La triste esencia de los Carroñeros

Para la lección de hoy toca..., ¡filosofía! - No, filosofía no... - Sí, hoy tocaré un concepto muy peculiar: las personas que raspan el Olvido reconcomiendo el Legado ajeno.


 
Voy a tener que fijarme con más atención qué escribo con mayúsculas y qué escribo con minúsculas - no hay que descartar errores ortográficos por mi parte, pero es que no es lo mismo lo que tiene que ver con la ética (que va con mayúsculas), junto con lo auténtico, lo natural en nosotros, de lo que tiene que ver con la cultura..., que es susceptible de ser olvidado.

Es por ello que no es lo mismo ser honesto, lo cual es malo, a ser Honesto, lo cual es Fundamental. Pues el que es demasiado honesto corre el riesgo de convertirse en un outsider, en alguien que no es capaz de defender una imagen de sí mismo, de convertirse en influencia para nadie..., podría no tener capacidad para enseñar, para programar un control de ideas y de conceptos. El exceso de honestidad enseña cosas que no corresponden por estar fuera de su programación, o porque hace daño innecesariamente.

En ocasiones ser Honesto significa mucho más, la cultura no te va a contradecir, pues la moralidad, el comportamiento, suele repercutir más bien poco con sus polaridades y sus ironías. Debes conocer al autor para saber si está siendo irónico o si, por el contrario, está siendo literal - ese es el valor de la cultura, del uso de la razón y de su carácter empírico. El lenguaje no está pensado para ser estudiado como un álgebra, sino para vivirlo dentro de un entorno comunicativo y, por tanto, para desarrollar una moralidad con sus complejidades. Se trata de un desarrollo donde la Honestidad no se mete, pues el Honesto lo es independientemente del camino que se elija.

Pero claro, en el mundo de la gente que no tiene ese punto de Honestidad hay comportamientos peculiares...

He tenido una interrupción larga, así que voy a poner alguna melodía..., para darle algún enfoque apropiado al carácter tétrico de lo que debería de ser un Pacto entre caballeros...

Y sí, me refiero a damas y caballeros, en el sentido más amplio de la palabra - sin importar el sesgo cultural: todos somos igualmente arrasados por el Olvido.

Me llegó un sujeto en la facultad de informática, un profesor que se puso a hablarme sobre cosas que ya había hablado yo antes entre los distintos colegas. Mi mala memoria podría haberle ayudado a colar sus consejos, los cuales eran un calco exacto de todo cuanto había reflejado yo. De una forma o de otra se había dirigido hacia mí para hablarme de cosas con las que yo no sólo estaría de acuerdo, sino que además ya sabía.

Ese tipo de actividades no sólo fueron repetidas por el mismo profesor, sino que además observé una cierta exclusividad: era como si fuera el único que tenía ese comportamiento peculiar. Comportamiento que sólo podía justificarse porque tales conversaciones eran grabadas por esa persona.

No era como el caso de un caballero, habiendo sido desenmascarado por mi persona ante un juez por su intrusismo a la hora de interpretar la informática, quiso desafiar mi peritaje más allá de las miradas de cualquier juez mediante un recopilatorio de grabaciones. Reiteradamente volvía a tener una conversación conmigo, grabando la conversación para, justo en el momento más culminante, empezar a despotricar contra mi persona, mi vocación, mofarse de mi existencia..., todo eso aprovechando que me era imposible reconocer su rostro, mi incapacidad para defenderme hasta que, en mitad de la conversación, para cuando ya empiece mi mirada a atisbar algo de reconocimiento, empiecen los ataques... De forma reiterada, en sus conversaciones, una y otra vez, muy compulsivamente, haciéndose pasar por algún desconocido, una y otra vez, para presionar, estresar..., y encontrar algún atisbo de denuncia, algo que editar.

Ediciones en las grabaciones para conformar un Legado. Son Carroñeros que quieren perdurar por los años, entre los suyos, sin importar que no consigan nada en vida. Lo quieren ganar en la muerte. Para cuando su cuerpo caiga y nadie sepa de ellos que, por lo menos, algún historiador los rescate y se plantee que sus actos fueron nobles en alguno de los sentidos.

Aprovechan lo muerto para hacer su festín. Han fracasado en vida, necesitan reconcomerse y abrasarse por dentro. Se empudrecen y vacían su Voluntad para hacerla dependiente de otro ente, parasitan mientras se arrastran vilmente..., ¿es eso la amistad? ¡Claro que no! Hay cosas que no son imitables. Hay cosas que son demasiado obvias.

En estos días estoy leyendo los documentos más punteros del reconocimiento de frases en un texto, sus traducciones, la lógica del lenguaje natural..., poco a poco he estado rescatando los errores que se cometen: han renunciado a que la máquina sea capaz de pillar una ironía, porque no quieren reconocer el valor distintivo de la cultura, y la capacidad del ser humano para cambiar el valor de la moral.

La moralidad sucumbe hacia la realidad que toca vivir, pero la máquina es programada como si fuera ciega y, usando ese pretexto, le aplican técnicas 100% moralistas, pero difícilmente compatibles con el uso de la lógica..., no entienden el papel del lenguaje, de la moralidad... Han fallado mis colegas a la hora de comprender el Pacto de Caballeros y la triste esencia de los Carroñeros.