La única esperanza de reconexión

Ha habido una gran gama de puentes que se han estado rompiendo. Algunos de ellos eran evidentes. Ahora toca identificarlos para encontrarles sustitutos, o mejores.




No veo la manera, la verdad. Es la tormenta perfecta.

Los puentes que se han roto son los que hacían a la ONU una organización de referencia, como ejemplar. El primer gran puente se destruyó, a mi juicio, con la guerra preventiva de Iraq. Es cierto que EEUU ya protagonizó otras guerras muy parecidas, pero la de Iraq fue la primera gran masacre mediática - la que se produjo después de que se expusiera la barbarie en los Balcanes.

Entonces la ONU fue asaltada por el pueblo de Iraq. Lo que muchos no habrían comprendido nunca que pudiera suceder. La gente no se da cuenta de la desconexión. La desconexión de la política global con el pueblo en su conjunto. Y cuáles son sus consecuencias. Tangibles y de futuro.

Hace poco vimos una de esas consecuencias. Un perturbado indocumentado se autoproclama presidente de Venezuela y, el planeta entero, en vez de tomarlo por un completo imbécil se crea un falso debate sobre su legitimidad. Ese puente que se rompió en Iraq, entonces los políticos empiezan a hacer como que debaten. No lo hacen. Las embajadas se han roto - ahora hablan las corporaciones. No dialogan, luchan - invaden.

Usar la ONU para invadir no es que esté mal, lo que pasa es que automáticamente se convierte en un edificio que está justo en medio del puente que se debe construir para hacer posible la paz en el mundo.

Y claro, mis cuatro o cinco lectores leerán esto y pensarán: ¿y qué importa? El debate de la legitimidad, y un centro desde donde se toman decisiones de urgencia. Si realmente ya no tenemos eso entonces para la siguiente crisis ya sabemos quienes morirán: los más débiles, el pueblo..., y seremos masacrados ¿Exagero, me estoy victimizando? No. Ni en lo más mínimo.

Se acerca la tormenta perfecta. La gran crisis. La del Coltán. Ésa es la buena. En México se lo vienen oliendo, por eso no han querido seguirle el juego a EEUU con respecto a Venezuela. Ese puente es demasiado importante: la mayoría de los problemas que tiene México están en el Norte, le viene desde el norte. EEUU en realidad parasita de México, no al revés. Pero esto último mucha gente ni se lo imagina: se quedan en cifras especulativas, que no tienen nada que ver con la producción real de un país - o su verdadera estabilidad.

Pero la gente se siente esperanzada..., quieren morir en esa tormenta por el bien del capitalismo. Quieren tener la oportunidad. No les importa morir por una causa: el dinero de otros. Y esperan que absolutamente todos los demás lo hagamos también. Que perdamos nuestra soberanía, nuestra libertad, nuestros derechos..., para que unos tíos puedan seguir fingiendo ser importantes en este Mundo de la Devastación.