Me he quitado pelo de la cara

Me he pasado un cortapelos por el careto. La sensación de notar el viento en la cara me ha hecho creer rarezas a la sensación del tacto: el efecto del pelo fantasma.




Para mí es un pequeño misterio, no lo de la mano fantasma o lo que me pasó ayer al quitarme esa gruesa barba (el pelo fantasma), el misterio es adivinar qué se sabe y qué no se sabe. Porque existen muchos misterios, algunos han sido oficialmente resueltos y otros no tanto. Existen muchos grados de explicaciones, desde las que no se cree nadie, hasta las explicaciones más simples que, si no se aceptan, es porque desencantan.

¿Cuándo una explicación es consistente? ¿Se puede calcular la credibilidad de una afirmación?

Hace tiempo consolidé un modelo para aprender una lengua extranjera. Como ahora estoy en mitad de un tren de divulgación de código lo he estado dejando para otro momento, pero sospecho que podría dar unos resultados bastante sorprendentes - si realmente la mente y la memoria trabajan como sospecho.

Cuando una persona no cree tener la respuesta correcta, pero holísticamente ha constituido una idea; así como cuando una persona tiene una idea en mente, pero no termina de decidirse debido a un análisis demasiado específico que le ha dado al asunto. Para lo primero tendría un bajo olfato (recall) y para lo segundo una baja precisión. Ya habré mencionado el F1-Score en varias ocasiones en este blog.

Sin embargo, no sé de ninguna herramienta de ayuda al aprendizaje que se aproveche realmente del F1-Score. Igual que no tenemos un criterio de valoración de ideas que se base en el F1-Score.

En el interior de nuestra cabeza hay varias funciones de dispersión que generan una suerte de evaluación de todas nuestras percepciones. En ocasiones evalúan incluso nuestra atención a experiencias pasadas, permitiéndonos así anidar pensamientos e imágenes. Eso quiere decir que de forma instintiva necesitamos tener un mecanismo de evaluación para saber lo que es la credibilidad, y ese mecanismo es el que usaremos para recordar.

Hace mucho tiempo me compré el libro que escribió el record mundial en memoria, donde exponía la técnica que él usaba para aprender un idioma en poco tiempo. El libro, salvo en un detalle, era bastante convincente - de hecho, en él me basé para crear mis propios esquemas de enseñanza de japonés.

El libro proponía un esquema superreducido para aprender cualquier aspecto del idioma, sólo con aprender las correspondencias: palabra por palabra, frase hecha por frase hecha. Y para ello proponía aprendérselo mediante trucos nemotécnicos que vinculaban ambas partes. Ciertamente, el cerebro no puede funcionar así..., hay algo que no casa.

Sin embargo, si la técnica funciona, supongo que algo era posible de aprovechar: cuanto más simple sea el mecanismo mejor, porque así se interioriza con nuestras propias funciones internas.

El mecanismo de las tarjetas, por ejemplo, las que uno no recuerda a un montón, las que sí a otro montón. Funciona bien para trabajar la precisión, ¿pero qué pasa con el olfato?

Uno podría crearse un test y ponerse una penalización cada vez que se atreva a responder sin acertar, pero esa elaboración promete ser compleja: los tests son muy arios, no hay sensación de avance hasta que se termina el test.

La idea de la credibilidad debe ser algo más bien interactivo, como si fuera una lucha continua; y difuso, sin dar todo por concluido.

Como ocurre con los que todavía crean que tengo pelos en la barba y crean tener indicios de ello, entonces me lanzan un chiste: "¿qué tal Santa Claus?" Y claro, me da cierta sensación de falso rechazo: "Pero si me he quitado la barba". Exceso de precisión.

¿Cómo sería si el examinador te insinuara en cada momento que debes hacer caso a tus instintos holísticos o a tus instintos analíticos? Como si pudiera imaginar que al darte ese consejo te ayudará a acelerar el proceso de aprendizaje..., creo que no se ha probado. Y creo que tengo las técnicas.

En cualquier caso, si lo publico por aquí es porque tampoco me importa mucho. Últimamente las ideas fluyen y poco importan su destinatario. Tener aplicaciones increibles y que nadie te haga caso es algo que ya he experimentado, y estoy experimentando. Pero en fin, tal vez desarrolle esta aplicación para ver si funciona y tal...