jueves, 7 de marzo de 2019

Hela ahí la Victoria. No hay más.

No será la primera vez que escribo este tipo de mensaje, pero esta vez lo haré desde otro punto de vista. Ya lo dijo Fidel Castro ante el "venceremos" de Hugo Chávez: "Ya hemos ganado".




En esta entrada iba a desarrollar de dónde nace mi sentimiento "antiamericano"; concretamente, antiimperialista de EEUU. Y lo iba a exponer de manera diáfana, para que se vea que no albergo odios o resentimientos.

Primero debemos reconocer la situación en la que se encuentra un país que ha conseguido todo lo que le piden que haga, que ha alcanzado los derechos sociales, que es capaz de dirigir a sus gentes hacia un futuro mejor..., y cómo los medios no quieren reconocer los logros, los éxitos y el avance. Le pasó a Cuba y, si es posible que la macroeconomía de Venezuela ahora se encuentre mal, también es cierto que España tiene una apariencia muchísimo peor..., más allá de sacar ratios keynesianos sueltos.

No quiero convertir esta entrada en una llamada a favor del comunismo y en contra de EEUU, no: quiero que se vea de manera diáfana el lado objetivo de lo que en realidad defiendo, sin subjetividades. Y, por suerte, hay fórmulas para ello: lo que no sé todavía es en qué orden iré exponiéndome.

Probaremos por empezar a responder a una antigua pregunta: ¿de dónde nace tu sentimiento antiamericano hacia EEUU?

Para empezar..., voy a buscar el tono.

EEUU es en estos momentos una potencia militar que influencia al resto de las políticas del mundo: Puede llamar la atención los hechos no aislados de intento de influencia en países con recursos que son de interés para las empresas que sostienen a los partidos políticos del país, pero no voy a mirar en esa dirección.

Quizá me llame la atención el cómo acaban los países y la información que tenemos de ellos cuando EEUU manipula la verdad..., pero esto quizá sea complicado de ver.

Quizá me moleste que la población estadounidense no sea capaz de darse cuenta del engaño en el que vive y de que su sueño..., sigue siendo complicado por aquí.

En realidad el problema es otro - y es muy concreto. Un país que no puede garantizar las medicinas, la comida, el alojamiento, la seguridad..., no es un país ¿Hace falta que comparemos a los outsiders de EEUU con los outsiders españoles? No hay color ¿Los derechos de los mendigos en EEUU? ¿Derechos?

Pero no quiero ser tan negativo. Odio ese sistema asesino fascista porque, para que se sea fascista, sólo debe cumplir tres restricciones: la propaganda de Goebbels, el conservadurismo de Hitler y el negacionismo genocida de Himler..., no me desarrollaré por ahí.

Quería girar las cosas y explicar que no todo está perdido: hay un candidato por el partido demócrata que me hace ver las cosas con otros ojos, como con esperanza. Un candidato que podría hacer posible el sueño americano. Me refiero a Yang.

No voy a hacer propaganda por él, sino por algo que defiende y que es de sentido común para la nueva realidad que vivimos: la Renta Básica Universal (RBU). Yang defiende que cada individuo (de EEUU) debería de recibir un extra sin condiciones de 1000$. Desde mi punto de vista, con 300$ sería más que suficiente..., pero en fin.

Y ahora es cuando empiezo a describir cómo funcionan los imperios..., ¡música!

Cuando el imperio español encontró su máximo auge, poco a poco fue dando con la decadencia del modelo feudal. Tal decadencia estuvo fuertemente ligado con autores que eran críticos al sistema. La gente culta hacía referencia a los modelos económicos y de cómo éstos debían adaptarse a una nueva realidad. El feudalismo debía abandonarse para traernos una nueva empresa, algo que estuviera a la altura de las espectativas de un pueblo que quisiera leer por sí mismo, por ejemplo. De la capacidad de cada individuo para conformar su propia heráldica.

La caída del imperio español estuvo asociado con el nacimiento del imperio victoriano, la industrialización y esa palabra tan española liberalismo. El liberalismo significa que los ciudadanos se independizan del rey, del estado, y son protagonistas de su destino. Y, con la llegada del liberalismo, la banca y su imperio.

El imperio victoriano nos ofreció nuevas perspectivas y errores..., errores que nos toca pagarlos ahora. Pero que están abocados a ser comprendidos a través de la gente culta que los critique. Por eso con la caída de los imperios la cultura es una buena guía.

Vemos asociado a los más grandes críticos de EEUU a los artistas que dejan más huella en los estudios. Esto es porque los mensajes que transmiten se quedan, pues el sistema no tiene respuesta a esos mensajes..., quizá la respuesta es refundar un nuevo imperio.

Un nuevo imperio que reconozca la superpoblación y, a partir de ella, que reparta los recursos de manera no individualista. El sueño colectivo debe prevalecer por encima del sueño individualista. Y, por supuesto, quizá esto se dé para cuando se consiga resolver problemas como el de la elección social desde un marco superpoblado.

Ya se me ha visto opinar al respecto: si queremos que una sociedad siga consumiendo, pero de manera frenada, sólo hay que elegir un factor de frenada (un número sencillo K=5, por ejemplo) y para una cantidad básica de renta R que sea necesaria para que una familia de K individuos pueda vivir con normalidad (quizá 1500€ mensuales) repartir a los adultos la cantidad R/K a modo de Renta Básica Universal.

Si se crea un estatuto laboral mediante el cual el jefe que contrate a un miembro de un colectivo podrá negociar cualquier aspecto del sueldo y el tiempo de trabajo, pero no las sustituciones de este miembro con alguno que forme parte de su colectivo de intravivienda, entonces si se rescatara la ley liberal Dato por la cual bajo en el estatuto de los trabajadores el jefe debe pagar las contingencias comunes, mientras que en este estatuto colectivo no sería responsabilidad del jefe tales contingencias, cuando sí proporcionar la EPI y riesgos inherentes reguladas por la actividad correspondiente, pues entonces ya tendríamos un modelo planificado moderno en condiciones.

¿En qué medida un individuo dentro de una vivienda estaría dispuesto a trabajar bajo estas condiciones y favorecer a un colectivo de intravivienda? Si P es la probabilidad en tanto por 100 a que la gente seguiría trabajando, 100/K tendría que ser menor que P.

Y el modelo no sólo sería próspero, sino que además incorporaría un concepto nuevo a la teoría de la elección social: podría ser sostenible.

Hace años ya me desenvolví con este modelo económico. Sin embargo no lo he llegado a publicar nunca. Principalmente porque si en informática nadie me hace caso, ¿me harán caso los de economía o los matemáticos? Mis estudios dejan obsoletos las teorías de matemáticas puras para un problema que debe plantearse exclusivamente de matemática aplicada.

El hecho de querer resolver un problema de matemática aplicada dentro de las puras, o de que su resolución sea la misma, debería de infundirnos serias sospechas. Es decir: habrá problemas que se resuelvan de manera no estadística, pero suponer que la elección social puede ser modelada por la topología nos puede llevar a preguntarnos cuál es la potencia de lenguaje que tiene dicho campo en las matemáticas. En la medida de que sea potente, no permitirá hacerse consultas en el lenguaje. En la medida de que podamos gestionarnos, no será potente. Además, de que, al ser puras, hablamos de las mismas paradojas que nos trae la computabilidad con las gramáticas tipo 0: es un absurdo.

La idea de la sostenibilidad consiste en hacer que la estadística recupere el protagonismo necesario ante el problema de la elección social, y eso se consigue trivialmente describiendo el mundo en el que se aplica tal teoría. Por supuesto yo ya lo he hecho: es una mezcla entre una generalización de las redes de Markov y una simplificación de la teoría de colas.

El cálculo de la sostenibilidad además, sirve de crítica a las soluciones que da el conexionismo a los modelos económicos o financieros: arrasa con el cálculo absurdo del parámetro máximo verosimil apriorístico, y se centra en determinar los momentos estadísticos directamente.

De esta manera la función de pérdidas nos dice cuán veraz es el modelo a partir de la empiria y, por otro lado, la media de las diferencias divididas puede funcionar como desviación típica de dicha certeza, pues es una medida del carácter continuo de la función de elección.

Vamos, que está todo pensado y bien atado. Una teoría bastante completa. Siempre y cuando rechacemos fórmulas actuales que deberían de extinguirse dentro del campo de la llamada Inteligencia Artificial y que son un error.

Sin embargo, ahora que he conseguido la victoria: ¿acaso pienso conseguir el reconocimiento?

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