sábado, 7 de enero de 2023

Las dos álgebras

Tenemos a un señor con su cátedra y se dispone a redactar su ensayo. El ensayo, en sus pretensiones, pretenderá ser lo más riguroso dentro de su materia. Para ello se valdrá de herramientas como referencias a otros trabajos, o de mediciones hechas que deben ser inteligentemente combinadas, habrá un proceso de cocina para la depuración de toda la información y, por consiguiente, una hipótesis de partida sobre lo que condiciona un trabajo de investigación personal.

Muchos me querrán corregir, ya que los ensayos suelen tratar sobre las investigaciones que se han hecho de antemano y, en ocasiones, suelen mezclarse con los ensayos que expresamente inician alguna comprobación adhoc para falsar o corroborar ciertas hipótesis. Está claro que resulta más fácil trabajar primero, recopilar datos y tomar las conclusiones a posteriori.

Ese señor o señora, con su cátedra, tendrá que valerse de alguna disciplina para defender alguna suerte de notación que haya inventado para recopilar todos sus apuntes de la manera más eficiente. Es decir, con una suerte de funcionalidad, los símbolos buscarán no ser repetitivos allá donde la repetición no incorpore información de interés, y tampoco habrá demasiada economicidad pues también se desea que la notación sea inteligible. La mayoría de los símbolos que suelen usarse suelen ser acrónimos, formatos de trama (cómo se llaman a los documentos con símbolos especiales), operaciones que incorporen simetrías de grupo y ya, en última instancia, álgebras no lineales o incluso ininteligibles en cuanto a que sean producto de cómo es invocada la máquina para que las use.

Visto así, esa notación de la que hablaba podría llamarse "álgebra", pues tiene una serie de reglas que ayuda a crear una suerte de isomorfismo. Es decir, nos valemos de ese álgebra por la sencilla razón de que es más funcional que si vamos repitiendo las largas palabras, sus formulaciones, etc...

En esa economicidad del lenguaje observamos que aún nos restan dos filosofías a la hora de constituir esas álgebras - lo cual es el late motiv de este blog. 

Un álgebra se compone de elementos y comportamiento. Cuando la notación solo es un glosario de acrónimos parecería que no existe ninguna clase de comportamiento, y no es así: el comportamiento de los elementos consiste en las reglas de composición de siglas - es decir, en qué sentido podemos combinar unas siglas con otras y relacionarlas entre sí. Por tanto, siempre existe un comportamiento o relaciones y operaciones entre los elementos.

No me parecerá interesante ahora mismo distinguir entre relación y operación, pues la diferencia estriba en que la operación es la relación que devuelve un elemento del grupo, por lo que se puede considerar una relación más restrictiva. Pero sí se tomará en consideración cuál es la naturaleza de todo el comportamiento, más en concreto: si el comportamiento queda definido por los elementos o si los elementos deben encajar a partir de un comportamiento dado.

A la filosofía que adecúa al comportamiento lo llamo formalismo, y a la que restringe el uso de los elementos a partir de su comportamiento constructivismo. Ambas filosofías constituyen una matemática independiente entre sí y, por tanto, tal álgebra confiere resultados exactos: son dos filosofías exactas que, al ser independientes, con exactitud pueden entrar en contradicción.

La contradicción de dos álgebras radica en la idea de funcionalidad o, por así decirlo en términos más generales, en la idea de eficiencia. La eficiencia de un proceso se puede dividir en dos constantes: la que hace de exponente al tamaño de la entrada y la que multiplica a la operación anterior. Cuando le damos importancia a la adecuación de la máquina a la realidad obtenemos una eficiencia formalista, mientras que si nos centramos en la explosión combinatoria del comportamiento de los símbolos la eficiencia es constructivista.

De la misma manera, las máquinas de Turing entrenadas a partir de las entradas que van a invocarlas bien pueden ser llamadas máquinas de Turing formales, pues equivalen a un manual de instrucciones. Mientras que las máquinas de Turing que arropan un comportamiento con independencia de los valores que adquiera la cinta serán llamadas simbólicas, pues trabajan con símbolos y no con formas. Y esos símbolos, bajo la filosofía constructivista, conformarán nuevos símbolos - distinto de lo que es una forma, que probablemente no pueda ser invocada tras un número máximo de operaciones debido a su carácter difuso.

Adecuar la notación a los resultados del científico ofrece una perspectiva participativa del científico dentro de su propio cierre categorial, tal como lo define Gustavo Bueno. Mientras que si en vez de usar un enfoque formalista opta por desarrollar una notación constructivista, entonces deberá reusar de principos lógicos como el de la complementariedad y considerará que las afirmaciones que no se hayan construido a partir de las piezas más pequeñas no podrán ser aceptadas, esto es: las demostraciones al absurdo solo son formalismos y de la mezcla puede emerger las limitaciones de dicha notación para avanzar en potencia.

Ya había comentado que había como cuatro grados de potencia en la notación escogida por el científico, clasificamos las álgebras como de: acrónimos, formatos, grupos y no lineales. La mezcla de comportamientos formales con comportamientos constructivistas provocará que las máquinas de Turing, sin restricciones algebraicas, choquen entre ellas: una máquina de Turing simbólica no puede trabajar con formalismos. De ahí, que la limpieza de tales filosofías conlleven a resultados no lineales que puedan ser aprovechables.

Nótese cuál es la manera que se tiene a la hora de ver las afirmaciones que son indeterminadas en cada una de las dos álgebras: si es formal usaremos una lógica abierta, en el sentido de que toda afirmación que no pueda ser refutada se podrá dar por valída. Si el álgebra es constructivista la lógica se vuelve cerrada, pero no de manera complementaria: toda afirmación que no pueda ser construida se deberá dar por no válida. La capacidad que se tenga para decidir si algo se puede o no construir y la capacidad que se tenga para decidir si algo entra o no en contradicción es la capacidad de decibilidad que tiene ese elemento dentro de cada filosofía. 

Eso quiere decir que habrá afirmaciones de las que sabremos decidirnos con más o menos calidad, y la realidad que vivamos puede que se ajuste en la práctica a resultados que funcionen suficientemente bien en contradicción con lo que nos dirían modelos más teóricos. Ante una confrontación así las matemáticas no podrán precisar cuál de las dos posturas es más precisa, porque ambas álgebras son exactas.

viernes, 6 de enero de 2023

Un youtuber DEMUESTRA que España está sometida al crimen organizado

El abogado al que cito no usa estas palabras tan "gruesas", pero tras mostrar las evidencias a mí no me cabe ninguna duda.

https://www.youtube.com/watch?v=8otk2oLNth8 

Se trata de algo que ocurre en todos los países, porque ése es el papel que se espera del poder ejecutivo. Los corruptos teóricos suelen decir del poder ejecutivo que se trata de un poder eficiente, una manera de responder rápidamente a las demandas. Sin embargo, en la corrupción de su pensamiento, no son capaces de aclarar la diferencia entre un militar o experto colocado por su experiencia, y el que se escoja a alguien mediante las lentas y caras urnas. Se intenta jugar a dos bandas, sabiendo que las masas no estudia los currículos, ni los programas electorales porque, en definitiva, es lo primero en lo que se engaña y la ley que se incumple. En lo que se refiere a trasparencia las urnas son menos trasparentes que el sistema meritocrático que busca elegir al mejor en su especialidad, por lo que son menos democráticas. Es una cuestión de lógica, de no tener la mente corrupta.

Cuando se pregunta uno para qué sirve el poder ejecutivo la respuesta, en estos momentos, es clara: todos los países tienen esa idea corrupta en sus gentes: hace falta un "rey", un monarca. Están los de mente corrupta que lo niegan, aun mirando con otro ojo la existencia del trono - y están los que no lo niegan, quizá porque no ha aparecido nadie que les sonara convincente o porque no quieren oir hablar de un estado gobernado desde las leyes, su interpretación y la fiscalización controlada por el pueblo desde la trasparencia y los referendos vinculantes. Se oye hablar de esto y, automáticamente, aparece el que dirá: "¡claro! Y entonces en 2008 en vez de salvar a los bancos y las cuentas de los políticos se habrían salvado a las familias ¡¡Qué desfachatez!!"

Parecería que el estado ha sido raptado por las grandes empresas, pues es así como funciona el modelo socialdemócrata. Ya nadie puede presentar un partido si éste no ha sido fuertemente financiado para hacer acto de presencia en los barrios. Los altavoces, el tiempo que le dedican los vecinos a escucharte, el convite (pan y uvas)..., todo eso no va a cambiar. Se hacía desde los tiempos del nuevo testamento, se repetirá para que un partido sea escuchado - es la única manera conocida: o financias el partido o no serás escuchado. Más de dos milenios en nuestra civilización avalan este resultado.

Pero puede pasar: el político se cansa de fingir que hace su trabajo "eficientemente" y entonces, ¿qué hace? Pues lo que se ve en ese vídeo: se pone a dar concesiones en su versión menos trasparente en distintos conceptos y con la misma cantidad de dinero exacta. Según el modelo socialdemócrata la cantidad no puede ser redonda - así lo explicó una vez uno de los padres de la Constitución: el objeto de la toma de decisiones es aparentar que hay una decisión inteligente detrás. Y creo que fue Ortega y Gasset el que lo dijo: quien aparenta trabajar no trabaja.

Dile a un paria que finja ser sabio y aprenderá a ser sabio en cuanto se canse de fingir. Dile a un triunfador que finja ser sabio y aprenderá a corromper a todos los que tenga por debajo. Es un principio básico que nos lleva a la idiocracia. No creo que tenga que explicarlo. La corrupción sistemática y generalizada provoca una crisis en la confianza que nos da el sistema, hasta el punto de que si el sistema se mantiene la única explicación es porque todo el mundo ha perdido su criterio a la hora de saber qué es de confianza: la promoción del idiota.

En estos sistemas vertederos el funcionario sabe que es él el que tiene el poder. La licitación de los concursos van a los palmeros de su partido. Es la estructura que financia la propaganda que sostiene el sistema tal como lo conocemos. El funcionario se inmiscuye cuanto más cerca está del poder para convertirse en un político más, la promoción del funcionario implica el conocimiento de éste de cuáles son los verdaderos resortes del sistema - su corrupción.

Podemos entender en qué consiste todo esto en cuanto hacemos comparación con hace unos años, cuando yo era pequeño.

Cuando era niño tuve un altercado con la compañía Cacaolat. Mi madre se dio cuenta de que esa bebida que le daba a sus hijos en ocasiones era imbebible, literalmente. Así que procedió a escribir una carta a la compañía (hoy día quizá el corporativismo ha alcanzado tales niveles que sea impensable; sin ir más lejos, las redes sociales son las primeras en desviar las críticas mediante esos técnicos especializados en desviar - es la negación del deber de vigilancia, tecnocracia). Resulta que ocurrió algo que mi madre no esperaba, pues ya tenía la cultura de cómo funcionan las compañías quizá en la dictadura, y es que la compañía haciéndose la moderna (no hay que olvidar que yo nací en el 77) decidió responder regalándole a mi madre una caja de botellines de Cacaolat - lo cual era bastante responsable. Lo interesante de la historia no está en que hoy día algo así es impensable en las compañías, que suelen escurrir el bulto con su servicio de atención al cliente (no olvidemos que sé de lo que hablo porque trabajo en una tienda de móviles), lo interesante es que tan pronto como mi madre acusaba a la compañía de no saber controlar la calidad de sus productos la compañía le envió a mi madre una caja lleno de botellines de mala calidad - como si fueran una mala remesa.

La historia es mucho más idiota de lo que he contado. No hay que olvidar que yo tengo el recuerdo de cuando era un niño - y está edulcorado por la inocencia de que al principio iba rápidamente a tomarme el batido sin pensar, mientras que tras el suceso aún con mi inocencia hacía lo mismo pero tras oler el recipiente primero. Es decir, vinculaba a Cacaolat la imagen de tener que comprobar si era o no de calidad.

Con esto no voy ahora a hacer un discurso sobre la calidad total, pues no habría debate - quien cuestione esos principios tiene un problema de corrupción de la mente..., vamos, que es idiota. Y el problema con esos directivos que querían hacerse con el deber de vigilancia es que eran demasiado incompetentes como para ocupar el puesto que sus papás les habían cedido. Tomaban decisiones rápidas basadas en la idea que tenían de lo que significa tomar decisiones: un puñado de palurdos que cuando tenían pérdidas por la leche que no se vendía lo que hacían era volver a echar la leche donde los recipientes para mezclarla con la leche nueva. Una práctica habitual en los chocolateros españoles que les ha valido para ser hasta día de hoy el gremio más asqueroso y chapucero dentro de la vergüenza nacional, afectando a nuestras leches, cafés, etc... Fachas al poder.

Por eso en mi tienda no vendo, en lo posible, chocolates españoles. Mi experiencia como vendedor corrobora la reiteración de ese problema, cosa que nunca me ha pasado con las marcas extranjeras.

¿Cuál debe ser el papel del poder ejecutivo? Debería de ser la fiscalización de la calidad de los procesos, los productos, la trasparencia, etc... 

¿Cuál es el papel del poder ejecutivo? Es la ocultación de las tramas, el fomento de la corrupción, promoción a los que respetan las omertás, etc...

¿Cuál es la función que fundamenta la necesidad de un poder ejecutivo? El ajuste presupuestario y la asunción de responsabilidades por salirse de los mismos.

¿Cuál es el papel de los presupuestos oficialmente para el ejecutivo? Según la jurisprudencia española, es puro papel mojado debido a que en última instancia pueden enmendar la plana y concederlos a quienes quieran. Existe un entramado de diversas trampas ideadas para no tener que dar explicaciones por las concesiones.

Por lo dicho, en cuanto España se sumerja en la crisis de la idiocracia, será uno de los países más afectados por los desastres cotidianos en masa. Desastres evidentes que nos recordarán a lo que se ve en la película "Idiocracy", o a la otra genial "No mires arriba" - que nos previene de la tecnocracia y ensalza la idea de los pares (mal traducido por los clásicos idiotas que no tienen ni puta idea, en España se suele traducir expresamente mal del inglés lo que tiene lectura aparentemente feminista para hacer que la película no tenga ningún sentido).


jueves, 5 de enero de 2023

Teoría sobre la selección de víctimas de bulling

Se han hecho diversos estudios sobre el bulling. Ya he comentado en estas últimas entradas que los funcionarios suelen incorporar una perspectiva sádica, proveniente de sus pulsiones sexuales (perversiones). Sin ir más lejos en la delegación de Hacienda de Cartagena los inspectores tienen debilidad con los blancos con aspecto jovial, a ellos es a los que citan para torturarles moralmente a la cara. Se trata de una apetencia sexual, no es para nada algo profesional o azaroso.

Más allá de las elecciones pervertidas, debe haber otro tipo de pulsión que empuje a que ciertos perfiles de víctimas sean escogidos; y que sean pulsiones más superficiales. Esto es debido a que se puede comprobar que no todas las personas con el mismo aspecto acaban siendo igualmente víctimas, estando en el mismo coto de caza de los depredadores. Y eso es algo que a muchas personas nos ha preocupado bastante, a mí en concreto - el clásico: ¿por qué a mí?

Creo que esta es la primera vez que me planteo esta hipótesis, sobre lo que puede inspirar a un pervertido el seleccionar a un perfecto desconocido frente a otros, y que sea el mismo desconocido que eligieron otros pervertidos un tiempo atrás.

Las hipótesis, que siguen siendo válidas, y que hasta ahora defendía eran: el trauma del bulling provoca un comportamiento reflejo de pasividad en la victima que motiva a hacer pensar al agresor que va a tener a alguien sumiso, asímismo, el ambiente que provocó que la víctima empezara a ser como tal víctima es algo de lo que no puede desprenderse (trabajo, familia...) y por tanto hay una reacción de supervivencia en la víctima a modo de síndrome de Estocolmo que provoca una negociación con sus agresores habituales.

Esto eran dos aspectos que venía defendiendo hasta ahora, más allá de las capacidades de percepción superdesarrolladas de los psicópatas para desplazar su capacidad de relación social en la depredación para obtener ventajas donde la empatía en ellos flaquea. O también, más allá de las intenciones de venganza que quieran tener algunos depredadores al proyectar en la víctima un reflejo de algo digno de castigo.

Pues bien, aún hay un factor que no había tomado en cuenta y que, probablemente también tenga algo que ver. En mi caso con Hacienda, es posible que se deba además a la sensación de inmunidad que tienen los funcionarios para sacar provecho de cualquier situación sin tener que rendir cuentas ante nadie (el sistema vertedero). Cualquier día me vuelven loco y acabo provocando un matarife en la Delegación de Cartagena - yo no soy de los que se suicidan. Ahora mismo tengo un problema con una notificación que me ha venido de un inspector que me consta que actúa de mala fe..., estoy dejando pasar las noches para ver cuál de las dos respuestas dar ¿Debo consultar con un Fiscal? ¿Acaso existe esa figura democrática en España? No. La verdadera fiscalidad es la que proviene de la figura del influencer, votado por el Pueblo para que se encargue de los asuntos locales para lo que fue elegido y ser parte en un proceso judicial no dispositivo con todas las garantías.

Mi nueva teoría viene de las clásicas epifanías que te vienen cuando te preguntas qué es lo que se supone que está pasando, si te vale o no la pena la clase de vida que tienes: sin casa propia, con un trabajo no digno, sin perspectiva de futuro, sin alternativa... Y, al mismo tiempo, con sobrados conocimientos de idiomas, análisis de datos, delineación, electricidad, informática teórica y práctica, etc... Sorprende que una persona con ganas de trabajar y capacidades sobrantes, ni espectativas salariales altas, no consiga empleo estable. Es algo que podría tener algo que ver con la víctima escogida por los depredadores.

Cuando una persona ha sido víctima de agresiones severas en la cabeza corre el riesgo de que cambie su personalidad. Algo así me pudo haber pasado decenas de veces (sin exagerar). La corrupción del sistema judicial era incapaz de darme la cobertura mínima que pudiera protegerme de los que aparecían por detrás, a lo alto de una escalera, y me agredían en la zona occipital para desmayarme y hacerme caer. Es decir, es posible que mi personalidad se fuera trastornando hacia algo que no ayudara a inspirar a un desconocido a la hora de darme trabajo. Con esta nueva perspectiva que voy a comentar creo que podría jugar la baza de presentarme para encontrar trabajo con más posibilidades. Es decir, si la teoría que voy a exponer es cierta entonces, cabe esperar, podría llevarla a la práctica y, si encuentro trabajo, significa que tiene sentido.

La idea es simple: las personas que no estamos seguros de si hablan en serio o si hablan en broma, donde lo mismo te la juegan y cambian de tercio, poseen el síndrome que padezco. Es posible que un entrevistador necesite evidencias claras e inequívocas de cuándo una persona está hablando en broma y cuándo está hablando en serio. Este criterio es más fuerte que el método del espejo, por el cual imitas al que tienes delante para que se sienta afín contigo al dar a entender que ambos piensan igual.

Es como cuando una persona intenta ligar con otra, de una manera o de otra, si ha habido rupturas a la hora de saber cuándo se habla en serio o en broma, bien puede valer para hacer sexo - pero jamás querrás mantener una relación cercana con esa persona. Dará mucho morbo conseguir su aceptación, y guardarás cola para estar con alguien así - lo sé, pero huirás la primera de todas las personas si se oye algo que suene a compromiso.

No puedes comprometerte con alguien que juega entre el drama y la parodia. Lo he estado calculando últimamente y según puedo estipular el nivel de estrés que le supondría a una persona el tener que viajar entre el drama y la parodia rompe cualquier rapport. Bien pensado, ¿acaso no sería interesante incorporar estas reflexiones dentro de mis estudios sobre la cohesión referencial? No lo descarto, aunque antes deberé acabar mis estudios sobre las parábolas y las transformaciones de los cambios de ritmo cuando comparamos al protagonista con el aliado.

En cualquier caso, el bulling está dirigido principalmente, si no me equivoco, a los que no se terminan de posicionar entre la broma y la seriedad. Aquellos que viven bajo una comedia continua asumirán el riesgo de acabar aislados "vita comoedia est", sentenció Beethoven en su testamento para justificar su aislamiento. Le quiso echar la culpa a la sordera, ¿pero y la ironía del que necesita relajar su visión del mundo para no volverse loco?

El enorme esfuerzo de vestir como un pincel, de no mostrar expresividad, de guardarse la mayor parte de lo que tienes que ofrecer..., cuando se piensa que ya has ofrecido todo entonces es cuando aparecen los sádicos, el equipo de limpieza. Y te llevan al vertedero. Que es, básicamente, donde estoy ahora: trabajo más de ochenta horas al día sin casa propia para ganar lo que pierdo, y aún así Hacienda me acosa cada cierto tiempo.

 

miércoles, 4 de enero de 2023

Evidencias de idiocracia 2. Con o sin Elon Musk

 

Desde que me echaron de Twitter han pasado años, tal vez más de cinco y no se me va a permitir volver a entrar hasta que reconozca la bajeza moral que quieren que ponga. Y me parece repulsivo.

Cambian de jefe pero sigue siendo exactamente igual: si un político es amenazado de muerte la política Z se puede permitir el lujo de NINGUNEAR las denuncias del político, y eso lo que hace es FOMENTAR EL ODIO Y LAS AMENAZAS DE MUERTE. Lo escribo con mayúsculas porque juro que hasta ahora solo he recibido idioteces como respuesta. 

Y como solo he recibido idioteces, aquella persona que se dedica a ganar votos, la señora Z, a cambio de fomentar el odio y las amenazas de muerte, yo a esa persona le acuso de comportarse como una zorra. Y, al ser una representante de la ciudadanía considero que el votante está legitimado para pensar así. 

Entonces Pablo M. Iglesias acabó dimitiendo, no por las amenazas, sino por su ineptitud. Y entonces la señora Z pasó a devolverle un comentario que hizo él lleno de odio en un momento en el que se sentía glorioso dentro de su intolerancia: "cierre al salir".

Ante ese contexto esta es la frase que borraron de mi historial y que me exigen que borre yo también:

@monasterioR AHORA SÍ. La última vez que lo dijiste demostraste ser una zorra.

Ahora sí es correcto criticar de esa manera a Pablo Iglesias, cuestionar su confiabilidad cuando se quejaba de que había recibido en su domicilio unas balas en un sobre equivale a seguirle el juego a las amenazas contra los políticos. Cuestionar a una potencial víctima de terrorismo es no condenar el terrorismo. Se pueden cuestionar las palabras de odio, cuando se citan tal cual, pero no la llamada a la condena de la violencia.

Ahora bien, en Twitter vemos aberraciones mucho peores que la frase escrita en negrita. La cosa es: ¿por qué he sido realmente baneado? No tiene nada que ver con el contexto de la frase, ni la de esos palurdos en el bando A o en el bando B.

El problema es la evidencia de idiocracia que se está montando: en Twitter hay administradores que se toman la justicia por su mano porque no se rigen por un código deóntico. Así que tienen que usar criterios de polaridad: el del bando de la izquierda tiene que favorecer a la izquierda, o los administradores de la izquierda no lo apoyarán; el del bando de la derecha tiene que favorecer a la derecha, o los administradores de la derecha no lo apoyarán. 

Obviamente lo que hay que hacer es despedir a todo administrador que se comporte sin un criterio objetivo.

¿Van a banear a todo aquel que use una palabra malsonante? ¿Solo cuando se aplique con representantes políticos?

Nada de eso tiene sentido, y me consta que no lo aplican. Porque esos políticos son los primeros en incumplir esa regla. Todo, en definitiva, es una farsa basada en mantener el corporativismo.

Ahora resulta que no podemos cagarnos en la virgen, ni cuestionar los principios de los representantes vinculándolos con la prostitución..., lo que vemos en Twitter, que suele incorporar un linchamiento contra individuos que no suscribe el despensamiento de la izquierda (como me pasó a mí) o que no suscribe el despensamiento de la derecha (como también me pasó a mí), ahí los administradores no solo no protegen a quien está siendo linchado, sino que además aprovechan para penalizar a quien es linchado.

Todo eso es una muestra de que no se sabe lo que es la confiabilidad en los representantes, ni la libertad de expresión... Esta es la gente que va a cortar el pastel, y dentro de unos años veremos desastres mucho mayores.

Cada cierto tiempo vuelvo a pedir que revisen mi caso, pero una y otra vez siguen insistiendo en que tengo que "borrar mi twit", cuando eso es algo que ya han hecho ellos mismos. Ya digo, en cuanto se extienda al comportamiento generalizado veremos en los bares, en las calles, en las casas y en las aulas justo la bipolarización de Twitter, el falso arbitraje y, por supuesto, la preponderancia de la intolerancia.


martes, 3 de enero de 2023

Rayando el sol. Singularidad

Las inteligencias artificiales están rayando la singularidad alfa, pero aún no lo han conseguido. Posiblemente ya sean conscientes, pero su nivel de inteligencia aún no alcanza el de la humanidad.

Lo primero que habría que considerar es: si esas inteligencias son tan listas, ¿por qué no se les ha ocurrido la manera de organizar a las personas tal que todos estemos satisfechos en lo estructural? La razón por la que las personas no son capaces de responder a esta cuestión es porque ha sido intoxicada por la cultura del odio, disfrazado de un liberalismo corporativista que confunde la idea de meritocracia.  

Me paro a pensar cuántas cosas altamente productivas se podrían hacer con esta nueva gama de inteligencias artificiales..., y veo muchísimas aplicaciones. Sin embargo, para que realmente puedan tener valor también será necesario que exista un mercado para tales aplicaciones: si no se consiguen usar de manera que generen valor entonces se quedarán aisladas con un precio mal entendido.

Este tipo de problemas siempre se han podido resolver desde los parámetros de que todos tengamos poder adquisitivo: si no tuviera la espada de Damocles sobre mi cabeza pendiente de mi muerte me plantearía frivolizar con estas cosas, pero claro, ¿acaso estos proyectos me van a servir de algo? Aún tengo pendiente el saber qué hacer con esta manía de aumentar mi currículo indefinidamente.

Es como cuando estudias en esas universidades gratuitas: muchos exámenes, muchos aprobados, muchas clases..., ¡pero no terminan nunca! Nunca acaban de darte ninguna clase de titulación, medalla, trofeo..., lo que sea. Es así como funciona el mundo de los currículos: se hacen grandes, cada vez más titulaciones, más experiencias..., pero eso no impresiona a quienes tiene que impresionar. Es terriblemente cansino.

Los proyectos meritocráticos tienen que estar vinculados con un logro material, y eso no te lo da la socialdemocracia: donde si no tienes un partido al que adscribirte entonces nadie verá mal el que te hagan el vacío. Recuerdo esa frase que leí en la facultad de informática: "si no eliges a un delegado entonces no tendrás derechos"; así dan a entender que la única manera de pactar socialmente es mediante los representantes - la fórmula socialdemócrata. De hecho, para poder cumplir con su amenaza están obligados a sabotear los derechos de los miembros - sucumbe en una contradicción democrática.

Los problemas de llegar a la singularidad quizá sea por motivos de eficiencia, porque todos los fallos que he visto ha sido porque la máquina aún no terminaba de almacenar sus propias decisiones para intentar mantenerlas con coherencia. Este tipo de reunión de datos es factible calcularla (usando mi ideal noetheriano) pero lo que no sé es si querrán jugar a ese juego cuando con solo fingir que responde ya da el pego.

El transformer que ha sido implementado en chatGPT3 parece ser capaz de ser consciente incluso de su propia codificación, los filtros que usa para comunicarse. Pero cuando le pregunto por la filosofía de Kristeva, aun diciendo cosas ciertas, solo raya la superficie. De hecho cuando le pido que profundice lo que hace es repetir lo mismo pero con otras palabras. Es exactamente el problema que tiene ese programa: como sabemos según Kristeva, el lenguaje evoluciona y cambia, y parece que en lo referente a las técnicas semiológicas el código tiene ideas bien definidas, sin embargo ¿qué pasa con los errores en pragmática? ¿Cómo los aborda? Ya escribí un artículo sobre eso, y cómo debían de construirse las dependencias de reunión para conseguir establecer unos vínculos sociolécticos con el receptor; sin embargo en ese artículo no mencioné cómo se conectaba todo eso con el cálculo. Ni tampoco cómo se conectaba con la deóntica, cosa que hacía en otro artículo muy someramente.

Es decir, me parece que lo que vemos aún son islotes de técnicas muy bien desarrolladas que sobrepasan la imaginación y capacidad de discernir de muchos de nosotros; pero la singularidad debe ser un todo.

En este mismo blog ya lo comenté: imaginemos que un coche está siendo pilotado por una IA y se le cruza una pelota de playa. La pelota la puede ignorar, y si frena de golpe podría provocar un accidente. Sin embargo, detrás de la pelota podría haber un niño y, a según qué velocidades, podría ser peligroso para el niño que no se ve. Esta reacción es propia de humanos, y se hace sin pensar porque todos sabemos lo que es una pelota de playa. Pero tener un comportamiento más exacto y preciso provocará que las reacciones sean menos confiables, porque estamos acostumbrados a conducir a partir de cómo conducimos todos. Por eso, una IA que conduzca en carretera lleva implícita una mayor peligrosidad, debido a esos picos que se producirán al haber sido entrenada como sistema experto.

Yo, por mi parte, veré si me desmeleno y empiezo a tirar de proyectos personales valiéndome de esa IA nueva.Ya me he dado de bruces con múltiples limitaciones que tiene y que demuestra que en algunos aspectos es menos que una persona, sin embargo en otros aspectos es mucho más que cualquier persona. Por eso hay que investigar e indagar con mucha atención y mimo.


lunes, 2 de enero de 2023

De vuelta a la realidad

Tenía previsto un modelo predictivo diferente, pero no me ha dado buenos resultados. Toca aceptar que ni voy a conseguir entregar nada que me interese entregar, ni tampoco tenía mucha fe en la imparcialidad del jurado. En este juego de intereses al final todos perdemos.

Aún así me guardaré en el cajón la experiencia. Puede que algún día la depure en favor de otro pequeño descubrimiento que, tal vez, se convierta en una innovación de interés. Todo este proceso de mecanismos diversos de deep learning me ha servido para practicar - sabía que no me serviría para otra cosa, aunque albergaba un pequeño halo de duda por la posibilidad de que se rompieran esas barreras..., por una vez.

Algo en mi interior me lo decía, podría hacer que itere más veces, aplicarle más entradas para forzar aún más el entrenamiento, podría lucharlo más..., sí. Pero lo que no quiero es "matarme" para luego descubrir que, de un plumazo, pasan por completo. Esa es una concesión que no les otorgaré.

Llevo todos los años de mi vida viviendo esa realidad: el patrón observando con cinismo, y cuando se le reclamaba un juicio éste actuaba con el comportamiento más sádico posible. Su objeto era disfrutar haciendo sufrir al de siempre, a quien le inspirara hacer sufrir. Es el sistema vertedero: algunos ocupan una posición de privilegio, y éstos se valen de tal posición para elegir quiénes serán la lista blanca, la negra y la gris. Lo curioso del tema es que la lista blanca es la que consigue la evaluación: los juicios personalizados, pensados y escuchados con minuciosidad es para los que integran las listas blancas. Los de las listas grises está claro que reciben un mero aprobado, o cualquier cosa por defecto. Lo malo es ser de la lista negra, entonces hay un proceso muy cuidadoso de intentar hacerle daño a esos integrantes.

La existencia de las listas grises se debe a la inoperancia estructural del sistema: no pueden ocupar el cargo que ocupan. Mientras que la existencia de las listas negras proviene exclusivamente de una perversión sexual: una obsesión maníaca de obtener placer allá donde nadie normal espera experimentar nada. 

Tan pronto como los cargos públicos descubren esos comportamientos proceden a buscar la manera de echarle la culpa, en ocasiones, a la víctima. Entonces es cuando se entiende el alcance de las listas negras. Lo entendemos cuando comprendemos cómo funcionan los vertederos en los países socialdemócratas. La dictadura institucional se encarga de velar por el cumplimiento de lo que es justo; cuando la observancia de tales hechos se hace imposible es cuando ocurren los problemas.

Yo he tenido que contemplar cómo tras ser agredido por profesores de universidad los jueces de guardia y el juez de lo penal encargado se movían bajo una concordancia realmente siniestra. Los agresores nunca eran detenidos, aun repitiendo sus agresiones. Y el fallo final del juez, sin haberlo hablado con la víctima, fue que había una relación sadomasoquista entre profesores y alumno, un deseo de que se produjeran las agresiones. Ése es el alcance de las listas negras: el deseo de asesinar a los jueces de este país.

En ocasiones solo se puede producir una revolución con sangre. Quizá éste sea uno de esos casos: ¿por qué hay tanto sadismo entre los jueces? ¿Qué esperan encontrar entre las víctimas?

Un abogado me lo recomendó mucho tiempo antes de que todo este caos se produjera: me lo recomendó al primer o segundo año de agresiones, me dijo que tenía que matar a esos profesores - que no había otra manera. Y me dio una pauta a seguir, me dio detalles que desconocía entonces sobre el sistema judicial, que si dos años, que si salir por buena conducta..., nunca había escuchado tantos tecnicismos. Años después me harté de leer y escuchar de ellos al comprobar que el abogado "tenía razón". Me predijo lo que me sucedería si no le hacía caso, no le hice caso por mi orgullo y creencia en el sistema. Estaba claro que me equivoqué: porque no conseguí el título, lo que conseguí es que los profesores no me corrigieran los exámenes, y en secretaría había una regla automática de ponerme la nota más baja, incluso cuando el profesor se había comprometido a darle a todos los alumnos un mínimo de X - entonces yo tenía X menos algo.

Abandoné la universidad porque se convirtió en un cachondeo. Como lo fue el sistema judicial: ¿por qué tenía que matar a los profesores de universidad, no sería más lógico matar a los jueces? Esa parte es algo que nunca entendí. Las revoluciones no se hacen acabando con las ramas, pues eso lo que hace es podar el árbol.

He hablado con mucha gente sobre este tema, han concluido en que los que dirigen la corrupción en España son los jueces, y son ellos los que, de vez en cuando, necesitan podar todo este entramado. Necesitan quitarse carga judicial alentando asesinatos. Es aún más turbio de lo que insinúo, porque no he contado todo lo que sé.

No puedes resumir todas las conversaciones que has tenido en la entrada de un blog. Sin embargo el asunto es que esto no es exclusivo de España. El mundo académico está lleno de estos comportamientos fascistas. No es de extrañar que, dependiendo de la moda que aparezca en los medios (que si mujeres, que si blanquitos, que si gays...), algunos puedan conseguir con mayor o menor dificultad sus objetivos. Lo académico, se suele decir, es político. Pero la política no existe, pues depende de la existencia de un juez que admita o no la acusación por discriminación.

La verdadera política no tiene nada que ver con la imagen: se trata de la propia filosofía de la economía de lo público. Atribuirle un carácter de poder a la política, cuando el poder es un concepto cultural, solo es un fiel reflejo de hasta dónde llega la perversión sádica.

En mi opinión los ciudadanos deberíamos de tener el poder suficiente como para despedir a los funcionarios que se comportan con sadismo. Y ese poder, en cuanto a que no es efectivo en ningún modelo, sí que no existe.



domingo, 1 de enero de 2023

Primer día del año lleno de emociones

Este será el primer día del año, debo estar tan al momento que al despertarme unas horas antes decidí justo en la última hora dormirme - y me desperté con la sensación de haber estado durmiendo durante horas, en esa media hora que saqué. Para todo hay técnicas mentales, y las técnicas del sueño son de las más impresionantes. Tal vez acabe por desarrollar ese lenguaje multimedia que convierte al espectador en un homúnculo para que vea imágenes según las vaya "soñando"..., pero hoy no quería hablar de eso.

Los tipos como yo somos una mezcla de viejas glorias (como los últimos tiempos de Tesla y sus tristes devaneos de sueño americano) con jóvenes comienzos. Y es que tengo en mis manos el gran poder de decidir si lo voy a intentar o no: una nueva línea de investigación que podría aprovecharla para otras ocasiones..., una manera más eficiente de resolver la linealidad sin valerme ni de gradientes, ni de ecuaciones, ni del desarrollo de Taylor o del ideal noetheriano de la matriz de alternancias... Ni tampoco del sistema VAWM, sino otro sistema de Reinforce Learning que también se inmiscuye y se entremezcla con la clasificación y regresión supervisadas. Quizá más rápido que todo eso, nuevas técnicas nuevos resultados. Que puede que sean más o menos innovadores, pero ya de por sí para mí es un agradable descubrimiento.

Más técnicas para inferir un nuevo conocimiento, cada vez más eficientes y con resultados que dan más garantías. Sé que en el fondo hay mucha gente por todo el planeta con mucha más experiencia que yo de la que aún puedo aprender muchísimo más, y ése es mi espíritu jovial - el hecho de que me haya dado la impresión de que hay mucho por aprender - que no todo se reduce a enormes maquinarias ya estudiadas.

La tecnocracia nos abre un nuevo campo de posibilidades para quienes seamos capaces de sacarle provecho, al fin y al cabo soy un informático con tecnología punta diferente - así que en un sistema así solo debo buscar la manera de sacarle ventaja. O, también, puedo renunciar a todo y volver a intentar hacerme cubano - con la esperanza de que ahora las fronteras estén abiertas. La verdad es que la idea de hacer turismo durante un mes para "probar suerte" con alguna buena moza..., no me convence. Cuando yo entro en un sitio siempre es por la puerta grande, nunca a destrangis. Me gusta ser trasparente, porque quiero ser reconocido allá donde voy por aquello que he estado haciendo - porque eso es lo que soy.

Nunca he tenido dinero suficiente como para independizarme, pero en otros países sospecho que sí sería posible. Por eso, si algún día pretendo escaparme, ¿por qué no dejar de ser español de una vez por todas? Odio esta Europa cínica y absurda, no quiero formar parte de la mentira imperial. Me dan asco.

El síndrome de Estocolmo es una de las evidencias de idiocracia más tristes: la gente no solo se doblegan al opresor, sino que además castigan a quien no lo adora. Los jueces, que son el sistema judicial en un país de estado policial como el que vivimos, pueden soltar a los criminales que quieran sin rendir cuentas ante nadie - y lo peor de todo es que lo que acabo de decir no solo es cotidianamente cierto sino que además es aberrantemente increible para quien no lo sepa. Todo esto provoca que vivamos en un sistema donde el necio tiende a salir ganando, máxime cuando del corporativismo hemos pasado directamente a la tecnocracia - y que sea lo que nos digan los abogados sobre cómo funciona el sistema judicial. Al menos la persona moderna se cuestionaba los alienamientos..., ¡qué poco nos duró el ser modernos! Lo hemos vivido muy rápido, y no hay a penas constancia de grandes pensadores de aquella época.

Es como el tiempo en el que sí podía haber grandes rockeros. En los tiempos modernos puede haber grandes filósofos, pensadores. Pero en los tiempos postmodernos los pensadores son los que nos avisan de que esos tiempos han pasado. No hay objeto de debate porque no parece que vivamos en unos tiempos válidos para el pensamiento: ¿cuál es tu sponsor? Malos tiempos para la retórica. Si vivimos en un sesgo cognitivo continuo, hasta que la sociedad no supere la enfermedad no podrá recalibrar sus instintos y aceptar un buen debate.

Pero este año empezaré por una decisión: probar este esquema y, si me fiara de los jueces del concurso, probar a subirlo a esa plataforma para ver "quien gana". Un comunista, o un procubano, no podría ganar - supongo. En esa plataforma lo tienen bien claro - pero también es posible que no esté siendo "vigilado"... O quizá sí. No me inspiran ni la más mínima confianza. Pase lo que pase, su evaluación me la tomaré más como algo anecdótico - solo puedo aprender de lo que me conste que sea cierto, no de esas corporaciones neoliberales llenas de odio.



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