En una sociedad de Desgraciados sólo se puede vivir...

En una sociedad de Desgraciados sólo se puede vivir como un desgraciado. No existe recompensa para el que se evada de la Mentira. Las reglas son constituidas por la mala fe y la voracidad de los lobos, que se han reencontrado en la peor de las anarquías.




Bonito mundo aquel que nos impone la impiedad, el vicio, el desenfreno..., que castiga al que no consume a ese mismo nivel, al que actúa desde la inocencia o la sinceridad. Cuando aparecen sociedades que dan muy buenos resultados, entonces tal sociedad vuelve comportarse como una criatura inocente: la rapiña de las sociedades sectarias pueden quebrar los preceptos democráticos de sociedades vecinas.

Es entonces cuando nos vemos obligados a adoptar decisiones coercitivas, mecanismos de defensa normal. Los necesarios para defender la soberanía de los tuyos. Y es una pena, porque automáticamente los partisanos, esos fanáticos que matan e invaden otros países en nombre de su pueblo, se ríen de tu sociedad democrática que necesita un ejército regular, que necesita unos muros que les tapen la vista al horizonte. Son su infierno y se ríen como mezquinos que son de la clase de vida que supuestamente tienen sus vecinos - clase de vida que desconocen.

Los mismos que han provocado el caos en todos sus vecinos, ellos se han preocupado también de emitir juicios morales sobre cómo deben comportarse. Es realmente deleznable, no tiene sentido.

Así que aparecen líderes violentos, usurpadores del poder, sujetos impropios..., y son éstos los que son usados como ejemplo.

Esperemos que no les pongan anuncios sonoros...


Estoy muy viejo como para fabricarme una máscara, la máscara liberal. Tener que jugar al juego de ser empresario supone limitar mi sed de conocimiento, pero claro: mi sed de conocimiento no conoce par - eso es un hecho. Y sin pares no hay ciencia. Me quedo fuera, y debo ser consciente de ello. Aceptarlo sin más.

A la hora constituir nuevas fórmulas, he visto que podría confeccionar un nuevo modelo de exámenes, para que sean más justos y fáciles de evaluar, más ricos en complejidad para que el alumno sea mejor evaluado..., lo tengo pensado, ¿me comprarán la confección del producto?

En cierta manera no permitiré que me hagan perder el tiempo, puedo seguir produciendo productos importantes. Aún puedo ofrecer cosas que sirvan para algo..., también podría diseñar una red social que no aporte grandes cosas, y  esperar a que la gente se abalance contra esa miel... No me inspira hacer esas cosas, la verdad.

Miro al horizonte y veo los enormes muros que han levantado mis compatriotas para que la inteligencia no se les escape. Y se les olvida que, sin un horizonte, la inteligencia se duerme y se amuerma. Sé que son los vecinos los que hacen que cada cual no pueda vivir como quiera; siempre son los vecinos los que impiden una vida digna.

La idea que deberíamos de tener de civilización debería de ser la que construye un lenguaje cuyas palabras van evolucionando junto con las personas que lo usan sin importar nunca lo que realmente quisieron decir en cada momento. Una vez lo diseñé, pero los lenguajes son como la ciencia: sin un par con el usarlo no sirve de nada.

Recuerdo al amigo que se me cruzó en mitad de la calle para decirme que tomáramos juntos un café. Tan pronto como tomábamos algo decía que nos teníamos que invitar a comer unas cosas más y, mientras, me hablaba de mi libro - dijo que le interesaba como para comprármelo.

Estuvo leyendo mi página web mientras decía que le parecían mis mensajes muy profundos, así mientras tomaba con él un café. Y no paraba de darme coba y me decía lo maravilloso que era... Al final, cuando terminamos le pregunté si quería comprarme el libro; me dijo que no tenía dinero. Es más, cuando fui a pagar mi parte se dirigió a mí para decirme que además no podía pagar la consumición a la que me obligó a aumentar generosamente.

Le pagué el viaje con una sonrisa. Jamás volví a hablar con él. Y me alegro. Al parecer había encontrado una manera de vivir con independiencia viviendo de la caridad cristiana. Un cura le decía lo que tenía que hacer, y no sé qué líos se tendrá con su familia, la verdad. El mundo está hecho unos zorros. Enfermedad total en el que los amigos se convierten en lobos dispuestos a rebanarte el pescuezo, si eso les garantizan la supervivencia.

Ese comportamiento ya lo vimos en la clase política. Entre ellos se comportan con el peor de los cinismos, una sandez detrás de otra. Cuando oigo hablar a un político sobre las cosas que entiende me genera un terrible sufrimiento que chirría en mi mente el escuchar tanto cinismo acumulado, cómo se ríe del indefenso, del inocente... Cuando oigo hablar a un político sobre las cosas que no entiende lo veo tantear como un perfecto imbécil, sin admitir corrección, como el peor de los mezquinos, influenciando a terceros sobre un código deóntico que no existe y que mejor que nunca exista. Se mueve como pez en el agua en su enorme ego sin capacidad para escuchar.

Cuando era más joven los únicos políticos que tuvieron la decencia de hablar sobre temas serios conmigo era gente de derechas; pero sólo las afirmaciones que se perdían en el cinismo eran tomadas en cuenta. Era imposible que hicieran nada de la manera más correcta, al final siempre prevalecía la anarquía y el caos... En un mundo de lobos no le puedes decir a esas bestias que se comporten como humanos, porque supone abandonar la carne, el vicio, el saltar las fronteras, las agresiones hacia los indefensos...

Y ahora debo ponerme la piel de lobo. Y les escucho entre ellos decir mezquindades como que es divertido morder y corretear desnudos por el campo. Yo no voy desnudo, yo visto su desnudez, es diferente - pero no se lo puedo hacer saber, porque son patéticos. Entiendo su punto de vista, cómo asaltan al que ven y se creen libres. Pero el que no se viste de lobo es atacado por otro, por eso me veo disfrazado de imbécil. Para que me tomen por otro intelectual.

¿No se dan cuenta de que se contradicen? ¿No se dan cuenta de su incapacidad para analizar las cosas? ¿No se dan cuenta de que no pueden articular más de dos pensamientos consecutivos?

Este es el mundo que nos toca: con políticos sexualizados que venden su imagen y hacen ejercicios de dedos para que no sufran ningún calambre en el próximo ejercicio que lleven a cabo. Es la única forma de trabajo que entienden, jamás veremos nunca en la vida - o eso parece - volver a ver a un político poner una sola argumentación. Eso ya no existe. Ahora se usa la boca sólo para morder; es más vicioso y simple.

Mientras, el Filósofo ha muerto. Ya nadie necesita la filosofía. Le sustituye el Consignador. El Consignador asocia grupos sociales, colectivos. Si una obra viene de un colectivo, bueno si eres del colectivo y malo si fueras del colectivo rival. El Consignador no piensa, reparte carnés. Ése es el universo de los lobos, los que corretean desnudos mientras pregonan lo civilizados que aseguran ser. Los que intoxicarán tu mundo en cuanto descubran una naturaleza que les insulte su pureza.

La enorme envidia del miembro de la secta hacia los poderosos que no consiguieron el poder a través de su colectivo puede alcanzar los deseos de aniquilación completa. Si alguien consigue el éxito sin valerse de la doctrina establecida por tu Consignador entonces puede verse eliminado, eliminado por alguna clase de gracia divina..., diría el mezquino, pero el cínico es el que organiza la acción.

Se han organizado como jaurías y la ignorancia es su alimento. En cuanto les arranquen las pocas ideas propias y las pocas ganas de exponer alguna clase de pensamiento tendrán a su víctima sometida al lenguaje del odio.

Hubo un tiempo en el que quise desarrollar un lenguaje donde las palabras no incluían el decir que no, sino que simplemente existían análogos que escondían la verdadera razón por la cual cada cual veía la analogía en ambas palabras. Sería un lenguaje donde no se sabría discutir sobre lo equivocado que esté el otro en el uso de una palabra: porque con la discusión filológica no puede haber mezcla ética. 

En una ocasión invitas a un japonés y a una italiana a tomar tallarines a tu casa con el fin de que se conocieran mutuamente en profundidad. A esos amigos decides cocinarles una comida que ambos conocen, pero cocinas los tallarines como lo hacen los italianos - para cogerlos mejor con el tenedor, y les echas de condimentos las salsas orientales. Ahora bien, cuando se sirven los tallarines en la mesa, ¿cómo se lo comerán? En Italia sorber los tallarines es de mala educación y en Japón no sorberlos es de mala educación.

Si se quitan el disfraz de lobo lo que importa no es lo que hacen, sino para qué lo hacen. Una persona se puede creer que está en el centro de todo y defender que lo hace por todo, ¿acaso la respuesta más simple y sincera es decir que no se hace por nada?

Un niño jugando.
- ¿Por qué juegas?
- Para divertirme.

Un fontanero trabajando.
- ¿Por qué trabajas?
- Para comer.

Una pareja abrazándose.
- ¿Por qué os abrazáis?
- Vete a la porra.

Existe una respuesta para cada cosa. Ninguna es: "Por todo". Ninguna es por un principio que les sea superior a su lenguaje. Salvo que la civilización no esté a la altura y sigamos comportándonos como lobos.

Un hombre matando a un rey.
- ¿Por qué lo matas?
- Por el Pueblo.

Un religioso torturando a un desgraciado.
- ¿Por qué lo torturas?
- Por su alma.

Hay términos que nos trasgreden, pero las palabras que son escritas en un lenguaje muerto sólo están para constituir Libros Sagrados que conformen consignas. Como ocurre con la Biblia, podrá matar a su hija, mutilar a niños, cometer genocidios..., todo en nombre del Todo. Asímismo, entre las consignas, no podrás hacer esto o lo otro a tu hija, pero no dice lo mismo del hijo, no a tu esposa cuando esté de esta manera, pero no dice qué pasa cuando no esté de esa manera en concreto..., por tanto, ¿acaso no es como decir que queda admitido? Pues lo contrario de Todo es lo que no queda en obligado cumplimiento.

¡Suerte para nosotros los inocentes que esos lobos mezquinos que son los religiosos no se conocen ni se han leído la Biblia!

¡Suerte para nosotros los inocentes que esos lobos cínicos que no se creen la mierda que defienden no se comportan como dice la Biblia!

Y me obligan a disfrazarme de lobo porque es lo más prudente: De lo contrario ya se preocuparán de que acabes debajo de un puente. Pero la prudencia es el consejo inútil, el perder el tiempo preguntándole a la gente sobre todo, cuando todos partimos de nada.

- ¿Por qué juegas?
- No lo sé. Parto de nada.
- Porque te diviertes. Lo que sientes es diversión.
- Vd. es un poeta.
- No. Lo que pasa es que eres un niño, y no conocías aún esa palabra.

Pero el Consignador se acercará al niño entonces y le dirá:

- ¿Qué haces?
- Jugar ¿Acaso no es evidente?
- Lo que te pregunto es qué te crees que haces, si no deberías estar haciendo otra cosa.
- Sólo soy un niño.

En la mente del Consignador no hay más cuestión que el QUÉ, y lo que que es. Su lenguaje es estático, y no admite movimiento ni circunstancias.

- Es que de lo contrario todo sería circunstancial. Y estoy contra la relatividad moral.

Lo contrario de que nada sea circunstancial no es que todo sea circunstancial, pero esta máxima universal no la entiende el Consignador, que sólo entiende de TODO y NADA y, sin embargo, nunca leyó a Aristóteles..., quizá sólo lo estudió, lo citó, lo explicó, lo analizó en griego antiguo, lo alabó o lo mencionó en el mejor de los casos, pero nunca lo leyó.

Y ya lo decía Aristóteles, sólo el que se conozca las cuatro reglas podrá entrar en esta academia: si sólo entiendes de TODO y NADA serás expulsado por cateto al cuadrado y tendrás que irte con los pitagóricos. El que no atraviese las puertas de su Academia no será capaz de comprender el verdadero significado de la Civilización y la futilidad de un lenguaje moral debido a su enorme utilidad.

Si cuando los dos desconocidos se ponen frente a frente en una mesa a comer tallarines, el japonés no los sorbe y la italiana sí lo hace, entonces me levantaré y los dejaré solos porque después de entender lo importante sólo un desgraciado ejercería el rol de ser un consignatario.