..., y así poder desentrañar
el poder de su interior.
Los arquetipos de las historias de superación continua son propios de la civilización oriental y, a través del manga, hemos tenido la oportunidad de observar historias de héroes que no son nada planos como lo que se ve en el medievo occidental (con la peculiar excepción de los antihéroes de la literatura española, que no ofrecen arquetipos de superación propiamente dichos), sino que son más bien como las llamadas hoy día: películas de kárate. O también llamadas películas de Bruce Lee, pues la defensa de ese modelo se basa en lo que nos muestra.
De pequeño, muy pocas películas podía ver: películas Disney, cine familiar, del oeste y Bruce Lee. Si tenía que tirar de una película sin referencias prefería una de Bruce Lee, sus arquetipos eran simples y, con el tiempo, los americanos perfeccionaron los esquemas con Karate Kid. Efectivamente, el manga también estaría destinado a ir aprendiendo y mejorando; así como los videojuegos, cuyas historias solían ser de superación.
No soy filólogo, aunque nunca me ha faltado las ansias de formalizar mis análisis de los pocos arquetipos que tienen las películas de kárate, superación..., ese tipo. Son el clásico RPG en los videojuegos, y en algunas aventuras gráficas. En Japón, sin ir más lejos, se desarrolló un modelo RPG diferente: JRPG (Japan RolePlay Graphic). Quizá debido al éxito de los Final Fantasy..., los cuales eran especiales, porque cuando el juego se basaba en superarse la historia era siempre de amor.
Los arquetipos marcados para la superación se vieron especialmente marcados en Oliver y Benji, así como en la mayoría de los mangas japoneses que son de fútbol. Esto es debido a que descubrieron qué es lo que realmente fundamenta el éxito en esa clase de historias; y se estuvieron desarrollando con bastante maestría - porque los orientales ya tienen referencias mitológicas que tienen esa clase de historia. La civilización oriental, en esos aspectos, juega con ventaja.
A la hora de dominar las fuerzas que hay en tu interior, en esos pequeños demonios que trabajan para ti, antes uno debe descubrir cuáles son los límites de su cuerpo, que es su mundo, y recorrer hasta el último rincón. Eso es lo que hacía Bruce Lee, no hay que engañarse: nos enseñaba con películas muy hoscas el camino de la expansión de su mundo.
Sin embargo no se trata de un juego de meditación, sino de conquista. Se trata de invadir las voluntades ajenas, sus intereses, sus anhelos..., y crear compadreos, equipos, misiones conjuntas. Cuando las historias de superación se mezclan con las del héroe de Campbell, los resultados pueden permitirnos aceptar ambos géneros para admitir interpretaciones diferentes ante una misma historia.
Sin embargo hoy no quería hablar sobre este tema, sino sobre cómo la gente es tan fácilmente manipulada por aquellos que se conocen estos arcanos. Digamos que hay señores oscuros que saben cómo manipular de manera que las masas se dobleguen a su favor, incluso que luchen de manera muy enfervorecida. Es cuando las personas pierden su identidad y se convierten en sucedáneos de persona; uno de los recursos más emblemáticos de las animaciones Disney: cuando la animación pierde su..., brillo.
En El aprendiz de brujo, Mickey Mouse intenta automatizar a los objetos y emprenderse para que todo funcione mientras Rasputín descansaba. La idea de la torpeza es fundamental para tocar el tema de la superación, así como para crearse un meme de diseño. Es increible lo fácil que es hacer que la gente haga lo que quiera siempre y cuando no pueda distinguir al gran maestro manipulador: no va a ser un torpe ratoncito que no tiene pinta de saber de qué va todo ésto...
En estos últimos días, a pesar de que Twitter me ha cerrado las puertas a cal y canto, aún me sigue dando notificaciones. Me da la impresión de que, incluso, recibo más notificaciones ahora que cuando estaba todos los días activo en la cuenta. Ciertamente, he aprendido dónde están los demonios de Twitter. Pero los administradores españoles han convertido a Twitter en su cortijo particular, si el algoritmo encuentra un usuario que hace milagros, encontrarán cualquier excusa para poder etiquetarlo como peligroso, aunque racional y éticamente no tengan legitimidad para hacerlo.
El asunto es que, si hubiera desentrañado las técnicas de El secreto, podría haberlo usado como amuleto, no como trofeo - que ése es el engaño del libro, para que no se sepa el secreto; y así no me habría pasado todo lo que me ha estado pasando con algún señor poderoso que se preocupaba de dar instrucciones contrarias a mi agenda expuesta ¡Ay si los periodistas hubieran cumplido con su código deóntico! Entonces no habría tenido que moverme de manera anónima, y claro..., me obligan a hacer lo mismo, pero anónimamente..., penoso.
El caso es que lo hemos visto también, por ejemplo, en la Tribuna de España: un periódico muy conservador que, en cuanto a desenmascarado a Vox, un señor oscuro, aprovechando que era el informático, saboteó las críticas a Vox y al futuro corrupto que desean traer a España. Lo mismo que ha pasado con Podemos, lo va a traer Vox..., ¿no queríais socialdemocracia? Pero nada, voy a lo que voy...
El asunto es darse cuenta de lo simple que es la gente: quien haya leído El segundo sexo (bien leído), se podrá percatar: por el lado A tenemos a unas personas que dicen que los cánones de belleza las cosifica, por el lado B tenemos a unas personas que dicen que esa cosificación se convierten en ventajas de las que no quieren desprenderse. Sin embargo ahí tenemos un ejemplo claro de un falso debate: el machismo no es lo que le da ventajas a los hombres sobre las mujeres, sino lo que los convierte en los protagonistas de las historias de superación, y en esas historias hace falta trofeos, que son cosas.
Los trofeos son las herramientas que se usan como objetivo marcado para todas tus hordas. Todos aquellos que formen equipo contigo compartirán los mismos trofeos, y serán usados como guía para saber cuáles son los siguientes pasos hacia donde tirar. Cuando a una mujer se le trata como un trofeo, se le excluye de los proyectos, y se convierte en una propiedad. Ésa era una de las pegas de la civilización oriental: era incluso más misógina que la occidental. Éso era porque los trofeos eran iconos muy importantes, y si hay algo que se considera especialmente preciado y digno de proteger es a una mujer - pero, como decía Simone de Beauvoir, protegerla como segundona.
Al no haber arquetipos pensados para la mujer: la mujer debía construirse sus propios arquetipos para así definir por sí misma qué se entiende por mujer. Porque nadie nace con los arcanos, sino que los arcanos se construyen. Los arcanos de la literatura occidental fueron escritos por hombres, pensando en hombres, para los hombres..., podemos hacernos una imagen. Bien se puede observar excepciones, pero esto quien lo explica y documenta mejor es Simone de Beauvoir en el libro que ya he recomendado.
Es por ello que cuando mis amigos me preguntaban qué había que hacer para montarse una buena broma yo les decía siempre la misma regla de oro: se presenta una realidad alternativa, unos ganchos defenderán la mentira, otros defenderán la verdad..., pero en todo momento siempre se intentará silenciar la llave que descifra el falso debate que alimenta esas discusiones sin sentido.
Se trata de una falso debate, en el que la gente se cree que vive una realidad obvia: como cuando se piensa que el machismo es darle más derechos a los hombres y que las corrientes feminazis no son misoginia escondida..., se trata de ver más allá y comprender la diferencia entre lo que es ontológico y lo que afecta al comportamiento - todo desde un punto de vista pragmático, como explicaba Marx el chovinismo.
Pero a las bromas, otra regla fundamental, siempre hay que ponerles un límite: espacial, temporal, de fuerza de contenidos..., esto es porque, en cuanto defines las limitaciones de la broma la puedes configurar a tu gusto. Es un error confeccionar bromas para que tengan un poder ilimitado: su diseño se basa en cómo moldeas con tus manos torpes la magia de la broma.
No es posible desarrollar la historia de superación del protagonista sin comprender en qué consiste localizar los límites, conocerse a sí mismo, su propio mundo, la interpretación de la realidad..., en un momento dado descubrirá los demonios que oscilan con falsedades, y destapará la broma, la matriz en la que quisimos engañarle, la red en la que pusimos los spiders, los automatismos y procedimientos que marcaban el ritmo..., en cuanto se descubre el patrón, se acabó la broma.
Sin embargo, visto lo visto, nadie es capaz de encontrarle el patrón a esta realidad.
Suficiente hasta aquí,
la próxima más, sucedáneos
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