Él es pasajero se planta y enreda
conforma un lamento que pierde el coco
nuestro sutil tiempo se pone en vereda
siempre concebido para el cuerdo y el loco.
Mi antología son mis donaciones
antojo grácil que excita y enerva
cuando no queda más sangre que no hierva
suscita alegrías, trae ovaciones.
Fervor que abandonas las briznas de hierba
que componen todas mi vana esperanza
encandila ahora otra labranza
que haga de mi noble oferta en sierva.
Mata de hambre el tiempo y arde razones
quema los motivos por un carbón
amigos, si tuve, cuentan tocones.
También planté un árbol que hizo canción
amigos que fueron como ladrones
que escaparon raudos con mi perdón.
Así árbol que planté si yo te invoco,
ábrenos camino entre el que está
y toda hojarasca si en rama hay poco
¡apártalo de mí! zape y se va.
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