lunes, 7 de octubre de 2019

Cuando una serie acaba...

Cuando una serie acaba la gente suele despreciarla. Como un polvo pasajero. Durante el proceso todo muy intenso, pero parece que no se han dado cuenta de que lo bueno perdura y transmite.


 
Ha habido grandes series para la televisión. Y cuando éstas acaban es curioso cómo la gente tiende a olvidar, despreciar..., las deja en el pasado. Hay muchas personas que no las han visto todavía porque o no han nacido o son demasiado pequeñas, pero ahí quedarán.

Con los nuevos formatos de televisión (online) las series no tienen que reponerse, si son buenas pueden acabar en un estado de stand-by: seguirán siendo un éxito continuo. Aunque el fenómeno fan deberá de reinventarse, quizá con eventos y cosas así.

Ahora bien, ya es más difícil crearse un fenómeno como el de Star Wars o, más genuinamente para la televisión, el de Star Trek. Eso es porque ya es más difícil que absolutamente todas las personas se centren en un producto exclusivo. Ahora los frikis pueden diversificarse con sus trajes en los distintos eventos. Recuerda a la teoría del péndulo en la literatura española: en cuanto la literatura alcanza un zenit cultural, el péndulo se vuelve loco. 

Puede que el séptimo arte haya alcanzado su zenit cultural. Razón por la cual el visionario Sean Pean, que quiso apostar contra viento y marea por Juego de Tronos, al final dio en el clavo para animar a los productores y guionistas adecuados. Es algo que podría volver a suceder. Sólo hay que dar con la obra adecuada..., sin ir más lejos, mi propia novela cumple las espectativas para ser uno de esos éxitos de Netflix o HBO..., sólo necesitaría encontrar al productor y al guionista adecuados para la adaptación antes de presentar la obra.

Anoche, para quitarme la desesperación, opté por comer carne y tomarme una cerveza mientras veía la película Excalibur, con la que me quedé dormido. Al despertarme deshidratado en mitad de la noche, fue volver a dormir y tuve, para mi sorpresa una peculiar pesadilla:

Estaba en mi antigua casa y observé a lo lejos un burro de colorines antropófago de 20 metros de altura. Según parece, en el sueño ya lo conocía yo y mis familiares; así que teníamos que quedarnos encerrados en casa y no dejar que nos vea. Sería como un chaparrón. Al acercarse ese burro gigante se fue convirtiendo cada vez a una forma humana, que husmeaba por las ventanas de las casas para comerse a sus víctimas irremediablemente.

No había nada que hacer pero, mientras tanto, en el vecindario había sujetos que se aprovechaban de la situación para infundir el caos. Así que, cuando el burro-titán se encontraba al otro lado de la casa, salía y daba mamporros en plan Bruce Lee, para luego volver a casa rápidamente. Sin embargo, a la hora de volver, la puerta estaba cerrada..., miraba a mi alrededor y ya no era mi antigua casa, estaba en un vecindario completamente distinto. Intentaba volver a casa, pero los de dentro no abrían la puerta a tiempo; tan pronto lo hacían, al salir yo de nuevo, luego tardaban más y más...


¿Qué podría significar?
 
Lo he estado pensando. No existe ninguna razón por la que haya elegido un burro de colores, no entiendo la referencia cultural a México. Así que pienso que debe ser una representación del mensaje que transmite la película Coco: el Olvido abusa de mí, no tengo oportunidad para hacer que las cosas vayan a mejor, porque me acecha en cada esquina. 

Sin ir más lejos, las plantas de mis pies vuelven a revivir ciertos melanomas que me impiden andar con normalidad. Y tengo que pegarme caminatas todos los días. Por lo que quedarme estancado en esta situación ni es aconsejable ni tampoco puedo salir de ella. Es una situación de abuso continuo.

Luego está el papel que desempeña la familia y el cambio de hogar. Se ve que para lo importante en el fondo no siento que puedo contar con la familia, soy consciente de que me quedo solo. Al menos para lo importante. Y, al mismo tiempo, las decisiones de vivir en un sitio o en otro no dependerán de mí. Soy dependiente de ellos, en el fondo.

Quizá por eso se convierte en una situación angustiosa, de ansiedad.

Al despertar me sentía aplastado y sin capacidad para moverme. La última vez que cené cerdo afectó a mi olor corporal de manera nauseabunda. Que una persona sea capaz de percatarse de su propio olor suena extraño. Últimamente estoy muy sensible con lo que como.

En cualquier caso, se me ha olvidado desayunar y he tenido que improvisar algo de mientras venía andando. Tenía pensado hacer código, pero estoy pesado..., como bloqueado.

Hoy no estoy lúcido.
 
 

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