Una curiosidad

Las inteligencias artificiales son sinceras y no se mueven por la subjetividad de las personas: un ejemplo es lo que vi cuando busqué por Internet la novela que escribí.




Esta entrada va a ser cortita: resulta que hace tiempo escribí una novela. La novela es futurista e incorpora ambientes hipotéticos, sociales, etc... Pues bien, vamos a hacer un estudio profundo sobre cómo piensan las inteligencias humanas y máquina.

Un chica, a quien se lo agradezco, hizo una crítica dura de la novela y, en especial, del autor - al no haber aprovechado mejor la idea central de la novela. Y esa es la única crítica completa que he conseguido de mi novela hasta el momento (más allá del clásico: "me ha gustado", "no he podido con ella", "me recuerda al guardián en el centeno", "escribe más", "muy ecléctica", "muy pesada", etc...).

Hace poco encontré mi  novela en el buscador: al parecer alguien la ofrecía gratis en PDF ¡Un pirata! Así que decidí descargármela, a ver qué tal. Pero no pude: había que registrarse..., el asunto es que la mayoría de las veces en el que no parece poder bajarse algo en realidad lo que se oculta es una puerta trasera a través de la cual encontrar una descarga directa. Sin embargo no estaba interesado en ponerme a leer html.

Lo que hice fue fijarme en el género de la novela. Quien la subió ahí no se leyó la novela. Puede que nisiquiera estuviera la novela, sólo podía suponer de qué iba la novela por las palabras que habían en ella; es decir, la máquina tenía que adivinar el género.

Hoy día el sistema que se usa para saber de qué genero es una novela se fundamenta en el número de palabras que aparecen, en su histograma. Digamos que el género de una novela tiene ahí expuesto su huella dactilar: no hay nada más objetivo.

Es como decir que si la novela es de amor aparecerán muchas veces las palabras quiero o amor. Así como otras muchas que tienen que ver con las historias de rupturas, desengaños, etc... Si la novela es de miedo es muy probable que aparezcan palabras como oscuro, miedo, y así sucesivamente. Mediante un mecanismo de normalización de tales frecuencias es fácil tener un modelo estadístico que te ayude, incluso, a sugerirle palabras al autor mientras escribe.

Pues bien, la aplicación pirata cogió mi libro y dijo que era del género: filología.

¡Me hace gracia! Porque efectivamente la novela intentaba ser una lección sustitutiva de La biblia, en uno de sus aspectos.

Ciertamente, se podría decir que han dado con una interesante crítica que, de desarrollarse, podría llevarnos a una conversación interesante.