domingo, 23 de diciembre de 2018

Estamos mal de la garganta

Acabo de resolver un problema que, según parece, es complejo. Podría gastarme unos 50$ en apostarme ante un tío que seré capaz de resolverlo para, acto seguido, intentar publicarlo. Sin embargo, ¿conseguiría publicarlo sólo por dar una respuesta evidente de las mías (con algoritmo incluido y aumento de la fuerza de la conjetura)?




Creo que voy a hacer un pequeño alto en mis avances y voy a probar a intentar justificarlos ante el mundo académico más cercano. Si me centro sólo en la tecnología más consolidada aún me quedaría mucho margen para sorprender, así que probaré a ir tranquilito y sentando la cabeza.

Estas otras conjeturas, que tienen que ver con cinemática, e incluso cibernética si queremos sacarle un provecho más interesante, lo puedo ir dejando para cuando quiera presentar otro paquete de medidas que me están dando mejores resultados que los esperados. Pero que tampoco sé si me conviene desarrollarlos (hay un concurso sobre comprimir un fichero donde también dan pasta..., pero sé que ahí el nivel es muy alto y juego con desventaja, porque mi computador es menos que un laptop).

Así que voy a calmarme un poco, al fin y al cabo puedo desarrollar mis estudios sobre lenguaje natural, ahora que esos diseños los tengo cada vez más consolidados. Creo que ya no voy a seguir tocándolos - que los postulados se van a quedar tal como están, porque están superando las pruebas filosóficas más importantes.

En definitiva, sigo sin saber qué va a pasar en el futuro, sigo viendo la realidad demasiado extraña y absurda al tenerme enclaustrado en esta situación que me descoloca por completo. Pero no hay remedio. Las cosas están así - no es como en las películas del estado de California, es más como en la literatura española de las tragicomedias. O como el desarrollo de lo escatológico de Valle Inclán, el esperpento. El mundo, realmente, es altamente absurdo.

Sin ir más lejos, aunque lo he pretendido, no he podido aguantar uno de esos debates absurdos más de unos minutos sobre la cadena perpetua revisable. De las pocas afirmaciones que cobraban sentido no ideológico y ausente de sentimentalismos fue el argumentario del padre de Mariluz ante las disquisiciones políticas de porqué derrogarla. Da vergüenza ajena que el debate no sea el ridículo de los políticos al no saber usar un argumentario a la altura. El caso es que esos son los que redactarán las leyes, y pondrán los recursos penitenciarios y los controles. Es decir: donde está el debate es que nuestra sociedad es demasiado caótica incluso para tener un sistema judicial, así que: ¿para qué tener jueces independientes de un jurado popular que vete sus decisiones? Es cuestión de pensarlo un poco.

Mientras tanto, el pueblo, en un 80%, lo tiene claro - y los burgueses siguen con sus falsos debates mientras controlan los medios de comunicación. No sé a santo de qué se sorprenden de que las encuestas no encajen con las urnas: la explicación está en la cocina, que es la misma que la que controla los propios medios de comunicación. Esperpéntico.

Algunos ya predijimos que la compra del casoplón de Iglesias, seguido de una votación interna tan amañada como la que tiene ese partido, sería como pegarse un tiro a su propio pie. Y así ocurrió.

Otra cosa en la que estuve pensando fue en empezar a especializarme en videojuegos, pasatiempos, juegos de mesa..., en el sentido de que sé que hay concursos que también te dan pasta y tal..., con las ventajas que tengo, y lo que sé de la emoción arquetípica de cada género, supuestamente tendría todas las de ganar. Habrá que investigar un poco.


Suficiente hasta aquí,
hasta luego sucedáneos.




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