Es un clásico. Y en el fondo lo suponía. Pero no importa. Da igual tanto si se entiende como si no, al fin y al cabo las cosas son como son.
En ocasiones le damos importancia a cosas que no la tienen. La sensación de rabia aparece instintivamente porque se vincula con la reacción que deberían tener nuestros aliados para que hagan lo que es debido. Sin embargo en ocasiones te das cuenta de que la soledad es lo único que tienes y que, por tanto, no vale la pena ni enfadarse ni asquearse.
Ya el único sentimiento que nos queda es el de la aflección. Pero es una aflección lógica: has hecho lo que tenías que hacer y no ha habido muestras de que hayas conseguido nada. Mala suerte. La buena noticia es que no es el final. Nunca es el final.
Sabes que el producto es bueno, pero no has sabido venderlo. Mala suerte chaval. Habrá que esperar y esperar..., me queda la carta de la universidad. La última carta en este juego peculiar.
¿Me valdrá la pena plantearme seguir divulgando en inglés en ese medio? ¿Me hará ganar algo? ¿Me sentiré en el interior de una comunidad o seguirá creciendo mi sensación de aislamiento?
Hay que ser pacientes. Debo darme, al menos, un mes. Como mínimo. Quizá deba cuidar mis artículos un poco más, por las formas más que por los contenidos. Podría rescatar algunas ideas..., de esas cosas simples que le gusta a la gente..., dudo que me divierta haciendo eso.
Ya veremos cómo lo enfoco: la divulgación de mis estructuras, diseños que son tangibles y resuelven problemas que suponen un sobrecoste industrial globalizado a la altura de miles de millones..., ni se han percatado. Pero la culpa es mía - lo digo sinceramente: nunca he sabido explicarme. Ya no sólo por las lesiones en la zona occipital, sino porque para explicarse antes hay que entender a quien te escucha y, claramente, no los entiendo.
Tampoco sé cómo enfocarlo - no tengo referencias claras (quizá nadie las tenga). La divulgación no es como la ciencia misma: la mercadotecnia es la única ciencia a la que acojerse y, en el caso de la divulgación, quien tiene las técnicas mercadotécnicas o no las comparte o se considera que son trucos que desvirtúan el producto en sí.
Ya veremos qué pasa. Este mes será decisivo para mí.
Éste es un blog pensado como último reducto para la fusión entre lo más humano y lo más tecnológico sin perder ni humanidad ni eficiencia.
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