domingo, 15 de diciembre de 2019

Una lucha continua y un reflejo de cómo es la sociedad

Muchas cosas han estado pasando, cuando se veían venir. Muchas sorpresas en falso, como el que se condene a tres adultos por lo que le hicieron a una menor, como que las pensiones siguen siendo la promesa continua, junto con el compromiso ecológico...

Ahora nos resta ser coherentes como sociedad y darnos cuenta de que lo peor que podría pasarnos es que un tío que escribe sin pensar pueda ser más coherente que los que manejan el cotarro.

Que resulta que es más barato cometer delitos continuados o grupales de violación que de asesinato, o que la fiscalía no había tenido la deferencia de encontrar todo ese conjunto de compinches que tenían los criminales..., se puede ver así: cuando se condena a un terrorista no se considera que éste, además, estuvo compinchado con otros terroristas. Así podrían sumarse más años. Ríete de la doctrina Parot, ahora somos más papistas que el Papa. Y, por un lado, me parece bien..., pero, por el otro, ¿es consciente la gente en qué clase de Justicia se va a convertir todo esto? Es decir, en cuanto los fiscales se pongan las pilas, si las cárceles ya estaban bastante saturadas, raro será encontrar un criminal al que no condenarán por menos de 20 años.

Pero claro. Todos nos imaginamos que la Fiscalía, para la mayoría de los casos, hará la vista gorda. Como lo que hace con los denunciantes que saben que se inventaron la denuncia al completo. Nunca sabremos cuál es la estadística real de las denuncias falsas. Los que sabemos que esa estadística es imposible de extraer no se nos puede engañar al respecto.

La presunción de inocencia, cuando se trata de la pugna entre adultos y jóvenes, desaparece - es así como debe enfocarse. Es correcto porque los menores pueden ser fácilmente manipulados. Sin embargo resuenan los ecos de..., ¿harán lo mismo con el resto de violadores? Habrá que esperar a la siguiente noticia intencionada, al siguiente titular...

Mientras tanto, unos futbolistas a los que se les ha colocado al nivel de violadores que manipulan con burundanga y cosas por el estilo se exponen ante la prensa con expresiones en el rostro que inducen a pensar que efectivamente ellos se creen inocentes. Son responsables de lo que le hicieron a una menor, pero eso no lo dice la sentencia.

Existe una creencia popular (que es falsa) que dice que cuando cometes el delito de un adulto debes ser tratado como un adulto. Eso no puede funcionar así. La chavala cometió faltas graves que se han interpretado como fantasías suyas de aparentar ser mala, cuando en realidad la parte auténtica es la que mostró a su familia..., es creíble. Claro... O lo sería si no estuviéramos acostumbrados a la crucificación mediática de los psicólógos que no dicen exactamente lo que queremos escuchar. Si el forense no nos dice lo que esperamos entonces automáticamente iremos a por él.

Si nuestra sociedad actual no estuviera tan manchada por el odio sentencias como éstas serían impolutas y a la víctima no sólo no se le recriminaría por lo que no hizo, sino que ADEMÁS se le recriminaría por lo que hizo. Eso, señores, es en donde falla la sociedad.

Cuando yo fui agredido continuamente en la universidad, de manera insistente por los mismos profesores y de manera compulsiva y sin miramientos, con testigos, sin dobles interpretaciones..., todavía había alguien que se me acercaba y me recriminaba que yo me defendiera de esos cafres a puño pelao. Que, incluso, les diera tal somantapalos que jamás se les podría ocurrir creer que les vale la pena volverlo a intentar. Me recriminaban mi comportamiento hosco y cruel..., pero siempre les hacía la misma pregunta: "¿qué habrías hecho tú?" Y tras escuchar su respuesta, luego la mía: "Eso no funcionó".

Decirle a la víctima qué no ha hecho bien debería formar parte del proceso judicial, independientemente de que nadie cuestiona que el adulto, el criminal, el máximo responsable..., de que hay un primer responsable subsidiario e independiente.

Me llegaba el juez prevaricador y me decía que en todo proceso judicial había más víctimas, dando a entender que los criminales también eran víctimas. La cosa estaba mal enfocada: si yo era responsable de algo, y así se lo decía, que me diga en qué.

No puede ser que sucumbamos a una sociedad hipócrita y absurda donde se capture a un atracador violento de bolsos al que se le pilló a punto de patear a su víctima en el suelo y que, por ser un yonqui, y tras  recibir un par de golpes que le diera muerte automáticamente se considere al espontáneo responsable de nada. Una sociedad que piensa así es una sociedad enferma. Pero enferma en el sentido de que es incongruente: dependiendo de quién sea la víctima se interpreta la ley de una manera o de otra.

Y claro: ¿quién se encarga de hacer la acusación de autor? La fiscalía. Y, ¿qué pasaría si no estuviéramos de acuerdo con la doctrina Botín en cuestión? ¿Qué pasaría si el fiscal es amigo del acusado o es demasiado lento? ¿No podríamos recusar al fiscal? Pues sabemos que no. Que incluso hay protocolos que protegen al auto del juez o al fiscal..., que pueden perfectamente montarnos un circo. Como pasó con esa modalidad de indulto por parte de Baltasar Garzón para librar a Carrillo de un juicio más que merecido.

Mientras, seguiremos discutiendo sobre las leyes..., o las pruebas. Yo miraría a los fiscales. Porque entre los protocolos actuales y las doctrinas que fueron emergiendo para proteger los delitos del Santander, está claro que la Justicia de nuestro régimen del '78 está quedando de putísima madre. Sobretodo sabiendo que las sentencias del Supremo no son firmes firmes..., sino que son semifirmes antes de que el propio Supremo diga: "no, eso es lo que dicen los más expertos, pero no lo que decide el comité político".

La reforma necesaria de nuestra Constitución pasa por desmontar las leyes de enjuiciamiento de manera revolucionaria. Es decir, eliminar las acusaciones de autor - pues eso nos atrae a países de libertad tercermundista como los países "árabes". Y es que me imagino lo que pasará cuando en una despedida de soltera se acabe violando a un boy de esos..., entonces es posible que la sociedad se lo pueda plantear. Que descubra la enorme discrepancia entre la justicia moral esperable y la realidad que defienden: poco a poco, cuando toda la sociedad se vea a sí misma corrupta, la ley importará de poco a menos, y de menos a nada. Será la muerte de la democracia.

Pero llegará el debate de las pensiones al mismo tiempo. Comprobar que los ahora jubilados, muchos prematuramente, no aportan a la sociedad o no han aportado gran cosa..., no lo suficiente como para que la estructura de país pueda seguir creciendo. Han trabajado duro para limitar el crecimiento de las empresas. Y, claro, para que las empresas crezcan necesitamos a Keyness - lo cual suena extraño. Y, más extraño aún es cómo voy a rematar el pensamiento: para tener Mercado (poder adquisitivo) necesitamos a Friedman.

Quizá el problema es que hasta ahora la economía no se ha revolucionado hasta el punto de tener un discurso científico. Daba la impresión de que Keyness representaba a la izquierda y Friedman a la derecha. Y no negaré lo que siempre se ha podido leer de sus pesquisas y sus amigos..., pero cuando el sistema revoluciona la izquierda se ve desde la derecha y la derecha desde la izquierda.

El sistema de seguridad social en España bien podría ser progresivo para los autónomos, y progresivamente menor cuanto mayor sea el tamaño de la empresa en las relaciones laborales. Si se cumplen estos dos aspectos y se encuentra una renta básica áustera entonces se observarán en el margen de un año la diferencia. En diez años los resultados saldrán de toda gráfica imaginable por ninguna criatura humana o superinteligencia artificial.

Eso significa revolucionar la economía. Significa que se ha dado respuesta al problema de superpoblación, de hiperconsumo, y se le ha sabido dar la vuelta de la única manera: cambiando las fórmulas.

Elimina prestaciones y subsidios porque son una farsa. Los perdonavidas destruyen el estado de derecho. Pon una renta que obligue a que grupos de personas conformen grupos comunitarios en una misma casa, con un patrimonio compartido (como si fuera un matrimonio, pero sin sacramentos ni sexualidad). Una renta como 300€, para que cinco personas sumen al mes 1500€. Cuando se tiene una fórmula sencilla pronto descubrimos lo que va sobrando del sistema anterior.

Si creas un mercado bien pagador, y preparas la cobertura necesaria, entonces al final el precio es como si lo estableciera la política. Y de ahí una vivienda digna y, por si fuera poco, un trabajo digno sin necesidad de imponer un sueldo mínimo.

Sonará de derechas, pero porque no se ve la revolución que supone que cualquier persona sea quien sea sume 300€ sin más al mes.

Las microeconomías podrían verse resentidas, o no, y aún así la economía de cada cual saldría ganando. Es decir, existe algo que no es ni macro ni micro y que va más allá - que funciona con la superpoblación.

Y esto nos lleva al compromiso ecológico.

Si nos regimos por los modelos marcados por los señores burgueses, por los marqueses de Galapagar..., esa idea de que para ser alguien tienes que vivir en una gran mansión. Si seguimos permitiendo que los señores políticos ganen tanto dinero y, al mismo tiempo, les damos tanto poder, entonces seguirán pervirtiendo la revolución económica. Seguirán sin ser capaces de ver lo que representa hacer las cosas bien y prepararlas para dentro de 10 años.

Los modelos marcados por las grandes fortunas son antiecológicas. Exigen mucho consumo. El precio de cada producto se externaliza a otros países. Por lo que para que nosotros podamos ser consumistas necesitamos empobrecer a otro país. El modelo imperialista.

Igual que no es justo tampoco es ecológico. Porque en un planeta global al final el pobre será la atracción de nuestras ricas empresas. Y esa afirmación es algo que ya se ha estado dando. Ya va siendo hora de darse cuenta de que vamos a sufrir cambios. El tercer mundo ya está aquí.

Por lo que nuestro modelo de vida no puede ser el del rico. Nuestro modelo de vida debe ser el del pobre.

Bien se puede hacer lo que dice Pickety: que se acabe con la desigualdad. Es una fórmula. Yo, personalmente, prefiero acabar con los daños que producen la desigualdad. Como darle cobertura a las pequeñas empresas mediante una cúpula de stock municipal que permita que puedan competir contra las grandes compañías. Cualquiera lee esto y piensa: ¿qué tiene que ver esto con el cambio climático? Mi respuesta: Creo que no lo has leído bien.

Pero poco importa. No espero ni que se lea hasta aquí, ni que el que lo lea no me tome por un pobre loco. Simplemente me estoy desahogando para quedarme con la conciencia tranquila de haber luchado de la única manera que me han permitido el luchar mis ideas.

Nada más.















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