jueves, 29 de agosto de 2019

Te cambian el ambiente pero es lo mismo

Voy a poner una entrada un tanto más positiva, más que nada porque me lo pide el cuerpo.




En ocasiones ocurre que te cambian el ambiente, pero el sonido te suena al de siempre. Es lo que me ha podido pasar esta mañana cuando vi a un hombre cruzándome por la calle.

Ese hombre, años atrás, hablaba solo iba lleno de andrajos, sucio y, cómo no, solo. Eran los tiempos del 15M, y solía pasarse por ahí, con hambre. La socialdemocracia, para casos aislados y claros suele funcionar bien; aunque sea lenta y muy burocrática. De vez en cuando protege a las personas..., y eso es lo que vi por la calle. A ese hombre que, aunque siga yendo al comedor social, o al albergue, cosa que no sabía, al menos tenía buen aspecto.

Esos son pequeños indicadores que nos dice que una sociedad va a mejor: es como cuando vemos una pequeña empresa, como podría ser mi kiosko, y se observa cómo tan pronto había una persona que estaba en él 90 horas semanales, acaba convirtiéndose en un kiosko que trabaje tan poco como los inmigrantes chinos. Así, poco a poco, podría aspirar a trabajar como los inmigrantes latinos. Luego, con los años, podría aspirar a trabajar como los inmigrantes marroquíes. Y, al final, podría convertirme en un puto funcionario, como los políticos, terratenientes y demás propietarios o empresarios españoles, así como asesores económicos, periolistos, etc...

Aún con este discurso seguiré insistiendo en que las fronteras deberían de abrirse, que cuando hay tensión en la interpretación de las leyes se tiene que abogar por los más débiles (el inmigrante), que la inmigración de gente pobre debe aceptarse con los brazos extendidos..., y evitar que tengan que venir debajo de los camiones o en contenedores. Porque eso es la muerte.

También sigo denunciando que los actuales campos de concentración de inmigrantes sean regulados para que cumplan lo que dice la ley, y centrar la atención de la política de urgencia en lo que ocurre en esas instituciones - algo que no podemos saber los que estamos fuera.

Nada de esto es contradictorio. Lo que pasa es que a mucha gente le gustaría pensar que la política es tan simple como decir blanco o negro, izquierda o derecha..., si fuera tan sencillo no necesitaríamos - aunque fuera temporalmente - algún experto con poder ejecutivo que audite y sancione lo pertinente...

Aún así, ya digo: se trata del discurso de siempre, pero en positivo. La socialdemocracia española vivirá sus últimos gestos de escorbuto para dentro de cuatro o cinco años y este octubre podrá ser crucial para la internacional. Si son capaces de hacer crecer al pequeño, si son capaces de levantar al más débil, entonces las diferencias se reducirán y eso permitirá mantener estos discursos buenistas por un tiempo.

Pero cambia el ambiente y el sonido sigue siendo el mismo.







 

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