lunes, 1 de abril de 2019

La izquierda burguesa y la derecha trabajadora

El mundo está lleno de buenas intenciones, y de gente que habla desde la teoría. Pero las palabras no dan de comer. Cada vez el nivel de vida es más y más caro, y el futuro está más y más tétrico ¿Cómo piensan conquistarse el cielo?




El cielo sólo se conquista por Asalto. Vamos a darle un tono de explicación maquiavélica.


El Panfleto X

Antes de continuar con frases bonitas o con detalles sin importancia toca recordar la excelente labor de los chalecos amarillos en Francia, y cómo no van a aceptar que Europa se convierta en un país tercermundista como EEUU. Pero antes de nada, tengo que donaros mis ojos; porque los que tengan mente conservadora no entenderán, los que tengan vida burguesa tampoco...

Cuando la BBC viaja a Venezuela sus periodistas se regodean mirando los pueblos menos afines al régimen, lo cual es su trabajo, y preguntan a esas gentes cuáles son sus quejas. Esas personas son los outsiders de Venezuela que, bien alimentados, atacan con pancartas y un alto nivel cultural.

Cuanto mayor es la influencia neoliberal, se puede comprobar de manera constatable cómo los outsiders dejan de atacar con pancartas. De hecho, algunos no tienen ni las formas bien definidas. Me pregunto para cuándo la BBC empezará a visitar los pueblos de EEUU, y hablar con sus outsiders.

En realidad es broma. Es imposible hablar con un outsider de EEUU: te mata. Y la razón es evidente: cuando le arrebatas a un ser humano su Dignidad, entonces ya solo le quedan los instintos más básicos de defensa de su Territorio. Gregarios como son, es en eso en lo que quieren convertirnos: en sus Perros. Pero eso no lo sacarán en la BBC.

La capacidad de regeneración de un sistema, de un imperio, reside en su capacidad de autocrítica; y vemos cómo hay cosas que no se denuncian - que no se pueden denunciar porque son demasiado turbias. Lo que ocurre en las afueras del sistema, simplemente, no ocurre.

Por eso mismo, porque es más fácil ocuparse de unos pocos, vamos a fingir que no somos tantos. Vamos a fingir que la política debe decidirse entre los pocos que estamos en la palestra. Vamos a fingir que la mayoría de las personas existentes sobre el planeta pueden ser representados por señores acorbatados a los que todo esto que estoy escribiendo les importa una puñetera mierda.

El poder ejecutivo parece tener poder para aumentar los impuestos sobre las clases menos pudientes, como pasa con el carburante en Francia, y menospreciar así a los que se llevan menos márgenes y no pueden vivir bajo los esquemas marcados por la legalidad ¿Es que quieren convertirnos en delincuentes como lo son ellos? ¿Quieren mancharnos y obligarnos a vernos reflejados en cómo son ellos?

Decía Maquiavelo que sólo había una razón por la cual los medios usados por la fuerza (violencia) quedaran justificados, y éstos no eran un fin cualquiera. Se puede leer en mis propios postulados anteriores: no puedes gobernar una democracia habiendo impartido el miedo entre tus gobernados. El acto mismo de traer el empoderamiento hacia el pueblo es lo que ennoblece los actos del Príncipe. No puedes infundir el miedo y, al mismo tiempo, no ser considerado un dictador. Y tampoco puedes ser un dictador y esperar que nos quedemos mirando los oprimidos.

El burgués, muy noble al defender posturas de izquierdas, no lo ha vivido. No lo vive, no lo entiende. No sabe. No le duele igual. Al mismo tiempo, yo no he vivido en Siria, ni en Palestina, ni en los diversos etcéteras..., por eso me debo a mi humillación constante por no saber el daño que sé que les estaré haciendo sin saberlo exactamente ni en qué sentido. Y, si fuéramos humanos, eso dolería.

Pero a cada cual le duele más su burgo y su credo.

Cuando comparamos dos gobiernos, el que le vaya a dar lecciones al otro antes debe haber tenido las experiencias de su pupilo. Las experiencias de una administración pública, empero, se fundamenta en tres pilares:

8. Suficiente Población, suficiente Historia cultural y suficiente posición geoestratégica por la gestión de los Recursos es lo que marca el perfil de un grupo de gente.

Una administración que no tenga la suficiente experiencia no puede dar lecciones a otra más experta. Por ejemplo: Suiza no tiene ni la Población, ni la Historia cultural, ni los Recursos para dar lecciones sobre cómo deben administrarse el resto (la mayoría) de países, a pesar de que tienen un gobierno admirable desde mi punto de vista (República confederal de cantones).

Lo mismo sucedería con las pretensiones que pudieran tener los que administren una ecoaldea de unos 50 habitantes, en comparación con llevar los presupuestos de un municipio típico español de 100.000 habitantes. De la misma manera, tener experiencia empresarial, así como tener una excelente formación universitaria no te hace entender cómo se hacen presupuestos, cómo se ejecutan y cómo luchar contra los tiranos (vertederos), los poderes fácticos, los lunáticos, la prensa financiada por las mentiras...

Lo que hace a un líder no es la persona que hay detrás, sino la organización democrática que construye a su alrededor. Y esta sociedad tiene que ser relevantemente compleja por el número de personas que le sigan, por saber reflejar en su discurso los problemas que tienen que afrontar y por saber reconocer los recursos administrativos y los distintos roles que debe afrontar de cara al cargo público.

Decía un votante del PP que sí que votaba a ladrones, pero porque esos ladrones saben robar. Ésa es la autoridad de quien conoce la orgánica y los recursos o de los que, en apariencia, saben aprovechar los vertederos fascistas en los que nos movemos.

Para que un régimen sea fascista debe hallarse los tres líderes que conformen el trípode: Göbels, Hitler y Himler. Ya lo habré comentado en este blog. Ahora bien: De las mentiras de Göbels podría ser Hitler y Himler víctimas. De los dogmas supremacistas de Hitler podía ser víctimas Göbels y Himler. Del desconocimiento del trabajo sucio de Himler podía estar imbuido tanto Hitler como Göbels.

Para convertir una democracia en una dictadura fascista hace falta un trípode, y con ese trípode los vertederos (campos de concentración) se ocultan a la población, para así hacer creer a la población que viven en una democracia.

Y eso es algo que se sabe: lo que hizo caer a Hitler no fue una carta de un amigo suyo judío, ni tampoco el amor a su esposa, ni tampoco las denuncias de la Cruz Roja...

¿Por qué en el País Vasco los profesores de universidad corrigen los exámenes y en la Región de Murcia no? ¿Por qué los funcionarios están acostumbrados a dar la cara en unas regiones de España y no en otras?

La razón es tan triste y asquerosa como evocar a los Panteras Negras, o a grupos armados contra el sistema. Gandhi fue escuchado en la India sólo porque había grupos armados amenazando de muerte a los políticos. El héroe popular de la independencia de La India no es Gandhi.

¿Puede el burgués comprender el daño que produce la externalización de sus miserias a los que menos tienen? ¿Puede un nepotista hacer propaganda de la meritocracia cuando a él le regalaron el título? Ejemplo: Ni Pablo Iglesias, ni Pablo Casado.

Si el sistema es demasiado complejo para ser llevado, corresponde destruir las partes más pesadas que recuerden a una dictadura que debiera estar más que superada.

En ocasiones está justificado alzarse desde abajo y arrasar con los símbolos de la opresión. En ocasiones, para salvar la vida de muchos hay que empujar fuera a los que estorban en el sistema, a los que conforman los poderes fácticos y su abuso, los que aprovechan las prebendas dirigidos a los superclase, los que se valen de indultos, los que se ríen de las leyes...

No. Estas reflexiones no son violentas: son necesarias. Violencia es no hacer nada cuando realmente tenías en tu mano hacer algo.

Recuerdo a De Guindos denunciando la corrupción en su partido. Le preguntaron porqué lo había hecho: porque estaba mal. Pablo Iglesias, que tanto le escupía con sus palabras, no sólo no se lo agradeció, sino que además se adhirió al objeto de su crítica. No se puede caer más bajo.

Con los años, algún día, la torpeza de aceptar grandes sueldos en política desaparecerá. Poco a poco, es posible que el poder ejecutivo sea desplazado a un papel de sumisión a los otros dos poderes: el asambleario y el interpretativo. Para manejarse con grandes presupuestos hace falta ser un experto de las grandes realidades que se viven en el país.




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