sábado, 23 de marzo de 2019

Calentando los motores de Hefesto

Pues preparémonos unos cuantos rayos..., estoy harto de motivaciones. Para las pruebas que tocan necesitamos fórmulas, mecanismos mejores que los que tenemos hasta ahora. Calentemos un poco los motores...




Un tono...

¿Por dónde continúo? ¿El modelo monetario o perfilamos la idea de contrato? No hay prisa..., iré exponiendo lo que me vaya surgiendo.


El Panfleto V

Cuando dejé la universidad ya tenía ideas revolucionarias y fui consciente de la clase de sistema que era éste. No necesité demasiado tiempo para revolucionar la idea que tenía de la lógica y la informática..., aún sigo construyendo, da vértigo sólo de pensar lo que me consta que soy capaz de hacer. Y aún no atisbo hasta dónde podría llegar a conseguir casi en exclusividad.

Tuve la oportunidad de compartir en el blog salmón ideas económicas diferentes, que provenían de lo que observé en mi época universitaria. Relaciones laborales que se daban en España, nada que ver con el individualismo propio del capital. Y claro, ésto ya lo había visto yo antes: es como cuando una aplicación se introduce en el sistema operativo y se queda con todos los recursos (un gusano). El sistema estaba hackeado: la gente se comportaba de una manera, y las leyes iban por otra dirección.

Intenté denunciarlo de varias maneras en las ideas que se me iban pasando, usando juegos mentales, ejemplos, anécdotas..., aquí viene una.


El contrato de Mimba

Todas las mañanas iba a una parada de autobús para coger el autobús que tenía contratado para ir a la universidad desde Cartagena hasta Murcia. Allí solía observar sucesos cotidianos y, en ocasiones, extraños. Así ocurría con una furgoneta que solía parar todas las mañanas a pocos metros de la parada. Entonces unas personas estaban esperando y, para cuando llegaba la furgoneta, se metían dentro de ella.

Era de suponer qué era eso. Se adivinaba por los ropajes que se trataba de gente que trabaja en el campo. Es algo habitual en Cartagena, entonces no lo sabía pero si eres inmigrante sólo tienes dos salidas: o trabajas en el campo o eres soldador. Obviamente tener poder adquisitivo te da otras oportunidades, pero más o menos me imaginaba correctamente lo que sucedía todas las mañanas.

Fue una mañana concreta cuando observé un comportamiento peculiar que me dejó pensando. Estaban esos cuatro o cinco esperando en la farola del pendón de El Coto cuando llegó la furgoneta como siempre. Entonces se metieron todos, menos el último. Rápidamente éste se dirigió al que conducía y le dijo como entrecortado, repitiéndose e interrumpiéndose así mismo: "yo vengo de parte de...". Rápidamente el conductor lo acogió y le dijo: "Sí, sí..., que tú eres Mimba. Otro Mimba".

Aún pudieron forcejear mínimamente entre la aclaración forzada del inmigrante en aclarar que, si bien se llamaba de otra manera, su intención era substituir a un compañero enfermo. Y claro..., la mayor parte de la conversación me la tuve que montar en mi cabeza.

En Cartagena entonces, y cada vez más, es imposible conseguir un trabajo sin referencias muy severas ¿Qué era eso de que pudiera entrar en la furgoneta un perfecto desconocido sin referencias ni nada? La pregunta principal era: ¿qué tipo de contrato firmaría? Se hace obvio.

Mientras esperaba a mi autobús tuve la oportunidad de recordar lo que dice la ley Dato: la que dice que todo trabajador que enferma tiene derecho a que se le paguen las contingencias comunes. Esto es: si un trabajador enferma o tiene un accidente laboral entonces el empresario le seguirá pagando la mayor parte de su sueldo.

¿Qué ocurre cuando tienes un contrato donde hay unos 5 Mimbas? Si uno enferma, otro lo sustituye. No tienes que pagar cuando enferma. Lo que vemos es que en realidad nadie firma contratos: los empresarios prefieren que se mutualice el trabajo. Es de suponer que el Mimba original que firmó tal vez hace años que se marchara para Francia a estas alturas.

Es decir, no es difícil de imaginar a empresarios en el campo contratando con patrones de contrato a decenas de personas ofreciéndoles una cobertura parcial, sabiendo que si enferman los hospitales les atenderán igualmente. Es decir: habían descubierto un modelo laboral que mejoraba al anterior.

En cuanto me di cuenta de la jugada, rápidamente lo fui comentando. Pero, como supondréis, no sirvió de nada. Esto es porque aún desconocía la profundidad del sistema vertedero: los que tienen el poder son unos Pepe Goteras.

Una de las cosas que hay que tomar en cuenta es que no es cierto que todas las relaciones económicas se deben resolver con la misma filosofía: es por ello que expuse como ejemplo a Cuba. En Cuba eligieron independizar dos monedas para obtener un rendimiento óptimo en su conjunto. No es difícil de imaginar qué pasaría si los países adoptaran políticas macroeconómicas en unos sectores y otras políticas macroeconómicas en otros sectores independientes. Son ellos los economistas, para eso se reúnen en el G20, G8, etc..., sin embargo, ¿consiguen estabilizar el modelo? ¿Han encontrado la manera de independizar sectores? ¿Han creado dos monedas? Nada.

Es decir: ¿Para qué sirven esos congresos? Pues para hacer trampas: para corromper y corromperse o, en el mejor de los casos, para dejar pasar el tiempo tomando unos gin-tonic y jugando al golf ¿Conversaciones interesantes en Bilderberg, por ejemplo? Ideas de futuro, previsiones de financiación a grupos para que les vaya mejor, ninguneo a grupos para que les vaya mal..., eso no es ni mandar ni prever, ni mejorar..., y creen que son discretos porque se sirven las copas entre ellos. La mayor de las discreciones es una conversación estéril: ¡a nadie nos importa!

Pero les funciona. Porque los superclase pueden atraer a medios de comunicación y empresas. Pueden manipular elecciones mediante los poderes fácticos y cuestionar unas elecciones que son perfectamente válidas (Venezuela). Sólo necesitan que la gente les siga el juego y no haga caso a las denuncias anónimas, que no se documenten, que no se conciencien sobre los asuntos que son demasiado no constatables. Dense cuenta: utilizan como arma la información diluida. Por tanto, una denuncia diluida, enmascarada, es el mejor contraataque.

Pero, ¿es posible que cada vez la gente se esté dando cuenta de lo inútiles que son? ¿Es posible que se den cuenta de que subvencionan a los grupos que teorizan sobre lo inteligentes que son para que parezcan más persistentes sus ideas? Si haces a una persona más próspera, parecerá que lo que defiende tiene más sentido (sesgos ad populum + estatus quo). Lo vemos con el feminismo radical y las subvenciones que estuvieron recibiendo en España desde aproximadamente 2006 exclusivamente las asociaciones que no usaran el discurso de la igualdad.

El objetivo está claro, y ahora están atacando los datos de suicidios y de asesinatos de niños. Hace años, ese tipo de encubrimiento habría parecido imposible. Parece como si lo estuvieran alimentando con los años..., son gente vieja y quieren dejar su impronta en la Humanidad desde su pervertido punto de vista, o quieren invertir en un país hecho trizas para cuando sea más fácil prostituirlo.

Bueno, suficiente por hoy.

Me pregunto cómo de técnico debo ser a la hora de exponer las monedas, llevo haciéndolo desde hace años y nunca he conseguido un feedback. Tengo tantas y tantas...

En cualquier caso quisiera hacer un resumen de lo que significaría el contrato de Mimba: unas cinco personas se formalizan como profesionales mutualizados (cooperativa de primer grado) de manera que el contratante tratará al ente jurídico como si fuera su empleado, pero no podrá dirigirse a cada empleado de dicha cooperativa de manera individual, por lo que los turnos, las rotaciones, la carga laboral (trabajo asignado) así como las capacidades individuales de cada trabajador (fuerza del trabajo) NO son competencia del contratante, lo serían de la cooperativa.

Entiéndase que hace años se propuso en España el modelo laboral de las empresas de trabajo, que consistía en externalizar los recursos humanos hacia otras empresas. Sin embargo, o la manera de malinterpretar las leyes o el hecho de que fueran unos fraguistas o franquistas escondidos los que la redactaron, acabó por transformarse ese modelo en una aberración: subcontratas. Debemos aprender de nuestros errores: no se pueden dejar las cosas al azar. Es demasiado importante definir con claridad que cada contratado es responsabilidad de la cooperativa, y que en la relación con el contratante está la responsabilidad que le corresponde en la relación laboral.

Es decir, el contratante quiere que levanten un muro, entonces llama a una cooperativa de tres operarios para que se organicen. Como se ve que tardan mucho en levantarlo, entonces les propone que otros tres se unan a la cooperativa para que terminen de una vez de levantarlo a cambio de pagar el doble de lo acordado. Al final es de sentido común que todos los miembros de la cooperativa ganen lo mismo, porque ni el trabajo ni la fuerza del trabajo es competencia del contratante.

No sé cuántas veces habrá que explicarlo, ni de qué manera..., pero lo que es frustrante es ver lo que me ocurrió cuando trabajé en una empresa de trabajo temporal:

Había terminado la jornada con la empresa que me iba a contratar. Dicha empresa contrató los servicios de una empresa de trabajo temporal para instalar la empresa en la nave. Durante un día estuvimos trabajando, las múltiples cosas que sucedieron serán dignas de ser contadas en otro momento, en cualquier caso observé algo inaudito:

Cuando llegué a la empresa de trabajo temporal les pregunté por cómo sería el pago y, efectivamente, fui correctamente compensado. Sin embargo,
  1. Quien me pagó no fue la empresa de trabajo temporal, sino el contratante.
  2. Me dijeron en esa empresa que debía asegurarme YO de que me pagaran.
  3. No hubo nadie de la empresa de trabajo temporal cuando estuvimos llevando a cabo la instalación.
  4. Tampoco nos dieron ningún medio de contacto con nuestros jefes. 
  5. En todo momento los contratantes estuvieron diciéndonos lo que teníamos que hacer sin haberlo acordado previamente.
  6. La carga de trabajo se dobló y superó el tiempo de trabajo notoriamente sin que hubiera ninguna clase de control.
  7. Fueron superados los objetivos de manera extraordinaria sin que hubiera ninguna clase de compensación por ello.
  8. Si bien la empresa contratante cumplió con los EPI y herramientas, la empresa de trabajo temporal llevó a cabo un proceso muy deficiente en lo relativo a la formación de sus usos.
 Obviamente un modelo tan cutre como esto no puede sostenerse.

Espero haber sido suficientemente claro, porque sería una pena que alguien descubra la manera de convertirlo en ley y, una vez más, algún juez considere que la empresa responsable no es la de trabajo temporal, hasta el punto de dejar en el limbo los accidentes laborales para que los más débiles (los siniestrados) sean los que tengan que pagar la incompetencia de algún superclase.




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