viernes, 5 de abril de 2019

Eutanasia y Ley de Amnistía 1977

No creo que encuentre un nicho donde hablar con gente, o quizá sí lo haga. La manera que tengo de escribir no es para los de hoy, de lo contrario me preocuparía de ser más divulgativo. Pienso en lo que nos hipoteca.




Maldicen algunos ateos, como Bunge, que el ateo no tiene miedo a la muerte porque, una vez muerto, ya no tiene nada que hacer, y no hay dolor. No me preocuparé en encontrar su cita exacta, más que nada porque lo que, en mi opinión, provoca el miedo a la muerte no es sino el no poder hacer planes más allá de la misma. Esto es, una vez muerto ya no tendré tiempo para nada más.

Considero que las religiones que intentan abordar este asunto (todas) no son capaces de abordarlo, salvo con nuevas supersticiones y triquiñuelas extrañas.

Personalmente, me parece extraño que se piense que el judaísmo de Jesús de Nazaret sea considerado un pensamiento que intenta trascender, o que se plantea el cristianismo, lo normal es pensar que esos judíos fueran unos adventistas, personas que esperaban encontrar el reino de Dios al poco tiempo. Al fin y al cabo el tipo de enseñanza que se memetizó tuvo un carácter mundano, dirigida a los de su tiempo. Pues bien, a mí no me oiréis hablar así: no tengo ninguna comunidad.

Así que buscaré un tono sencillo...

Una parte de la música tiene autoría, y otra descubrimiento. De la misma manera que estas palabras pueden manifestarse con una cierta autoría, pero siempre es posible que antes que yo alguien haya dado con el descubrimiento de todo cuanto digo. Por eso suena extraño que no esté en la palestra la anulación de la ley de Amnistía de 1977, que aún España tenga que conformarse con las extorsiones de los que se repartieron el botín de guerra.

Es un hecho, no veo la democracia por ninguna parte: mientras los poderes fácticos siguen protegiéndose entre ellos y defendiendo una versión parcial de la historia pactada entre ellos, las siguientes generaciones son las que lo tendrán que pagar. De esta forma es como la gente se suicida en masa en España: ninguno de ellos será funcionario ni político. Todos de las clases no pudientes.

¿Acaso no se ve lo que se está haciendo? España sigue sufriendo constantemente los designios de los poderes fácticos: que no son expertos en mercadotecnia, o en gestión financiera o económica. Se trata de gente que ocupa puestos por criterios nepotistas y, a su misma vez, los anteriores también fueron elegidos por los mismos criterios.

Sabemos muy bien cómo se hacen fortunas: explotando a la gente, en ocasiones mintiendo y arriesgando absurdamente toda tu fortuna. No son gente de fiar, y son los que marcan el paso de nuestra economía. Esa gente son los que están provocando todo este dolor y sufrimiento a todas las personas que, de forma autónoma y en privado decide matarse.

¿Por qué deciden matarse?

Los suicidas son víctimas de la sociedad y su violencia estructural. Es la sociedad y la hipocresía de los medios que no lo denuncia la que provoca todo ese sufrimiento. El dolor que tienen que sufrir muchos en silencio acaba siendo traducido en su lengua personal como si fuera etic lo que en realidad es emic. Se sienten responsables porque no tienen derecho a echarle la culpa a otro y los medios les insistirán en que ellos tenían la responsabilidad de que la vida les hubiera ido bien.

Lo mismo pasa con la esclerosis múltiple: todas las partes empiezan a fallar y dejan de reconocer la voluntad del individuo. Hay un desentendimiento entre el sistema y sus partes. Entonces es cuando aparecen las llamadas a acabar con el sistema: eso es lo que dice la inteligencia de nuestro cuerpo. Pero lo que no es inteligente es seguir defendiendo un modelo que está muerto y genera dolor.

¿Qué pasaría si todos los que se suicidan se lo piensan dos veces y le echan la culpa al sistema de todo lo que les sucede? ¿Qué pasaría si empiezan a pensar de manera trascendente y emiten llamadas de eutanasia al estado español que los quiere ver muertos? ¿No es esa la manera correcta de afrontar la vida?

Si tanto en Chile, como en Japón, como en España, con lo tan desarrollados que están y siendo como son un ejemplo para el resto, si fueran capaces de refundarse para entrar en comunicación con sus gentes entonces los delirios de muerte, y la sensación de que no hay futuro para los que vivan ese presente, no estarían tan diversificados.

Falta un debate para depurar la Justicia y la idea que se tiene por un juicio justo..., ya iremos tocando temas.





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