sábado, 19 de noviembre de 2022

Un ajedrez aún más humano

A estas alturas voy comprendiendo mejor cómo funciona la maquinaria; la cosa es que si mis estudios sobre filología encajaran con la idea de máquina de ajedrez entonces el bombazo sería apoteósico. Y, ciertamente, considerar la teoría de los ocho pronombres como si fueran las piezas del tablero y las ocho ranuras donde se colocan los items como las ranuras que definen la estructura del juego...

El ajedrez solo trabaja con dos ranuras: la que corresponde con el lóbulo parietal y la somato sensorial (según mi cerebro de juguete). Esto es, para cada tipo de pieza (que solo puede ser blancas o negras) interesa dónde está y adónde amenaza. Hay que pensar que las piezas no tienen inquietudes personales, no se transforman y, en su transformación, viven cambios en su comportamiento, tampoco interesa distinguir qué es lo que están haciendo las piezas en cada momento, ni crear un registro de hacia dónde podrían ser enviadas..., es decir, el ajedrez es un juego suficientemente complejo como para abordar un sistema de información que dispone de dos esferas y dos ranuras, lo cual supone 4/64 en complejidad con respecto a unos objetivos más..., humanos.

El principal problema de complicar los modelos es que entonces se hacen menos inteligibles, y no tendrán tanta gracia jugarlos. De una manera o de otra interesaría que el juego sea fácil de aprender y que sus reglas escondan en su complejidad la capacidad de necesitar patrones y termómetros. Es decir, debe ser necesario usar la filosofía conectivista y conexionista.

Hemos visto cómo en el ajedrez los termómetros funcionan increiblemente bien, sin embargo las máquinas no llegan a distinguir patrones - no como lo hacen los maestros humanos. Las máquinas de ajedrez que reconocían patrones solo eran capaces de reconocer los patrones creados expresamente por sus programadores; y lo mismo ocurre con la elección de la Principal Component, supuestamente, ya que debemos pensar que el termómetro no será cambiante, ¿o sí? A medida que jueguen muchas partidas los mejores motores de ajedrez pueden mejorar también su termómetro, pero el proceso es de lo más ineficiente tal como está planteado. Es decir, las mejoras del termómetro y de los patrones tiene que hacerse bajo la supervisión de los programadores.

Por eso esas máquinas pueden ser muy potentes, y sin embargo siguen sin ser capaces de resolver ejercicios específicos - demasiado improbables de que ocurran. Y eso no deja de ser interesante; porque también es cierto que desde el punto de vista de la creación de historias el ajedrez no representaría mucha potencia realista tampoco. Por lo que es factible ser críticos con los métodos actuales que se usan en el Deep Learning.

De ahí emerge mi primera propuesta: el termómetro en mitad de la partida decide qué patrones irá usando, y para cuando ya no esté jugando se rescatarán los mejores patrones para incorporar nuevos medidores según su varianza, y acto seguido dejar en activo el peso mediante la media. Que es como decir que el valor del alfil no tiene que ser necesariamente 3, porque eso en principio podría deducirlo la máquina. Aunque inicialmente podría funcionar bajo ese criterio antes de que tienda a enfocarse con ese valor.

La cosa es que si se hiciera así se podría rescatar la idea de lo que es un patrón para incorporarle un generador de frases que ayude a hacer entender a un tercero porqué es importante para la máquina hacer las cosas de esa manera. Efectivamente, hablaríamos de un traductor que tiene incluso la opción de definir nuevos conceptos - como la idea de "peón avanzado", aunque para ello debería de usar un diccionario de sinónimos.

En cualquier caso la idea de que a un jugador de ajedrez se le ocurran jugadas lo asemejo a la capacidad que tiene un autor de contar historias, o de un músico de componer - donde los patrones de ajedrez bien podría ser la tabla de modos o quintas. Es decir, un patrón existe por una buena razón de eficiencia; por lo que nuestra definición de consciencia se reduce a un problema de eficiencia exactamente.

 

REGLAS DE AJEDREZ DE ALIADOS Y CONTRARIOS

Ahora bien, ¿cómo incorporarle nuevas reglas al ajedrez para obligar a las máquinas a rendirse a la necesidad de crear patrones? Se me ocurre una manera, sin que pierda la diversión del original: solo habría que incorporar dos esferas más y una ranura adicional.

Las piezas se dividen en blancas, azules, negras y rojas; en un juego de dos jugadores. Las piezas azules son piezas aliadas de las blancas, mientras que las rojas son aliadas de las negras. Las reglas establecen que una pieza puede atravesar (o saltar) una pieza que sea aliada suya (las blancas sobre las azules y las negras sobre las rojas) pero no ocupar la misma posición. Otra regla es que ningún jugador podrá mover las piezas azules, ni rojas. 

Al terminar el turno del blanco por cada pieza que pueda ser eliminada por exclusivamente una pieza roja entonces la pieza roja se moverá solo una vez para eliminar la pieza blanca. Si dos piezas rojas que no han movido pudieran eliminar la misma pieza o si tiene dos posibles piezas blancas a las que eliminar entonces no moverán hasta que en su turno quede resuelto el dilema. Esta misma regla se aplica con las piezas azules en cuanto se mueva en negro.

Como regla adicional podemos atribuirle al rey la capacidad para convertir un aliado a su bando si se encuentra en una casilla adyacente a él y pierde un turno para promocionarla y la dama puede reducir una pieza de su bando al de aliado si está bajo su amenaza.

Bajo estas reglas, por mucha fuerza que le den a los termómetros se notará la diferencia entre el maestro humano de lo que es capaz de hacer la máquina.





viernes, 18 de noviembre de 2022

Soneto

 

Él es pasajero  se planta y  enreda

conforma un lamento  que pierde el coco

nuestro sutil tiempo   se pone en vereda

siempre concebido  para el cuerdo y el loco.

 

 

 Mi antología son  mis donaciones

antojo grácil que  excita y enerva

cuando no queda más  sangre que no hierva

suscita alegrías,  trae ovaciones.


Fervor que abandonas  las briznas de hierba

que componen todas  mi vana esperanza

encandila ahora  otra labranza 

que haga de mi noble   oferta en sierva.


Mata de hambre el tiempo  y arde razones

quema los motivos  por un carbón

amigos, si tuve,  cuentan tocones.

 

También planté un árbol  que hizo canción

amigos que fueron  como ladrones

que escaparon raudos  con mi perdón.



Así árbol que planté   si yo te invoco,  

ábrenos camino  entre el que está

y toda hojarasca   si en rama hay poco

¡apártalo de mí!  zape y se va.


jueves, 17 de noviembre de 2022

Filosofía obscura. La inevitable vuelta a la normalidad

La filosofía efímera, la que se olvida pero hace pedagogía de lo que sea real vuelve a hacer mella en este blog. Anoche tuve la oportunidad de planteármelo, de poderlo pensar: cómo nos vemos abocados a la inevitable fase decadente de la postmodernidad corporativista y su pensamiento de rebaño. Sin embargo, aunque sea inevitable tener que pasar por ahí, otras culturas y otras épocas podrían también haber pasado por un periodo de mayor lucidez al vivir esa fase en un periodo tan breve de tiempo que con solo surgir la idea en la mente de todos los individuos pudieran rechazar ser víctimas de tal experiencia.

Sin embargo, lo dicho en el párrafo anterior, a mi juicio, es ininteligible para el 99% de mis coetáneos. Sin ir más lejos, aun explicando los conceptos más obvios, con una tecnología que favorece a la gente culta a darse cuenta de los errores que comete, tengo dificultades para conseguir hacer que se me entienda. Así que, ¿cómo pretenderé darme a entender ante algo tan grande como es la postmodernidad?

La persona moderna rompió con la servidumbre de tener que vivir en dependencia del feudo en el que nació; podía hacerse patriarca de sí misma y crear su propio clan, sin importar si fuera patriarca o matriarca, negro o blanco, o cualquier otra combinación que la persona no moderna no conciba. El nacionalismo, sin ir más lejos, intentaría ocupar el lugar del patriotismo al verse amenazado por las ideas modernas de liberalidad, de avance personal. Lo mismo ocurriría con las religiones, que buscarían formas gnósticas y reinterpretaciones modernas de lo antiguo para así venderse mejor. Sin embargo los chovinismos, así en general, no son más que manifestaciones de alienaciones hacia el pasado. Es una forma de adoptar una moralidad que no es la de nuestro tiempo.

Los extremistas no podrían quedarse callados, y atraparon la modernidad en un nuevo enfoque que conviertan a las personas en extremistas y así perder su humanidad moderna. El postmodernismo aparece en los distintos ámbitos de la literatura humana, que no es sino el reflejo de los hitos históricos de la civilización que es objeto de estudio. La semiótica postmoderna tiene sus símbolos y sus expresiones, y por tanto, la postmodernidad es susceptible de clasificarse como lo hacen los propios signos que se usan en la lingüística.

En su momento Shanon apreció la diferencia que hay entre datos e información, y algo así habría que considerar: lo que nos da información es lo que supone un mensaje distinto - mientras que lo que es un dato no es más que una secuencia convenientemente bien almacenada. Como no nos interesan los signos por sus datos, deberíamos de centrarnos en la información que aportan: y es aquí donde llegaremos a entender mejor la obscura reflexión a la que llegué.

Cuando Gödel demostró que no había ciencia, que entrañe suficiente complejidad, cuyas reglas puedan describir con suficiencia todo su ámbito y, al mismo tiempo, sean capaces de ser suficientes para explicar sus propias preguntas por alguna razón muchos filósofos entraron en una fase de kali yuga. No se pareció entender. Bertrand Russell fue el primero en asumir que el empirismo lógico había muerto. Pero lo que a mí me parece sorprendente y digno de la etiqueta "idiocia generalizada" es que posterior a Bertrand Russell siguió apareciendo más empiristas lógicos. Quizá el zénit de lo inabordable se encuentre en Davidson que, al no poder asumir algunas de sus propias preguntas como incómodas incongruencias, solo podía citar a Hume - como intentar hablar en su nombre para dejar el problema abierto ¡Éso sí que es obscuro!

La verdadera obscuridad en la filosofía es cuando se vuelve clara, de una manera o de otra hay que dar explicación a lo que no lo tiene. Y estaba claro que las premisas de Davidson no podían darle explicación a dos aspectos importantes: el papel del físico ante la singularidad planteada en los años 20 por Alan Turing de una máquina capaz de pensar y la supuesta capacidad que tiene el ser humano para distinguir una correlación de una ley causa-efecto físico. Y es que si eliminamos la distinción entre los juicios sintéticos y analíticos entonces no dispondremos de un lenguaje necesario para clasificar la forma que tienen los conceptos de relacionarse entre sí.

El propio Davidson introdujo muy inteligentemente para los estudios de la semiótica el concepto de evento. Idea que, a mi juicio, faltaba por añadir. Asímismo el propio Davidson cita a autores para recalcar elementos fundamentales que nos ayudaría a entender qué es un evento. Sin embargo olvida que los eventos se sintetizan y son instancias de conceptos. Que algunos conceptos son comportamientos que son resultado analítico de otros comportamientos. Que algunos conceptos son el sujeto o el objeto de tales comportamientos y poseen una relación horizontal, por tanto; y no serán susceptibles de ser analizados en tal caso, sino sintetizados. Por eso, tan pronto como incorpora una nueva herramienta a la semiótica al mismo tiempo la mutila con la peculiar creencia de que el físico puede tener leyes físicas que no sucumban, o mueran, con la llegada de un nuevo paradigma.

Todas estas críticas son conocidas y fueron estudiadas. Lo sorprendente es que tuviera que enfrentarse el Círculo de Viena con un grupo de físicos que les contradijo; entre ellos, y me refiero a la Escuela de Copenague, el propio Albert Einstein - que si lo cito a él, cuando no a otros físicos como Marie Curie, es porque en física Einstein es considerado un fisicalista estatista extremo hoy día inaceptable entre las filas más convencionales de la física. Es decir, fíjense en la ironía: los positivistas lógicos eran contradichos por su extremo fisicalismo por el más extremo y exagerado de los fisicalistas que pudiera tener la física. Es decir, el Círculo de Viena la habían cagado de nacimiento. Si los filósofos de entonces tenían dudas, entonces ni los matemáticos ni los físicos lo compartían. Y ahí estaba el señor Davidson, intentando despertar a un muerto. No hay nada más lúgubre.

Entre mis teorías ya explicaba que la semiótica se divide entre sus recursos persistentes en los textos filosóficos (contextuales) o históricos. Lo que quiere decir que el estudio de cómo piensa o puede pensar en coherencia el individuo puede caer en su personal kali yuga, en una fase de idiotez o de patadón para adelante. Como acabo de describir con los empiristas lógicos.

Por ello, si hemos visto cómo en la historia los sabios hacen el idiota, ¿acaso no es posible que para cuando repercuta en nuestros cuentos e historias personales que ya hayamos aprendido la lección para salir del paso más rápidamente? Bueno, pues el asunto es que no parece que se sepa aprender la lección. El asunto es que no parece fácil dar a entender que del corporativismo nace la tecnocracia, y de la tecnocracia la idiocracia. Y que la idiocracia nos lleva a una sociedad incapaz de maniobrar ante imprevistos. O que, como es lógico, no hay una frontera bien definida entre corporativismo, tecnocracia e idiocracia..., por lo que ya deberíamos de ser capaces de encontrar las pistas de los tres tipos de enfoque en nuestra sociedad... Pero aun presentando las pistas, y aun habiendo filósofos reconocidos y reputados como Byung Chul Han, no es suficiente. Aunque se presente un par de películas como "Idiocracy" o "No mires arriba" no es suficiente, aún los ofendiditos se seguirán ofendiendo, y aún en las empresas se seguirán contratando a los que tengan apariencia de competentes - con miedo a perder la apariencia de competencia personal.

Creo que fue Ortega quien nos recordó que el que aparenta trabajar no trabaja. Efectivamente, los primeros indicios de idiocia fueron encontrados en su tiempo, cuando poco a poco se iba abandonando la modernidad para sustituirlo por una nueva forma de pleitesía: el corporativismo ¿Y qué iba a hacer Ortega y Gasset ante lo inevatible?

Lo normal era que todos se volvieran idiotas. Podías señalar con el dedo lo que iba a pasar, pero es inevitable. Les decimos "ésto es lo que se nos viene encima y no hay solución". Lo inevitable es que se acepte, pero es más fácil negarlo y ser víctimas de ello involucrándose. Es como señalar a una horda de zombies: sabemos que nos van a alcanzar, es inevitable, pero hay quien se niega a salir corriendo. Efectivamente, si lo normal es pasar por esa fase aún nos queda la pregunta de qué es lo que le queda a la humanidad si no es capaz de asumir que esa fase debe también sucumbir.

Cuando el protagonista de "Idiocracy" intenta encontrar una máquina del tiempo para volver atrás no es capaz de asumir que en una sociedad más idiota que la anterior el ser capaz de hacer algo así debía ser aún más difícil que en su propia época. Pero claro, es que el protagonista ya tenía indicios de idiotez. Aún así, acabó siendo el hombre más sabio de su época, asumiendo que no existe la máquina del tiempo. Bajando los baremos avanzar es muy fácil.

Y esto nos lleva al papel de la consciencia. Últimamente he podido redefinir algunos conceptos mediante una máquina que juegue al ajedrez: según parece el juego del ajedrez, un juego con un número finito de reglas, cumple las espectativas necesarias para entender la complejidad de la consciencia. Es decir, según parece una máquina que sea capaz de jugar al ajedrez como un ser humano ya podríamos decir que alberga la tecnología suficiente como para hablar de superar la singularidad mencionada antes. Y esto, que es algo que muchos suponíamos, es lo que hace poco con mis álgebras he creído demostrar de una manera feaciente.

Para ello solo he tenido que definir un lenguaje del ajedrez, basado en el lenguaje que usa un maestro apodado Manuel Morsa. Ese lenguaje bien podría recordar al CHE, pero ha sido expresamente simplificado para quedarse con la esencia. Bien, pues lo que yo he hecho ha sido incorporarle más complejidad de nuevo..., para así distinguir el conexionismo que hace el termómetro del proceso de reconocimiento de patrones que hace ese lenguaje. Y, considerando otros trabajos anteriores sobre moralidad y ética, así como mis estudios sobre la consciencia, al final me han cuadrado nuevas definiciones: un patrón de ajedrez se define por su capacidad para adelantarse a los plys (métrica que mide cuántas jugadas de ajedrez se hacen). Es decir, si la información mide la sorpresa, los patrones miden los backtrackings que genera el termómetro (el Principal Component que haya considerado el equipo). Sabiendo que el backtracking se puede medir por la altura de lo que se ha podado tras una mala decisión, la expresión resultante recuerda a la cantidad de información que nos da la experiencia de habernos equivocado calculando (usando la definición de Shanon de cantidad de información). Y esta cantidad de información será proporcional a los plys que se ahorrará por procesar el patrón.

¿Y qué son los patrones? Los procesos lentos y conscientes. Simple y llanamente. 

Mediante la simplificación de Morsa se puede generalizar a cualquier problema PSPACE que se nos ocurra, no tiene que ser el ajedrez. Y de ahí entenderíamos porqué el ajedrez es tan fascinante: porque se comporta como una ciencia con su teorema de incompletitud. Es decir, la máquina tiene que ser capaz de reprogramar sus piezas y sus casillas para adaptarse con sus patrones a las reglas del ajedrez con sus propios teoremas.

Ya por lo pronto el número de piezas que he sido capaz de encontrar al ajedrez convencional supera la treintena (alfil en casillas negras, rey enrocado, etc...). La idea es que se incorporan más fichas para que sea más rápido de procesar los patrones, y así sustituir las expresiones booleanas por una proposición atómica.

Ahora bien, ¿cuál debe ser la reflexión final que nos lleve a la paradoja de lo inevitable y que hace casar todo lo comentado? Como pasa con la lectura de este texto, hay que reconocer distintos patrones, determinar qué bando es de los míos (blancas) y contra qué me opongo, qué posturas son amenazas y dónde estoy defendiendo mis posturas. Tras hacer un análisis completo tenemos una configuración de la polaridad de mis posiciones y se determina hasta qué punto casan todas las ideas. Esa casación es una descripción de jaque mate a partir de la apertura propuesta por esta entrada para conformar un patrón del que debemos ser conscientes para no tener que experimentar el error de entrar en la idiocia mediante la experiencia. Porque no es lo mismo analizar el kali yuga que vivirlo.

Para superar al idiota hay que pensar primero como él y dedicar nuestros esfuerzos en comprender todo el poder que aborda. Sin ir más lejos, las compañías más grandes de tecnología se está dando cuenta de los errores que están cometiendo para así distinguir qué es lo que es peso muerto, qué le genera tantos plys de pérdida de tiempo. Una vez reconocido el patrón general descubrirán el perfil de la idiocia en su propio sistema de captación de empleados.

 







miércoles, 16 de noviembre de 2022

Es un mal sueño

Lo peor que podría pasar ya está sucediendo. Si el hospital gasta una cantidad descomunal de dinero en electricidad a mí no me piden permiso, y entonces me veo obligado a pagar muy por encima de mis posibilidades.

Voy a tener que llevar el asunto por mecanismos jurídicos por mi propia cuenta. No entiendo que tenga que pagar una proporción de lo que deciden gastar en electricidad en el hospital. Al fin y al cabo ni mi calefacción, ni mi aire acondicionado me lo paga el hospital: mi gasto es independiente. Sin embargo en el hospital pueden aumentar los costes y, proporcionalmente, me los como con patatas.

Las cosas pintan mal, esperemos que pueda renegociar los términos. Debo intentar ver las cosas con alguna clase de perspectiva que me permita poder hablar con esta gente. Lo que no quiero es ponerme de los nervios ante la falta de compromiso. Al menos me gustaría tener acceso a los fundamentos jurídicos, al pliego de condiciones...

Mi negocio de venta de móviles en peligro, y Hacienda que sospecha de mí. Como si no tuviera suficientes problemas.

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Me pongo a mirar y da igual la enorme cantidad de proyectos que sea capaz de iniciar, o lo que sea capaz de defender. El problema es que no creo en el mercado. Ya vemos qué pasa con el universo Meta: el mercado se vuelve voluble e impredecible - cada vez es más exigente. Y no es de extrañar: hablamos de personas que consumen e hiperconsumen, aumentan su cultura junto con su capacidad para sentirse ofendidos por los productos que consumen. Eso quiere decir que cualquiera abre un negocio y empieza a lloverle las críticas en negativo.

Sin ir más lejos mi kiosko ha recibido una única reseña, y esa reseña es malísima ¿Ha tomado en cuenta de que soy el único kiosko que ha sobrevivido en el hospital o que mis precios están ajustados a la gente? Me desprecian los médicos, como lo pueden hacer los que escriben reseñas..., creo que mi negocio se va para pique.

Pero claro, si no puedo hacer esto, ¿qué hago? Ya tengo 45 años y no tengo esperanzas de que me contraten como senior en programación - porque no se creerán de que soy un experto programando. Me veo abocado a acabar en la indigencia.

Sin embargo en cuanto cierre el local sé que mucha gente proyectará el aislamiento del hospital contra enfermeros y médicos. Y que se volverá un lugar de locos y mucha tensión. Y lo sé, porque suele ser agobiante tener que valerse por sí mismos cuando hay tensiones. Y veo mucha gente tensa.

Por otro lado, ¿qué he pretendido con Youtube? Tengo que ver cómo asumo mi aislamiento real. El hecho consumado de que no tengo vida de ningún tipo - y admitirlo. Escribir comentarios en Youtube como mecanismo de escape es cuanto menos triste. Sobretodo si no sé si estos comentarios pueden ser silenciados o borrados sin que sea avisado - solo podría adquirir una sensación falsa de comunicación. Y no es suficiente. Pero porque a la larga lo voy a sentir así.


martes, 15 de noviembre de 2022

Relato. El futuro da miedo

A plena luz del día en una playa un chaval de veinte años yace desnudo y solitario. Aparentemente muerto las olas intentan despertarlo mojando la punta de sus pies. La arena conformaba una venial mácula de la piel de ese hermoso muchacho nada más reincorporarse. Su rostro no era más que una combinación entre la estupefacción y el horror de no saber qué hacía allí. Miró allá donde su imaginación le permitía y donde su cultura le admitía entender. Pero no encontró nada ni en los lindes de la playa, ni más allá de esas desiertas palmeras o de lo que hubiera pretendido entender en el pasado de las lagunas que inundaban su lucidez.

Ahora le aterrorizaba la vergüenza de dejarse ver por el fantasma de quien fuera responsable de esta empresa. Pero no se paró ni un instante en esa idea antes de que le llegara el recuerdo de su futura esposa, su novia, con quien empezaría a hacer planes para vivir juntos después de que le llegara un trabajo, una casa, un futuro... Ahora todo posiblemente tirado por la borda. Y eso era peor que quedarse desnudo.

Descuidó su futuro académico después de que le fuera posible entender todos los cursos de inteligencia artificial, programación, para acabar en una gran compañía. Con mucha fuerza fue capaz de comprender la dinámica de la empresa, de entenderse con sus compañeros y había grandes espectativas. Así que miró la arena, frustrado, y se secretó su orgullo de ser humano mientras crecía una enorme rabia:

- ¡No es justo! ¡No! - cayó de bruces.

Ni lo entendía. Pero ya no era un ser humano. Solo era el juguete de algún malnacido con capacidad para hacer algo así ¿Qué le aconsejaron sus padres sobre su futuro? ¿Le habría ido mejor si hubiera seguido estudiando? ¡¿Y por qué martirizarse de algo de lo que no era responsable?! ¿Acaso actuó mal? ¿Era sobre eso mismo esa broma pesada? ¿Broma de quién?

- ¡Malnacido! ¡Muéstrate! - gritó de rodillas.

¿Y por qué un malnacido? ¿No podría ser alguna mala novia con poder suficiente como para especular con la vida de la gente? ¿Quién no ha podido tener algún desliz con la hija de un ricachón psicópata? Al fin y al cabo, la ley desde hace tiempo ya no la redactan las personas, ni se aprueban por sus representantes... Deep Law, lo llamaron. A la espera de ser aprobada por los iletrados que son elegidos por el Pueblo.

¿Podría culparle él mismo, ya desnudo, de que el mundo es injusto cuando es el iletrado el que consigue el trabajo? Raro sería que esa niña rica a la que posiblemente ultrajó siendo adolescente no tuviera una colección de desamparados distribuidos por estas costas. Porque hay que ser muy mala persona como para echarle la culpa a uno de lo que le pase, lo suficiente mala persona como para que le haya sucedido con más de uno. Porque de algo él estaba seguro: nada había hecho ni había pista de ningún tipo de qué es lo que puede hacer nadie como para merecer esta clase de ofensa.

Una silueta de un niño entre las palmeras se asomó hacia donde estaba nuestro infortunado. Al menos éste sí pudo improvisar una vestimenta para perdonar sus vergüenzas, pero había otras que no tapó. Mirando a lo lejos, fue observada la figura inquieta que adivinaba una lanza en una mano mientras andaba entre las palmeras sin atreverse a acercarse a la costa. Así que probó a levantarse mientras se tapaba, no porque se sintiera acomplejado ante la figura, sino porque siempre tuvo un perfil heroico y nadie tenía derecho a arrebatárselo.

El lancero se acercó lentamente con unos trapos e improvisaciones que conformaban un todo. Poco a poco el hombre vio en el chico una silueta impropia en un ser humano, así como en un guerrero.

Mientras se acercaba vio cómo tenía un único ojo, pero estaba situado en el centro. No le faltaba ni el izquierdo ni el derecho, le faltaba ambos, pues en ambos tenía sendas cicatrices. Y, mientras se acercaba, pudo observar que le faltaba las orejas pues, en su lugar, tenía como unos tubitos de plástico que estaban bien sujetos al cráneo. Mientras, el niño siguió acercándose y pudo observarse que tenía una peculiar cojera que no era un movimiento natural: las rodillas las tenía invertidas, y tras la operación parece que no fue capaz de cogerle aún el truco para caminar con soltura. 

Llegó a estar lo suficientemente cerca como para darle lo necesario para cubrirse y le sonrió para espanto del visitante: no tenía diente alguno. O eso parecía.

- ¿Cómo te llamo? ¿Encío?

- No hay de qué. Ven, ellos querrán que les visites.

- ¿Te refieres a quienes te han hecho esos arreglos?

- Puedes quedarte aquí y volver nadando. No tienes elección.

Y dicho esto Encío le dio la espalda con soltura para volver sobre sus pasos con suma tranquilidad. Claro que, bien pensado, ¿qué debía esperarse de esa situación? Pensó buscarse un vídeo en Internet que le explicara cómo sobrevivir en una isla desierta, hasta que descubrió que de los improvisados bolsillos no salía el Wifi.

Rápidamente salió corriendo contra el niño y le quitó esa especie de lanza. Lo que lo desequilibró en una caída angustiosa que provocó un grito. Desde abajo, el muchacho miró decepcionado con su ojo, enrojecido por no ser capaz de emitir lágrima alguna. Le extendió la mano a su ingrato invitado, a lo que le respondió ofreciéndole la suya para ayudarlo a levantarse.

Sin embargo el niño no aceptó el ofrecimiento. Le señaló a su enorme palo, que bien mirado, no era más que un bastón porque no tenía un lugar al que llamar punta. Bastante atractiva era la atención del chaval como para atreverse a observar qué clase de palito venía con él.

- Disculpas - le dijo mientras le devolvía su bastón.

En cuanto se reincorporó el niño se lo dejó bien claro:

- El día en el que las cosas ya se dejaron por dichas, y que el individuo dejó de importar más allá del colectivo, los inoportunos perdimos nuestro derecho a ser buscados porque no teníamos representación. 

- ¿Dónde te enseñan eso?

- En nuestra escuela. Ahora deberás empezar de cero. Piénsalo, estamos en un lugar privado y las leyes son redactadas a partir de lo que las máquinas consideran que hace que las cosas vayan mejor.

- Pero si soy informático, ¿por qué yo iba a suponer un problema para las máquinas?

- Quizá porque habrías supuesto un cambio. Eso lo saben hasta los de primero.

#Historiasdelfuturo


El FRACASO de las redes sociales

Me fui a Twitter y me censuraron. Así que me fui de allí y monté este blog. Luego volvieron a admitirme, por un tiempo, y me volvieron a censurar. Así que lo abandoné para siempre.

La censura siempre era por un sinsentido: sigo pensando que seguirle el juego a quienes amenazan a la familia de los políticos se merecen el apelativo de zorras, sobretodo si ellas se dedican a la política. Esto es, porque esperan sacar rédito electoral de esa clase de especulaciones.

Pero luego me fui a Youtube, con el fin de no necesitar desahogarme en este blog. Y allí descubrí uno de los mayores sinsentidos de la censura: no solo censuraban los comentarios de mi propio canal sin mi consentimiento, sino que además esos comentarios ni siquiera era motivo de que fueran censurados - incluso alguno de ellos era mío. Y, por si fuera poco, empezaron a manipular algunos de mis vídeos. Más en concreto, cortaron algunas secuencias de video de manera que se desincronizaba con el audio. En definitiva, empezaron a vulnerar mi propiedad intelectual. Aberrante.

Así que, ¿para qué voy a seguir en Youtube? Formulé la queja con respecto a lo que acababa de ver en esos dos vídeos - además de que volví a aconsejar el despedir a esos empleados. Y es que el problema es que incluso una máquina es menos imbécil que la gente que hay detrás. Los empleados que contratan esas redes sociales, con un afán quizá sádico y narcicista, suelen escoger a una lista negra y les hace la vida imposible. 

Y es cierto que es fácil pensar que lo que hacen esos empleados es asumible, que no pueden hacer daño a quien mira la realidad desde un punto de vista estoico. Sin embargo queda latente hacia dónde van encaminándose las redes sociales. 

Mi consejo es el que mantengo, desde que abrí el blog: deberían de llevar a cabo un proceso de despido masivo en esas redes sociales. Los propietarios no tienen ni puñetera idea de cuánto dinero están perdiendo por mantener a esa gente en plantilla. Por lo pronto, lo que se conserva es una idea de que los más participantes serán los menos críticos no a la plataforma sino a quienes gestionan la plataforma. Y eso acaba tirando piedras sobre el tejado de la materia gris de quienes vayan a conformar el perfil de esa red social.

Ya me pasó en medium.com, empezaron a juguetear con la interfaz para hacer parecer que mis entradas estaban mal escritas. Sin embargo lo que se veía no era un bug, esa fue la excusa que dieron. De hecho, bien pudieron haber sido más explícitos con el tipo de bug, algo así como pretender demostrar que realmente existía ese bicho conspirativo - pues habría sido realmente interesante de compartir. Y es que cuanto más absurda es la excusa que ponene más fascinante habría sido una explicación sincera.

Por eso es cuestión de tiempo antes de que otras redes se lleven el gato al agua: algunas que sí sean capaces de ofrecer un servicio que no fomente la idiocracia a través del actual postmodernismo basado en el corporativismo. De una forma o de otra, los trabajadores deben tomarse en serio su trabajo y no valerse de los usuarios como si estuvieran por debajo, o no valieran para nada.

Ya he diseñado modelos de redes sociales y, de hecho, me estoy preparando un modelo de red social que..., luego a luego..., por su sencillez e innovación, podría ser una manera de ver el séptimo arte que rompería los moldes de lo establecido para nunca más volver atrás. Una manera de dejar obsoletos los videojuegos, el cine y en parte la televisión. Aunque esas fórmulas no tendrían que desaparecer, claro.

Pero ya se verá si avanzo o no en esa dirección. Ya veré si desarrollo mi tecnología, pero tendré que empezar a jugar con la cámara para ver si las ideas funcionan y cómo desarrollo el meta-lobbie.


Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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