La sociedad sí que está enferma

Me paro a pensar qué es lo que ha tenido que pasar para que un país entero que alardea sobre Principios democráticos le escupa a la cara a la presunción de inocencia..., hoy os daré la murga con las sociedades de valientes.




Todos nacemos con sentido común, y sabemos lo que es un contrato social; lo diga un francés, un griego o un chino. Por eso, en cuanto rompen nuestro contrato, el que queda establecido por el Derecho que nos es Natural, lo mínimo es sentirse altamente defraudado.

¡Dadle caña!

Las guerras civiles siempre se han identificado por conseguir matar a los valientes. Hay guerras que ayudan a crear auténticos héroes, gente valiente que evitará que tengamos que vivir la estupidez. De vez en cuando tenemos que observar cómo se idolatran, una y otra vez, a tradiciones absurdas, comportamientos absurdos, fijaciones de moralidad bastante dudosa... Así hasta que reciben una bofetada en toda la cara, tras un acto de auténtica rebeldía - con el fin de volver al Sistema.

A ver si dejamos de ver tantas estupideces. Con lo de la manada me estoy quedando bastante muerto. Poco importa lo que diga o deje de hacer, los del Supremo no tienen ni la más mínima confianza por mi parte: es como tirar una moneda al aire.

Una chica que, siendo mayor de edad, decide echar un polvo con unos foráneos, liderando por las calles por dónde meterse, hacia los lugares más recónditos, para hacerlo sin que nadie les moleste. Ella misma, por lo que dicen los jueces que vieron en las imágenes, mostró un comportamiento imaginativo antes las peticiones de sus acompañantes, e incluso se escuchaba de su boca sus deseos de que le metieran los órganos genitales hasta el fondo.

Lo que no se ve en esos vídeos lo tienen que rellenar los testimonios. Ella se contradijo en sus testimonios de acusación y no hay prueba física de que ellos hicieran agresión alguna. Agresión de ningún tipo, sólo un contradictorio recuerdo por parte de la víctima. Además de la contradicción de no ir corriendo a la policía..., por si fuera poco.

Ahora la fiscalía tiene la esperanza de que estos guarros, de moralidad tambaleante, que muy probablemente quedaran mal con la chica, como dijo la sentencia, debido al robo del móvil y la situación psicológica inestable en la que la dejaron, pide más años de cárcel que los que cumplió Tejero, muchos más de los que cumpliría un asesino, muchos más de los que cumplen los que ejercen robo con violencia... Para eso está la fiscalía: para reclamar cualquier estupidez ante el Supremo. Para eso pagamos ese servicio público.

Y, lo que es peor, cuando toque leer otra aberración contra la democracia escrita por esos papanatas que están por encima de lo correcto, lo incorrecto o los fundamentos de derecho mismo: son los propios jueces del Supremo, que pueden contradecir la Constitución, la cadena de mando de los poderes ejecutivos y lo que se les antoje. Sólo tienen que escribir CUALQUIER COSA AL AZAR y ya se les da la razón.

Nadie, absolutamente nadie, basa sus tesis sociales en las conclusiones del supremo de ningún país. Eso es porque, en realidad, no hay democracia sobre la tierra: son dictaduras institucionalistas donde lo que impera es la burocracia, la apariencia de democracia. Repercuten contra la sociedad no basándose en Principios, ni en la ética, ni la ley ni en la jurisprudencia..., atentan contra los más fundamentales Derechos Humanos aprobados por las Naciones Unidas, como ya lo hicieron con las leyes de violencia de género, y ni se inmutan. Los medios les siguen el juego.

Así hasta que, en un momento dado, el andalúz que viaje a tierras racistas del norte reciba una acusación tan absurda, y éste, por alguna peculiar razón, tenga medios para responder y ser mucho más elocuente. No hablaríamos de unos papanatas a los que les gusta robar un móvil, o unos paletos cualesquiera a los que la pena de telediario muy probablemente ya les haya enmedado por lo que hicieran y estarían plenamente reinsertados (lo cual me recuerda cómo no estoy de acuerdo con el cinismo de este sistema penal, como ya comenté panfletos anteriores). En cuanto se enfrenten a una criatura hecha y derecha, que sería silenciado por los medios - dentro de su cobarde forma de ser, conseguiría hacer tambalear al stablishment ante todo un cúmulo de joyas que no salieran por la prensa y que estaría en boca de todos. Algo que dejaría con el culo al aire a todos esos señores que deciden qué es noticiable y qué no lo es.

Pues bien, este país no es una democracia. Y ya veremos cómo hacen firme que cualquier perturbada salida le dé por perseguir a cualquier chico que le guste para intentar endosarle tantos años de prisión como si hubiera cometido un golpe de estado, sólo por hacerle sufrir. Está en manos del Supremo el dejar a la Corona con el culo al aire - otra vez.

Pero para hacer lo debido en ocasiones hay que renegarse.

Sé lo que pensaréis los dos o tres que hayáis leído esto de pasada..., ¿se va a renegar poniendo música heavy? ¿Qué piensa hacer este no-incluencer?

Por lo pronto desahogarme. Los que tenemos razón somos como un cáncer, un cáncer que se extiende en el sistema hasta conseguir que éste vuelva a su cauce. Cuando reina la estupidez los actos de normalidad se valoran como si fueran actos geniales e increibles. Así que es cuestión de tiempo antes de que el empudrecimiento de la justicia, el periodismo y la psicología deje tan pestilente hedor que nadie se crea ni una sola de las menciones, los méritos y las autoconcesiones. Poco a poco, serán los propios extranjeros los que quieran incluso tutelarnos con respecto a nuestras costumbres, al fin y al cabo, Franco sigue ahí.

Bueno..., ya hablaré de esto un poco más en profundidad...