La extroversión es una revolución en el individuo, así como su correcta interpretación de cara a su comportamiento. Cuando se encuentra el compromiso social se observa la figura del héroe emancipante.
Destruir la humanidad de un individuo puede ser muy sencillo. Sólo hay que convertirlo en un secundón, en una persona dependiente de todo y todos, reducir a esa persona a alguien que no puede ofrecer nada en especial, acabar con cualquier atisbo de estabilidad en su mundo y dejar a alguien así en la completa indefensión.
Una vez cocinado todo esto sobre una persona que, por el contrario, haya nacido para dar lecciones al mundo entero, se crea una enorme disonancia cognitiva entre lo que el conductismo nos habría dicho que tendríamos haber conseguido y lo que hemos conseguido realmente: hemos creado a un líder revolucionario, a un huérfano del sistema, a un rompedor de reglas, a un sociópata empedernido de las reglas convencionales que no nos llevan a ningún lado..., en definitiva, en una figura clave para acabar con las figuras meméticas que encarcelan al sistema en su cinismo e hipocresía.
Sin embargo el revolucionario deberá superar el miedo al compromiso social. Esto forma parte del camino del héroe de Campbell. De una manera o de otra el mundo interior del héroe tiene que proyectarse en la realidad del mundo en el que vive. Y eso sólo se puede conseguir para cuando se alcance la fase del apoteosis. Hasta entonces, desde el interior de su cubículo sólo puede ir recolectando "maná"..., formas de fe, amistades, potencial...
Mientras tanto, los que quieren destruir el mundo poco a poco lo empudrecen, y la gente se va dando cuenta por cada nueva crisis que nos acerca al apocalipsis. Cada momento de dificultad nos ayuda a observar cómo el sistema en el que vivimos nos aboca hacia mentiras sobre nuestra capacidad para repercutir sobre nuestro propio futuro.
La mayoría de los problemas que tiene la gente, cada vez más, se irá alejando más y más de aquellos que gobiernan su mundo. Conforman una casta con sus propias preocupaciones; como la banca. La banca es un oligopolio que tiene el futuro de todos los políticos sin excepción, y ellos gracias a su financiación podrán pagar con sus deudas a una red clientelar más grande - algo que fortalezca el voto interno, el liderazgo dentro de su partido. Así, poco a poco, se va empudreciendo más y más la política.
No afrontando los problemas reales de la sociedad ésta percibe la realidad de todo lo que la está destruyendo, acumulando muertos, en cuanto sea capaz de contabilizarlos debido a la verdadera responsabilidad de quienes los pusieron ahí.
Un ejemplo lo tenemos en los aeropuertos. En cuanto unos ricachones fueron capaces de contratar a terroristas suicidas para justificar la demolición controlada de tres de sus edificios los estados no tuvieron problemas en aumentar la coacción sobre las personas en los aeropuertos - sin aumentar el control de calidad de los servicios de seguridad, por mejorar el corporativismo y la indefensión del viajero.
¿Y por qué necesitaban hacer las cosas de esa manera? Porque los pilotos, salidos burgueses, no gustan de viajar sin compartir tripulación con los pasajeros. Es divertido relacionarse con las azafatas, mientras cuentan historias sobre lo importante de no aislarse de los pasajeros..., cuando un pasajero dispuesto a suicidarse no verá ninguna dificultad de usar sus propias manos para reducir a cualquier paleto armado, y alcanzar el cuadro de mandos tras haber dado con la combinación adecuada.
Controlar en los aeropuertos la seguridad adecuada y vigilar que los aduaneros no carguen con violencia contra los pasajeros no sólo habría sido más seguro, sino más barato y sencillo; pero habría que dejar a los pilotos en su sitio: Vds. tienen que hacerse responsables de que tienen una obligación solidaria al manejar un misil gigante.
Visto así, como las aerolíneas no son capaces de estar a la altura, tampoco lo estará el estado. Controlar las aduanas para que no entre un indocumentado no se hace difícil hoy día, pero evitar que se cuele un virus es falazmente imposible. Esto se da como resultado de que los políticos encontrarán nuevos mecanismos de financiación en las aerolíneas, en querer evitar que quiebren..., la economía a rescatar es la que esté vinculada con la financiación de sus propias filas y sus redes clientelares. Por esa misma razón, porque nos dicen que en los aviones nadie se contagia y, al mismo tiempo, los estadios de fútbol son un foco de infecciones..., observamos una y otra vez cómo crece esa disonancia cognitiva.
Así se alimentan las masas, la indignación, los murmullos..., y esa indignación en su momento se transformó en partidos que recogieron esa disidencia para controlarla: primero uno que se llevó los de la izquierda, luego otro que se llevó los de la derecha. Sin embargo, la historia no puede aguantar por mucho tiempo; nos lo dice la experiencia.
Muchos me lo preguntaron, ¿por qué no lo consiguió Anguita y sí Iglesias? Y siempre respondo lo mismo: Anguita se marchó, no estuvo cuando era necesario ponerle líder al partido Podemos - que no salió de la mente de Iglesias. Pablo Iglesias fue el sujeto que vició a Podemos para convertirlo en disidencia controlada: la transformación del "Mover ficha" a lo que es hoy día UP es una muestra inequívoca de lo que es una derechización del votante de izquierda. Un enfriamiento de los Principios.
Puedes tener buenos o malos Principios, puedes vivir una mentira y equivocarte, pero cuando eliges un Futuro y te lo arrebatan de lo que jamás podrán acusarte es de haberte equivocado con tus Principios - fuiste traicionado. Y contra la traición sólo resta no volver a apoyar a semejantes energúmenos.
Lo dicho conforma máximas irrefutables y, en cuanto a rigurosas, en vista de que los dos frentes están cubiertos, sólo pueden acrecentar poco a poco el inconformismo, la abstención, la negación del sistema, la fe en aquellos que se insolidarizan con estas fórmulas...
Que la gente necesite a un dictador que dirija el país es siempre una mala noticia. Eso quiere decir que tendremos monarquía por mucho tiempo. Pero claro, el villano no querrá abandonar su puesto elucubrante: los podridos están destinados a traicionarse entre sí.
Y es que el que está podrido a lo que tiene realmente miedo es al Compromiso Social, que su compromiso sea menor que el de sus enemigos; que aparezca un líder que represente con su relato un compromiso mucho mayor que el suyo y que la gente se dé cuenta, que encaje mejor su relato y suene convincente.
Como si se estuviera cociendo el huevo, en algún momento aparecerá desde su introversión el sujeto que vertebre lo que en el fondo todos los que han estado viviendo esa disonancia cognitiva provocada por la disidencia controlada sintieran la construcción de su propia historia emancipadora a través de él, como referente.
Pero pasa como con todo, para muchos sería una victoria poder morirse antes de que descubran que fomentaron el empudrecimiento del sistema. Pero el tiempo está para la figura que trasciende a todas las épocas y a todas las culturas, la que acabará mostrando el verdadero rostro de por dónde anda el Compromiso Social.