En mi anterior entrada, implícitamente, di a entender que podía crearse un sistema de creación de historias que reconocería algo así como 80 esferas (como si hubiera que elegir tres cualidades de entre seis y darle un valor entre positivo y negativo a cada una, para comprender que la mitad de las esferas serían el análogo a otra - ej: si defines la esfera de la maldad no hace falta definir la esfera del bien). Sin embargo, igual que me valen las 80 esferas que me salen ahí, también podría valerme las 21 esferas del tarot, o las siete de Propp.
Para conseguir recoger las 21 esferas del tarot (sus arcanos mayores, y así aprovechar el álgebra que tiene) el truco sería recoger 2 de 7 cualidades y suponer que sólo hay una manera de polarizarlas, dando a entender que la versión inversa sería invirtiendo esos dos valores. Sin embargo, ¿qué dos cualidades son suficientes para definir el mal? ¿Y para definir el poder?
No digo que no se pueda hacer, considero simplemente que estos temas se oscurecen debido a que esas álgebras cuantas más espectativas tengas sobre ellas más parecerá que estás como perdiendo el tiempo.
En cualquier caso, encontrar las operaciones de grupo es factible y muy útil. Nos permite tener un lenguaje coherente que trabaje con un algoritmo primohermano del "entailment". Es decir, es una manera trascendente de responder preguntas. Como un mecanismo sabio, al encajar con las espectativas propias de una civilización, y mover las esferas según su comportamiento constructivo o destructivo.
Yo, por mi parte, puedo recoger el guante y quedarme con mis 80 esferas; como dando a entender que yo tengo un Tarot diferente que me permite crear historias en un modelo civilizado superior a cómo se creó en el medievo. Por otro lado, si a los 22 arcanos mayores le añadimos las 56 arcanos menores sólo le faltarán los dos comodines para llegar a las mismas 80 cartas. Pero, en cualquier caso, tampoco me interesa jugar tanto con los números - sé que puedo inspirarme en el tarot de Marsella, y puedo valerme de su sistema de numeración, si quisiera, para clasificar las 80 esferas.
El asunto es que tengo una tercera teoría, ésta tiene que ver con la duración de una serie. Para ello tengo pensado analizar películas genuinamente de amor, aunque sospecho que las películas épicas también funcionarán. Es decir, películas como "Lo que el viento se llevó" o "Espartaco" podrían ser buenos referentes. Aunque sería más lógico tirar por la de "Jesús de Nazaret" que tiene muchísimas horas de duración y tuvo enorme aceptación. También tengo preparado algo más cortito: dos películas de Patrick Swayze míticas como "Ghost" o "Dirty Dancing". Asímismo, me planteo también algo corto entre las comedias como "Nunca me han besado" o "Admiradora secreta". Y una mezcla que va entre lo épico, el amor, la pasión religiosa, la guerra: "Sonrisas y lágrimas".
Sospecho que si realmente me lo monto bien podré descubrir si mi teoría de hace años es cierta: supuestamente debo encontrar un ciclo de momentos de alegría, de tristeza y cosas así. Tengo los mapas ya preparados, donde uso palabras como nostalgia, complacencia, etc... También tengo la operación de grupo de algunos de esos ciclos que, en principio, se tienen que repetir indefinidamente.
Esa operación algebraica la diseñé mientras veía un programa de "Lágrimas en la lluvia", que venía con película y coloquio sobre estos temas. La verdad es que no recuerdo la película, pero cada vez que pongo a prueba la tabla que creé veo que encaja. Cada vez que se da un suceso importante solía coger mi cuaderno, apuntaba la situación actual, la sensación que impulsa el cambio y la situación resultante. Podría sospechar que cuando una película ayuda a impulsar esos órdenes de sensaciones entonces ayudará a generar emociones, y no dará la sensación de ser un peñazo de película.
Sin ir más lejos, cuando vi "El atlas de las nubes" la primera idea que se me vino a la mente es que una novela tan aparentemente tan mal estructurada debería de ser un rollo. Pero, a pesar de que parece una obra que se sale de la gráfica, creo que los momentos intensos, el hecho de que se repitan los personajes, que se vivan experiencias fuertes..., creo que eso hace que la película guste igualmente, a pesar de parecer desestructurada.
En cualquier caso, consiste en encontrar primero una norma general, para después determinar cómo los algoritmos deben depurarse a partir de ese otro conjunto de motivaciones que provocan el gusto y disgusto de la gente.
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