Justo ahora, no sé si como unos siete años después..., o más, se me ocurrió por primera vez poner en cuestión eso que me dijeron en la asociación de matemáticos, esos expertos en teoría de números que, supuestamente, hacía muy oscura mi demostración en lenguaje 100% algebraico de instituto. Y he confirmado que, efectivamente, o me mintieron o todos esos señores que están evitando a toda costa que nadie se lleve el premio de Beal son unos completos inútiles incluso en su propio campo.
No quería confirmarlo..., pero ya está: oficialmente confirmado. Y esta gente se ha llevado los máximos honores internacionales. Quizá esto me ponga en conciliación con los que dan premios: si hubiera partido del supuesto de que son unos estafadores no me habría llevado ninguna decepción tan supina.
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Algo así ocurre con el problema del milenio de Navier Strokes: se está dando vueltas por la existencia de un modelo tridimensional capaz de representar la viscosidad del agua..., y tal. Sin embargo, tan pronto como algún lumbreras podría demostrar que ese problema no tiene resolución en formato fórmula - salvo un mecanismo dinámico que tienda a aproximar el resultado - se verá que todas las compañías de videojuegos ya vienen aplicando sus modelos. Y resulta bastante visual comprobar cómo realmente funcionan: entrenan una red neuronal a partir de lo que esperan conseguir y luego validan los resultados navegando sobre esas aguas. Supongo que los programadores de videojuegos sospechan que en realidad sí han conseguido superar ese problema - y es muy probable que lo hayan demandado. Pero aquí impera la mentira... Si los físicos están muy celosos de que las máquinas les estén arrebatando el protagonismo lo que jamás admitirán es que sea una máquina la que se quede con la hegemonía de las notación en física ¿Se trata de una reclamación legítima? No. Se trata de pura envidia e intrusismo profesional: son inútiles incluso en su propio campo.
Yo mismo tendré soluciones para ese problema..., y habré publicado algunas cosillas cercanas al respecto. Pero ni se me ocurre acercarme a la consideración de lo que opinen los físicos: antes sería más lógico vender la fórmula a empresas de videojuegos - o así. Al final el conocimiento se gremializa. El capitalismo manda cuando los idiotas gobiernan.
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Al despertar esta mañana tuve un sueño muy reparador, lo justo como para que se me activen muchos recuerdos - y entre ellos más gente que me traicionó, me vuelvo a inhabilitar con mi furia. La vida del que resuelve debería ser resuelta. Y esto es porque la vida es la contratesis de sus recuerdos.
¿Y que es la contratesis? Lo habré explicado en alguna ocasión, pero debo avisar al neófito de mi blog que esa palabra es propia. Según mi jerga, los elementos son susceptibles de ser clasificados dentro de una tesis y, si ésta no estuviera a la altura, habría una antítesis. Contradiciendo a ambas por si conforman una paradoja su debate tenemos la síntesis. Pero como la síntesis es un producto cultural, resultado de una visión personal nada objetiva, necesitaremos la contratesis para contradecir cualquier trilema formado por las tres anteriores. La contratesis es, por tanto, la negación del lenguaje usado para sintetizar tesis con antítesis. Y ya no tiene sentido contravenir la contratesis, pues de aplicarse bien ésta representa todo el complemento que faltaba.
Cuando los recuerdos te atosigan con tu vida consciente tendrás recuerdos de historias que se atendrán a una superestructura ¿Cuál es la historia de tu vida? Entonces parecería que la tesis principal sería el tema que empuja tu filosofía personal - y nada más lejos de la realidad. El sueño del triunfador es la composición de sus fracasos. Los sueños conforman los recuerdos que se han quedado sueltos dentro de un sistema de interregistros, tal como defendería usando mi última aplicación, de tal manera que se aprovechan para perfeccionar la reprogramación de la memoria.
Existe una analogía entre el mundo de los sueños y la genética: igual que hay un mecanismo transcripcional que se encuentra en el ADN que indica cómo de rápido debe codificarse el ARN (la programación) también hay un mecanismo post-transcripcional (la reprogramación), y este es resultado de retazos de micro ARN o de un ARN no codificante que ha quedado sobrante... El programa que uso para adivinar de la nada cuáles son las entidades en una secuencia de significantes, categorizarlas, también se vale de una función que aprovecha las trazas..., aunque todas esas partes no las he divulgado en parte.
Al final se montan historias en base a la función de atención como la hayamos implementado; es como lo que hace la enzima de ARN polimerasa para encontrar una historia y distinguir las partes estructuradas (exones) de la no estructurada (intrones): y así es como a partir de una auditoría se puede conformar una respuesta a una petición contextualizada. Lo que obligará a dejar muchas partes sin cubrir: la existencia de esas partes nos debe inducir a pensar que hay algo que no se está haciendo bien en la programación como para que quede reprogramado..., pero esto sería algo que hasta ahora oficialmente ningún programa ha sido capaz de hacer.
Así que se aprovechan todas las ideas a desechar porque quizá es despreciado por nuestra componente principal (nuestro termómetro en el juego de saber a qué prestar en cada momento) y provoca una recomposición fuera de toda realidad (soñar). Como desarrollar la contratesis de tus propios recuerdos.
Hay que entender que si la contratesis rompe los esquemas de la consciencia de manera pragmática eso podría provocar una trasvaloración a la hora de inhibir o potenciar el uso de algunos términos en nuestro juego de lenguaje. Por lo que esa es su función: reprogramar nuestra consciencia sin alterar el codificador que usamos en nuestros recuerdos para usar la función de atención.
Soñamos para olvidar, se podría decir. Y lo único real dentro de nuestro día a día es el olvido. Si no vamos a darle significado a un significante por no contabilizarse de manera significativa en nuestro modelo, antes es posible que demuestre conformar un sistema con el resto de los desechados - y eso debería de motivar un cambio de enfoque. Al fin y al cabo, una vez perdido el recuerdo afrontamos la realidad de una ausencia. La cual puede convertirse en categoría si la reprogramación no ha dado sus frutos, o en una mera anécdota que no será percibida.
La superestructura que defiendo en este blog nos habla de que las tramas son montadas a partir de los antagonistas, sin embargo el verdadero triunfo de una vida debe conformarse por cómo se alzaron aliados y compañeros. Esto quiere decir que la programación que tiene el héroe triunfante conforma tesis que le llena de miedos que deberá sobrepasar con valentía al ser consciente de todos y cada uno de ellos, y esto es porque por sus actos parecería lo propio de un ser temerario que solo se centra en defender a los suyos.
Me sabotearán la vida, pero yo les arrebataré sus sueños.
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