sábado, 4 de septiembre de 2021

El Guardián del Tiempo

Es un monstruo de tres cabezas lo que se ubica a la derecha. Ese monstruo existe para recordarnos que no tenemos fórmulas para todo, así que tenemos que convivir con su huella y su enseñanza. La cabeza de la espiritualidad, la cabeza de la herencia y la cabeza del capital.

El administrador no puede escapar de esas tres cabezas, y la pretensión habría sido que el pueblo se levante con toda su fuerza al margen de las tres, que pueda hacer cuanto quiera sin tomar en cuenta a la iglesia, la aristocracia y las corporaciones. Es el Pueblo el que tiene que adoptar las decisiones que le corresponda, sin importar quiénes tengan lo que tienen en su poder. Ya sea fanáticos religiosos, conservadores o liberales. Esos sujetos sabotearán donde puedan y desde dentro para enarbolar el poder de la huella que deja ese monstruo de tres cabezas "¡Somos la derecha!", dicen... Pero ese monstruo es un producto de su imaginación.

No es posible que emerja de la tierra una criatura de tres cabezas, pues ya dos es difícil que con ellas sobreviva con un mismo cuerpo; pero tres... Es aberrante sólo pensar que la naturaleza pueda conferirle tal poder a ninguna criatura. 

Efectivamente hablamos de un trilema, porque cada cabeza necesitará comer y cada cabeza pensará y organizará el resto del cuerpo de alguna manera. Si una lo gobernara todo entonces las otras dos estarían a su servicio. Pero claro, ¿querrá el religioso ponerse al servicio del aristócrata o del burgués? ¿querrá el propietario ponerse al servicio del sectario o del burgués? ¿querrá el empresario ponerse al servicio del sectario o del aristócrata? Mientras exista el contrato social habrá un enemigo común: que en lo posible no puedan ponerse de acuerdo el que contradice a esos tres elementos y los resuelve en su circularidad.

Pero la cabeza del capital que tiene el ogro algunos creen que es la más poderosa, que sobrepasa la propia espiritualidad: nada sobrevive al capital, nada es más grande que el capital, nada supera al capital... Fue el primer rival de Dios en el Pentateuco: el dios del dinero. Cuando se supera la idea del dinero la espiritualidad se abre paso, aunque por supuesto el dios único debe anteponerse también a la herencia, la familia... Es la cabeza más grande, el dinero, pues es la que piensa en todo y la que actúa más por su cuenta. Cuando olvidas la existencia del dinero la salud que representa el mundo familiar y todo lo que heredas de él pierde su fuente de financiación y todo se diluye. El dinero es futuro, son las riquezas, y por eso muchos entran en ansiedad permanente por alcanzar o conseguir ese dinero.

La cabeza del ogro de la herencia nos arraiga al pasado, y el que se centra en todo lo que tiene, en sus historias, se deprime y no se mueve. El dinero, sin embargo, se centra en las finanzas, los proyectos y las riquezas. El capital empuja al ser humano hacia el futuro, y lo destroza con la inseguridad de la ansiedad. De la misma manera cuando hablamos de la cabeza del ogro de la espiritualidad la cabeza se llena de pájaros, todas las emociones se estampan contra el suelo con pragmatismos y tenemos vivencias en el presente que nos obligan a alimentar nuestros sentimientos con nuevas disonancias cognitivas. Ninguna de esas tres cabezas nos elude de una enfermedad mental.

Pero no podemos evitar reconocer la existencia del ogro: el pasado, el presente y el futuro existen porque todas criaturas dependemos del tiempo. El contrato social elude el paso del tiempo con un escrito que reconoce cómo debe de organizarse la gente. Un escrito que puede ser un acierto o puede ser un error y, de ser un error, ahí estará el ogro guardián del tiempo para decirnos en qué momento del pasado, presente o futuro erró nuestro contrato. Ignorar al guardián del tiempo puede ser tan loco como olvidarse en el nihilismo y hacer que todo te dé lo mismo.

Cuatro enfermedades mentales, pero cada cual se aferrará a su realidad como si no hubiera un mañana. Por cada cabeza que protege a la sociedad y su contrato en el tiempo habrá tres maneras de ponerlas en contradicción: la antítesis, la síntesis y la contratesis de, ya sea, el pasado, el presente o el futuro. Son las nueve estatuas que no miran a ninguna parte, pero que siempre están a la izquierda.

No habrá contrato social sin reconocer los nueve términos que lo componen. Y poco importa que los términos sean exactamente nueve, cuatro o veintinueve... Lo único importante es que queden reflejados los diversos aspectos que hacen de un programa una realidad porque si una de las nueve estatuas no queda satisfecha siempre surgirá un elemental de la tierra que enfangará el camino para dar a entender que el Pueblo no tiene aún su contrato bien establecido.

Por eso el mejor método siempre ha sido el mismo: dejar que el Pueblo hable, pues cuando se hace callar a algunos y no nos hemos ocupado de derribar las estatuas pertinentes corremos el riesgo de que el ogro nos ataque con una de sus cabezas, ya que las estatuas posiblemente intenten derribarse mutuamente antes de ocuparse del asunto que les compete.

Cuando miramos más de cerca observamos que el pasado, el presente y el futuro en realidad no es una simple estructura al que poner un centinela; el guardián que señalice el camino se ubicará en distintas posiciones para marcar así el sentido de la mirada. De la unión de los posibles centinelas, si son capaces de congelar el tiempo, conformarán una estatua que si no se contradice persistirá sin romperse para trascender a todas las culturas dentro de una ley natural en el ser humano.

Pero aún así los enemigos del pacto social se creerán poderosos. Constantemente lo volverán a intentar, por lo que la sociedad pasará momentos oscuros, como lo ocurrido recientemente en Afganistán, Bolivia o Venezuela. La injerencia extranjera no puede decirle a un pueblo cómo debe vivir, sobretodo cuando esa injerencia es inmoral. Es decir, tarde o temprano se derriban los muros de la hipocresía y la cabeza que les molestaba para poder conspirar se pone en su contra. Y es que para poder alcanzar el poder ese ogro necesita conspirar, porque ni es coherente ni es legítimo. Y tarde o temprano el dinero se acaba y las propiedades tienen una frontera. Y claro, ¿qué pasa cuando el dinero se acaba? Algunos lucharán hasta el final al ser defensores del presente, de la espiritualidad.

Mientras algunos soldados americanos violaban derechos fundamentales el Afganistán, el afgano tenía la oportunidad de refugiarse en su religión antidiluviana como moral persistente en lucha del opresor ¡Qué gran ejemplo el de los soldados americanos! ¿Por qué no se llevan a esos grandes maestros a enseñar a los granjeros de EEUU un poco de civismo al más puro estilo norteamericano colonialista? La proyección del odio que sienten al extranjero se ve reflejado en el comportamiento de sus soldados, y en las películas llenas de propaganda que en ocasiones se montan para pintar al soldado estadounidense que no existe ¿Acaso se puede denunciar el terrorismo llevado a cabo desde la OTAN a población civil, o incluso de los oficiales a sus soldados? ¿Acaso se puede denunciar la corrupción en el ejército?

Se debe y si no se puede es porque no tenemos ejército.

Contratar terroristas, paramilitares y mercenarios es sencillo; pero esos tres grupos armados es justo aquello por lo cual existe el ejército. No necesitamos gente armada con ideales diferentes al Pueblo, no necesitamos gente armada que no respete las reglas de la guerra y no necesitamos gente armada que se mueva por sus propios intereses dolosos. Cuando descubrimos esos comportamientos debemos librarnos de esos parásitos, incluso sería legítimo sacrificarlos - distinto de ejecutarlos o matarlos. Pues el asesino mata, el dictador ejecuta y el civilizado descubre que el que sobra debe ser sacrificado, apartado. Pues el que es sacrificado, como criatura rabiosa que es, decidió en caliente dificultar los mecanismos necesarios para su correcta detención, porque hizo imposible su reinserción o porque tras hacer una recopilación de sus actos su mera presencia es un mal ejemplo para el resto de la humanidad (porque fue capaz de dar órdenes de matar y esperar clemencia un tiempo después por ello).

Ahora resulta que el dinero no lo puede comprar todo y los países en los que EEUU invirtió para destruir su política anticolonial parece que han reforzado su frontera e independencia. Incluso parece que Europa está rehaciendo su contrato con la OTAN. Poco a poco EEUU se va deshaciendo, aun colmado de más del 99% de las riquezas del planeta..., bueno, esa cifra sabemos que es "representativa" a día de hoy: si cambiamos la manera de contabilizar las riquezas puede que ese país esté en déficit realmente y desde hace décadas.

¿Desde cuando ser propietario de deudas supone beneficios? ¿Y si tú le pones precio a tus propias patentes eso representa realmente un beneficio económico? ¿Hasta qué punto lo fiduciario es representativo de nada? Y eso sin contar el hecho de que el petrodolar tiene los días contados, si no está ya cayendo en barrena desde hace años y no lo sé porque no soy economista.

El que crea que el liberalismo puede someter al pueblo acabará por darse cuenta de que el dinero no lo puede financiar todo. Repito: en estos últimos días se ha vuelto a demostrar algo que la historia siempre repite, y es que el dinero no lo puede financiar todo. No se puede financiar cambios políticos, aunque esa sea la base de la socialdemocracia; y se pueden destruir países, pero la historia creará barreras para los siguientes - sólo se puede conformar un imperio que tenderá a autodestruirse con el tiempo. Ahora bien, ¿lo admitirá el liberalista? ¿Admitirá que su colonialismo no admitido se fundamenta en mentiras? ¿Admitirá que la utopía liberal siempre suele jugar a los dados con los propietarios colmados de contradicciones? No, no lo harán. Y fingirán que tienen una filosofía, con sus libritos de autoayuda y demás basuras. Pero claro..., es como tener un hermano tonto, te ha salido así y hay que cuidarlo. Y los liberales si no entienden qué hacer con el hermano tonto es porque ellos son el hermano tonto.


viernes, 3 de septiembre de 2021

Las cualidades ocultas

Reorganizándome la tienda localizo unos caramelos que están caducados. Lo primero, ¿a qué proveedor le corresponde? Instintivamente me imagino cuál y en qué mes compré los caramelos - por si me dice que no sabe de qué fecha es la factura. Efectivamente me voy a mi libro de registros y observo la factura y el proveedor, de un intento. Ese conocimiento es un absurdo pensar que lo voy a almacenar conscientemente - he llegado a él sin saber que lo necesitaría. Pero tampoco esperaba tener esa capacidad de recordar algo tan específico.

Puede recordar un poco a cómo funcionan los idiomas: mirado de lejos un idioma son muchas palabras, el tener que recordar muchas palabras. Sin embargo, aun con los traumatismos cerebrales que hayas sufrido por pretender hacer estudios superiores en la pública - en una pública corrupta, aún hay cosas que se escapan de lo que asimilan en los ensayos. Será que la idea que se tiene de inteligencia suele reducirse o a lo normal o a lo claramente patológico, pero cuando nos encontramos con anomalías o traumatismos más leves entonces aún no se sabe cómo funciona realmente el cerebro.

Tan pronto como no puedo recordar una cara, o me cuesta asimilar su parecido con otra, luego puedo hacer otras cosas demasiado específicas. Recuerdo que de pequeño esto no me pasaba: sólo con los ojos era capaz de reconocer al famoso, o a quien sea...

En mis ratos libres sigo depurando mis ideas de adquisición del lenguaje. Al final sólo beberé de unos cuatro a cinco autores, como pasa siempre. Y eso hará que mi ensayo no sea publicable - pues tendría que incorporar a otros tantos autores de relleno y no creo que llegue a la treintena. Hoy día se pide que el investigador tenga apariencia de investigador - en todos los sentidos; se trata de una mafia. Es decir, aunque no fueran una mafia no tendría las suficientes referencias bibliográficas como para fingir un trabajo tan profundo como lo que es: ¿para qué citar a todos los autores que sobrepaso? No es mi estilo. Al fin y al cabo nadie te dice cómo se referencia la rotura de paradigmas. Y yo no puedo recordar nombres - hay algo mucho más profundo al que puedo acceder a través de mi biblioteca, pero que no me pidan peras al olmo.

La adquisición del lenguaje puede convertirse en mecanismos para aprender nuevos idiomas en tiempo record. Pero aún así mi intención no es dar con un resultado concreto - mi curiosidad reside en perfilar hasta el último detalle.

Y me he dado cuenta de que si no me pongo a escribir código de vez en cuando me duermo, me deprimo. Mi instinto me obliga reiteradamente a trabajar fórmulas. De hecho, tenía previsto ir a por Navier-Strokes, pero tras abordar el lenguaje he comprendido que en realidad ese problema es más un problema de metodología más que de conocimiento de física. Es un simple problema de matemáticas, de los más burdos, si cabe. Pero terriblemente trabajoso - eso sí. Hay que empezar con un modelo, ver dónde falla, incorporar los elementos que le falta, aplicar unas restricciones adicionales basado en mi sistema de interpolación (básicamente trabajar en un anillo) y poco a poco llegar a una conclusión. Es decir, otear y otear con las expresiones hasta dar con una. Y para ello hace falta una notación matemática que pueda funcionar con las distintas dimensiones. Y, a saber, pero sólo después de haber leído tantos problemas de física y cómo lo solucionan observo que en lo que se refiere a matemáticas no se indaga a un nivel interesante. Lo único que se hace es integrar o derivar, nada más. Es decir, calcular. Navier-Strokes se resuelve trivialmente con el metacálculo, pero después de mucho cálculo.

Esas cualidades ocultas que se esperan de un físico, y que suelen tener los que acaban matemáticas, se alimenta mediante el instinto. Es como el que juega a videojuegos, se alimenta en el jugador unas habilidades realmente complejas que podrían servir para el mundo real. Sin ir más lejos, el aprendizaje de un idioma, como lo podría ser el propio lenguaje de la física, debe albergar una cierta capacidad para codificar esquemas y nuevas maneras de definir términos, así como abstracciones. Y es raro encontrar al autor que mencione esas cualidades en sus estudios de filología, o en el estudio de cómo automatizar el lenguaje. Da la impresión de que los idiomas ya están codificados, de que no hay un metacálculo del idioma.

Y yo me pregunto cómo aprobarán los exámenes los estudiantes de la carrera de matemáticas.

Cuando presenté una candidata a demostración de la conjetura de Beal uno de los más eminentes matemáticos me dijo que no la entendía. La demostración era de una sola página, escrita en un lenguaje algebraico trivial de instituto y llegaba a una refutación haciendo referencia a penas unos teoremas de la teoría de números. Es difícil saber hasta cuánta referencia hay que hacer ante algo tan a la vista que necesita muy pocos cálculos. Pero lo asombroso del tema es que me decían que no la entendían. Y yo sentí asombro, frustración..., ¿tienen tan bajo nivel, se están burlando de mí o me estoy volviendo loco? Al final la conclusión a la que llegué, por cómo me respondieron, es que se estaban burlando de mí ¿Y por qué gastan su tiempo en algo como eso? ¿Por qué no dejan claro que no van a aceptar ninguna demostración salvo de un perfil muy específico? ¿Eso lo sabe la fundación de Beal? ACM son unos estafadores. Si yo hubiera sido el filántropo millonario demandaría a esos señores a los tribunales.

Pero esto nos lleva a lo de antes: el proceso de adquisición del lenguaje exige una cierta metacapacidad de cambiar las reglas establecidas por el criterio de demarcación. Es decir, aquello que nos dice cómo debemos expresar las cosas para que sean aceptables dentro de la ciencia. La adquisición del lenguaje, como ya habré adelantado en otros posts, debe incorporar mecanismos de definición de términos para establecer su capacidad para cambiar la polaridad (monoticity) de los elementos que se van leyendo sobre la marcha. Por lo que debe existir un lenguaje de adquisición del criterio de demarcación, pues ningún animal nace con capacidad para saber qué es ciencia y qué magufería ¿Cómo saber si estamos ante un gran científico o un gran intrusista? Sólo por su lenguaje, y la manera de adquirir conocimientos. Pero si nuestra manera de adquirir conocimientos no tiene su pureza entonces es posible que tengamos problemas, es posible que proyectemos nuestra demencia en él. Establecer el criterio de demarcación no iba a ser tan fácil, al fin y al cabo los formalismos no son suficientes como para distinguir qué es cierto y qué no lo es.

Paradógicamente, porque me lo sigue pareciendo, la adquisición del lenguaje no se rige por un proceso circular necesariamente y, por tanto, se pueden evitar los formalismos. Con un proceso descriptivo ya es suficiente. Aún así he estado perfilando procesos circulares, y la terminología no puede evitar el uso de formalismos a través de esa recodificación de los términos - algo que no es realmente necesario para adquirir el lenguaje.

Un ejemplo que nos ayuda a entender porqué los formalismos no son realmente necesarios está justamente en las curvas de Navier-Strokes, ¿realmente es necesario aplicar el operador de la derivada material (que cuando me lo enseñaron en el instituto la profesora lo llamaba operador nabla)? En realidad es un abuso de notación como lo podría ser el número imaginario i; sólo el teorema de Euler justifica el uso de esa notación para avanzar en alguna dirección - es decir, sólo porque materialmente la i es un giro podemos darle alguna clase de uso, no porque sea la raíz de -1. Por eso mismo yo ya incluí hace tiempo un estudio sobre las dimensiones, pero al no encontrarle un uso material no lo avancé. En cuanto un buen estudio de dimensiones vincule al operador nabla de manera que encuentre el metacálculo que vincule los elementos de Navier-Strokes de una manera sencilla entonces tendremos el teorema que justifique esa notación. Hasta entonces no será más que un formalismo, y la manera de encontrar el elemento descriptivo es mediante la circularidad de trabajar con tales elementos. Pero, eso sí, el resultado final será un lenguaje que desarrollará un conocimiento científico descriptivo.

Pues bien, mediante ese procedimiento una máquina puede automatizar los procesos de innovación dentro de su lenguaje. La adquisición, por eso mismo, siempre pensé que era circular; pero visto de otra manera bien podría observarse que la innovación también es un proceso automatizable y, de ahí, descriptivo. Eso que llamaba Gödel "proceso creativo" por el cual la teoría inventaba un nuevo teorema y éste debía cumplir la inducción, como sabemos que no es un proceso enumerable entonces las teorías serán incompletas. Sin embargo, dentro de un proceso circular, cuando el lenguaje consiste en reconocer las gramáticas más eficientes para etiquetar descripciones puede que se acabe colapsando a un proceso descriptivo. Porque no hay nada más eficiente como tener la intención de hacerse entender, la pragmática conversacional de Grice.

Y poco a poco voy como cogiéndole el truco: hay dos formas de equivocarse al hablar en un idioma; está el error eficiente y el error ineficiente. Y es que no siempre se cumplen los factores de calidad de Grice: veo cómo youtubers malhablan el castellano de una manera que un angloparlante no comprendería (mal uso del subjuntivo) pero aplicado en circunstancias habituales que son reconocibles para evocar al propio proceso de aprendizaje del L1. Es decir, hay errores que mantienen la eficiencia y hay errores que generan torpeza en el idioma. Lo que me viene de ahí una cuestión: ¿puede adquirirse un L2 como si fuera L1 al margen de la edad? Es algo que me he tenido la obligación de plantearme, porque hace unos meses habría dicho que no - pero la teoría del endurecimiento cerebral, la mielización, etc..., tampoco me termina de encajar a partir de mis resultados más recientes ¿Por qué no iba a poder hacerse un adulto bilingüe?

Yo he visto cómo adultos se adaptan a videojuegos, y aprenden un lenguaje muy complejo para cometer errores muy suyos. Es como cuando se aprenden artes marciales, o como cuando se aprende a bailar, los contendientes pueden errar, pero si lo hacen con estilo no pierden la categoría de hacerlo dentro de su L1. Hay diferencias entre cometer errores al bailar como un extranjero que cometerlos como un nativo.

Lo mismo sucede con el fútbol. Tenemos a un niño altamente musculado en Brasil al que su padre quiere convertir en un experto en fútbol - en el mejor jugador del mundo. También tenemos en ajedrez, un psicólogo bueno en ajedrez decide convertir a sus hijas de maestras - a la altura de los más grandes genios. Y sabemos que los resultados fueron concluyentes y positivos. La componente biológica, las limitaciones del cerebro, existe - pero incorporar un proceso de adquisición que exija mucho esfuerzo sólo está ligado a la eficiencia; es decir, el maestro marcial que comprende que los movimientos exigen eficiencia aprende los movimientos mejor que el que se limita a repetirlos. La estética marcial se basa en la eficiencia de todas las partes del cuerpo, así como en ajedrez los movimientos deben ser eficientes en la apertura para conformar un ataque sincronizado, en fútbol la combinación eficiente de todos los elementos del cuerpo en sincronía con el balón... Pero el niño que quiera jugar bien al fútbol no puede calcular la eficiencia de los golpes que le da al balón, debe alimentar ese instinto de otra manera.

El lenguaje de la adquisición consiste en un proceso pedagógico que ofrece el aprender el lenguaje como un instrumento para conseguir algo. Así los instintos se refuerzan de la manera más eficiente posible. Se trata de descubrir las mejores dinámicas de grupo para trabajar con distintas personas y que éstas puedan practicar el idioma de manera instrumental.

Ya digo que leo y busco y no veo mucho de este tema, o con este enfoque. Pero la idea vuelve: mi colega de filología viene probando con muchos juegos el aprendizaje del L2, es su temática central. Quizá, por cómo hablaba, él se percató de que coincidía conmigo en la filosofía pedagógica y por eso se fio de mí para ser su informático. Pero aún así..., las herramientas que hay no incorporan el lenguaje de porqué se confeccionó así el juego. No hay tampoco un largo repertorio, técnicamente hablando. Y luego está esa sospecha que me dice que posiblemente exista el juego que permita, en un momento dado, hacer que el que aprende un lenguaje L2 pase a la fuerza a aprenderlo como si fuera L1 aun con errores. Esto es, un aprendizaje demasiado técnico provocaría que cada vez que cometa un error no encajara con el propio estilo de los errores que cometen los nativos. Si erran deben hacerlo con estilo.

 

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Busco, comparo..., pero nadie me ofrece algo mejor

Las historias apocalípticas pueden dividirse en dos tipos: las que provienen de alguna clase de desastre o conjuro, y las que provienen de la propia planificación e idiotez humanas. Así, distinguimos las películas futuristas de zombies, Mad Max o 28 días después, por poner unos, de películas como 1984, Brasil, La máquina del tiempo, etc...

Esa distinción, sin importar exactamente si hablamos de futuro lejano o cercano, acaba resumiéndose en una crítica hacia el mundo político actual, hacia la posible deriva de éste a la planificación y la burocracia..., y entonces tendremos una idea de historia apocalíptica. Pero si partimos del mundo político actual, tocamos la aparición de accidentes, que un demonio nos condene y cosas así, entonces veremos que la crítica se centra más hacia la otra versión. Es decir, es como si algunas críticas fueran contra el ultraliberalismo y otras contra el ultraprogresismo.

Cuando yo hice mi novela sabía perfectamente de esa dicotomía, así que me ocupé de intentar mostrar ambos desastres a la vez, mientras ocultaba al gran hermano de la historia y reincidía en la existencia de radiación externa. Intentaba mostrar un mundo apocalíptico producido por la propia sugestión del lector. Al menos, quiero decir, lo intenté. Y es cierto que los que han leído mi novela parece que tienden a querer buscar más. Así que es posible que haya conseguido el efecto. Aunque también quise que la novela fuera juvenil y, sin embargo, ese aspecto parece que no salió bien.

Ahora se me han enfriado los ánimos con eso de lanzar proyectos: ¿para qué? ¿Dónde está el mercado? No basta con hacer algo de calidad, también hay que ofrecer algo que la gente demande, y saber venderlo - al menos, tener acceso a ese mercado.

Creo que los proyectos en los que me he metido han salido bien en bruto: buenos teoremas, buenos programas, buenas novelas, buenos análisis de texto... Pero al final falla el producto final. Pasa como en mi tienda: tan pronto como encuentro unos proveedores que me generan beneficios, luego por la capital hay unos cambios de distribuidores a gran escala y ahora estoy trabajando con productos que nunca he vendido - justo lo que sé que me funciona es lo que he perdido. Tener un negocio es no complicado, a veces dependes de las derivas financieras de los grandes portadores de dinero. Gente que, supuestamente, no conoces ni te conocen.

Son las reglas del capital. Y no, no son meritocráticas.

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Ahora estoy con esa extraña fusión de todos los proyectos en uno..., estudios sobre la adquisición del lenguaje natural, aprender un nuevo idioma para probar suerte en otro país y la idea de qué tipo de material formativo sería ideal para hacerlo en el mínimo tiempo. Así que intento empaparme de los mejores, como en su tiempo hice para estudiar japonés. Leo de todas las técnicas que intentan enseñarte cada idioma en pocas semanas y, además, tengo mi propia experiencia yendo a cursos presenciales, cursos a distancia, etcétera...

Pero busco, comparo y veo que mi idea es inmejorable. Me enteré hace poco de un experto que, de lejos, parecía ofrecer lo mismo que ofrezco yo. Hoy mismo me ha llegado su libro, no es lo mismo. Lo veo cada vez más claro: puedo ofrecer algo en exclusividad. Aunque aún no lo he desarrollado. Pero si funcionara podría automatizarse su construcción para la mayoría de los idiomas (si no para todos). Eso sin cometer los errores típicos de centralizar el aprendizaje en un idioma sin tomar en cuenta que algunos son silábicos y multitonales como el chino y otros tienen un alfabeto fónico diferente como el ruso..., por ejemplo. Son pequeños desafíos..., ¿pero tendré ganas de afrontarlos cuando no hay futuro ni perspectiva posible? ¿Tengo proyecto de futuro?

No veo ninguna clase de historia por acabar en ninguna parte.



 




martes, 31 de agosto de 2021

El Afganistán de El Jueves me recuerda a la universidad

Hoy he descubierto que puedo explorar Twitter, a pesar de haber sido baneado. La propia empresa me decía que tenía que borrar un mensaje, lo han borrado ellos, pero no me han quitado el baneo - que creo que será de por vida ¡No veas tú cómo protegen a la ZORRA de Monasterio! Al parecer los políticos tienen una piel muy fina... Y es curioso porque es aquí donde me paso tres pueblos y, aún así, tampoco veo que sea para tanto.

Así que estuve ojeando por esa red social para ver si encontraba noticias y cosas de esas. Tras ver la portada de El Jueves sobre Afganistán, de cómo a una mujer por ser mujer no le dejaban hacer nada me vino a mi recuerdo exactamente todo lo que me hacían en la universidad. Y han tenido que pasar casi dos décadas para plantearme qué debí hacer en aquel momento y no hice...

Lo pienso y creo que habría sido más adecuado: hablar con un buffete de abogados para iniciar un proceso por lo penal contra toda la universidad de Murcia por daños y perjuicios, por discriminación, por vejaciones, por dejar en la indefensión a un estudiante, por fomentar la violencia... Sé que iniciar ese proceso no habría llegado a nada, y que habría sido muy caro - pero entonces podría ir a la prensa, podría ir a instancias judiciales superiores, podría estamparles a los jueces de lo penal lo corruptos que son con documentos oficiales donde se les ve comiendo mierda oficial oficialmente y con cuchillo y tenedor.

Es decir, conformarme conque haya constancia oficial y apartarme, no complicarme la vida, no era lo adecuado. Imponer a puñetazo limpio los límites del respeto para que no los sobrepasaran quizá no fuera lo adecuado, porque mucha gente no entenderá a la víctima cuando es ésta la que somete físicamente a su agresor - la gente tiene muy poca cultura de derechos humanos, sobretodo los juristas. Se supone que la víctima debe aparecer como llorando, arrastrándose por el suelo, pareciendo un completo desecho humano... Entonces el jurista puede que reaccione, siempre y cuando el funcionario agresor no se ponga a llorar más fuerte, claro. Ya me lo explicó un juez: los agresores también son víctimas. Toda una explicación de cinco palabras. Cinismo en estado puro. Preludio de lo que acabaría siendo un acto de prevaricación y el riesgo de hacer firme una sentencia aberrante al sospechar que la mayoría de los magistrados están mal de la cabeza.

Pero claro, ¿e iniciar un proceso a parte? Como en las películas de Hollywood. Como en plan juicio estrella con el mayor número de humillaciones, pruebas, testigos..., llamando a la prensa. Cuando eres víctima no te das cuenta, prefieres agachar la cabeza, simplificarte... Pero eso es porque crees que puede ser peor para todos los que quieres ayudar: que tendrás menos fuerza para dar y, por consiguiente, muchos podrían salir perdiendo.

Pero ese error que cometía era un claro adanismo: nunca he sido realmente imprescindible, nunca he sido realmente tan necesario. Mi fuerza para dar es irrisoria, el mundo ya tiene fuerza para moverse por sí mismo: no tengo que ser yo el único hamster que gire la rueda. Lo que debí hacer en su momento fue hablar con varios buffetes de abogados, tantearlos, y encontrar uno que realmente quisiera llevar el caso en exclusividad, que le echara ganas, que pusiera argumentos, que mi diera una agenda y que yo pudiera corroborar cómo esa agenda va avanzando. Un buffete dispuesto incluso de ir contra los jueces que soltaban a los agresores, en vez de encerrarlos cautelarmente por reincidencia. Que investigaran la estafa que estaban llevando a cabo con la compañía de seguros, por el cual ganaban dinero por cada agresión. Que investigaran también si estando en la cárcel aún seguían cobrando por la plaza de profesor de universidad. Es decir, que se mojaran.

Sé que hay gente que cuando le va realmente mal considera el demandar a quienes les llevaron por ese camino. Quizá tenga yo motivaciones para demandar ya sea a la universidad como a los propios jueces que me llevaron por el camino de la amargura, que me congelaron la existencia. Pero hoy día mis principales problemas se extienden: el no tener título, o el estar en una lista negra - a saber, hace que los editores jefe no quieran abrir un proceso de revisión de pares sin darme una respuesta sincera. Es decir, que me digan: es porque no tienes título. O que me digan: es porque tu carrera no tiene oficialidad. Pero no me dicen eso, quizá porque saben que algunos de sus amiguetes, hermanos, colegas de corporación..., se quedarían fuera.

Y me lo he planteado, ¿acaso no sería más oportuno demandarlos a ellos? Pero claro, luego lo pienso ¿demandarles porque no me publican mi tecnología en unos journals que, por eso mismo, ahora pienso que son una auténtica mierda? ¿Cómo puedo fiarme de su sistema de selección? ¿Por qué iba a sentirme mejor formando parte de esa clase de equipos? ¿Por qué iba a querer ser un investigador o que me reconozca esa chusma mi tecnología? ¿Qué gano con ese reconocimiento?

Entonces la angustia que antes sentías porque veías que el mundo se volvía más y más idiota poco a poco se desvanece, porque no hay sitio donde colocar la decepción. Estás ante niños pequeños, gente inocente que ha olvidado lo que es poner ese muro que crea una imagen falsa. Aceptaron la imagen falsa, pero se olvidaron de que ellos mismos la instalaron para defender el corporativismo. Antes eran corruptos, pero en sus ritos se han ido volviendo idiotas. 

¿Qué gano siendo reconocido rodeado de idiotas?

Las mujeres afganas tienen una esperanza: al menos en algún momento dado podrán marcharse. Tendrán que ser pacientes, incorporar algún país en su agenda personal y llorar mucho. Entonces hasta es posible que alguien las acoja... Salvo por el detalle de que Afganistán es un país más o menos igual de grande de España, lo que quiere decir que mujeres cultas habrá como la décima parte - no sé. Y eso nos llevará a que una región completa sea trasladada... Ya se olvidarán os votantes de la mayoría de las afectadas. En cuanto haya un cierto contingente de refugiadas satisfechas los votantes europeos y americanos se sentirán satisfechos. La gente sabrá que ese contingente no es lo suficientemente grande pero se olvidará fácilmente de la mayoría, porque no quieren sentirse frustrados.

Mi historia genera frustración también, supongo.


lunes, 30 de agosto de 2021

Hacer como que no ven el cristal

Esta mañana una chica que está viviendo debajo de un puente me preguntó qué hora era; de poco le va a servir saberlo - sin relaciones sociales, sin actividades, tan sólo esperar a que abran el comedor social y poco más. Quizá lo de saber la hora no sea más que porque puede que exista una regla de no quedarse esperando a que abran el comedor, de no quedarse fuera de la calle y formar una cola porque no se tiene nada mejor que hacer. Eso que se ve en los países comunistas y que queda tan antiestético... Gente haciendo cola...

Sin embargo yo lo que vi es que esa chica hacía como si no pudiera ver el cristal.

Ayer vi un vídeo de animales depredadores en un zoo donde lo que separa a los visitantes de tales animales es un cristal. Ahí se puede ver a niños principalmente que parece como que van a ser atrapados por tigres, leones, osos..., pero como hay un cristal no ocurre nada. Lo que pasa es que el animal, que lleva días, meses, años ahí, en el último instante le detiene el cristal. Parece que dicen que lo que pasa es que no ven el cristal, no lo entienden, son gilipoyas..., nosotros los humanos estamos por encima de esos animales, bestias inmundas, nuestra tecnología supera a la naturaleza y a su estúpida evolución natural.

Obviamente esa interpretación no me parece en absoluto correcta. Los animales no tienen nada que hacer ahí, pero tienen un instinto: el instinto de caza. Lo que les gustaría realmente sería satisfacerlo. Por eso juegan con el cristal, lo intentan y sueñan con conseguirlo. Tienen el deseo de querer satisfacer su instinto de caza, de atrapar a esas criaturas que están tan cerca y, al mismo tiempo, eso que conocen tan bien los aparta de ellos. Incluso sin tener la más leve intención de querer hacer daño a esas criaturas se comportarían igual: si en un momento dado el cristal se rompiera cabe esperar que esas bestias o se conviertan en psicópatas imparables o, por el contrario, en peluches juguetones. El cristal crea sociópatas.

Lo importante en una sociedad es saber reconocer si vivimos en zoos, si los creamos, si existe o no un cristal.

Cuando existe un conflicto entre dos personas, si éstas quieren formar parte de una sociedad que reconozca una ley que les sea natural, lo último que deberá hacerse es resolver tal conflicto usando como criterio la disciplina del psicópata. Esto es, que una persona con poca empatía o nula sea quien establezca cómo se resuelve el conflicto - porque muy probablemente esa persona quiera valerse de todo su cinismo para satisfacer deseos inconfesos de sadismo contra sus víctimas.

Cuando dos personas se enfrentan el afán de dominación de una sobre otra es un rasgo propia de psicópatas. Eso es un ejemplo básico de lo que debería de desaparecer. Un ejemplo está en los recintos de los depredadores en muchos zoos: ¿no deberían de ser lo suficientemente amplios como para satisfacer su instinto de acecho? ¿no se debería incorporar juegos o juguetes que les permita satisfacer su insinto de caza? Parece que somos lo suficientemente civilizados como para querer vivir con animales, pero no como para querer encargarnos de ellos.

De la misma manera el asunto se vuelve peculiar cuando en nuestro zoo queremos manejarnos con las administraciones públicas ¿Qué se hace con los indigentes? Lo más cómodo es apartarlos, dejarlos en un lugar reducido. Cualquier excusa es buena para que vean ventajoso acabar en la cárcel. Lo mejor que se puede hacer, pensó un presidente, será multarlos por buscar en la basura: 7000 euros.

Es increible lo que le gusta a la gente ocupar una posición de poder frente a los demás, someter los deseos..., ¿pero acaso eso es natural? ¿No debería haber un mecanismo para quitarnos a los psicópatas de encima? Es decir, ¿es posible que la orgánica favorezca al psicópata a la hora de ocupar puestos en las administraciones públicas y que sean éstos los que decidan por los demás? No hay más que ver las sentencias judiciales, la legislación vigente, los órganos ocupados por representantes... ¿Representantes de quiénes? Frivolizan constantemente de lo que a la gente le importa: no son representantes, son actores. Y muy malos: nos ofrecen una película absurda y de mala calidad. Y lo peor es que existiendo película existe los que están a un lado de la pantalla y los que están al otro lado.

Los que actúan a un lado de la pantalla se creen que los que estamos al otro lado no vemos la pantalla. Se creen que nos engañan, y que sólo tienen que seguir actuando para que los sondeos y las audiencias se disparen y todo siga igual. 

Sin embargo la realidad es que los que están a este lado, si bien algunos fingen que nadie ve el cristal en realidad la mayoría finge que es él mismo el que no lo ve. Supone una frustración constante recordar que hay un televisor, que todo es un montaje, que los políticos son unos corruptos, que son unos inútiles, que su criterio es completamente absurdo... De vez en cuando la prensa buscará en los rincones abuelitas que chochean y que alimentan la propaganda de uno de esos señores. Y también encontrarán algunos de esos palmeros que le siguen la corriente, que esperan alguna clase de compensación para ellos o para algún miembro de su familia. Sin embargo, todos sin excepción, incluido la señora que chochea desprecia a más no poder a esa clase de chusma - y si no pueden permitirse el lujo de odiarlos ya se encargarán de despreciar al chivo expiatorio creado por el logotipo contrario a la etiqueta que escogieron y que los medios constantemente repiten.

La gente es menos tonta de lo que parece, pero su comportamiento es completamente estúpido. Así, generación tras generación se irá perdiendo el afán crítico para ir creando un rito absurdo de ir a votar como si eso decidiera las elecciones - el ir a votar sólo sirve para reducir la abstención, nada más: es propaganda antiabstencionista. Si en vez de votar cada cuatro años la gente pudiera votar a lo largo de todo el año cualquier logotipo (y que el voto se quede persistente hasta que se decida cambiar) entonces cierta clase de participación bajaría, porque no existiría esa propaganda de "ir a votar". Dejar el voto persistente podría hacer demasiado crítica a la gente, y lo que se quiere es que respeten el cristal.


domingo, 29 de agosto de 2021

La época de los idiotas

Es inevitable, y también indignante. Pero estamos acostumbrados, porque siempre lo hacen igual: son unos completos malnacidos y unos auténticos hijos de puta. Y que conste que si lo escribo así es para desahogarme, no porque pretenda conseguir ni más ni menos por hacer lo que hago.

Resulta que el Mar Menor vuelve, como cada cierto tiempo, a estar en muy pésimas condiciones - otra crisis medioambiental. Parece que este año se nota demasiado que no se ha hecho nada para eliminar el problema, parece que de este año no se pasa..., ya veremos.

Un partido en oposición en la región ha creado una iniciativa, y empieza bien. La iniciativa legislativa tiene por objeto convertir al Mar Menor en una personalidad jurídica - lo cual es correcto, deseable y lógico. Es lógico porque todos los años estamos igual, y parece que como no se le haga oficial el carácter que le da la ciudadanía entonces, ¿para qué queremos las leyes? Así que la iniciativa, de lejos, está bien enfocada.

De hecho, la iniciativa está bien redactada especialmente en su último artículo y en el primero, que son los fundamentales: que el Mar Menor sea una entidad jurídica y que cualquier vecino pueda querellarse en su nombre. Se me antoja decir que quizá le haya echado en falta algún detalle en esas redacciones, pero hasta ese punto me parece normal.

EL PROBLEMA de esa iniciativa es exclusivamente el artículo tercero: algo que nadie ha pedido y que no se requiere. De hecho, ese artículo dice tal que así: se creará un chiringuito para que un señor se encargue de colocar a vigilantes que se ocupen del cumplimiento de esta ley, además de otros colocados para que investiguen en plan CSI todo lo que le pase a las aguas.

Vamos, que en vez de habilitar una herramienta para denunciar la corrupción política se nos cuela un conjunto de cargos no regulados para colocar más amiguetes. Así, cualquier presupuesto que tenga que sopesar el mantenimiento de esa bahía deberá pasar por ese grupo de sujetos que se encargarán de "ejecutar" la ley. Es decir: menos presupuesto para la recuperación de la laguna, más costes para las empresas ribereñas..., más problemas.

Esto que acabo de decir HASTA UN TONTO se da cuenta. Pero nada..., nos ha tocado vivir la época de los más que tontos, idiotas: cada vez que aparece un problema un político encarece su solución.

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Esto me recuerda al infame Hegel y la basura de su fenomenología del espíritu: que más que un libro parece un cómic parodia del pensamiento universal y la historia. Se trata de un conjunto de citas inconexas que demuestra lo poco lúcida que es la gente al no haber sido capaces de regurgitar algo tan tóxico.

En la dialéctica entre el amo y el esclavo observamos cómo ya ha habido pensadores mucho más profundos que contradicen el pensamiento hegeliano; para Hegel el origen de la humanidad, centrado en el origen de la historia, nace de la confrontación de dos deseos. Y, efectivamente, si bien puedo concordar conque el origen de la humanidad se debe centrar en el de su historia considerar que la historia nace de la confrontación de dos deseos es de una bajeza impresionante.

Así que, en mi afán clarificador, procederé a ir enmendando a medida que vaya citando: se trata de un filósofo de citas, completamente incongruente e inconcluso - y lleno de toxicidad, el clásico discurso de villano loco que debe ser superado con la máxima simpleza posible para que la sociedad trascienda.

El origen de la humanidad se remonta a la primera historia; puedo citar el cuento de Pocahontas de Disney como ejemplo: se observa cómo los indios rodean un fuego y empiezan a contar historias de cómo su héroe venció al oso. También se observa cómo en mitad de la lluvia y la tormenta los ingleses cuentan historias sobre su héroe, de cómo venció a indios. En ambas historias observamos cómo existe un único deseo, no dos, consiste en la lucha del héroe contra lo indómito. Para los indios el oso no es más que una presa, aunque le respeten como criatura viva; y algo parecido debía ser para los colonos ingleses los indios de sus historias: presas a las que superar, no criaturas con deseos.

Así que Hegel sostenía que mientras los animales desean cosas naturales, como la comida, los hombres tienen como deseos otros deseos. Este planteamiento contradice la confrontación de dos deseos en el ejemplo que he puesto: si los animales no tienen deseos entonces ni John Smith confrontaba sus deseos, porque para los que contaban historias los indios no tenían deseos, ni el héroe indio confrontaba sus deseos. Pero esas historias son las que marcan la propia historia, la que marca los hitos de esos pueblos: los colonos invaden y las tribus someten a las fieras.

Pero aquí esto lo que nos obliga es a tener que plantear una definición de qué es lo que monta una historia. Pues bien, según la teoría que sostengo del género único una historia lo que hace es desarrollar una emoción (puedes llamarla deseo, pero quizá esa palabra se me quede pequeña en virtud de lo que más adelante le opone a Hegel para aumentar su torpeza) y cuento con cuatro posibles emociones primarias: las fabulaciones, las congregaciones, las heroicidades y las confabulaciones. El desarrollo de cualquiera de estos cuatro géneros habilita la creación de una historia y, de ahí, el desarrollo de la humanidad y su consciencia.

Para Hegel la consciencia es deseo. Lo cual es otra soberana estupidez. Es imposible incorporar el deseo dentro de la consciencia, porque la consciencia para que pueda definir al individuo debería de incorporar todo lo que no es del individuo para así conformar la fotografía de lo que le trasciende a través de su huella personal. La consciencia, por tanto, no puede ser el deseo - el deseo es, de hecho, la manifestación más básica y animal del ser humano; lo más oscuro y nativo. Tanto el deseo como el miedo, o el dolor, son elementos que marcan el paso de lo que somos, pero lo que machaca y somete a la consciencia no forma parte de ella y menos aún la define. La consciencia, si nos damos cuenta, se puede ver como la capacidad que tenemos para conglomerar todas las experiencias en un resumen inteligible y, por tanto, referenciable. Si no podemos referenciar hacia algo vivido es porque no fuimos conscientes de lo mismo. El deseo, por ejemplo, no es referenciable debido a su oscuridad: si el deseo fuera referenciable entonces todos seríamos poetas y, por tanto, la poesía - entre otras cosas - no existiría.

Está claro que la época que vivimos es una época donde se le va a querer dar la razón a Hegel mediante una teoría que nos hable de la existencia de un amo y un esclavo. Hegel, con su terminología consiguió abaratar el camino para entender algunas cosas básicas, pero en el fondo todo acaba deshaciéndose como él mismo se irá percatando. Sólo quedará la disonancia cognitiva para vestir las contradicciones de ironías, o elementos más "profundos".

Si Hegel viviera nuestro tiempo sería uno de esos tertulianos que no son capaces de ir más allá de su algarada. Con su intención sorpresiva alborotará los platós de televisión diciendo soplapoyeces que otros tertulianos, quizá más serios, renuncien a responder debido a que se encuentran ante un necio que, al querer hacer escuela, puede que les lleve de los nervios por su mezquindad. Así, el mezquino se siente orgulloso de precisamente las burradas que suelta; aunque es el cínico el que sabe que lo que cuenta es rotundamente falso, aunque su comportamiento externo sea igual que el del mezquino. Luego, asaltando las redes sociales, Hegel sólo será coherente de twitt en twitt, incapaz de valerse de una redacción más detallada, que explique su postura con algo de profundidad sin sucumbir a "nuevas ironías".

Así que, para Hegel, el nacimiento de una historia exige alguna clase de dialéctica entre dos personas en oposición, como si fueran dos tertulianos. Ambas desearán el deseo del otro, así que serán conscientes de la situación contradictoria en la que se encuentran: desean un imposible, el sometimiento del otro a tus deseos. Obviamente aquí Hegel ya empieza mal: ¿me dicen que cuando yo investigo matemáticas por ejemplo lo que yo deseo es someter al resto de la comunidad científica y obtener así su reconocimiento como si fuera el amo?

Esa clase de pensamientos es muy típica en políticos, porque ellos no saben lo que es la ciencia. Esa clase de pensamientos es muy típica de idiotas, porque ellos no saben lo que es la ciencia. Esa clase de pensamientos es muy típica de los científicos, porque vivimos en los albores de la idiocracia.

Así que nos imaginamos al tertuliano Hegel discutiendo con alguien con un poco más de seso, casi cualquiera. Y Hegel considera que si cede entonces acabará siendo él el esclavo, su deseo de ser el amo tiene que prevalecer a lo que él considera que es el miedo a la muerte. Curioso: yo cuando le doy la razón a un tonto o a un loco no es por miedo a morir. Obviamente podemos distinguir entre el tonto que se cree que ha conseguido algo por seguir el camino del idiota de lo que Hegel llamará el "amo": la diferencia está en cómo sea considerado el mismo sujeto con el mismo comportamiento.

Y sí: si alguien consigue creerse el puto amo, cuando no es así, pues como no hay nada más peligroso que un tonto motivado podría desencadenar en violencia. Es decir, Hegel fomenta la violencia con su filosofía que desnaturaliza al ser humano ¡Cuántas veces hemos llegado a oir discursitos victimistas donde los sujetos se creían haberse ganado el centro de atención cuando en realidad no hacían más que el ridículo! Tontos motivados.

Tenemos a Cervantes, que nos lo explica muy bien en su novela mediante el desarrollo de los personajes: el Quijote es un tonto que se cree el amo de Sancho Panza, pero en las discusiones Sancho en realidad es pragmático y Alonso en realidad es idealista. Ambos son buenos amigos y han descubierto en el otro una suerte de inspiración para ser mejores personas. Así, igual que Alonso sólo hasta el final consigue quedar cuerdo también es cierto que Sancho paulatinamente se va pareciendo a Alonso. Es por ello que la historia que desarrollan ambos son historias complementarias donde en realidad no hay una búsqueda del sometimiento contra el otro, sino más bien una búsqueda del desarrollo personal a través del otro.

A pesar de que parece evidente la dialéctica entre amo y esclavo en la relación entre el caballero D. Quijote y su escudero Sancho Panza, en realidad durante toda la obra no se ve más que una confrontación continua de dos puntos de vista claramente independientes - lo que nos lleva a otra contradicción de los mundos de Yupi y Hegel.

Para cuando Hegel descubra que el otro tertuliano le ha dado la razón como a un tonto resulta que éste se dará cuenta de que ha creado un esclavo..., bueno..., yo no diría tanto, y para Hegel eso significa que ya no tiene tanto valor: ¿cómo? ¿Tanta historia conque la naturaleza humana es la de someter y para cuando consigues un puñetero esclavo lo desprecias? ¡Venga hombre, Sr. Hegel! Disfrútalo un poquito... Que seguro que le ha costado lo suyo ¿O es que acaso no es natural en el ser humano aprovechar aquello por lo que se lucha? ¿Son los motivos de lucha la lucha misma?

Ya digo: hay que ser muy perturbados como para tragarse una puñetera mierda de Hegel. Este hombre es el origen de todo un cúmulo de maldades, intoxicaciones... Dicen que el origen de los problemas se lo debemos achacar al marxismo, al socialismo..., pero no se percatan que el que realmente era un perturbado era el mismísimo Hegel. Y no señalar al que genera sensaciones de poder, sensaciones de lucha, de obtención de premios..., cuando no hay nada natural ni nada de nada, y menos aún civilizado o humano, pues entonces se seguirá replicando esas demencias - y lo veremos en las orgánicas, con sujetos que seguirán convenciendo a los tontos debido a que los logotipos son fáciles de financiar para generar chivos expiatorios. De ahí el triunfo de la socialdemocracia y su inminente autodestrucción al sucumbir en idiocracia.

Así que, según Hegel, el hombre desea los deseos de otros para someterlos y, quien no le tenga tanto miedo a la muerte, se convertirá en el amo - supuestamente alzándose en armas o confrontándose como sea con uñas y dientes. Para acto seguido sentirse poco realizado con todo lo conseguido porque lo que quería era un ser independiente a su servicio. Y se creerá listo: ¡cuántas veces se habrá criticado al político que se metía en política para enmarranarlo todo, sentirse poderoso y luego volverse a casa como si nada! 

 Ése es el ideal de Hegel, critiquen a Hegel porque ahí está el germen de la idiotez generalizada.


 

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