viernes, 29 de septiembre de 2023

El papel de la semiología

Para aquellos que nos gusta distinguir la semiótica de la semiología, debido a la naturaleza diferente de sus autores a la hora de desarrollar ambas palabras y la conveniencia que supone hacer tal distinción de manera que conviva en una misma teoría relativa a la pragmática, tan pronto como desarrollamos reglas semiológicas para donde antes solo la semiótica se atrevía a profundizar se nos abre un mundo muy amplio en la experiencia en cuanto se perciben esos conceptos.

Hace poco estuve ahondando en una simplificación de los modelos competitivos que en principio deberían de generar emociones relativos a la envidia, el miedo, el asco..., dentro de un agente para que obtenga ventajas y que, de poder hacer uso de este modelo en entornos más genéricos, podría aplicarse para que una máquina desarrolle apetencias..., y me estuve revolviendo una y otra vez en ese proceso de simplificación y complicación innecesarias: ¿tiene sentido que en una red social donde los usuarios solo emitan mensajes en positivo y que la única forma de ataque sea a través de la luz de gas desarrollen la misma envidia que los que puedan directamente insultar? Todos estos procesos, de tanto simplificarlos, puede que los modelos estadísticos no converjan y que acabe desarrollando estructuras o simples de más o complejas de más... Al final, tras replantear tanto las álgebras de esas dinámicas, me puse a ver vídeos de redes sociales, memes..., en los autores veo a agentes lanzando mensajes como en mi competición, el espectador se convierte en otro agente, la víctima de la broma en el vídeo en otro agente..., se ven las cosas como con más potencia, adquiere una nueva dimensión. Es como un incentivo.

Ocurre lo mismo cuando un amante de la música aprende a tocar un instrumento, en la medida en la que mejora en su compromiso como músico también perfecciona su capacidad de apreciación musical. Es la misma relación que hay entre semiología y semiótica. Sin embargo, una persona que nunca quiso desarrollar su sensibilidad musical, por mucho tiempo que le dedique a aprender a tocar un instrumento la sensibilidad no la va a adquirir - no dejan de ser dos conceptos ligeramente independientes.

Podemos enseñarle a una máquina a que escriba poesía desde el punto de vista de lo establecido por la escolástica: rima, métrica, ironía, comparaciones, mensaje... Pero se corre el riesgo de que no se respete alguna clase de estructura que está ligada con lo humano, y es que se me verá como un estructuralista o un postestructuralista, pero la estructura para mis estudios es lo más importante: el agente tiene una serie de apreciaciones, un álgebra que lo define como homo sapiens en su manera de ver el mundo. Y lo que realmente va a hacer que una máquina escriba una poesía o componga una canción con sentimientos es que primero haya albergado tales sentimientos, los cuales debieron haber evolucionado mediante alguna clase de aprendizaje de refuerzo, o GAN, o equivalentes..., de manera que se valga de esas emociones para obtener alguna clase de ventaja.

Cuando el inconsciente colectivo (Jung) aprendió las emociones para el homo sapiens éste quedaría impreso dentro de lo que algunos llamaríamos su apreciación semiótica. Cada vez que el agente no sea capaz de encontrar un símbolo que represente lo que siente por dentro desarrollará lo que en mis postulados llamé incontinencia del poeta, mientras que si es capaz de desarrollar un lenguaje eso conformará su semiología.

Mi plan lo tengo más que claro: ¿acaso podría una máquina diseñar un videojuego que fuera divertido si no es capaz siquiera de crear una composición con un mensaje emotivo? Es más que probable que al mismo tiempo que escribo esto algún producto por ahí ya sea capaz de hacerlo, o de estar muy cerca, y yo sin saberlo. Pero también es cierto que por el momento consideraría que el asunto sigue muy verde.

Una máquina ve una animación, un tiempo después ésta se repite y se divierte: es un meme.

Una máquina ve una animación, un tiempo después ésta se repite y se aburre: es un bucle.

Se trata de reconocer cuándo la animación está en bucle, y cuándo la repetición está viva y alimenta al sistema de información. Son los dos paradigmas que comenté hace varias entradas. Y para ser capaz de ser consciente de tales cosas antes debe estar en consonancia con lo que para nosotros es un meme y lo que para nosotros es un bucle - obviamente, por nosotros me refiero al inconsciente colectivo del homo sapiens.

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- Este hombre no lleva sandalias, no lleva guantes, es un trabajo superpeligroso, cualquier error y acaba en llamas, solo se protege de la defragración mediante cubos de agua continuos..., este trabajo no debería de llevarse a cabo de esa manera, debería de ser hecho por un niño.

Al estudiar esta transcripción de un meme vemos que tiene dos vías para convertirse en un meme: puede ser una denuncia o puede ser una pifia del cual se rían de ti. Desde la buena fe se entendería que es una denuncia, que no puede equivaler a hacerle un vacío a alguien - pues si no se denuncia el trabajo se sigue haciendo. Y, por otro lado, si queremos reirnos de la insinuación de que hay que hacer que los niños se encarguen de hacer ese tipo de trabajos observaremos que esa acusación es una forma de ataque. Por tanto, no se puede desarrollar las mismas emociones de envidia, por ejemplo, si ésta proviene de una red social donde solo se dicen cosas positivas a las emociones de envidia que se generarían en redes sociales donde además la gente se pueda reir de (atacar a) otros usuarios.

La risa, como mecanismo de ataque social, es un eje cardinal del que el ser humano no puede desprenderse y, según mis pesquisas, eso obliga a definir distintos grados de, por ejemplo, envidia (la que proviene de la risa y la que proviene de la propaganda).

Si no me equivoco eso complicará un poco más el modelo que tengo en ciernes..., ¿justificadamente?

 

 

jueves, 28 de septiembre de 2023

Guía básica de manipulación del buen scout

Si hay una entre todas las obras que sean las más efímeras y vanales que existen es la guía de manipulación de Schopenhauer. Su toxicidad es deprimente y un completo sinsentido: es la guía del mezquino que sabe que no tiene razón pero, como ser destructivo que es, te dará lecciones de felicidad mientras te lleva a la ruina con sus palabras. Esta entrada no va de eso.

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Me acaba de volver a llegar un aviso de Google diciendo que en este blog no se pueden mostrar anuncios porque su contenido "no es de calidad". Es decir, lo único que se puede extraer de sus conclusiones son esas: nada de, "en esta entrada pusiste X, y eso contraviene a la marca Y", o alguna cosa por el estilo... Esta filosofía supone tirar piedras contra el propio tejado de la compañía porque, al fin y al cabo, ¿por qué iba a querer involucrarme con los productos de Google si sus políticas son tan poco trasparentes? A las mínimas de cambio, su compañía podría engullirme sin percatarse de que solo soy un mondadientes entre las fauces de ese cocodrilo tan imbécil.

La torpeza de paga pero, como pasa con la bomba atómica, será mediante una reacción en cadena - no por lo que le pueda pasar a un usuario aislado como yo. Y entonces llegarán las madresmías, los cisnes negros, las sorpresas..., menuda panda de idiotas.

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Imaginen que una persona quiere engañar a otra y la víctima del engaño, al que llamaremos Mark, lo sabe. Al agente perpetrador de la broma lo llamaremos Frank y a su gancho Esther. Mark es un agente honesto que se mueve con sinceridad y simplicidad dentro de su entorno, pero es hábilmente competente en su materia. Para poder ser engañado se le tiene que sacar de su dominio en el que es un experto. Esther posee un dominio de experiencia diferente de Mark en algunos aspectos, y esa posición es en lo que se va a valer Frank para desplazar la atención de Mark en esas áreas.

Es decir, Frank le ha dicho a Esther "vamos a engañar a Mark" estando Mark delante ¿Qué estrategias deben seguir para conseguir el objetivo sabiendo que Esther le seguirá el juego a Frank en lo que le pida estando Mark atento?

Lo primero que hay que hacer es reconocer que el problema es un juego de probabilidades, donde no hay solución enumerable para el problema en sí: el objetivo es mejorar las ventajas a tu favor en torno a un objetivo, no el conseguir un estado específico. Sin embargo, en toda simulación hay que poner límites de tiempo, espacio, ámbito y terceros. En la medida de que el tiempo es la duración, el espacio es la zona elegida donde se llevará a cabo el acto, el ámbito es el control de daños sobre las distintas áreas manipuladas por las actuaciones elegidas y terceros es cómo se controla que no genere un meme que afecte a terceros. Paradógicamente, cuando se tienen controlados esos cuatro factores el tema de manipulación se empieza a definir y adquiere forma terriblemente creativa.

Ahora hay que entender cómo actuará Frank ante Mark. El rol será como el de un prestidigitador, donde intentará centrar la atención en la mano derecha cuando, con ayuda de su ayudante Esther, es la izquierda la que introducirá la jugada. Y tenemos tres razones básicas que nos ayudan a desviar la atención:

Por un lado está la tesis principal: debes mirar por miedo a un castigo que suponga no mirar ahí, o debes centrar la atención en un punto que te promete el paraíso. La promesa de que es lo que más te conviene es la tesis principal.

La antítesis consiste en decir que un experto asegura que lo racional está a la derecha, la razón por la cual centrar la atención en ese punto es porque alguien con un conocimiento exclusivo te asegura que en ese punto está el objeto de atención.

La síntesis de ambas nos lleva a que no hay motivo para centrar la atención en la izquierda pues ésta no presenta razones o emociones interesantes para hacerlo. No tiene nada mejor que hacer que hacerle caso a la mano derecha.

Y es en este punto donde acaba el idealista, y no es capaz de continuar con sus pesquisas. Cree que todo es un asunto del corazón, de la razón o de una síntesis de ambas. Y no es así. La contratesis parte de la hipótesis de que Frank ha montado un mecanismo donde el comunicado provoca que tanto Esther como Mark sean el objeto del engaño. La broma maestra encuentra un trilema entre los tres postulados, y aquí todos están montados bajo un juego de rol donde unos dicen la verdad, otros mienten y otros son víctimas del engaño, pero en realidad todos son movidos por el engaño mismo. 

Para perpretar lo que se describe en la contratesis solo hay que ir alimentando una idea en falso que exija un enorme nivel de conocimiento de experto y que suponga una enorme emotividad (como hacer creer que alguien tiene una enfermedad terminal) y repartir entre los distintos agentes medias verdades con una información en común (como la fecha en la que en principio morirá). De esta manera en teoría se montará la atención en torno a si realmente morirá o no en esa fecha, qué pasará en esa fecha, qué tipo de enfermedad terminal tiene, etc...

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Hay que entender que una buena metodología para la manipulación está directamente ligada con la capacidad para reconocer los sesgos producidos por ad hominem ("no me haces caso porque eres el demonio e irás al infierno"), magister dixit ("esta es la verdad porque soy el experto en el área y no hacerme caso es de necios"), de protección ("alguien tan valioso como tú no puede quedarse ahí parado") y el efecto Dunning-Kruger ("¡pero no te das cuenta de que todo gira al día en el que va a morir!").

Para paliar todos esos sesgos y efectos existen técnicas, protocolos..., y una manera correcta de ver el mundo. Sin embargo, no es posible programar a un agente para que sea capaz de evitar estos daños en la medida de que no existe un método científico que tenga tal nivel de relevancia y sea completo (ya quedó desmentido desde Bertrand Russell y Gödel). Por ello, las técnicas y programaciones que sean capaces de superar esos límites deben hacerlo desde la experiencia de haber combatido contra esas técnicas. Quizá mediante una estructura social parecido a mi teoría de la superestructura. Sin ir más lejos, estaríamos hablando de un juego de competición que pudiera reproducir los elementos sociales más complejos de los humanos. Cosa que ya adelanté hace unos días que ya tenía en teoría preparado.

Es divertido pensar que hay formas de intentar crear bromas para ver si la máquina las pilla, las genera, etc... La relación entre Frank, Esther y Mark no lo he desarrollado como tales, así que no descarto reconfigurar mis teorías para crear protocolos entre estos tres. En cierta manera se parece un poco a la relación entre el militar, el fiscal y el trabajador según lo descrito en mis teorías.


martes, 26 de septiembre de 2023

Calidad vocacional en un agente

Es difícil que te tomen en serio cuando hablas de calidad, porque automáticamente lo asocian a un concepto formal - como si fuera algo propio de un estilo. Sin embargo la calidad no es un concepto del mundo cultural (futuro) , sino del mundo matemático (presente). Por esa razón debe atenerse a fórmulas algebraicas, dentro de una máquina de información que les saque provecho. Y, por otro lado, si decimos que las personas trabajan con más o menos calidad entonces eso mismo debe esperarse de las propias máquinas.

Para poder parametrizar lo que entendemos por calidad en el trabajo, según la idea de calidad total, hay que centrar la atención en lo que se pretende conseguir cuando estudiamos la calidad de un trabajo. Nótese que calidad es una de esas palabras que se hacen sinónimas de ideas como consciencia, inteligencia, autoconsciencia, etc..., por lo que estamos hablando de un valor primordial dentro de nuestro estudio sobre los sistemas de información de cara al Machine Learning. Más en concreto, la calidad es lo que está asociado con la innovación, la productividad, la eliminación de los riesgos, etc... Asímismo, dentro del aprendizaje por refuerzo y de la programación evolutiva la calidad es lo que evalúa a cada agente para determinar si deben ser replicados, ignorados a su suerte, etc...

Así que, para empezar, se puede mimetizar la idea de agente a partir de lo que vemos en las sociedades humanas - si postulamos que los agentes más complejos que existen son los propios humanos, con su sistema de normas y estamentos. Si tiramos de mis propias teorías, sobre la clasificación en 12 tipos de ciudadanos, observamos tres grandes roles de una sociedad humana compleja - cuyos enfoques conforman un trilema a la hora de evaluarse mutuamente: el militar, el fiscal y el laboral. Es decir, como ya describí en mi modelo: si se trata de elegir un "presidente" de los tres el militar tendría problemas con fiarse de un fiscal, el laboral de un militar y el fiscal de un laboral. De esa manera, la mayoría probablemente preferiría al que no sume el suficiente número de votos - debido a la famosa paradoja estadística de las urnas. Sí: la socialdemocracia es una estafa, pero esta entrada no va de eso.

Vamos a imaginarnos que nos encontramos ante un gran general, y aparece un aspirante a recluta. Entonces le preguntan al general: ¿qué necesita esta persona para convertirse en un buen recluta?

1. Tiene que ser un soldado capaz, con buena puntería. Que sea duro y dé buenos golpes.

2. Debe cumplir con la cadena de mando. Debe obedecer por encima de todas las cosas.

3. Nunca se achicará ante el peligro. Asumirá su papel como buen soldado.

4. Interpretará cualquier orden que reciba con nobleza, no será mezquino ni traicionará al equipo.

Ahora vamos a un despacho lleno de periodistas y abogados, y le preguntan al editor en jefe: ¿qué necesita esta persona para convertirse en un buen periodista?

1. Tiene que saber documentarse, con información contrastada y de primera mano.

2. Debe ser capaz de adivinar dónde se encuentra la responsabilidad y el deber de vigilancia.

3. No puede perder la atención por lo que hace y debe mantenerse al pie del cañón.

4. Toda norma o acto moral deberá interpretarla con honestidad, que es lo único que persiste.

Por último nos dirigimos a un gremio lleno de trabajadores, y le preguntan al capataz: ¿qué necesita este aprendiz para convertirse en un buen trabajador?

1. Tiene que ser capaz de generar un valor añadido, su fuerza de trabajo tiene que tener valía.

2. Debe saber cuál es su rol, y así desempeñar el papel que le toque en cada momento.

3. Afrontará su labor con vocación, hay que echarle ganas.

4. Haga lo que haga debe ser confiable, porque otros dependen de su trabajo - puede que hasta su vida.


La calidad de un agente se divide por tanto en cuatro grandes aspectos:

1. Eficiencia. Hacerlo bien. Cómo se hace el producto.

2. Corrección. Hacer lo correcto. Qué se hace en el trabajo.

3. Voluntad. No desfallecer. Qué no se queda hecho en el trabajo.

4. Confiabilidad. No debilitar el producto. Cómo no queda hecho el producto.

Sin embargo, el trilema prevalece: la eficiencia militar es un esfuerzo personal (futuro), mientras que la eficiencia laboral es una apreciación material (pasado) y la capacidad para documentarse es una apreciación que trasciende lo material y lo cultural  (presente) porque no depende ni de una cultura expresa ni tampoco de una habilidad exclusiva. Eso quiere decir que este factor de calidad se desdobla y no puede ser juzgado por agentes ajenos.

De la misma manera, entender la cadena de mando (futuro) consiste en simple y llanamente cumplir órdenes según el arbitrario sistema sin miramientos, no hay debate al respecto. Otra cosa es reconocer el deber de vigilancia y la presunción de inocencia propio de cualquier cultura, conceptos nada materiales (presente) y ser capaz de entender el rol material que ocupa un trabajador a partir de lo que aporta a la comunidad (pasado).

Si examinamos la naturaleza de la voluntad de un soldado, la valentía es el para-sí del soldado, la idea que tiene él de sí mismo (futuro), el trabajador tiene como voluntad el amor por el trabajo bien hecho, su obra (pasado), mientras que el que fiscaliza intenta no desfallecer investigando, no podrá mirar atrás con todo lo investigado, sino que es un acto que siempre lo tendrá como una fórmula continua al margen de cualquier cultura (presente).

Por último estudiaremos la confiabilidad, la capacidad para constituir un producto o servicio de manera que no flaquee ante los imprevistos, y vemos que el soldado no será mezquino por la idea que tenga de sí mismo (futuro), el trabajador construirá productos confiables observando la durabilidad y persistencia de su trabajo con orgullo (pasado), mientras que el fiscal interpretará los hechos y la cultura moral de una manera ética para que así pueda persistir, usando una lógica deóntica (presente).

Observamos, por tanto, que las tres naturalezas del agente en un grupo social no pueden entenderse entre sí en la medida que no pueden evaluar la calidad del producto o servicio de la otra naturaleza. Porque lo material no puede entender lo mental, lo cultural no concibe lo algebraico y lo algebraico no interpola lo material. A pesar de que se usen las mismas cuatro palabras para evaluar la calidad de un agente en realidad internamente deberá implementarse según su propia naturaleza.


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