Como un niño abandonado en una tienda de dulces

Hay una mezcla de ansiedad, de pretender autofrenarme, de poder hacer varias cosas..., pero no sé decidirme sobre qué públicar.




Nada, que tengo el reto de la hoja cubierta de posibilidades. Quiero tomármelo con calma, porque si me embalo lo más probable es que deje un artículo con calidad pésima y, lo peor, ni siquiera seré capaz de darme cuenta de que no es malo el artículo.

Me han monetizado tres artículos en tres áreas diferentes (matemáticas, filosofía y programación). Considerar agradar a los pares que monetizan me parece un buen criterio de calidad, considerando que ni tengo la experiencia como divulgador y ni tengo un público aún. Sin embargo tampoco tengo demasiadas pistas sobre qué es lo que debo ir divulgando. Tengo muchísimo material exclusivo y, para cuando se me gaste, habrá pasado tiempo suficiente como para haberlo podido alimentar...

Pero no debo ser impaciente. Debería encontrar el placer de divulgar y así dar con mi hábito de trabajo..., hábito que aún no he encontrado - no sé porqué.

Así que, mientras me sigo estableciendo, toca mirar a todos lados ¿Cabe esperar un resultado aceptable por cómo afronto estos compromisos? ¿Debo buscar tal resultado o, más bien, debo esperar no tanto el conseguir resultado alguno sino usar esta nueva logística como excusa para conseguir divulgar mejor mi tecnología?

En cualquier caso, debo aprovechar que ya soy un señor mayor para abandonar cualquier clase de aspiración a hacer nada más, o vivir nada nuevo... Me siento como el cuervo de tres ojos, cuando te conoces tantas historias y has tenido tantas experiencias, tan vívidas..., al final ya te sacia cualquier cosa y no te sorprende nada.

Vamos, que en un momento dado decidí no volver a ver Juego de Tronos y, tras observar cómo vendían las últimas temporadas, supuse que estaría bien hecha - que no serían historias de hacer daño por hacer daño..., porque cualquier recurso pedagógico tan bueno que es para enseñar, en malas manos, es un buen recurso para intoxicar. Y, aunque desconfiaba de algunos de los capítulos, por cómo daban a entender la necesidad de un líder, al final la serie ha acabado con una filosofía estable..., para quien la quiera entender.

Se ha convertido en una serie digna de ser mencionada. Y eso me agrada.

¿Conseguiré constituir una obra de divulgación digna de ser mencionada? En eso estamos.