El estado de Israel, tal como fue creado el siglo pasado en los años cincuenta, no se parece en nada al actual estado de Israel. Ha sido necesario una conformación de conflictos y correlación de fuerzas para saber cómo se debe intervenir en los conflictos. Sin ir más lejos, una de mis preocupaciones en mi teoría de juegos era justamente esa: a la hora de esperar que el equilibrio de Nash sea uno u otro a escala local eso implicará en un juego más grande la enorme conveniencia de que haya guerra, del negocio de la guerra a una escala superior.
Cuando los propios palestinos le pidieron a Einstein que mediara en el conflicto la petición fue de lo más acertada: un refugiado judío que había decidido vivir en EEUU mediando por los refugiados judíos que habían decidido crear un estado que aconglomere a gentes que ya vivían allí, de otras etnias y religión. La cosa es, ¿qué pasa cuando un pueblo no semita se integra dentro de un entorno semita? Pues lo primero que se hace es ocupar el tema "antisemitismo", y se le atribuye al ataque al judío y su cultura... Y etimológicamente no es correcto: se ha transformado una palabra que habla del odio a los pueblos semitas para centrar la atención en un único pueblo semita..., sabiendo que los refugiados judíos de Alemania no era un pueblo semita. Es cuanto menos un tanto cínico.
En cualquier caso, los pueblos judíos tienen inherentemente como seres humanos, derecho a ser defendidos individualmente para que puedan vivir de acuerdo a sus propios deseos culturales. Mientras no tengamos una manera de apuntar con el dedo lo perniciosa que es una tradición siempre habrá que respetarlas a todas y cada una de ellas. Es algo bastante obvio.
Hoy día, en pleno siglo XXI, con el modelo financiero promoviendo guerras, la industria armamentística encuentra negocios por doquier. Entonces Einstein no tendría medios para imaginarse lo que se vendría encima, no hay que olvidar que la industria armamentística de la guerra fría vino mucho tiempo después de su muerte. Era un negocio muy turbio y exitoso masacrar a población civil para provocar genocidios muy lucrativos, y esa ha sido la base del negocio de EEUU y su filosofía liberal. Bien podríamos decir que parte de la culpa la tendría la URSS, pero el historiador honesto sabe que hay un primer culpable y un segundo subsidiario - y el primer responsable es EEUU, más allá de las alianzas que tuvo en la OTAN, organización que, a su misma vez, es EEUU.
Una vez comprendido de dónde viene el problema observaremos que el conflicto no dejará de existir hasta que deje de ser lucrativo. Lo hemos visto en África: mientras haya conflictos laborales en África Francia tendrá la exclusividad de marcar el rumbo, sabiendo que el africano en Francia será un francés más... Bueno, algo me dice que la mentira ya no les va a seguir funcionando. Pero también lo podemos ver en el enorme desprecio que tiene EEUU con todo lo latino: cómo trata a España, Italia, cualquier país sudamericano..., intenta meterse en sus elecciones, jugar con sus recursos, intoxicar a la población... La guerra de subterfugio de EEUU contra estos países ha sido muy activa y bochornosa.
La cosa es que todas esas acciones suponen un gasto económico que se tiene que justificar: son partidas presupuestarias que no se conceden por intereses idealistas, se conceden para conseguir alguna clase de contrapartida económica. Y es aquí donde entra el negocio de la guerra. Mientras siga funcionando el negocio de la guerra seguirán habiendo incursiones bélicas por parte de los interesados.
¿Quiénes son los interesados de la guerra entre palestinos e israelitas? Los que invierten en petróleo y armas, principalmente. Por tanto, es fácil hacer que la guerra entre esas dos partes desaparezca: evita la subida de precios del petróleo y civiliza el conflicto pidiendo que los propios ciudadanos se encarguen de ayudar a la sociedad a limpiar Israel, comprometiéndose a un referendum sobre la independencia o en base a los términos de quienes sean moradores de la franja de Gaza y así condenar hasta el último responsable de matar a inocentes en festivos.
El anuncio que acaba con la guerra es una inversión fuerte en pretender perder bajando el precio del petróleo y no gastando en armamento para resolver el conflicto, en salirse de los esquemas que siempre se repiten y que tanto les conviene a Arabia Saudí y EEUU, entre otros.
Israel tendría la oportunidad de hacer cuentas y darse cuenta de que entrar en ese juego no le conviene a la larga: el presidente tendrá amigos, familiares, conocidos..., con el riesgo de perderlos, o de que pierdan algo importante - además de que tiene el coste de oportunidad de haber sido el que pudo haber librado a Israel del conflicto. De hecho, los moradores de la franja de Gaza, tras una consulta inteligente no sabemos hasta qué punto podrían entrar dentro de los planes israelitas - hay mucha idealización sobre el odio mutuo entre ambos pueblos, y no es humanamente creíble que eso sea así. Quienes se asientan y forman familia y negocio no mantiene su odio mucho tiempo. El nacionalismo es un pensamiento burgués.
Lleva un comunista a mediar el conflicto y se acaba el conflicto.
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