequeñas y peculiares pérdidas de tiempo me urge el cambiar un algoritmo por enésima vez: el que determina la distancia WER. He visto que a mi gramática dinámica le tengo que cambiar la manera de hacer el análisis morfológico, la transformación de una palabra para separarla en lexema y desinencias. Siendo aún más dinámica de como lo era antes los resultados se hacen más difíciles de predecir: dos agentes aprenden dos gramáticas diferentes a partir de un mismo texto si tienen por detrás otros textos aunque sean del mismo idioma. De hecho, dos agentes aprenderán dos estructuras gramáticales y morfológicas diferentes si para un mismo texto éste se expone a cada uno con un orden diferente.

Es decir, el conjunto de historias completas no es todo lo que importa, sino también el orden de las historias - aunque sean completamente independientes unas de otras. Y esto no lo prevee el modelo de Chomsky.

Puede que exista una gramática ideal en un conjunto de textos, así como un análisis morfológico ideal desde un punto de vista etimológico. Sin embargo, lo que hace que entendamos un texto, o que sepamos analizar una palabra, no es su etimología (esa es una ciencia muerta, muy fascinante, pero nada que ver con la creación de los escritores). Los principios rectores que permiten un buen análisis morfológico y sintáctico se fundamentan en principios usados dentro de la informática, dentro de una teoría de la información extendida al análisis lingüístico.

Y es que me hace gracia lo que está sucediendo hoy día. Resulta que a la hora de analizar la gramática no debería de usarse un sistema de reglas fijas, sino que habría que centrarse más en la creatividad del conductor (su autor). Mientras que a la hora de tomar decisiones políticas deberíamos de centrarnos más en lo que diga la ley, para así matar al autor (el político).

El hecho de que las cosas se estén haciendo al revés puede ser síntoma de que a la gente le encanta simular problemas, en vez de resolverlos. Para cada cosa existe una fórmula, pero la fórmula no puede constituirse a partir de un constructo cultural - porque sería un concepto falso, como la gramática, el poder político, etc...

Tenemos legisladores en la Real Academia que jamás admitirían que un político les diga cómo tienen que escribir. Eso sería por definición una dictadura. Y es que el político no tiene un papel relevante en la sociedad; cuando se escoge democráticamente a un escritor en la Real Academia por su buen gusto a la hora de escribir lo que se está haciendo es simular la manera que tenemos de conformar las reglas gramaticales, dentro de su dinamismo. 

Sin embargo, cuando los parlamentarios eligen a un político para que decrete decisiones a adoptar, militares que enviar, cuentas que ocultar..., lo que se está haciendo es elegir a un dictador. Y el dictador lo que no quiere es que se resuelvan los problemas; porque entonces se notaría demasiado que no hace falta.

Es como con el conflicto de los camiones de ahora..., si se despidiera a todos los camioneros y se empezara de cero, ¿cuánto dinero perdería el país hasta que empezara a recomponerse desde cero? Llamémosle X. Pues X es lo que tiene que repartir el gobierno entre esas empresas a modo de subvención oficial a devolver sin intereses. Es un principio básico: cuando un sistema está flaqueando en una de sus partes lo que tiene que hacer es invertir por adelantado lo que perdería si no hiciera nada.

Esta clase de principios son los que demuestran que no hace falta adoptar decisiones políticas, solo hay que ejercer los Principios, que son únicos - la única política, sea cual sea.

Al fin y al cabo, cuando atas una cuerda a una persona siempre verás a alguien intentando tirar de ella, pero si la atas a un poste nadie perderá su tiempo intentándolo. Si se cambian los mecanismos de participación política entonces desaparecerán las medidas de presión que afectan a la economía.

Es por ello que cuando sabemos qué debe ser estático entramos en una mejor dinámica de lenguaje.

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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