El papel de la maldad en la civilización

Hoy voy a tocar el tema de la maldad para explicar su papel dentro de la civilización como algo constructivo (bueno, desde el punto de vista de Spinoza). Y, ya de paso, me desahogo un poco.




Lo tengo comprobado, si no escribo algo necesito desahogarme..., y al día siguiente me toca pagarlo. Debo seguir esta doctrina para dirigir mi ira..., al menos hasta que encuentre otra manera de desahogarme ¡Ay si los demonios no fueran tan creativos y sistemáticos! ¡Cómo sería mi mundo!

El mundo que no evoca sonrisas es un mundo triste. Cuando veo que las personas repiten una y otra vez una misma mentira no veo maldad en sus corazones, veo locura. Sólo que ellos no lo perciben. Pues bien, hoy iba a ayudar a distinguir lo malo de lo loco, pues la locura no necesita mayor instrumento que su disfraz - mientras que la maldad a penas suele ser desarrollada y entendida en su verdadera función progresista.

En el tarot el demonio simboliza lo visceral y material, los arquetipos los podemos polarizar dentro de un contexto de manera que afonten un papel - igual que pasa con las palabras dentro de las frases.

Sin embargo la polaridad no es reconocible por los fonemas usados o el uso de las expresiones por necesidad..., negar con la cabeza, usar vocales y diptongos que fuercen una expresión de desagrado en la cara, usa los fonemas ma..., la mayor parte del lenguaje no utiliza rasgos casi fisiológicos de las personas, por lo que la polarización de las palabras, de los arquetipos, se tienen que etiquetar en el desarrollo.

Es decir, todas las religiones se equivocan: todo es, como decía Niezsche, la historia de un error.

Recuerdo a mi hermana diciéndole a su hijo bebé:

- Pero si es que vas al revés, en vez de aprender te equivocas...

Varios años después el niño salió sano, inteligente, buena gente... ¿Salió mal ese periodo, fue hacia atrás realmente?

Con las máquinas pasa exactamente igual. Si nos basamos en la tecnología de mis colegas, apaga y vámonos, pero poco a poco he ido descubriendo los autores que tienen mucho que ofrecer. Autores que a penas son mencionados.

Las personas no nacen sabiendo cómo se polarizan las palabras y, como ocurre con los informáticos primerizos que necesitan saber cómo comunicarse con el compilador, en ocasiones hay que equivocarse sabiendo uno que se equivoca para así conocer los mecanismos de corrección que te aplican las personas que te quieren corregir.

Para eso existe el instinto de actuar mal: no es obra del demonio, es obra de la necesidad de aprender a aprender.