Sociedad de Prohibiciones

Las cruces de mayo en Cartagena, una fiesta que solía pillarme de paso..., ha pasado a convertirse este año en una fiesta llena de prohibiciones: fuera bares, fuera música..., ¿qué ha pasado?




La gente cree que la política consiste en prohibir, en imponerse. En perseguir a quien no piense como tú y someterlo a base de multas..., hasta que te ame. La socialdemocracia hace caso de los grupos de presión que, por regla general, no escuchan al Pueblo.

Musica cañera para relajarse...


El Panfleto 4 II

Hoy es fiesta y los vecinos quieren dormir. Los turistas y muchos vecinos se acercan para hacerle el agosto a nuestros amigos los hosteleros. Algunos artistas aprovechan para conectar unos altavoces y subirse a un escenario. Puede que puedan promocionarse vendiendo merchandising... Cada ciertos picos del año, la gente sale de sus cubículos y empiezan a consumir, socializar y divertirse..., adquieren cultura, se reúnen, comen... Aunque la mayor parte del tiempo suelen hacer siempre lo mismo.

Entonces algunos se quedan hasta las tantas de la madrugada. Los ruidos se mantienen, y los vecinos no pueden dormir. Hay que decir que los altavoces se ponen con unos niveles absurdamente escandalosos - no hace falta tan fuerte [imbéciles]. Siempre lo he sospechado: cuando ponen un altavoz tan fuerte, que haga retumbar los cristales de las casas, debe ser por alguna razón llena de odio - de un odio reprimido, algo extraño y siniestro. Algo no confesado...

Pero hablo de Cartagena. No somos especialmente famosos por nuestras fiestas de mayo, pero hay quien se acerca a verlo. El asunto me recuerda al último viral que se ha dado allá por el norte, en lo que le acontece a una casa rural de Cangas. Una granja con gallos es sancionada por el alcalde al no tener licencia para tener una granja que emite ruidos por encima de los 50 decibelios...

Lo ocurrido en Cangas se parece a lo ocurrido en Cartagena: cuando la alcaldesa decide prohibir la música, los ruidos..., y lo único que consiguió fue aguar el negocio.

Lo ocurrido en Cangas no es ni lo que dice una parte ni lo que dice la otra: para saber lo que ha pasado antes hay que saber cómo funcionan los animales de corral. Para empezar, que el ayuntamiento se valga de sus licencias para prohibir sin necesidad de Fundamentos Jurídicos es un ejemplo claro de que esto es una dictadura encubierta. Por otro lado, el que monta su negocio al lado de una granja y lo vende como una casa rural tenía como responsabilidad darle valor a esa casa con el ambiente incluido. Además, los nuevos vecinos, por muy cosmopolitas que sean, deben acoplarse a la realidad rural porque: si se ponen a meter ruido a las 3 am poniendo música despertarán a los gallos, y éstos, traumados, no pararán de cantar a esas horas.

Pero el alcalde no entiende de casas rurales, de campos..., es un señor con corbata al que colocaron porque en su partido sabía colocar a sus amigos: socialdemocracia.

En Cartagena, una asociación que protege a la gente de los ruidos reclama que se proteja a los vecinos del afán recaudatorio y sádico de los hosteleros. Al final el ruido ha seguido ahí, reclamando la dimisión de la alcaldesa. Pero claro, ¿lo veía venir esta señora que, al parecer, olvida que a los alcaldes en Cartagena se les juzga por romper las costumbres que funcionan? Como pasó con la anterior, que decidió ponerse a matar a gatitos..., es lo que tiene tener asesores gallegos, supongo. Aquí, en Cartagena especialmente, se protege a los gatitos - y además de manera espontánea, es lo que hacen los vecinos. Ya sea los de alta alcurnia, como la clase baja. Es lo que tenemos en común: adoramos los gatos... Adiós a la anterior alcaldesa. Y, ¿qué pasará con la nueva?

¿Para qué necesitamos un poder público si no escucha a la gente?
¿Para qué necesitamos leyes si el magistrado no tiene que basarse en ninguna para adoptar decisiones?
¿Para qué se organizan fiestas si no se incorporan medidores de decibelios para regularlas?

La política no consiste en encontrar la posición que desfavorezca a todas las partes, sino en encontrar las fórmulas que eviten futuros conflictos.