Una luz al final del túnel

Llegan las municipales y, poco a poco, creo entender cuál es mi nicho de mercado. Debo ser paciente, sobretodo porque mi primera impresión es que este nicho me resulta muy cómodo.




Planteándome cosas..., le doy tono.

Artículos que pensaba que no serían especialmente relevantes (debido a que los recuerdo con cierta trivialidad), consiguen el visto bueno. Y lo comprendo: poseen información innovadora, relevante, útil, son una invitación práctica a cosas que se necesitan mucho y ya..., creo que me voy haciendo una idea de lo que se recompensa al principio. Puede que, para cuando sea un verdadero influencer tecnológico mi mercado cambie - pero por el momento voy haciéndome una idea.

Personalmente, si fuera el cliente, buscaría otra clase de artículos (muchísimo más complejos, que exijan más compromiso en quien escribe, quien se documenta, que fueran más impactantes), sin embargo, para mi cómoda sorpresa, puedo relajarme..., puedo escribir los artículos complicados con el tiempo, si quiero.

Algo así está pasando con las municipales: están por venir y parece que, poco a poco, podrían cambiar los vientos de la política española. Al fin y al cabo, ¿por qué ganaba la derecha? A mi juicio ganaba por cuatro posibles motivos - y lo digo desde la perspectiva murciana, por lo que tengo cierta ventaja:

1. Tienen una imagen que les recuerda a quiénes controlan la orgánica del poder. Por encima de todo que los putos hippies no toquen las cuentas.
2. Son garante del verdadero problema que motiva a la gente. Cuando dicen que van a generar empleo la gente se lo cree. En la medida de que suene asqueroso lo que plantean, o en la medida de que se demuestre que todo eso no es más que una mentira..., pero la gente les cree. 
3. Defienden principios liberales. Como si fuera un dogma, hay quien considera que hay que ser liberal, competitivo..., que cada cual se haga responsable de lo que gana. 
4. Defienden principios conservadores. Como si fuera un dogma, hay quien considera que hay que ser conservador, corporativista..., que cada cual se someta a su grupo social.

 Adquirir el cuerpo de una hidra de cuatro cabezas implica que en las municipales pueden ganar por alguno de los cuatro motivos, pero cuanto menos conozca la gente las mentiras políticas será más difícil de que se dén cuenta de que la derecha SIEMPRE ha estado fragmentada - pero era movida por la mentira, la creencia de que eran los que debían estar ahí.

O luchas por los superclase, o luchas por el pueblo, o luchas por los méritos, o luchas por tu familia..., pero dos de esas cuatro cosas no las puedes ser. Así que es cuestión de tiempo antes de que se te caiga el chiringuito. Cuestión de tiempo antes de que los medios y la propaganda del contrario desmonte la mascarada.

Por eso, porque veo, a partir de los votos al Parlamento y al Senado de las pasadas generales, que una mascarada se ha caído y, puede, que la mascarada que se le cayó a Pedro Sánchez y que luego volvió a ponerse nada más ocupar el poder en minoría..., es posible que se ponga a hacer cálculos y..., no sé, puede que soplen vientos contra el stablishment, los casoplones, las mascaradas y esas cosas. Puede que toque empezar a cumplir promesas a todos los electores (en vez de a unas sinuosas mayorías en su menor parte). Quizá, poco a poco, a la socialdemocracia se le caiga la máscara.