miércoles, 6 de noviembre de 2019

Muchas oposiciones para nada

No necesitamos tantos funcionarios. Están ahí haciendo como que hacen, cuando en realidad provocan muchas colas debido a las necesidades que se imponen, y muchos sobrecostes absurdos.


 
Me llaman hoy por teléfono. Que si resulta que no he rellenado correctamente el impreso que registra un programa. Les explico, en lo que me permiten en su inepto orgullo impositivo y airado con muy poca educación, que todo está en orden. Pero como si pasara un carro. Se han propuesto imponer preceptos burocráticos con tal de eliminarme un derecho por el que ya he pagado.

Y sí. España 2019: unos perfectos incompetentes se han decidido ponerse tiquismiquis con algo que está en perfecto estado, sólo porque tienen una visión de cómo debería hacerse, de cuáles son las formas..., ¿formas? La cosa es simple: yo registro un documento, está correctamente firmado desde la primera hasta la última hoja, manifiesto que ahí hay un programa, en su contenido se especifica el lenguaje y el código fuente, además se paga correctamente la tasa correspondiente del registro de programas de ordenador..., ¿cuál es el fallo? Que dicen que debía incluir un programa ejecutable (lo cual es mentira, no hace falta, como ya queda establecido en la propia jurisprudencia) y, al no incluirse, debía especificarse expresamente en "Observaciones".

Bien, esto me va a servir perfectamente de ejemplo de lo que entiendo por incompetencia en la propia burocracia: y a estos señores, ¿qué coño les importa si yo en mi derecho que he pagado en exceso (según sus consideraciones) no he aclarado en el formulario la razón por la que no he incluido un ejecutable? Al hacer un excesivo uso de sus funciones controladoras lo que consiguen de facto es arrebarme mi derecho a poder almacenar el código, con las posibles consecuencias de sobrecostes judiciales (y no de pérdida de mi derecho en sí), lo cual es incluso aún más estrambótico y absurdo - porque partimos del supuesto de que ponemos ahí a unos expertos precisamente para reducir los costes judiciales.

La cosa es que, de cara a lo absurda que es la gente, bien podría haberme mandado una carta por correo certificado y así me habría ahorrado muchos tejemanejes absurdos que nos ofrecen los señores funcionarios y la manera que tienen de almacenar la información que queremos registrar bajo nuestra propiedad intelectual.

Pero claro, la cosa más simple: ¿es posible que cuando se dirijan a un usuario cuyo perfil sea de informático éste pueda tener un lenguaje lo suficientemente complejo como para que quede patente que sus oposiciones no fueron merecidas? Porque es cierto que tengo experiencia como consultor, ahora bien: ¿a qué viene el ponerse a darme formación legislativa sin darme ni un fundamento jurídico cuando todo lo que me dicen o es muy bássico o es simplemente falso? Además, constantemente me interrumpían a la hora de explicarles cómo interpretar mi derecho: tenían muy claro que no iban a echarse para atrás. Según ellos, ese registro no lo querían declarar de esa manera; que haya algún motivo no declarado, ni idea, pero que no les daba la gana y, además, me iban a empezar a imponer pegas con tal de que no se declarara como un programa de ordenador.

Y es que ante preguntas específicas que yo hacía se contradecían, como buenos intrusistas que eran ("¿Pero eso quiere decir que Vds. tienen que validar que lo que yo declaro está en el propio contenido de la obra?"). Y claro, ambigüedades, ninguneos, titubeos..., ¡menuda imagen! Me dieron ganas de decirles que en calidad de consultor informático me parecía que estaban incurriendo en un delito, pero hablarles con sinceridad no habría resuelto nada en este país de pandereta.

Al final, aparentar que el registro se hizo con menos derechos, logística..., y claro, uno piensa: si los que ponemos para garantizar tales estándares no están a la altura entonces ¿para qué tales estándares? Y, por otro lado, si son realmente necesarios tales estándares entonces, ¿no debería de haber un mecanismo de evaluación de la calidad de tales procedimientos como viene establecido en ABSOLUTAMENTE TODOS LOS ESTÁNDARES MODERNOS sobre calidad (ISO9000 y derivados)? Obviamente, el objeto es hacer un COPY-PASTE de derechos, nos imponen un poder fáctico que no va a ser vigilado..., ¡y hala! Todos felices.

Pues señores, sin saber de lo que hablo: así cayó la URSS.

Y claro, ahora me vendrán unos señores diciendo: pues te metes en papeleos y resuelves el conflicto. Esos que me digan algo así vuelven a recordarme en qué consiste la dictadura de los juristas y demás burgueses: no saben del tema en el que se meten y ya están aumentando los costes de gestión sólo por haber incorporado pesquisas y consideraciones adicionales.

También me hacen gracia los que insinúan que un país debe dirigirse con funcionarios, que si no no funciona. Y se le olvida cuántos videojuegos son llevados por la simulación de una máquina para poner en manos de un niño pequeño la dirección de un país. Y sí, puede parecer poco lo que ofrezca una simulación, pero todo lo que se automatiza es un inútil más que nos ahorramos de sueldo.

Planificación económica no significa que debamos rendirle cuentas a los administrativos: si un administrativo no puede justificar su función en el estado esa persona, con o sin contrato, se va a la puñetera calle. Y a mí el socialdemócrata de turno sólo consigue generarme risas para su desgracia: si no necesito chófer, me da igual que el siguiente sí lo necesite, su oposición se tira a la basura - es así de simple.

Los que llegan al poder van de perdonavidas, y parece como si tuvieran que respetar una serie de contratos..., ahora bien, ¿qué pasa con los contratos que se han establecido en la Constitución? Hablo de un trabajo digno (no, si puedes ir dignamente enfermo...), o hablo de derecho a la vivienda (mucho derecho tendrás que entidades que le deben dinero al estado pueden especular y echar a sus propietarios...), o hablo de la propia soberanía del estado español (que es del pueblo alemán, tras modificar el artículo 135)...

Todo esto es completamente absurdo. Por eso, lo que más gracia me haría sería descubrir quién sería el niñato aquí: si yo ocupara un puesto de responsabilidad y provocara los lloriqueos de un millar de EX-funcionarios..., ¿alguien se cree que yo sería tan panoli como para hacer lo que hacen ellos y actuar sin fundamentos jurídicos? ¿Realmente sería posible pensar que desde el poder ejecutivo no se pueda DESPEDIR a un funcionario?

Pues no veais las ganas que le tengo a poder probarlo en mis carnes. Algo que sabemos que no pasará nunca. Pero el que me ponga en el poder es porque sabe lo que pretendo.

La socialdemocracia tiene los mismos problemas que el comunismo burocrático: a medida que se introducen más y más estándares y leyes, los propios funcionarios se hacen un lío y se ponen a parametrizar contenidos de los que no son competentes hasta el punto de inhabilitar derechos con la excusa de otorgarlos. Ese exceso de derechos, el laberinto de derechos, es lo que no necesita ningún país - salvo que no nos importe el que llene todo de mafiosos.

La misma mafia que es necesaria como para que la Fiscalía persiga los delitos que le propone el Estado sin valoración previa, sino bajo extorsión, porque el fiscal es promocionado por su afinidad al partido (como pasaba en la antigua URSS) - como ocurre en España y [muy probablemente] en todas las socialdemocracias aunque no se admita públicamente.

Asume el papel del ISO9000 dentro de los procedimientos, permite que los usuarios puedan mandar un feedback por el servicio recibido (no la mierda que se practica en empresas de telecomunicaciones, sino un mecanismo de atención personalizada para dar fe de una incidencia - y como alguien me pregunte lo que significa dar fe le mando a leerse este post desde el principio). Hoy día, lo que se entiende por incidencia es: delito de prevaricación o nada; así funciona luego el estado porque, considerando que sólo existen esas dos opciones, entonces mejor considerar el dolo de dar el coñazo a un usuario para arrebatarle su derecho cuando sospechan de que son ellos los que no tienen razones para hacerlo.

Pero nada, esto lo digo después de ver cómo todavía hay gente durmiendo en sucursales de banco - cuando la ciudad tiene la obligación de poner una vivienda digna. Y también me cruzo todas las noches con el indigente que duerme en un banco, allí no estarán esos funcionarios plastas para decirles en qué consiste su derecho a una vivienda digna, para esa gente no hay funcionarios. 

Los funcionarios están para incordiar a los autónomos.
 

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