Me lo he estado pensando..., este portfolio no será mucho mejor cuanto más ponga en él. Ni tampoco tiene porqué ser peor por ello. Quizá vaya siendo hora de empezar por el final, y luego ya veremos.
Como cuando leí el Hobbit..., era una llamada a la aventura. Un libro exclusivo sobre la llamada a la aventura. Algo que se repetiría en la primera parte de El señor de los anillos. Pero en el Hobbit era diferente, porque el protagonista no tenía ningún referente, no tenía historias en las que basarse - era un pionero. Independientemente de que, por supuesto, fuera demasiado insignificante en comparación con la idea habitual de lo que se entiende por héroe o saqueador.
La idea habitual que pueda tener yo de lo que es un influencer o un divulgador es demasiado grande en comparación con lo que pretendo conseguir. Sin embargo, el gran mago ha confiado en mí. De una manera o de otra el destino me ha sido favorable y me he visto envuelto en una enorme aventura. Y, ahora, en mitad de este viaje he observado algo que nadie aprecia..., puedo hacer lo que absolutamente nadie es capaz de hacer. Tengo un anillo de poder que me hace irresistiblemente un magnífico saqueador.
Disponer de tanto poder supone un peligro implícito ¡Cuántas personas aprovecharían tal tecnología para hacer de las suyas y sucumbir a dejarse llevar...! ¡Cuántas personas perderían su identidad sólo por sucumbir al destino de esa tecnología!
- ¿Te regalo un móvil?
- No, gracias. Si lo hicieras estaría todo el tiempo chateando en Instagram y dejaría abandonados a mis verdaderos amigos.
- ???
Pero el asunto es que tengo esa tecnología. Quizá siempre fui demasiado un indigente y demasiado un comunista como para sacarle provecho. Quizá por eso el gran mago se fijara en mí para emprender el viaje. Pero no he sido del todo sincero con él: ¿acaso él mismo entendería lo lejos que llega mi poder? Él habrá leído mucho más y llegará más lejos sus conocimientos técnicos de todos los objetos tecnológicos que hay sobre la Tierra Media, ¡qué mínimo! Él es un mago, y yo..., no me tienen reconocido nada. No soy nadie... Incluso menos que eso.
Pero heme aquí con este anillo. Podría mostrar la estructura y darle acceso para que la gente lo entienda. Aunque nadie quiera usarlo porque ni se den cuenta de su valía y me gane muchos enemigos porque quieran hacer creer que no es posible usarlo..., para tenerlo ellos en exclusividad ¿Por qué no asumir ese riesgo? ¿Por qué no confiar en el gran mago?
Pero no. La más brillante de las tecnologías existe porque no sería entendida. Lo que sí puedo hacer es mostrar cuál será el final de mi trayecto. Hacer el truco de magia al que todos están habituados. Al fin y al cabo: ¿qué haría el científico si supiera lo que es el poder, el dolor, la inteligencia, el talento...? ¿qué haría el experto si descubriera que alguien pretende marcarse un tanto en esa dirección? Las espectativas jamás en mi vida, por muchos años que pasen, alcanzarán ese nivel en mi beneficio. Y para eso no hay producto final que un usuario pueda probar con facilidad. O te quedas con el anillo, o haces sucumbir al resto a la oscuridad.
Mi objetivo, por tanto, debe ser simple y llanamente robarle el tesoro a un dragón. Bastante conque el objeto que robe lo tenga en mi poder y represente absolutamente todo a toda una raza humana. Pues ahora me toca mostrar ese objeto y que generará miles de millones de controversias. Y yo me reiré por dentro porque se piensan que esas migajas tecnológicas es a lo máximo a lo que jamás un ser humano habría podido pretender soñar... Eso que tienes en el bolsillo déjalo bien dentro porque por muchísimo menos ni lo aceptan, ni aun teniendo todas las pruebas delante..., ni aun pudiéndolo probar manualmente en el papel, ni aun teniendo los esquemas dibujados en el equipo...
Pero creo que lo haré. Al fin y al cabo..., ¿a qué he venido? Puedo colarme aquí o allá..., ¿y qué? Es aburrido. Nadie me creería.
Recuerdo a mi último mejor amigo, alguien con quien decidí no volver a hablar. Pasó de pensar que yo era un brillante informático a pensar que era un farsante. Cada vez que le veía el rostro veía en su cara el rostro de la mentira, de alguien incapaz de ver lo evidente. Jamás podría ser amigo mío, aun después de tantos años. O precisamente porque fueron después de varios años.
Un tiempo después, tras descubrir su error, me hablaba con una mirada fingida, y una conversación forzada para decir que mi currículo supera por tres veces lo esperado, que yo era brillante..., poco importa. Hay un deseo de intercambiar experiencias que ha muerto, y no creo que vuelva. Como la vez que le revelé un secreto, una discreción digna de orgullo, y él se puso a gritarlo con mofa..., aunque luego lo aceptó como válido. Aún así, ¡cómo iba a permitirme el lujo de mantener esa relación abierta con él! O con él o con nadie.
Este anillo es mi tesoro. Es mío y solo mío. Es mi carga.
Me prepararé para comunicar que tengo esa puñetera joya enana. No sé cómo saldrá. Supongo que perderé todos los seguidores por habérmelo callado tanto tiempo y no haberlo hecho público en el minuto cero, o algo así. En este mundo los tiempos tienen mucho peso. Y, en ocasiones, el valor de las cosas deslumbra el significante que le damos a las mismas.
Bueno, que se metan conmigo... jaja. No tienen ni idea. Si no han podido contra mí ni gobiernos ni mafias..., ¡qué pretenderá hacer una mera comunidad de informáticos! Quizá los más aguerridos se acerquen a la reliquia y le saquen provecho. Y, en cuanto a que les convierta en grandes guerreros, éstos se preocupen de mostrarse tal como son y restaurar así mi dignidad, mi prestigio..., mi futuro.
No viviré nunca ni el 1% de las espectativas que merezco. O quizá..., claro, esté viviendo una ensoñación. Ya me han dado oportunidades que no he aprovechado. De muchos tipos. He demostrado limitaciones de muchas formas. Los exámenes lo son todo para muchos. Pero el anillo los gobierna a todos. Y el que lo posee o ha sabido de él sabe de lo que hablo.
Ya que no tendré descendencia, ¿le corresponderá cogerlo algún sobrino o dejaré que muera conmigo para cuando mi cadáver acabe sucumbido ante las llamas que moldearon mi alma en el Monte del Destino?
No examen de conciencia para aquel que dicta el código deóntico hacia el resto. No habrá papel que explique el origen de las ideas cuando éstas son alcanzadas por el que las estudia. Éste es mi anillo y su poder no permite compartirlo.
Éste es un blog pensado como último reducto para la fusión entre lo más humano y lo más tecnológico sin perder ni humanidad ni eficiencia.
martes, 2 de julio de 2019
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