lunes, 8 de abril de 2019

La verdadera historia de Pedro y el Lobo

Se sabe de muchas versiones de esta fábula, pero en los tiempos que corren los niños deberían de aprender lo que se les viene encima para que estén más alerta.




Pedro era un chaval muy alegre y se aburría mucho, debido a que era muy pionero (E). Un día su abuelo le encomendó cuidar de las ovejas para que se convirtiera en un muchacho de provecho (J).

- Pedro, a partir de ahora tú abrirás la granja con Proko - que era el perro pastor - y acompañarás a las ovejas hasta lo alto de la colina (I).

Pedro, que era un niño muy obediente aceptó sin rechistar. Sin embargo, a la mañana siguiente, justo cuando fue a sacar las ovejas Proko, que era perro viejo, se levantó de mala gana debido a que no era su amo el que le había despertado. Con las mismas, como Proko no obedecía, dejó la puerta de la casa abierta para que le acompañara a lo largo del día para cuando quisiera salir.

Entonces la gata de la casa, al ver la puerta abierta acompañó a Pedro a sacar a las ovejas. Y, al volver a casa, el abuelo regañó Pedro:

- Pedro, ¿no te he dicho que debías sacar a Proko? ¿No ves que si viene el lobo se comerá a la gata?

- Pero abuelo, Proko es muy grande y me da miedo. Y no me hace caso.

Dicho esto, el abuelo castigó a Proko a dormir en el corral, con los patos, y le encomendó a Pedro que a la mañana siguiente sacara al perro (P).

A la mañana siguiente Pedro abrió el corral y Proko no le hacía caso (E). Así que volvió a dejar el corral abierto, y salió un pato (J). El pato siguió a Pedro sin que se diera cuenta y juntos cuidaron de las ovejas (I). El abuelo, al mirarlos en lo alto de la colina y ver que Proko no había salido del corral, decidió volver a regañar a Pedro.

- Pedro, ¿no te he dicho que hay un lobo en la colina?

- Pero, si realmente hay un lobo, ¿qué podría hacer si sale y Proko no me defiende?

- Mira, pues ponte a gritar ¡que viene el lobo! y entonces todos los aldeanos iremos en tu ayuda (P).

(E)Así pasó que a la mañana siguiente a Pedro, por cuenta propia, se le ocurrió coger una correa y se puso a arrastrar a Proko con las ovejas hasta la colina (J). Cuando llegó hasta arriba el abuelo vigilaba y se sintió aliviado (I), pero lo que no pudo ver es cómo Proko, donde no podía ser vigilado, empezó a molestar a las ovejas hasta el punto de que más de una estuvo a punto de caer por el risco.

Entonces Pedro, al no poder sostener a Proko, le gritó al abuelo:

- ¡Proko! ¡Es Proko!

Y el abuelo, en la lejanía, pensando que su nieto estaba intentando convencerle de que esta vez había subido al perro, le hizo señas como diciendo: "muy bien, muy bien...".

Como vio que no le entendía, empezó a gritar:

- ¡Que viene el lobo, que viene el lobo!

Y rápidamente todos los aldeanos vinieron raudos a ver qué pasaba. Al verse Proko vigilado dejó de molestar a las ovejas y, cuando Pedro intentó explicarles porqué había gritado así, los aldeanos lo tomaron por un mentiroso y un blando(P).

Al terminar el día, su abuelo no sabía si creer a su nieto: Proko nunca fue mal perro, ¿por qué iba a ser como dice Pedro?(E)

(J)(I)Así que a la mañana siguiente, Proko descubrió que podía molestar con más fuerza a las ovejas, hasta el punto de que muchas se extraviaron horrorizadas. Pedro volvió a gritar:

- ¡Que viene el lobo, que viene el lobo!

Y de esta manera pudo salvar unas cuantas ovejas, pero ningún aldeano pudo comprobar que era Proko el responsable y tomaron a Pedro por un flojo y un mal bromista(P).

Al día siguiente(E), a Pedro se le ocurrió una idea con Proko(J). Al subir a la colina con las ovejas, ató a Proko a una estaca de manera que no pudiera molestar a las ovejas(I) y, entonces, aprovechando el lobo que había por ahí cerca que las ovejas no estaban custodiadas ni por un perro, ni por un gato y ni por un pato, apareció repentinamente y, por mucho que Pedro gritara que venía el lobo, los aldeanos no volvieron a creer a Pedro.

Sin embargo, en cuanto le quitó la estaca a Proko éste defendió a las ovejas, y el lobo huyó despavorido.(P)


Moraleja: No le encomiendes a un niño la tarea de un viejo, salvo que tengas bien amarrado a todos los que estén a su cargo.


En las historias tipo fábulas, chanzas, etcétera, el orden de las funciones de texto (según mi consideración y notación) es: Estereotipo, Justificación, Idealismo, Pragmatismo

Primero se presenta la escena (E), luego se justifica el desarrollo de lo que se pretende en esa etapa (J), se habla de unas espectativas (I) y entonces reiteradamente observamos una desgracia (P). Repetidamente veremos repetir este proceso a lo largo de la fábula, debido a que no es del tipo cuento maravilloso, donde el orden es diferente (EIPJ).

Cada protagonista tiene su propia manera de ver la historia, la historia de Pedro hace que éste viva unos estereotipos, pero si se mirara desde el punto de vista del lobo se comprobaría cómo los momentos de pragmatismo del protagonista son los momentos ideales del lobo.

También, además de observar el carácter reiterativo de las funciones de la historia, dentro de cada función se observa un desarrollo del lenguaje que tiene que ir enconsonancia con su función principal del lenguaje. Es por ello que sé que los mecanismos de generación automática de textos, así como la consciencia que tiene una máquina a la hora de interpretar una imagen, está falto de una técnica muy importante: dentro del estudio de la pragmática, el de la repetición de los arquetipos.


Si no se repiten los arquetipos en su orden, empero, la historia carecerá de fuerza.



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