Sucedáneos de apoyos

No me gustaría estar en el pellejo de Pablo Iglesias o de Pablo Casado, son tal para cual. Han llamado a sus acólitos para que les apoyen en estos momentos de flaqueza. Y lo veremos hoy, mañana y siempre. Están podridos.




Cada vez que veo a una persona repitiendo las consignas de una secta pienso por dentro: ¿es consciente de ello? ¿sabe por qué hace lo que hace?

En cualquier dictadura los seguidores del amado líder lo hacen por miedo, un miedo que es demasiado cansino - un miedo que estresa mucho. Por eso, cuanto más tiempo pasan al lado del amado líder ese miedo se convierte en una forma de amor sadomasoquista. Desde mi punto de vista eso, por supuesto, no es amor. Pero que cada cual coja la misma puñetera palabra y la pervierta como quiera, que por algo el lenguaje es de todos.

Según mis términos, nadie ama al amado líder. El amado líder promete, y sólo cumple para los suyos. Llora por los suyos. Se rasga las vestiduras por los suyos. Y todos se comprometen con él. Pero todo se convierte en un sucedáneo de amor, en una estructura falsa salpicada de costumbre que, ahondando en el fondo, esconde miedo - mucho, mucho miedo.

El amado líder podría ser como Hitler y no inspirar ninguna clase de miedo a los suyos, él ya se encarga de proyectar el miedo hacia una etnia minoritaria. Pero hace falta que haya miedo. El miedo proyectado se convierte en odio cuando hay intenciones de agradar a los que son como el amado líder. El nepotismo, los amiguismos, así como las distintas formas de tiranía, conforman un enredado que encaja muy bien con las dictaduras - como ya hemos visto que sucede con los regímenes socialdemócratas.

Ahora resulta que procesan a uno de los líderes del PP, y el presidente Pablo Casado sabe que debe desaparecer a la hora de hacer declaraciones. No son líderes democráticos: un líder democrático resuelve las dudas, no se esconde detrás de sus militantes. Se supone que el líder es el que dirige a los suyos hacia la resolución de las crisis. No es quien se esconde justo cuando tiene que trabajar.

Luego vemos otra clase de tiranos: no es que no den la cara, es que proyectan la manera de dar la cara en sus militantes. Contrata a unos mariachis para que gobiernen las redes sociales y así parezca que todo el mundo lo quiere. La técnica es conocida. Es una farsa. Pero otros muchos militantes, debido a ese miedo - que ha sido convertido en un odio a los rivales del amado líder, y así olvidarse del miedo a la realidad de la pobreza y los asesinatos legales creados por los gobiernos que se despreocupan de la realidad española.

Cuando IU aún era un partido, era el principal enemigo de Pablo Iglesias y de sus militantes. Allá donde había un cartel electoral de IU los de Podemos ponían el suyo encima. Y luego aparecieron los sometimientos más elucubrantes y traidores: el propio líder de IU, que sería apoyado en exclusividad por desmarcarse de Podemos, entonces decide unirse a Podemos. Un partido que albergaba y alberga un programa de derechas y cuyo esquema general es alimentar protagonismos.

Pero claro, los votantes seguirán votando al PP: creo que conocerán su mínimo histórico con la famosa encuesta de Tezanos. En cuanto Pablo Iglesias, puede que salve el tipo (lo tiene fácil), pero para cuando la gente se dé cuenta de la estafa monumental, Podemos estará tan engangrenado y podrido que más de uno se llevará las manos a la cabeza con lo que queda del partido con tanto extremista, oportunista y fundamentalista.

Si es que me sé la historia:

- Yo soy de izquierdas, odio a los hombres.

- Yo soy de izquierdas, me dedico a okupar casas.

- Yo soy de izquierdas, soy drogata.

- Yo soy de derechas, tengo un amigo concejal.

- Yo soy de derechas, no tengo ni idea de economía.

- Yo soy de derechas, me han hecho concejal de..., jajaja.

Perfecto, ya tenemos a nuestros militantes. Ahora convirtámoslos en líderes, porque para otra cosa no valen. Son el referente que usamos, y toda nuestra carne de cañón. Ellos se moverán por nosotros y son la referencia fundamental y el eje de giro de toda agenda que marquemos a través de los medios de comunicación.

Hoy me ha tocado documentarme temáticamente por la idea de lo que es un sucedáneo, para el siguiente artículo que voy a redactar en Medium. La manera que tengo de escribir sobre tecnología incorpora mecanismos demasiado cruzados, por lo que tal vez acabe reduciendo el nivel para hacerme más monotemático, y así los documentos serían más de noticias y menos de opinión. Pero ya iré viendo. Ya me iré acomodando.