Me había dado en el empeño de probar esa teoría tan sibilina que tenía sobre las religiones..., pero claro, no me he puesto, la verdad ¿Cómo lo enfoco? ¿Cojo un historia contada por un feligrés traicionado? ¿Intento coger una versión objetiva?
Esa idea que tenía en mente que explicaba el origen de la espiritualidad en el ser humano como algo subyacente debido a la necesidad que tiene de evolucionar socialmente para que su especie sobreviva, va a ser un poquito más complejo. No porque sea difícil de demostrar, sino porque lo veo trabajoso.
Lo primero es recoger algo de prueba documental, podría servir las palabras del propio mensajero que viene a darnos la murga y convencernos. Así, al descubrir el chiste tendría la transformación de género que lo catalogaría entre una de las cuatro corrientes. He creído teorizar sobre la posibilidad de que vayan alternándose los géneros al reordenar las fases para reinventar la mitología. Algo que sólo pasaría con las religiones de cuarto tipo.
Pero veo que el proceso podría ser largo. Por lo que puede que me limite a recoger extractos de historias y, como hice cuando analicé el Quijote, buscaré la manera de..., no sé, creo que debería de hacerse a más bajo nivel...
El asunto es que me he visto con la necesidad de hablar de otro tema. Se me ha cruzado por la mente una de las razones por las cuales las religiones son tan perversas. Resulta que si nos imponen una moralidad antinatural, o que reprime al ser humano, no sabemos de qué manera el propio cuerpo se vengará con terceros.
Eso mismo lo hemos visto en Irlanda: cuando en el norte tienen que lidiar con la Reina de Inglaterra, en el sur con quienes tienen que lidiar es con los curas pederastras. Esto es, la represión sexual que supone el que te prohiban tener esposa, en un país donde la frontera norte y sur no afecta a la mentalidad o las costumbres, parece que es incentivo para protagonizar los abusos a criaturas inocentes.
Es decir, una moral represiva puede ser motivo de una explosión impropia en la gente. Podemos observar, por ejemplo, cómo en China no parece que haya tantos casos de abusos por pederastria. Bien puede ser porque no se denuncian, pero la otra explicación podría ser porque los niños van con el culo al aire y hacen sus necesidades en mitad de la calle. Es decir, la desmitificación del cuerpo del niño puede ser una vía de escape...
Pero, por otro lado, si todo fuera tan sencillo entonces no la pederastria no sería una patología. No puede ser tan simple como el ir enseñando cachos de cuerpos pensando que así el pedófilo no se volverá pederastra: lo normal es pensar que estos asuntos sean más complejos ¿Qué es lo que motivó a este criminal sucumbir en esos comportamientos? ¿Qué provocó que pasara de pensarlo a hacerlo?
Y sí, considero que el pensarlo bien puede ser el motivo de estudio - pero es la pederastria en sí, así como el fomento de tal actividad, lo que debería ser objeto de preocupación - porque la pedofilia, y me puedo equivocar, no es medible.
La actividad pedófila en las redes puede ser medible, pero no la pedofilia en sí. Podríamos correr el riesgo de intentar estudiar algo tan sumamente amplio que nos perderíamos en unas álgebras que luego no serían significativas.
Por eso me centro en el que sucumbe al acto criminal. No en el que tiene la mente enferma o viciosa.
Y es que algunos que han sucumbido a su dogma religioso pueden vivir en un estado de represión continua, para luego experimentar un cambio en su propio organismo, algo a lo que no estaban acostumbrados. Es decir: debemos evaluar los ídolos que nos marca nuestra moral con mucho tiento, pues éstos puede que sean los que nos perviertan nuestra ética.
Algunos criminales puede que explotaran por la represión: llamémosles A. Otros habrá explotado porque el ambiente les incitó para animarles a hacer: llamémosles B. Así, teniendo tal dicotomía, siempre será posible imaginarnos a unos que sinteticen ambas combinaciones y otros que no tengan nada que ver. Los últimos no los consideraré, pues serán los que simplemente se volvieron criminales porque sí, y no me interesa.
La cosa es que en la combinación de A y B algo me dice que hay una gran verdad oculta: ¿cómo sería si fueron contaminados para que se les incite en ellos un comportamiento enfermizo y, mediante la represión inapropiada, acabaron por volverse unos abusones? Esta clase de actividades podrían haberse alimentado y, al mismo tiempo, incitado de alguna manera. Ya sea como mecanismo de supervivencia, o porque vivirían en un entorno donde se les recompensaba por tener un comportamiento así.
Ciertamente, habría que estudiar esos bajos fondos.
Y mi creencia extraña es que, igualmente que existe el encandilamiento de lo espiritual como resultado de invertir el orden natural de evolución de un ser social (chanza, folklore, heroica y confabulación) bien podrían existir otros ciclos de dogmas que se retroalimentan en su contaminación. Algo que justifique la persistencia del dogma, del sentimiento.
Y es que no hay que olvidar que el pederastra, como todo buen fanático religioso, no puede abandonar su tatuaje mental. Su ética puede reprobarla, y tener momentos de lucidez ética, pero parece que el que entra en ese camino no vuelve al comportamiento normal..., o eso tengo entendido.
¿Qué es lo que hace que un ser humano tenga programado una forma de evolución social y, aún así, se dedique a creer en dioses, reprimirse psicológicamente y acabar autotraumándose para entrar en un bucle? Y claro, una vez descubierto el bug, ¿hay alguna manera de incitación cultural que permita activar los mecanismos que permita al ser humano autorregularse al respecto?
¿Leyes? ¿Obras artísticas? ¿Educación? ¿Medios de información?
Ya digo que son temas que se me escapan de las manos..., lo voy a quedar tan en la orilla de la teoría que, al ver todos los que se sumergen hasta las profundidades, sé que lo abandonaré con suma facilidad. Dudo que a nadie le interese ni una sola de mis reflexiones.
Para mí todo esto no es más que un medio para evitar hablar solo. Nada más. Quizá así me lo quite de la cabeza, como vengo comprobando que funciona realmente bien.
Escritura automática..., nada más. Por lo demás, supongo que nada de lo que escribo tiene el más mínimo sentido, salvo el correspondiente motivo sistémico que me permita recordarlo.
Éste es un blog pensado como último reducto para la fusión entre lo más humano y lo más tecnológico sin perder ni humanidad ni eficiencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión
Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...
Entradas populares
-
Si hubiera una manera de determinar la consciencia en un ser vivo dentro del ámbito de lo que entendemos por inteligible, quizá sí exista un...
-
Estaba ultimando el decidirme si apuntarme a un curso o no para opositar para trabajar en Correos, y claro: había tantas cosas que me escama...
-
Muchas personas bienpensantes estamos hartas de cómo fingen tanta pedagogía: porque nos toman por idiotas, y por eso no pueden ser convincen...
-
Reconocedor de dominios Se evalúa la capacidad que tiene un texto para ser adquirido el perro ladra. el oso ladra. la ...
-
Hoy quería explicar porqué siempre es posible levantar a la gente. He querido despertar los miedos entre los superclase, porque sé y me cons...
-
Creo que un objeto fundamental y muy revolucionario es determinar cómo se debe constituir el artista, el científico, el ser racional y creat...
-
Ahora vamos a ver si consigo realmente mostrar el punto que realmente me interesa: el plato fuerte. Creo que tenemos todos los ingredientes ...
-
Iba a escribir un panfleto que va sobre enfriar ánimos a gente incendiaria, pero como yo ni pincho ni corto me dedicaré a estudiar los chist...
-
Toca tragar, en muchos aspectos. Y la monarquía es una de esas cosas que menos me molestan. Y en esta entrada explicaré el porqué. A mí me ...
-
Se puede comprobar, y no sorprenderá, la repulsa que me infunde palabras como hermandad o corporativismo. Sin ir más lejos hay otros términ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario