¿Cobardía o Buen Criterio?

Cuanto más me alejo de forzarme a dar explicaciones más se me cruzan ideas nuevas que consiguen innovar modelos que tenía dándome vueltas en la cabeza ¿Busco excusas para no cambiar mi forma de ser o es una fórmula de éxito?




No es fácil..., no, ni aun poniéndome música...

No sé si sentirme orgulloso o, por el contrario, asustado. Las matemáticas siempre aparecen por donde menos uno se lo espera. Ayer mismo había terminado de traducir el código..., ya sólo queda el querer explicarlo (y volver a probar el código por si de la traducción se hubiera escapado algún bug). Para lo cual ya tengo el ensayo en inglés.

Pero le doy vueltas, le doy vueltas..., he reencontrado un algoritmo que quería optimizar, relativo a fullerenos y secuencias de ARN..., lo he perfeccionado. Luego he vuelto a tocar el tema de una conjetura conocida: el corredor aislado; en este caso lo he perfeccionado, incluso fulminado.

Varios meses atrás, no sé, me habría parecido increible: ¿cómo podría nadie pretender el poder resolver algo así? Me hace gracia..., con un poco de suerte me habré equivocado en algo; lo que pasa es que son máquinas, es decir: no se trata de resultados lógicos, o de interpretación: se trata de cálculos. Y vivir la mentira de una maquinaria que calcula lo que hace, que se comporta como se comporta es tan terriblemente difícil..., que incluso en el peor de los casos podría alardear de tener una aproximación asombrosa.

Es como si me estuviera esclavizando. Sé que soy yo el que va a tener que divulgarlo, y eso es lo que me atormenta. No me gusta divulgar; me gusta resolver. Me gusta exponer resultados. Demostrarlos. Usar el lenguaje técnico, no artístico. Hace años que la cabeza no la tengo para mucho arte. Ya mi entorno me ha castigado bastante como para que no quiera seguir haciéndolo..., aunque hay que admitir que tampoco me han faltado los apoyos. No me gustaría pensar que soy un ingrato, la verdad.

En cualquier caso, el dilema me corroe ¿Hago bien desarrollando esos algoritmos? ¿Es posible que deba centrarme de una puñetera vez en divulgar y encontrarle el gusto a hacerlo? Si le encuentro el gusto a divulgar entonces perderé el miedo que me inspira a querer innovar, ¿o no tiene nada que ver? ¿Es posible que haya llegado a un punto donde si adopto una decisión con respecto a mi personalidad ésto pueda provocar que pierda alguna clase de supercapacidad?

Es como cuando jugaba a Persona 3, 4..., las decisiones que adoptas de cara a cómo usar tus cartas establecen cuáles serán tus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. La decisión la adoptas tú, el riesgo también es tuyo, y para ti será el único beneficio o perjuicio. Puedes elegir, pero desde la incertidumbre.

Muchos lo tienen más fácil: su idea de qué se entiende por dilema se puede reducir a lo que llamo el problema de las ovejas con la beligerancia del granjero.

Unas ovejas, al llegar la noche estival, observan cómo algunas noches un lobo salta la cerca donde se encuentran durmiendo a la fresca. El granjero, aun sabiendo que puede perder otra oveja esa noche, sigue sin guardar las ovejas como lo suele hacer en invierno: en el interior de la granja, con la puerta cerrada.

Entonces unas ovejas, en su becerrada empiezan a especular:

Oveja: Yo creo que el granjero tiene un pacto con el lobo. El lobo trabaja le aporta seguridad al granjero.

Oveja: El lobo no tiene nada que aportarle al granjero, lo que pasa es que el granjero es un estúpido; no sabe contar, y le importa una m... lo que nos pase.

Oveja: El granjero sabe contar, de hecho, ha pactado con el lobo para que no nos merme demasiado. Seguro que no le aportamos lo suficiente y prescinde de nosotras.

Oveja: El granjero es un idiota, y el lobo también..., no se dan cuenta de que nuestros carneros podrían darle guerra, ¿se creen que no vamos a darnos cuenta?

Oveja: No son ningunos idiotas, saben que nos quedaremos mirando, solo somos oveeeeejas.

Y claro..., yo en mis becerradas..., ¿acaso no sería más competencia de las propias ovejas enfrentarse primero al lobo y luego al granjero? Es más fácil ver el mundo a través de los ojos de una oveja, donde estos planteamientos no se le cruzan por la mente.

En cualquier caso, aquello que se nos cruza por la mente corresponde con las decisiones que adoptamos y defendemos; aquello que conforma nuestro comportamiento. Si sólo somos capaces de mirar nuestros tejidos, ver lana y pensar que, sólo por eso, somos ovejas, entonces merecemos que nos descuartice el siguiente lobo al llegar la siguiente noche estival.

Este verano empieza flojo. No sé cuánto venderé si la entrada a Junio se está descafeinando tanto. No puedo inventarme el mercado. No sé qué hacer. Seguiré apostando por el dolar que gané ayer..., a ver qué pasa.